Parte 5
Jungkook regresó junto con Bam al hotel donde Jimin lo esperaba listo para salir a conocer la ciudad, en especial los casinos, al verlo llegar lo tomó de la mano para salir sin perder tiempo, pero Jungkook debía hacer algo antes.
–Espera, debo darle de cenar a mi bebé.
–¿Hablas en serio? –habló mientras alzaba una ceja y colocaba sus manos en su cintura, esperar no es algo que a Jimin le guste.
–Obvio, o crees que solo tu comes y tienes hambre –se acercó a Bam mientras colocaba un pequeño plato frente a su mascota.
Al darle su comida se quedó admirándolo, Jungkook disfrutaba mucho ver a su bebé, podía verlo horas y no se cansaba.
–¿Cuánto tiempo más vas a seguir contemplando a ese perro?. –Preguntó el rubio mientras daba vueltas por la sala, esperando que su amigo decidiera salir.
–Ya, no seas desesperado, sabes...Hoy sentí un susto enorme, pensé que Bam se perdió en esta ciudad tan grande, sentí mi corazón romperse al no poder encontrarlo –le respondió mientras acariciaba muy amorosamente la cabeza de su perrito.
–¿Y como lo encontraste?. –Jimin no sentía la mas mínima preocupación o pena, al contrario, para él hubiese sido mejor que se perdiera.
–Un chico lo tenía, le estaba acariciando la cabeza, pero no pude darle las gracias por cuidarlo, se fue muy rápido.
–Ok, ¿y ya nos vamos o vas a seguir perdiendo el tiempo con Bam?
Jungkook le dio una mirada fulminante. –Voy a lavarle los dientes y acostarlo en su camita, y para tu información mi bebé jamás será una perdida de tiempo.
Jimin lo vio acercarse a una de las maletas grandes y sacar varias cosas, sus ojos se abrieron como platos, jamás había visto tantas cosas para asear un perro, veía un cepillo de dientes, una pasta dental en forma de hueso con sabor a fresa, un pequeño spray que seguramente servía como enguaje bucal y muchas otras cosas que no tenía idea para que eran.
–Ese perro tiene más cosas que yo –dijo mientras una gran carcajada se escuchó por todo el lugar. –Solo falta que lo arrulles y le cantes una canción de cuna. –Jimin no paraba de reír y su risa se incrementó al ver como Jungkook lo vestía con una pijama muy calientita, que tapaba todo su cuerpo y lo hacía lucir como un bebé.
Jungkook lo veía cómodo y feliz, eso era lo único que le importaba.
–Pequeñito, saldré un momento, descansa, no te preocupes por nada –dijo mientras dejaba pequeños besos en su cabecita. Luego fue a arreglarse a su habitación y estuvo listo para salir varios minutos después. –Ahora empiezo a entender porque le caes mal a Bam, eres desesperante, vámonos.
Los chicos salieron y se dirigieron hacia el ascensor, entraron y Jimin pulsó el botón para que pudieran bajar, como estaban en el último piso de un gran rascacielos, bajar tardaría un poco.
–¿Por qué le dices pequeñito?, ese perro de pequeñito no tiene nada –el rubio seguía riéndose mientras abrazaba a su amigo.
–Porque quiero, algún problema con eso, ya deja de hablar y reírte de Bam o me voy a enojar –le advirtió mientras quitaba sus manos de su cintura.
–Que carácter, pero tienes razón, hay que hablar de algo más interesante –se acercó mientras metía sus manos por dentro de la camisa de su amigo y lo acariciaba. –Mira este lugar –le mostró su teléfono –ahí dice que es un casino muy famoso de la ciudad, se ve genial, ¿vamos?
En ese momento el azabache recordó que ya tenía un lugar en mente y se llamaba "El Palacio", nada ni nadie podría evitar que el vaya a ese sitio. –No, ahí no, tengo un lugar mejor, mientras caminaba con Bam lo descubrí, está muy cerca no necesitamos taxi.
–Pero yo quiero ir al lugar que recomienda mi teléfono.
–No –habló decidido –otro día vamos allá, ahora iremos al lugar que te digo.
–Bueno, entonces llévame. –Lo tomó de la mano para entrelazarla y salir del ascensor.
Jungkook rápidamente se soltó, a él no le gusta ese tipo de cosas, a veces le gusta ser cariñoso con el rubio pero solo cuando están en privado. Jimin no le dio importancia y caminó junto al azabache mientras observaba la hermosa ciudad donde estaba.
Viernes por la noche Taehyung llegaba a su trabajo, estaba muy feliz porque esa noche iba a empezar con su sesión de fotos para su campaña con la marca que lo contrató, cargaba una pequeña mochila donde estaba los cambios de ropa que usaría durante todo el fin de semana para su trabajo como modelo.
