Parte 44
Jungkook llegó a su cabaña, al entrar vio a Jimin acostado en el sofá, estaba con la mirada perdida viendo al techo, no le dijo nada, ni tampoco el rubio se dio cuenta que entró, caminó hasta su habitación y empezó hacer sus maletas, ya que luego de gritar y golpear la nieve como un loco, llegó a una conclusión, estaba actuando como un verdadero imbécil y debía hacer algo para cambiar eso.
Ya no estaba dispuesto a seguir actuando como un idiota patético que se deja doblegar ante su novio, ellos habían quedado en compartir la cabaña, Taehyung se lo había pedido, pero todo se había dañado por una tonta pelea, algo que realmente le parecía una ridiculez, por lo que sin perder tiempo bajó con sus maletas listas, estaba decidido a pasar el poco tiempo que le queda en ese lugar con Taehyung, quería besarlo y tener sexo con él, sin preocuparse de nada.
Estaba bajando las gradas, haciendo un poco de ruido al caminar con las maletas, pues no solo se mudaba él, Bam también lo acompañaba y la maleta de su mascota tampoco era nada liviana.
Jimin al escuchar ese ruido regresó de sus pensamientos, pues hace rato había llegado a su cabaña, pero se sentía mal, estaba inquieto, algo dentro de su pecho dolía y no lo dejaba estar en paz, maldecía internamente, se sentía como un imbécil por mostrarse como alguien vulnerable o débil después de lo que vio, ya no sabía ni que nombre ponerle a lo que estaba sintiendo.
–¿Qué haces? –lo miró sorprendido, al ver que el azabache estaba con sus maletas, –¿ya nos regresamos y no me dijiste nada?
–Nada de eso –siguió caminando, asegurándose que Bam lo siga, –aun no nos vamos, pero yo voy a compartir la cabaña con Taehyung.
–¿Qué? –abrió sus ojos, su asombró crecía con cada palabra que su amigo decía, pues estaba seguro que luego de lo que ese niño vió, lo último que deseaba era tener a Jungkook cerca, –¿ya se reconciliaron?
–Aun no, pero justo a eso voy, por ahí he escuchado que no hay mejor lugar para resolver una pelea de pareja que en la cama, así que comprobaré si eso es cierto y de pasó te ganaré la apuesta.
Jimin sonrió al esuchar esas palabras, pues sabía que eso era imposible, ahora más que nunca estaba seguro que esa apuesta su amigo ya la perdió, –ok, ve hacer el intento de ganarme, pero hay algo que no entiendo, tu me dijiste que ya estabas aburrido de él, y que ya no te importaba la apuesta.
–Sé lo que dije, pero tu sabes que no me gusta perder –inventó una excusa para que su amigo no siga con las preguntas –ahora si me disculpas me voy.
–Espera –lo tomó de la mano, –¿ya hablaste con él?¿te ha dicho algo o te ha dado alguna señal para pensar que fue él, el que nos vio?
–Nada –respondió triste –esta raro, pero no me dice nada, lo que yo creo es que sigue celoso por mi cercanía contigo, pero ahora que me mude con él todo eso cambiará.
Jimin se quedó unos segundos en silencio, pensando si debía decirle o no que ese niño ya sabe todo, caminó por la sala con sus manos en una de sus mejillas, estaba a punto de hablar cuando recordó una frase dicha por el azabache dias atrás.
"Si él se entera, lo que sea que tenemos se acaba en este momento"
Al recordar eso, maldijo, pue no se imaginaba que su relación con Jungkook se terminé, por lo que pensó que lo mejor era no hablar, no decirle nada y rogar a todos los cielos que el azabache no se entere de nada, pero para eso debía hacer que su amigo se tranquilice y deje de tener sospechas.
-Sabes yo investigué un poco, hoy me encontré con unos vecinos y me contaron que esos ruidos en la puertas o en las ventanas son de lo más normales, ya que por aquí hay una gran variedad de animales que caminan libres en las noches, así que no sigas pensando más, ese ruido lo hizo un animal.
Jungkook sintió que su corazón latió con fuerza, y sin poder evitarlo mostró una gran sonrisa, –¿estas completamente seguro?
