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Parte 4

Jimin llegó a su casa, las luces estaban apagadas, abrió la puerta un poco sorprendido, pues su esposo siempre lo esperaba para cenar juntos, pero sin darle mucha importancia a eso entró, ya que era bastante tarde y por lo cansado que estaba solo pensaba en subir a su habitación y lanzarse a su cama a descansar. Ya que al siguiente día tenía un vuelo muy largo.

Al cerrar la puerta y prender las luces escuchó un fuerte ruido más el sonido de un silbato, inmediatamente volteó y encontró a su esposo.

Al abrir bien sus ojos lo vio con un pequeño silbato en su boca y un lanza confeti en sus manos, ahí entendió que el ruido que escuchó como una explosión fue debido a eso.

–Baby, me asustaste.

-Amor, ¡ Sorpresa!. -Gritó mientras daba saltitos frente a su esposo y con el silbato hacía pequeños sonidos. -Feliz cumpleaños amor, -pasó sus manos por su cintura y lo besó.

Jimin alzo una ceja, la verdad no se esperaba esta sorpresa, aunque no era nada raro en su esposo, siempre intentaba sorprenderlo de cualquier manera. 

-Baby, mi cumpleaños es en dos días- dijo mientras observaba todo el lugar, su esposo había decorado la sala con muchos globos en forma de corazones y estrellas. caminó hacia la cocina y sus ojos se abrieron al ver en la mesa una cena muy romántica, pues a lado de la comida estaban velas y rosas por todas partes, mientras pequeños globos que formaban "te amo Jimin" colgaban del techo.

-Yo sé que es en dos días, pero no vamos a estar juntos en esa fecha, por el viaje que vas hacer- agachó su cabeza para evitar mostrar sus ojitos tristes , -por eso preparé todo esto hoy,  tu cumpleaños es una fecha demasiado especial e importante para mi.-

Jimin se acercó lentamente a Eunwoo, pasó sus manos por su cuello y lo besó apasionadamente, ingresó su lengua mientras pegaba su cuerpo al miembro de su esposo, porque si hay algo que a Jimin le guste, es seducir. Luego de unos minutos se separaron por falta de aire, –gracias baby, eres muy lindo y romántico conmigo –decía mientras aun rosaba sus labios con los de su esposo.

–Amor como es posible que me enloquezcas solo con un beso, hasta el punto de querer hacerte el amor aquí en la cocina, –respondió mientras agachaba su rostro lamiendo y besando el cuello de Jimin, respirando su perfume. –Mejor vamos a cenar, espero que te guste lo que preparé –lo tomó de la mano para llevarlo a la mesa y ayudarlo a sentarse.

Horas después terminaron de cenar, pasaron un momento muy bonito, rieron, bebieron y conversaron de todo lo que habían hecho en el día, luego se tomaron muchas fotos frente a un pequeño pastel en forma de pollito que Eunwoo preparó especialmente para Jimin.

Eunwoo publicó todas la fotos en sus redes sociales. Pensó que se veían demasiado lindos, y definitivamente eso era algo que había que compartir.

 La comida estuvo totalmente deliciosa y no era para menos ya que Eunwoo es chef, tiene un restaurant muy conocido en la ciudad, donde la gente debe reservar con varias semanas de anticipación si quiere ir a deleitarse de la comida que prepara.

–Baby, todo estuvo delicioso, gracias...Eres mi chef favorito.

–De nada amor, pero esto recién empieza –lo tomó de la cintura y lo cargó estilo princesa mientras subía las gradas para llegar a su habitación.

–Eunwoo ¿Qué haces?, estas loco, bájame.

–Si...Estoy loco, pero loco por ti.

–Baby, me estas mareando –le daba pequeños golpecitos en su pecho.

–Entonces no quieres tu regalo amor, si es eso dímelo.

-¿Regalo?- Jimin se sorprendió, pensó que la cena y todo lo que vió en el primer piso era su regalo. -¿Cual regalo baby?-

Eunwoo bajó a Jimin con mucho cuidado mientras sacaba una bolsita de regalo de un pequeño cajón que tenía debajo de su cama, se la dio a su esposo y él inmediatamente la tuvo entre sus manos empezó abrirla.

