IV- Cambio de humor
Después del momento incómodo de las miradas, no hablamos más en el minuto que tardamos en llegar al laboratorio donde se hace la clase, cosa que hace de ese momento algo aún más embarazoso, pero es que aunque he intentado decir algo no se me ha ocurrido nada. Y John tampoco ha parecido tener muchas ganas de seguir la conversación, simplemente se ha limitado a caminar más o menos a mi lado, pero yendo a lo suyo.
Al entrar a la clase, ya están el profesor y algunos alumnos, pero al mirar el reloj veo que por suerte llegamos puntuales. Aunque a John parece no importarle, a mí sí me importa y mucho, sobretodo tratándose del primer día.
Casi inconscientemente me dirijo a la mesa de en medio en la primera fila, que es la única que está vacía. Veo que todas son de tres asientos pero la mayoría están ocupadas por una sola persona, menos una donde se ha sentado un grupo de amigos que incluso ha cambiado de sitio una silla para tener un cuarto lugar. Por lo visto a la mayoría nos da vergüenza dar el primer paso para socializar.
John se dirige a una mesa de la segunda fila que está pegada a la pared derecha del aula, donde solo de encuentra William (uno de los que se encontraba al fondo en la clase dónde hemos hecho la presentación) al que saluda con un choque de puños.
Aunque hayamos venido juntos, no se si sentarme allí. Bueno, pensándolo mejor, aunque John me atraiga tampoco tengo porqué tener mucha relación com él: primero, él y su grupo no son muy buena influencia, y segundo: John tarde o temprano se puede dar cuenta de lo que sea que esté sintiendo por él, y que se lo tomase mal (cosa bastante probable) me dolería. Tampoco voy a huir de él y evitar a todos sus amigos, pero si no es necesario tenerlos cerca o no se acercan, tampoco hay porqué acercarse. Además, John o William tampoco me han preguntado si me quiero sentar con ellos.
Me giro para sacar mi estuche y libreta y veo que John me está mirando, y seguidamente mira al asiento vacío al lado suyo, y rápidamente al rededor, y enseguida otra vez a mí. ¿Parece que no sabe si preguntarme que vaya con ellos?
Pregunta algo a William y este me mira y seguidamente mira a John encogiéndose de hombros, y John vuelve a mirarme:
-Oye Olivia si quieres...
No acaba la frase porque Tiffany se sienta en el hueco vacío, y seguidamente mira con mala cara a John y le dice algo en voz baja.
Así que me giro. Definitivamente no merece la pena juntarse mucho con ellos. Aún John ha sido amable conmigo, todo hay que decirlo, al menos de momento. Tampoco sé cuál es la causa de esa amabilidad, y si es natural o fingida, pero dejémoslo en que ha sido amable.
Llegan más personas, y muchas de estas dudan en donde sentarse, debe de ser incómodo, ya que parece que pocos aquí se conocen de antes.
-¡Sí, es verdad el año pasado íbamos juntos a física! Manuel, ¿Verdad? -Oigo decir a una chica muy alta, que seguidamente se sienta al lado del tal Manuel.
Entonces veo entrar a Dave, que enseguida me reconoce y saluda con la mano, y saluda también a John, Tiffany y William.
-¿Te importa que me siente contigo?
-En absoluto, claro que puedes sentarte Dave. -Le respondo. De todas formas, solo quedaban tres lugares libres, así que no tenía muchas opciones.
El profesor se presenta, diciendo que le podemos llamar señor Smith o tan solo Joshua, y por lo visto, a diferencia de la profesora de literatura no tiene ganas de enrollarse mucho, y ya nos avisa de que le gustaría empezar algo de temario hoy mismo. No parece el típico profesor con el que los alumnos consigan perder tiempo haciéndole explicar alguna anécdota o contándole chismes.
Eso a mí me parece bueno, aunque hasta cierto punto, me gusta avanzar temario y no perder tiempo, respecto a los chismes nunca me ha inquietado mucho saber lo que se dice sobre tal persona, y las anécdotas suelen ser una pérdida de tiempo a no ser que contengan alguna enseñanza o hablen de algo realmente curioso o emocionante. Pero tampoco me gustan los maestros a los que les molesta oír incluso una mosca.
-Bueno, antes de empezar temario voy a hacer algunos cambios en las mesas. Ya que a algunos os conozco y sé que la clase así no va a funcionar. Y a los que no os conozco, pues de momento tenéis suerte, pero recordad que puedo hacer cambios en cualquier momento. -El señor Smith no tiene una voz muy potente, pero habla de forma contundente y eso da bastante respeto.
-Para comenzar, ya sabéis que las mesas son de tres personas. -Se dirige hacia el grupo de la mesa en la que se han sentado cuatro personas. -Y cambiar de lugar asientos dificulta el trabajo, recordemos que estamos en un laboratorio y por lo tanto las normas se deben tomar muy seriamente. Aiden, coloca tu silla en el espacio donde va. Además, las personas con las que compartís mesa en principio serán con las que hagáis todos los trabajos de grupo durante el curso, recordad esto.
-Y por esto mismo que acabo de decir, de la mesa de Tiffany, Will y John se debe de ir uno. Chicos, tanto vosotros como yo sabemos que este equipo no funciona, ya os he dado muchas oportunidades. Así que John... en tú sitio se sentará Manuel.
Y tú John te sentarás...
Una parte de mí espera que se siente aquí delante, el espacio libre es el que está a mi izquierda. Intento ignorar a esa parte de mí.
-Siéntate aquí delante, con Dave y... Espera que me acuerde... ¿Olivia?
-Sí. -Le respondo, demasiado sonriente. Oh, por favor, cálmate.
Pero enseguida me calmo al ver que John está más serio, parece que no le ha gustado el cambio.
-¿Tío pasa algo?- Le pregunta Dave.
-Que va estoy bien, pero no me gusta sentarme delante. ¿Cómo te va todo? -Dice John mirando directamente a Dave, y tengo la sensación de que actúa como si yo no me encontrara en medio de los dos.
-Bastante bien, le dice Dave. No sé si lo sabías, mis padres por fin se han separado, ya tienen el divorcio. Es un poco rollo tener que ir de una casa a otra, pero tampoco me importa mucho, todos estamos mejor que antes.
-Pues me alegro mucho.-Contesta John -Ya sabes que no a todos les va tan bien... -Añade, en un tono más desanimado. Tal vez se refiere a él... Y por como asiente Dave parece que debe de ser algo personal que Dave sabe.
-Bueno, visto que vosotros dos no os conocéis... John, está es Olivia. Y Olivia, te presento a John. -Oh, no, agradezco que me intente meter en la conversación pero esto es incómodo.
-Sí, nos hemos visto antes... Bueno, hola de nuevo Olivia. -Dice John un poco desganado.
-Hola de nuevo. -Intento decir de forma seria, y esta vez lo consigo sin que me salga la voz extraña de antes.
Parece que Dave nota la incomodidad, así que habla:
-Y... Prefieres que te llamen Olivia, Liv...
-Sinceramente me da igual, todos siempre me han llamado Olivia pero no me importa que me llamen de una forma u otra.
-Vale, no hay problema. Si siempre te han llamado Olivia... Olivia pues. ¿No?
Me encojo de hombros.
El señor Smith comienza a explicar teoría, y la verdad es que el temario se me hace bastante fácil: Física y química siempre ha sido de mis asignaturas favoritas, y además he leído e investigado algunas cosas por mi cuenta ya que es algo que me interesa.
La clase va muy bien: respondo algunas preguntas que plantea el señor Smith e incluso soy la primera en acabar un problema. Esto último no lo digo en voz alta pero Dave, sorprendido al verme dejar el lápiz en la mesa me pregunta en voz baja "¿¡Ya has acabado!?" cosa que el señor Smith oye, y al felicitarme por ello se da cuenta toda la clase. Luego lo peor: me hace salir a la pizarra. Por mucho que me encante el tema, estas cosas me dan mucha vergüenza.
La clase se pasa rápidamente, y llega la hora del recreo. Dave me acompaña a buscar a Molly después de que John se despida com un simple "adiós". Tanto Dave como yo sabemos que aunque afirmaba estar bien, bien no estaba. No entiendo ese cambio de actitud, primero ha sido simpático conmigo y luego de repente ha decidido ignorarme, además de volverse desanimado.
Parece como si se arrepintiera de haber sido agradable conmigo, supongo que antes solo me ha hablado por curiosidad al ser la nueva, y visto que no soy de los suyos ha decidido ignorarme. Tal vez solo...Era para hablar de mí con sus amigos y amigas, y no precisamente bien. Vale, no tengo pruebas de esto último, y sea como sea no le voy a dar más vueltas al tema. Simplemente deja de pensar en John.
Encontramos a Molly y Natalie, con las que también van Rachel y Mathew de la primera clase, de los cuales ellas ya me habían hablado. Más tarde se une otra chica llamada Melisa, y la verdad es que pasamos un rato muy agradable en el recreo, son todos muy simpáticos, y Melisa sobretodo me comienza a caer muy bien, no para de hacer comentarios graciosos. Con ellos, casi se me olvida lo que ha pasado con John, aunque no en todo momento.
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