–Si, no te preocupes, tu niño no sabe nada, y así va a seguir hasta que tu quieras, yo te prometo que no me meteré más con él.
–Vaya –respiró tranquilo –no sabes lo bien que me siento ahora, lo que pasó entre nosotros nadie lo tiene que saber nunca, aparte yo no quiero lastimarlo así.
Jimin le mostró su mejor sonrisa fingida –ok, será como tu digas, –se acercó a su amigo y pasó sus manos por su cuello –creo que para que estés tranquilo, debemos tener más cuidado y cuando queramos sexo debemos subir a la habitación, ahí nadie nos verá –intentó besarlo pero Jungkook se alejó.
–Por ahora creo que eso no pasará, yo tendré a mi novio a mi disposición, no creo que tenga fuerzas para estar contigo –soltó una carcajada, riéndose de su amigo.
–Ya lo veremos, porque aunque ese niño no sepa nada de nosotros, dudo mucho que se entregué a ti, pero sabes, haz lo que quieras, yo no te voy a rogar, esperaré a que me busques como siempre lo haz hecho.
Jungkook abrió la puerta y antes de irse le mandó un beso volado a su amigo, –si vas a esperar que yo te busque, siéntate, porque te puedes cansar guapo, o mejor búscate algún otro amante por aquí para que bajes tus calenturas.
–Imbécil –gritó, –eres un imbécil, ve, lárgate con él, ya veremos si no vienes arrastrándote a rogarme que este contigo. –Jimin soltó algunos gritos antes de que la puerta fuera cerrada y su amigo desaparezca junto a su perro.
-Imbécil- repitió bajito dejándose caer en el piso, mientras una pequeña lágrima corría por su mejilla, -pero no- sorbió su nariz -yo soy más imbécil por enamorarme de él.
Jungkook salió de su cabaña con una gran sonrisa en sus labios y un alivio enorme al saber que ese ruido no fue más que algo causado por un animal, aunque tenía sus dudas, pero luego pensó que Jimin no le mentiría tan feo, antes que nada eran amigos desde niños y no le creía capaz de mentirle de esa manera.
Llegó en pocos minutos a la cabaña de Taehyung, respiró un poco antes de llamar a la puerta, quería que lo reciba con un abrazo y un beso, pues lo último que buscaba era pelear con él otra vez.
Golpeó la puerta de manera sutil, colocando las maletas en el piso, se acomodó un poco la ropa para lucir lo mejor posible, no pasó mucho tiempo y vio la puerta abrirse, una gran emoción invadió su corazón, ya que ver la carita de su novio sonrió, pues era de las mejores cosas que le pasaba en el día.
–Te dije que aún no vengas –habló el rubio –aun no está la comida, mejor vamos al.. –La sonrisa de Taehyung desapareció al ver que la persona que estaba fuera de su cabaña no era la persona que pensó. –¿Qué haces aquí?- lo miró serio.
Jungkook hizo como que no escuchó nada, respiró tranquilo y habló. –Hola –le respondió –yo he estado bien, gracias por preguntar.
–No seas ridículo –cruzó sus brazos y lo vio con más seriedad, estaba por decirle que se vaya, pero al ver las maletas que tenía a su lado se preocupó, no podía ser lo que el estaba pensando, rogaba por que no sea eso.
-¿Puedo pasar? –le preguntó algo tímido –bueno mejor dicho, ¿podemos pasar?
Taehyung llevó su mirada al perrito que se escondía tras las piernas de Jungkook, seguramente al verlo enojado se asustó, por lo que sin pensarlo se agachó hasta su altura y le extendió los brazos.
-Amor- lo llamó -ven, no te escondas precioso, tu sabes que yo te adoro- le mostró una gran sonrisa cuadrada.
Bam sin perder tiempo se lanzó al rubio, pasando su lengua por su cara, sintiendo como Taehyung lo abrazaba y se dejaba hacer.
-Bam- lo llamó Jungkook -no seas confianzudo, es mi novio, abrázalo pero no lo beses-
Taehyung agachó su cabeza, para contener las iras que tenía de escuchar "mi novio", quería golpearlo, pero se tuvo que calmar, hizo como que no escuchó y se levantó para enfrentarlo.