No veía la hora de empezar con las fotos, pero debía ser paciente, pues su amigo y manager Park Bogum quien era la persona encargada de tomarle las fotos, aún no llegaba al lugar, por lo que se acercó a la barra a tomar algunos tragos.
–Vaya, yo pensé que ya estabas modelando, y según veo acabas de llegar –comentó Yoongi mientras se sentaba a lado de él para acompañarlo con un trago.
–Llegué hace un rato y me quedé fuera hablando por teléfono, y algo muy loco pasó, un perrito se acercó a mi y empezó a darme cariño así de la nada.
–¿Un perro?, vaya eso si es muy loco, ¿y donde está?
-Su dueño apareció y se lo llevó, yo pensé que estaba abandonado, ya me veía llevándolo a mi casa y viviendo juntos, pero tenía un dueño que lo buscaba- dijo mientras agachaba su cabeza para ocultar sus ojitos tristes.
–Pero bueno, todo terminó bien, no es necesario que estés triste por un perro que ni conoces –le respondió mientras le daba pequeñas palmaditas en su espalda.
–Lo sé, no me hagas caso, es que a veces me siento un poco solo, pero bueno hoy es una noche feliz, ya quiero empezar con mis fotos, solo tengo que esperar que llegue Bogum. –Taehyung estaba realmente emocionado y no le importaba que el casino este repleto de gente, comenzó a dar saltitos de felicidad mientras seguía bebiendo de su trago.
A Yoongi no le incomodaba sus muestras de ternura, al contrario, eso le parecía genial porque así mas gente lo veía, se interesaban en el castaño y al momento de seducirlos para que sigan apostando, no se podían resistir a sus encantos.
–Bueno y hasta que llegue Bogum, que te parece si trabajas un poco, Tae el lugar esta a reventar, hay mucha gente que esta de suerte y esta ganando mucho dinero, necesito que los vayas a tentar para que suban al último piso y pierdan el dinero que han ganado.
–Esta bien, igual Bogum seguramente se demorara, así que aprovecharé el tiempo libre para trabajar.
Yoongi le dio las gracias y se fue a su departamento que estaba en el sexto piso de su edificio.
Jungkook y Jimin llegaron al casino, al entrar se sorprendieron, en la entrada estaba dibujado un mapa muy grande en donde se especificaba cada área que el edificio tenía, se quedaron un rato analizando todo y pensando a donde van a ir primero.
–Tengo hambre, te parece si primero vamos a comer, en el octavo piso hay un restaurant –dijo Jimin mientras seguía observando el mapa.
–Si, esta bien, cómo quieras –el azabache tenía su mirada en otro lado, talvez estaba buscando a un lindo castaño que vió horas antes entrar ahí.
Los chicos ingresaron y tomaron el ascensor, al llegar al octavo piso pidieron una mesa y se sentaron a cenar, mientras degustaban de la deliciosa comida comentaban lo lindo y elegante que estaba el lugar.
-Es increíble todo lo que hay aquí, un edificio que tiene de todo, el dueño debe ser un viejito de 100 años que seguramente trabajó toda su vida para tener todo esto- comentaba Jimin mientras observaba a toda la gente dejar propina y felicitar a los empleados por el buen servicio.
–Es lo más seguro, pero viste, en el mapa me llamó la atención que en el último piso estaba dibujado un signo de interrogación, ¿Qué habrá ahí? –preguntó mientras en su rostro se reflejaba asombro y sorpresa.
–Quien sabe, pero cambiemos de tema, hablemos de algo muy importante, mi cumpleaños– sonrió. –Jungkook quiero que mañana lo festejemos en un bar swinger, esa es mi fantasía, –habló mientras se acercaba a besar el lóbulo de su oreja.
–Si, esta bien –respondió mientras seguía disfrutando su comida.
Al terminar de cenar bajaron a los primeros pisos donde funciona el casino, al llegar ahí se acercaron a las máquinas de juego a probar suerte, mientras veían a mucha más gente hacer lo mismo, algunos ganaban pero otros perdían.
–Hola guapo, parece que es tu noche de suerte –decía Taehyung mientras se sentaba junto a un jugador que en toda la noche a ganado, se quedó junto a él y cruzó sus piernas sugerentemente.
–Hola lindo, así es, estoy muy feliz –El hombre seguía jugando mientras Taehyung lo observaba y se acercaba más a él.
–Con la suerte que veo que tienes, creo que en el último piso ganarías.
–¿El último piso? –levantó una ceja.
–Así es, no has escuchado que en el último piso están los mejores premios que posee este edificio, y no cualquiera va, solo los que yo considere afortunados –decía mientras rozaba su mano con la persona que tentaba, y una sonrisa coqueta se dibujaba en su rostro.
–¿Y tu crees que yo soy afortunado? –preguntó mientras tomaba por la cintura al castaño y lo apegaba a su cuerpo, –porque para mi ser afortunado sería tenerte aunque sea por una noche.
Taehyung le quitó las manos de su cuerpo y se alejó suavemente –tranquilo, talvez a mi no me podrás tener, pero te aseguro que a donde te invito veras chicos igual de lindos que yo, que si estarán dispuestos a cumplir tus fantasías, claro, si ganas –lo miró una vez más y habló. –Te dejo esta tarjetita, si te animas a ir solo le muestras esto al guardia, bye guapo cuídate.
Mientras Taehyung hacía su trabajo, un curioso azabache observaba toda la escena, pues al verlo lo reconoció sin esfuerzo alguno, ya que jamás podría olvidar esas lindas curvas y esos preciosos ojos, sin duda era el chico que cuidó de Bam, pero se preguntaba porque todos lo observaban con gran interés y porque se dejaba tocar de esa manera.
Jungkook lo analizaba de pies a cabeza, esta vez no tenía mascarilla, por lo que pudo observarlo sin ningún impedimento, tenía una figura esbelta con unas preciosas curvas, ojos color miel, rostro delgado y perfecto, con una cintura pequeña que solo podía imaginar que se sentirá apretarla mientras lo escuchaba gemir de placer, también se preguntaba como puede existir alguien que se vea tan bien, porque ese chico era hermoso de cualquier forma que se lo vea, su rostro reflejaba el de un niño tierno, dulce y sensible.
Pero había algo raro, algo que no entendía, pues ese hermoso castaño caminaba de un lado a otro, observando a todos los jugadores, y sin justificación alguna se acercaba a alguno de ellos, le hablaba al oído y hasta se dejaba tocar.
la verdad es que Jungkook pagaría por saber que les dice, porque coquetea y les sonríe de esa manera.
Intentó concentrarse en los juegos pero era difícil, ese castaño estaba en su mente, aún así quería jugar, así que se concentró lo más que pudo para divertirse, ya luego habrá oportunidad para acercarse al castaño fue lo que pensó.
Las horas pasaban y Jungkook no estaba de mucha suerte, ya que a veces ganaba pero también perdía, él le echaba la culpa a su cabeza, no podía concentrarse bien para jugar y como hacerlo si el lindo castaño tiempo atrás desapareció un momento, eso lo desconcentró, él lo buscó con la mirada pero no lo encontró por ninguna parte, luego, minutos después apareció vestido de rojo. Se lo veía tan precioso y sexy.
Jungkook no podía creer que ese castaño que antes tenía una apariencia tierna, ahora lo único que refleje sea sensualidad. Ese traje rojo le quedaba tan bien, se podía apreciar parte de su cuerpo, dejaba a la vista su cuello, pecho y un poco de su abdomen, Jungkook estaba enloqueciendo de deseo, pensaba que el rojo definitivamente es su color pero también estaba completamente seguro que sin ropa se lo vería mucho mejor.
–Te gusta verdad. Es obvio por como lo miras –Jimin lo miraba mientras seguía jugando en las máquinas, pues notó como su amigo se estaba lamiendo los labios al ver a ese castaño.
–¿Quién? –habló, haciéndose el confundido.
–El chico que esta ahí tomándose las fotos, estas babeando por él, no te hagas, –le respondió mientras soltó una pequeña risa.
–Bueno. Si. No se puede negar que está guapo.
Jimin mostró una sonrisa malvada y miró fijamente a su amigo. –¿Jungkook estas pensando lo mismo que yo?
–Obvio –le correspondió la sonrisa –conozco perfectamente esa mirada. ¿Qué vamos apostar ahora?
–Te apuesto que no eres capaz de llevarlo a la cama en una semana.
–¿Aun dudas de mi? –lo miró indignado. –Después de todas las apuestas que ya te ganado, ¿dudas de mi?, mejor dime que me vas a dar cuando te gane, mira que con esta ya me deberías dos.
–No sé, pídeme lo que quieras, aunque se ve que ese chico es famoso. Esta vez no la tendrás tan fácil.
–Ya lo veremos, claro que voy a ganar y lo disfrutaré tanto. –Llevó su mirada al cuerpo del castaño, mordiendo su labio inferior. –Es más, voy a darme todo un festín con ese cuerpito que tiene.
Cuando Jungkook tiene a un chico en la cama, la palabra que usa es festín, porque darse un festín es eso, disfrutar algo que te gusta pero solo una vez. Y hasta el momento siempre ha sido así. Jungkook jamás repite con nadie, ¿será que con Taehyung las cosas serán igual que siempre?
Hola, como están, esto poco a poco va tomando forma.
Nos leemos en el próximo capitulo, los quiero🌷
Ale
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