-Baby, no lo puedo creer, esto es hermoso- Aplaudía y daba saltitos de felicidad, sus ojos se abrieron más de lo normal al ver un juego de joyería de la marca Bulgari, su marca favorita, lágrimas empezaron a caer por sus mejillas de la emoción. -baby pero estas joyas son muy costosas, gracias-

–Sabia que te iba a gustar, te conozco más que nadie en el mundo amor, sé lo que te hace feliz. –Lo tomó de su cintura mientras dejaba pequeños besos en su cuello. –Feliz cumpleaños hermoso, yo por ti soy capaz de todo, el dinero no me importa con tal de ver tu carita feliz.

Jimin al escuchar esas palabras no aguantó más, lo tomó por sus mejillas y lo besó, el beso era salvaje, lleno de pasión y deseo, juntos caminaron hasta caer en la cama en donde poco a poco la ropa iba desapareciendo.

–Hazme tuyo baby, te deseo.

Eunwoo al escuchar eso, lo preparó, pues siempre le gusta que lo reciba sin sentir nada de dolor, y a pesar que Jimin se quejaba por sentirlo ya, su esposo era muy considerado y caballeroso, luego al ya tenerlo preparado entró en él suavemente mientras besaba con mucho amor y delicadeza el cuerpo de su amado, en la cama siempre era tierno y delicado.

–Muévete Eunwoo, quiero sentirte ya. –Jimin gemía esperando las fuertes embestidas.

Eunwoo al sentirlo tan ansioso empezó a moverse, a darle embestidas no tan bruscas, el quería disfrutar cada segundo del contacto con su esposo, siempre que estaban juntos disfrutaba de besar cada parte de su piel de forma amorosa.

–Te voy a extrañar tanto amor, te amo tanto hermoso. 

-Si, si, yo también, más rápido Eunwoo, muévete mas rápido.- Eunwoo le hizo caso, se movió mas rápido, los deseos de su esposo eran ordenes para él, le daba gusto en todo.  Tiempo después los dos llegaron al  orgasmo, Eunwoo salió de Jimin cayendo totalmente cansado a la cama, apegó a su esposo a su cuerpo y lo abrazó.

–Te amo amor, por favor llámame todos los días, 10 veces al día sería perfecto.

–Eunwoo, si te voy a llamar, no te preocupes, ahora hay que dormir baby, mi vuelo sale muy temprano.

–Claro amor, yo iré a dejarte al aeropuerto.

–No...Baby no es necesario, un auto de la empresa me llevará. –Sin decir más, le dio un último beso y los dos se durmieron.

Al siguiente día Jungkook se levantaba algo cansado, sus ojos se cerraban, pero la alarma sonó, era momento de despertarse, el azabache no había dormido bien porque estaba ayudando en las empresas a sus papás, eso hizo que llegué muy tarde a su departamento y durmiera pocas horas.

Aun así, se levantó, sabía que le esperaba un largo viaje, se apresuró  en desayunar algo rápido, se sentó a la mesa y comió fruta picada junto con un vaso de jugo natural, mientras desayunaba le mandó un mensaje a sus papás diciéndoles que se iría de viaje por dos semanas, prefirió contarles por mensaje que en persona, sabe lo pesados que son y le hubieran hecho mil  preguntas si les decía de frente.

Al terminar de desayunar le dio de comer a Bam, luego corrió al baño a cepillarse los dientes y tomar una ducha, tenía el tiempo justo para cambiarse y salir al aeropuerto.

–Bam vámonos, tu maleta esta lista, despídete de nuestra casa pequeñito.

Bam dio un par de ladridos y luego sintió como su dueño le colocaba una pequeña cadena para salir del departamento.

Jungkook salió del edificio cargado de 3 maletas grandes y una maleta de mano, claro que una de las maletas grandes era de Bam, ahí llevaba todas las cosas que su perrito necesitaría, tomó un taxi y se dirigió al aeropuerto.

Al llegar ahí, fue a dejar a Bam en el lugar donde alistan a las mascotas y los llevan a sus jaulas para luego viajar, después de despedirse de Bam lo primero que vió fue a un rubio sentado en  la sala de espera, cruzado de brazos, vestido con ropa holgada, gorro, bufanda y unos lentes obscuros. Se acercó mientras una sonrisa se mostraba  en su rostro.

–Si piensas que vestido así, no llamas la atención, lamento decirte que te equivocas. –Se sentó junto al rubio mientras reía por ver a su amigo tan nervioso.

–Jungkook no empieces, soy un hombre casado, debo cuidar mi reputación, nadie me puede reconocer, que bueno que llegas, vámonos ya. –Se levantó rápidamente para tomar la mano del azabache y apresurarlo a que caminé.

–Hey, relájate, aun faltan dos horas de espera, mejor cuéntame como estuvo tu noche –se acercó suavemente a su amigo mientras golpeaba su hombro y le mostraba una sonrisa.

–¿De que hablas?

–No te hagas, vi las fotos que publicó tu esposo, se los veía tan enamorados. –Empezó a reír mientras tomaba por las mejillas a su amigo.

–Ahh eso, ya sabes como es Eunwoo, me celebró mi cumpleaños, y pasamos una noche romántica.

–Ohh que bonitos, y luego que pasó ¿estuvo bueno el sexo? –decía mientras apretaba sutilmente sus mejillas.

–Normal, tu sabes que Eunwoo es muy romántico, y en el sexo ni te imaginas lo meloso y delicado que puede ser.

–No, la verdad no me lo imagino, para mi el sexo es disfrutar, tener un buen orgasmo, que se sienta rico y ya, no entiendo eso del romanticismo.

Jimin le respondió, pero Jungkook no le presto la más mínima atención, su mirada estaba fija en un lindo chico que hablaba por celular mientras cargaba sus maletas.

–Hey, me escuchaste lo que dije, ¿Jungkook?...¿A quien estas viendo?. –Jimin volteó y vio a la persona que llamó la atención de su amigo –ahh, ya lo vi, esta guapo.

–¿Guapo? esta hermoso, y ese  cuerpito me esta haciendo una invitación que no podre rechazar.

Jimin levantó su ceja mientras lo veía de manera muy coqueta, pues esa situación se prestaba para divertirse. –Te apuesto que en estas dos horas que tenemos que esperar, no logras acostarte con él –hablaba mientras jugaba con los botones de su camisa.

–¿Y que apostamos? –lo miró sonriendo, por que obviamente la idea le encantaba. –¿O mejor dicho que me darás cuando gane?

–No sé, pide lo que quieras, igual dudo que ese chico acepte.

–Eso lo veremos. –Jungkook se alejó de su amigo y caminó hacia el lindo chico, tenía poco tiempo, debía ser directo.

Jimin lo veía ansioso. Apostar es algo que elevaba su adrenalina y eso le hacía sentir tan bien, pero no solo él sentía eso, Jungkook también amaba apostar.

–Hola guapo, desde que llegaste no pude dejar de mirarte, eres tan lindo.

El chico levantó su mirada y lo vió, lo analizó de pies a cabeza, el hombre que veía era muy guapo, vestido de negro,  con un pircing en su labio y algunos tatuajes que resaltaban en su brazo. –Hola, me siento afortunado –sonrió mientras lo veía fijamente.

–Definitivamente lo eres y que crees, te ganaste una follada conmigo, hoy debe ser tu día de suerte.

–Wow, ¿solo una?

–Si lindo conmigo es una sola vez –Jungkook se acercó para tomarlo por la cintura.

–Me gusta la idea pero que lástima que en un par de horas viaje a Paris, creo que esa follada mejor la dejamos para mi regreso –se alejó.

–No, eso sería esperar demasiado, mi vuelo también sale en un par de horas, podemos aprovechar el tiempo, ¿no crees?

–Bueno –lo miró –entonces sorpréndeme.

Jungkook sonrió y lo tomó de la mano para llevarlo hacia los baños.

Jimin que los observaba, maldijo, su amigo cada vez era mejor en las apuestas, casi ninguna perdía, y luego le cobraba con los retos más vergonzosos del mundo, quería ir a ver si cumplía la apuesta pero esperó un poco más para darles espacio, minutos después caminó hacia los baños con mucho cuidado y en silencio, al llegar ahí, no pudo pasar, la puerta estaba con seguro, aun así no era necesario entrar, desde la puerta se escuchaba los gemidos y gritos de placer del chico, pidiéndole que le dé mas rápido y más duro.

En ese momento sabía que perdió, como era posible que Jungkook siempre gané, se preguntó, estaba un poco enojado, así que regresó a la sala de espera y se sentó ahí.

Tiempo después Jungkook se acerco a él, en su rostro se reflejaba una gran sonrisa triunfante.

–Ya sé. No me lo digas, perdí. Pero vaya, por fin terminaste, pensé que nunca saldrías de ese baño.

–No exageres, estuvo rico, pero incomodo, el baño no es un buen lugar para follar.

–Si, seguro, bueno que quieres que haga, acepto que perdí.

–Tranquilo, esa apuesta me la cobraré cuando lleguemos a las Vegas.

Jimin no se sorprendió para nada, su amigo siempre pensaba muy bien antes de cobrarle una apuesta, así que le tocará esperar para saber cual es su castigo.

Jungkook iba a tomar asiento, pero en ese momento escuchó el llamado a los pasajeros con destino a Estados Unidos-Las Vegas, sin pensarlo más buscó sus maletas para dirigirse hacia el avión.

–Aquí están tus maletas, oye porque trajiste tres, con dos era suficiente. –Jimin le acercó las maletas –hasta que nos revisen todo esto, seremos los últimos en abordar. –Se quejó.

-Una maleta es de Bam, ahí están todas sus cositas, su ropita, sus juguetitos y todo lo que usa para su aseo personal-

Jimin iba a responderle, burlarse de lo que escuchó, pero prefirió no hacerlo, sabía que eso solo serviría para pelear. 

Tiempo después, luego de la revisión de las maletas, y largas horas de viaje, los chicos llegaron a las Vegas, Jungkook lo primero que hizo fue ir a ver su pequeño, necesitaba verlo para saber que el viajé no lo debilitó, al tenerlo de frente y recibir pequeñas lamidas supo que su bebé estaba bien, le colocó una cadena en su cuello y regresó con Jimin.

 Salieron del aeropuerto, sus ojos se iluminaron al ver la ciudad que los recibía, llegaron por la noche, lo que veían era hermoso, una ciudad llena de luces, ruido y mucha gente.  Caminaron un poco más para conseguir un taxi, ir al hotel y poder dejar sus cosas.

Luego de llegar al hotel. Jungkook salió con Bam a dar un paseo, Jimin prefirió quedarse a tomar una ducha, pues acordaron que cuando Jungkook regrese irían juntos a los casinos.

El azabache caminaba junto con Bam, asombrado por todo los lugares que veía, todo en esa ciudad era irreal, lugares enormes y extravagantes, llenos de luces y música a todo volúmen.

Sus ojos se abrían con cada lugar que tenía al frente, se sentó a respirar el aire que la ciudad le ofrecía, realmente el ambiente era genial, estaba lleno de diversión, de juegos, pasión, excesos y fiesta, Jungkook sentía que esta era la ciudad de sus sueños, una ciudad donde solo se respiraba sexo, diversión y alcohol, una gran sonrisa se dibujó en su rostro, pero en ese momento se dio cuenta que había soltado la cadena que llevaba Bam, entró en pánico porque no lo veía por ninguna parte, y entre tanta gente, era difícil buscarlo.

Su corazón empezó a palpitar más fuerte y sin control, sus lágrimas estaban a nada de salir, Bam era lo que más amaba en el mundo, si conocía un poco del amor, era por Bam, si lo perdía, literalmente prefería morir, caminó desesperado en una ciudad que no conocía, pero eso no le importaba en ese momento, Corrió varias cuadras de la ciudad hasta que lo vió a lo lejos con un chico de cabello castaño que estaba agachado a la altura de Bam, acariciando su cabeza.

En ese momento sintió su corazón latir con más tranquilidad, pero se extrañó mucho que su fiel amigo se deje tocar de alguien que no era él, eso nunca había pasado con nadie.

Sin más silbó para llamar la atención de su perrito, que cuando lo escuchó corrió a su encuentro, en ese momento el chico castaño se levantó y buscó con la mirada a la persona que silbó, al verlo conectaron miradas.

Jungkook lo miraba fijamente, el joven tenía un cuerpo esbelto con delicadas curvas y un rostro aparentemente inocente, no lo podía ver bien porque llevaba puesta una mascarilla, por varios segundos ninguno de los dos bajó la mirada, estaban alejados por varios metros, pero sus ojos conectaron inmediatamente, Jungkook quería acercarse, el chico le pareció hermoso y demasiado sexy, a parte quería agradecerle por cuidar de su bebé, pero no pudo hacerlo, pues vió que el castaño entró en un enorme edificio.

Quiso seguirlo, pero no pudo, Bam no tenía permitido el ingreso a ese lugar, así que no lo pensó más, tomó la correa de su mascota para llevarlo al hotel, pero antes miró el nombre del edificio al cual ese hermoso castaño entró. 

–"El palacio" –susurró –le diré a Jimin que tenemos que venir aquí.

Hola, el capitulo fue largo verdad, pero disfruté mucho escribirlo, ¿Qué les pareció?

Jungkook ya está en las Vegas, y ya tuvo su primer encuentro con Tae.

Nos leemos en el próximo capitulo, los quiero🌷

Ale



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