–A mi no me molesta que me bese –lo miró –¿mejor explícame que significan esas maletas?
–Bonito, ¿Por qué me preguntas eso? tú y yo ya habíamos quedado en compartir la cabaña, tú me lo pediste y pues aquí estoy, o bueno estamos –sonrió.
Taehyung sintió más iras de lo que ya estaba sintiendo, no podía entender como podía ser tan descarado y hablarle así, como si todo estuviera bien entre ellos.
–Jungkook –le habló lo más calmado que pudo –creo que no es buena idea, así como estamos, estamos bien, creo que me apresuré al pedirte esto, ve con Jimin, yo quiero mi espacio y ya te lo había dicho.
–¿Qué? –el azabache no podía creer lo que escuchaba, apretó sus puños y entró con sus maletas muy enojado a la cabaña del rubio.
–Oye yo no te dije que podías pasar.
-¿Quien crees que soy?- lo miró fijamente a los ojos -¿tu juguete, que un día quieres cerca y al otro día ya no? lo siento, pero yo estaré donde esta mi novio.
–¿Te vas a quedar? a pesar que te digo que quiero mi espacio.
–Si, y sabes, no sé que carajos te pasa, pero te juro que he soportado de ti lo que no le soportado a nadie en mi vida, no sé porque contigo lo hago, pero no abuses de eso.
Taehyung lo fulminó con la mirada –perfecto quédate, la cabaña es toda tuya, porque entonces el que se va soy yo, me quedaré en la cabaña de Yoongi.
Taehyung subió a su habitación y Jungkook no dudó en perseguirlo, ya estaba muy enojado, ese rubio lo hacía perder la paciencia.
–Tu no sales de aquí –lo tomó de la mano –¿crees que estoy pintando en la pared o que?
–Suéltame Jungkook, no te atrevas a tocarme otra vez –lo empujó, Jungkook se tambaleó pero no cayó al suelo.
–¿Me puedes explicar que carajos te pasa?¿Qué te hice?¿Porque estas así conmigo?
–¿Qué me hiciste? –lo miró con los ojos llorosos.
"Me mataste"
"Acabaste conmigo"
"Acabaste con el amor que sentía por ti"
Muchos pensamientos pasaron por su cabeza, pero no podía gritar lo que sentía.
–Nada –le respondió –simplemente pienso que estamos apresurando las cosas, por eso lo mejor es irme, –intentó tomar su maleta pero el azabache lo tomó de la cintura y lo apegó a su cuerpo.
–¿Y porque cambiaste de opinión?, yo no creo que estemos apresurando nada, al contrario yo quiero estar aquí contigo, es más. creo que no te voy a dejar salir de esta habitación.
Jungkook se acercó al cuello de Taehyung, el rubio sentía la respiración contraria tocar su piel y sintió su cuerpo temblar, no se creía capaz de aguantar que lo toque otra vez, no se sentía capaz de soportar eso, por lo que cuando sintió como el azabache lamió su cuello, cerró sus ojos con fuerza y lo empujó con todas sus fuerzas, haciendo que su novio impacte contra la pared.
Jungkook sintió el golpe en su brazo y se quejó, llevando una de sus manos a donde sentía el dolor.
–Taehyung –gritó –maldita sea, me dolió, ¿Por qué me empujaste así, que carajos te pasa?
El rubio agachó su cabeza, dejando escapar una pequeña lágrima, –porque... Porque no tengo ganas ahora, perdón no pensé que te empujé tan fuerte, no quise lastimarte, creo que debes ponerte hielo, en la nevera hay.
Jungkook lo miró muy confundido, pensando que talvez se pasó, pero eso no era motivo para que su novio reaccioné así, –esta bien no te preocupes, fue un accidente, lo que quiero saber es si sigues enojado conmigo por la discusión que tuvimos ayer.
–No –se obligó a decir –todo esta bien, Jungkook ya entendí la amistad que tienes con Jimin –lo miró triste, con su mirada le decía lo sé todo, pero Jungkook era un poco lento para entender ese mensaje.
–Me alegra bonito, es más pensé lo que me dijiste, si tu quieres que yo me aleje de Jimin, lo voy hacer, si quieres no le habló más, todo por hacerte feliz.
–Si quieres hacer eso hazlo, de mi parte no pienso pedirte nada más.
-Yo solo quiero que sepas que si eso es lo que quieres para estar bien conmigo, lo voy hacer- le sonrió -ahora se bueno con tu Kookie, y cúrame lo que me hiciste, ponme hielo o lo que quieras ponerme.
Taehyung tragó saliva, queriendo negarse, pero si quería que Jungkook piense que todo estaba bien debía hacerlo, debía hacerle caso a Yoongi y seguir sus consejos. –Ok, voy por el hielo.
–Gracias Bonito, ahora me das un beso, no sabes como extrañó esa boquita, esa boquita que me besa como nadie.
Taehyung agachó su cabeza, apretando sus puños y conteniendo las lágrimas que amenazaban con salir. –Bam me besó hace rato, voy a lavarme la boca y a buscar el hielo, en un rato regreso.
–Ok –le sonrió –¿pero cuando regreses me vas a dejar besarte? o debo preparar mi otro brazo para un nuevo golpe, porque si ese el precio estoy dispuesto pagarlo.
–Ya te dije que debo lavarme la boca, pero –tomó fuerzas para hablar –al regresar te beso.
Jungkook al escuchar eso, sintió su corazón llenarse de felicidad –te estaré esperando ansioso.
Taehyung salió de la habitación, bajó a la cocina y se dejó caer en el piso, ya no pudo aguantar más las lágrimas y no sabía si iba a ser capaz de dejarse besar, debía ser fuerte pero era tan complicado ocultar su sufrimiento.
Mientras Yoongi salió a caminar, pues Taehyung lo había llamado para comer juntos en su cabaña, pero hasta que el rubio cocine, estaba conociendo un poco más el lugar, además estaba feliz porque la comida le saldría gratis y eso era algo que llenaba su corazón de dicha, considerando que pronto hará una fiesta y eso significaba un gran gasto de dinero, pero debía hacerlo, porque era necesario para ayudar a Taehyung en su venganza.
Caminaba atentó, observando todo lo que el lugar tenía, los árboles, la nieve, y el aroma que se podía respirar era delicioso, de pronto algo que vio le llamó la atención, pues una pequeña ardilla pasó corriendo frente a sus ojos, pero lo que más llamó su atención era los colores del pequeño animal, por lo que no dudó en ir tras ella para intentar tomarle una foto
–Hey, amiga, espera, Wow que belleza de animal, –corría buscándola con la mirada –ya sé, si le tomó una foto y la expongo en el casino podre cobrar más dinero para que la puedan ver.
Una gran sonrisa se dibujó en su rostro al tener esa idea, por lo que decidido a tomar esa foto, tomó un poco de nieve y la lanzó por donde se fue el animalito para según él llamar su atención.
-¿Quien es el imbécil?- escuchó una voz y al empezar a buscar con su mirada a la persona que habló se encontró con la persona que aún no quería ver, estaba con la cabeza llena de nieve y ahí entendió que lo que lanzó no le cayó precisamente a la ardilla.
–Tú –habló el pequeño rubio, muy enojado –tenias que ser tú, pero que carajos haces aquí, y como te atreves a lanzarme nieve.
El pelinegro lo vio con fastidio, ya que luego de lo que su amigo le contó empezaba odiar a ese rubio.
–Que yo sepa este lugar es público, y no es mi culpa que no te fijes donde te sientas.
–Eres un imbécil, como te atreves a hablarme así, además si es público pero es bastante grande como para que vayas a jugar lejos de mi, –se limpió la ropa y movió la cabeza dejando caer la nieve. –Pareces un niño tirando nieve, ridículo.
Yoongi lo miró enojado. –Que lástima, pero a mi me gusta este pedacito de lugar para jugar y quieres ver lo niño que soy –sin pensarlo tomó mucha nieve entre sus manos y se la lanzó al rubio, llegando a su cabeza, rostro y hasta su boca porque la mantenía ligeramente abierta –ahora si, dime que soy un niño, enano pesado.
Hola como están, regresé con un nuevo capitulo, la verdad tuve ganas de escribir y lo hice.
espero les haya gustado el capitulo
Nos leemos pronto. Los quiero.
Ale
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