43
Miyoung caminaba apresurada hasta el café. Anteriormente cuando llegó a su casa, entró a darse un baño para quitarse la tierra del cuerpo y se arregló para salir.
Desde que su niño murió, solía ponerse ropa oscura, no se peinaba, no se ponía crema ni perfume, solo se mojaba el cuerpo en la ducha y salía de allí para acostarse y despertar recordando que estaba sola en el mundo.
Ahora mismo ella lucía un bello pantalón negro con una camisa del mismo color, un par de tacones y una gabardina marrón. Tenía sus típicos lentes de sol y su cabello estaba maravilloso.
Al caminar por la calle, desprendía un divino aroma. Era uno de sus perfumes caros e importados, aunque no tuviera el mejor pasar económico, ella podía darse lujos a través de sus parejas.
Apenas llegó al local, recibió miles de miradas de la gente. Los susurros se llenaban en el espacio dejándola incómoda. "¿No es la prostituta de internet?" "Que desagradable mujer" "Es bella pero es una ramera" "¿No fue ella la que tuvo un hijo con el dueño de un burdel y el se suicidó hace poco?"
El chisme se había esparcido rápidamente. Corea conocía muy bien a Hwang Miyoung, más bien Tiffany Young como su nombre de prostituta, pero no conocían su historia. A raíz de ello, mucha gente la fotografió, comentó por redes sociales sobre la pérdida de su hijo y como ella había enloquecido, burlándose o sintiendo algo de pena.
Se sentó en una de las mesitas, había llegado unos minutos antes. Una joven le tendió un menú sin siquiera saludarla o dejarla agarrarlo. Siete minutos luego llegó su amiga.
—¡Tiff! ¡Alabada sea tu llegada a este lugar!— exclamó contenta la joven mientras levantaba sus brazos y sonreía.— ¿Qué mierda ven? Sigan tomando su te o les haré ahogar con eso.— le miró con asco a los demás presentes, quienes hicieron muecas de estar extrañados o incómodos con las mujeres.— Querida, es tan bueno volver a verte luego de mucho tiempo.— la abrazó con cariño.— Tengo novedades.
—Sunny, cariño, si vas a empezar a restregarme tus cosas cuando yo perdí lo más importante de mi vida, mejor que te...
—Sobre eso... cariño, se como podemos hacer justicia por ti y tu hijo.— le comentó seria. Hwang se quedó con la boca abierta.—Necesito que me prestes suma atención en todo lo que diré y no me interrumpas.
La misma mesera de antes se acercó y les preguntó que iban a pedir. Sunny pidió un café con latte y una porción de tarta de frutas. Por otro lado, Miyoung solo pidió un café con un bizcocho salado.
Unos minutos luego de pedir y ambas estar en absoluto silencio, la mesera les trajo sus pedidos y se los dejó de manera seca. Sunny simplemente le hizo un mal gesto mientras que Miyoung se sintió incómoda.
—Bien, Tiff, no me interrumpas ahora. Disfruta tu café y escúchame atentamente.— le tendió un sorbo a su café y empezó a hablar.— Me enteré todo lo que te pasó cuando me fui del prostíbulo. Se que tuviste un hijo con el dueño del lugar, que te maltrató y tu imagen se hizo viral en todo el país, tus videos rondan por internet y mucho más. Se como ayudarte, se como puedes volver a estar bien y limpiar tu nombre...
Miyoung apenas tomó un poco de café, mirando atentamente a Lee hablar tan seria.
—Hace pocos años me fui de un prostíbulo de Estados Unidos. Allí conocí a un policía y me casé con el...— comentó mientras mostraba su anillo con disimulo.— Le comenté todo lo ocurrido, que cosas hacían en esos lugares, como nos abusaban, nos drogaban, como difundían nuestros videos sin consentimiento cuando el porno es ilegal aquí. Vamos a mudarnos a Seoul en un mes, el quiere trabajar aquí y abrir un caso para cerrar las redes de prostitución en todo Corea.— volvió a darle un sorbo a su café.— Miyoung, Jeongseok salió de la cárcel luego de trece años, nosotras tenemos la vida arruinada por siempre. Si mi esposo abre el caso, el país conocerá lo que ocurrió, darás tu testimonio y podrás limpiar tu nombre.
—Sunny... no lo se... siento que no valdrá la pena. Ya tengo todo arruinado, la gente no me deja de joder en la calle y...
—Tiff... o Miyoung, como quieras, Dusty limpiará tu nombre, serás una mujer nueva y defendida. El trabajará en el caso y hará justicia por ti y por tu hijo. Créeme, el rescató a muchas mujeres y niñas en Estados Unidos. Hazlo aunque sea por Hyunjin...
Apenas nombró a su hijo, ella sintió su piel erizarse. Tal vez Sunny quisiera ayudarla así como su esposo pudo limpiar su vida y convertirla en una nueva mujer, pero Miyoung no estaba convencida. La negación era más fuerte, era muy cruel para ella y sentía que nunca sería alguien limpia en esa maldita sociedad donde no era nada más que una condenada.
—Se que duele. Al inicio nadie te creerá, pero pruebas no faltan. Tengo el testimonio de dos mujeres, una adolescente y si me dejas, tendré el tuyo. Jeongseok ya es conocido por sus crueles movimientos, el caso esta siendo investigado y algunas mujeres están hablando lo que sufrían allí.— le tendió una mirada fija. Hwang no hizo movimiento o expresión alguna.— Mírame, a mi también me costó. Antes en las calles me pedían tener sexo constantemente, y luego de que Dusty me ayudara ya puedo caminar tranquilamente. Inténtalo al menos, vale la pena arriesgar.
Miyoung dudaba. En su cabeza ella decía que era estúpido, que ya estaba arruinada y debía convivir con eso, que no necesitaba ayuda para cambiar lo que era. Era una maldita ramera, una zorra, le decían puta, todos los insultos misóginos le caían a ella y creía que jamás cambiaría. Pero en su corazón tenía la esperanza de que alguien la podía escuchar y tener otra versión de ella.
Si ella era drogadicta y su pareja la ayudó a no consumir hace un mes y medio, ¿Quién le negaba que podía ser otra persona en la sociedad si daba su testimonio?
•••♡•••
Jeongin estaba en su casa junto a Jisung. El joven había ido a ver como estaba luego de la cruel situación. Yang no pudo contener su llanto y abrazarlo cuando lo vio, Han le dio consuelo y compañía, justo así como estaban ahora en la sala de estar viendo películas mientras comían algo.
Mientras miraban una película de Spider Man, el canal dio un leve corte y los chicos se estiraron, soltando Han un sonido de satisfacción.
—¿Cómo vas con tu club de canto?— le preguntó suavemente sin dejar de estirar su espalda. Yang se encogió de hombros.
—No he ido al colegio en estos días.
Han solo asintió sin saber que más responder. Bajó el volumen de la tele y se dio media vuelta para ver mejor a Jeongin.
—Minho tuvo que ir a la psicóloga para seguir luego de lo que pasó. Ayer fui a su casa con Changbin y su madre dijo que estaba en terapia. Hace unos días lo encontró fumando, cosa que Minho ni siquiera tolera el olor. Agh... es difícil esto.— dio un largo suspiro. Yang solo asintió levemente con su cabeza y le miró a los ojos sin saber que preguntarle.
—¿Y los demás? ¿Qué sabes de ellos?
—Chan está tratando de hablar con Minho. Felix se fue a Australia, peleó muy mal con Seungmin y el no quiere hablar con nadie. De Changbin ya te conté. No es fácil para nadie, pero Minho lo tomó muy personal.
Yang largó un pequeño suspiro y miró hacia el suelo. Tomó valor y le hizo una pregunta a su hyung.
—Jisung... ¿Por qué siempre trataban de esconder la vida de Hyunjin? ¿Y por qué dejaron que yo sea el mas cercano a el?
Han sonrió levemente con sus labios juntos. Le miró fijo a los ojos.
—Apenas se la vida de Hyunjin. Los únicos que sabían gran parte de el son Chan y Minho.— aclaró antes de relatar.— Lo único que se es que jamás tuvo una vida fácil, ya sabes, su madre lo tenía algo abandonado, se iba por semanas a drogarse con sus amantes, volvía en mal estado. Tampoco es como si ella se lo buscara, Chan me dijo que ella había sido forzada a ser lo que es. Ama a Hyunjin, pero su vida de mierda la llevó a eso y el no quiso aceptarlo nunca. Yo se que a el le dolía que su madre fuera una víctima, por eso se convencía de que no lo era y se buscaba todo sola. Odiaba que le sientan lástima, que lo trataran diferente, porque si, lo han tratado diferente. Entre nosotros bromeamos de manera pesada, pero cuando Hyunjin estaba debíamos tener cuidado con lo que decíamos o como lo tratábamos. En los últimos meses no había hablado mucho con nosotros, apenas abría la boca pero no sabíamos como reaccionar o hablarle y se sentía un poco incómodo...
Yang miraba tan atento a Han con sus ojitos cristalinos y las cejas arqueadas. Su nariz se puso colorada. Estaba recostado sobre su brazo mientras el mayor le relataba lo que sabía.
—No es fácil para nadie, el odiaba cuando hablábamos de lo poco que sabíamos de su vida. Han salido tantas noticias que conmocionó al país y nos enteramos por eso. El escándalo de los prostíbulos, la inocencia de Miyoung, el rescate de varias mujeres y niñas abusadas, la muerte de Hyunjin también está ahí cuando aclararon que el padre de el era el dueño del prostíbulo y la dejó embarazada a la madre a los veinte cuando se calentó con ella y la llevó a vivir con el. Ahora todo el país habla sobre Hyunjin y la protección a los menores que tienen padres problemáticos. Los noticieros están minados de esta noticia...— moduló con pesar en sus palabras mientras negaba suave con su cabeza.
—Pobre Hyunjin...— fue lo único que pudo decir ante el dolor que sentía al escuchar lo que su amigo le decía. Se le formó un nudo pesado en su garganta.
—Y las cosas que no sabemos y que el se guardó...— cerró con fuerza sus ojos.— Solo espero que se haga justicia por el
Los dos se quedaron en silencio sentados en el sofá mirando un punto fijo mientras pensaban y recordaban la cruel vida de Hyunjin. Han dio un suspiro y respondió la segunda pregunta.
—Y lo otro... no los dejamos. Notamos que ustedes tenían una conexión. No te mentiré cuando decía que me daba miedo que te juntes con el, Minho y Chan quisieron acercarlos y juntarlos pero todo lo demás lo hicieron solos. Tu lo trataste como siempre quiso de manera natural, por lo que simplemente ustedes conectaron. Nadie hizo nada, ustedes hicieron todo solos.— le sonrió a medias.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro