6. Sólo tú.
Cuando era niña, simplemente veía problemas. Cada uno de ellos mucho más grandes que los anteriores, me costaba sacarlos de mi mente.
Mi madre se alejó de mi padre porque aseguraba no soportarlo, a pesar de que el día de su matrimonio prometió estar con él en las buenas y en las malas.
Cuando entregas el anillo a la persona que tú amas firmas esa fiel promesa de siempre, sobre todas las cosas, estar junto a él o ella.
Vaya mentira que se corta firmando otra porquería.
Cuando mi padre lloraba podía sentir la magnitud de su dolor, que sin duda era mucho más grande que el mío. El amor nunca fue bueno,el amor nunca fue duradero.
Vendiendo mi alma a cualquiera que la quisiera, besaba a muchos chicos sin sentir el menor afecto, unas cuantas semanas saliendo con cada uno de ellos me daba cuenta de que ninguno era lo que yo buscaba.
Y apareciste tú.
De alguna manera diste una gran voltereta a mi mundo. La secundaria nunca había sido tan alegre; por fin sentía que vivir valía la pena.
El día que te conocí parecías inteligente. Demostrabas que para ti los problemas no eran imposibles de resolver, sin duda creías mucho más en el amor a diferencia de mí.
Admito que traté de alejarme de ti varias veces pues no tenía planeado enamorarme, no era algo de lo que hubiese querido acordarme. Nunca tuve miedo a pasar sola horas y horas en mi habitación, prefería el ruido de radio y la melodía de mi guitarra.
Las palabras de mi padre trataban de asegurarme superación, esperando que yo creyera una más de sus mentiras.
Él aún no olvidaba a mamá, y esperaba a que volviera; no entendía porque los adultos disfrutaban de hacerse daño, hasta que me di cuenta de que a los adolescentes también nos gusta sin siquiera darnos cuenta.
En el colegio, al día siguiente, en la entrada se podía ver un gran cártel que decía:
"¿Quieres ser mi novia?".
Me quedé sin respiración unos segundos mientras te observaba agitar tu mano en forma de saludo. Corriste hacia mí y yo simplemente te aparté, salí corriendo y fui a casa. No sabía que pensar, si lo que había hecho estaba bien o mal; estaba mal, obviamente.
Lastimé tu corazón y no quisiste hablarme en toda la semana, todos me veían de mala gana pues tú, un chico alegre, te habías aislado de tus amigos y alejado de tu vida cotidiana. Yo también me la pasé muy mal, eras la primera persona que había logrado entrar en mi corazón y yo sólo me había propuesto alejarte. Pero quería que entiendas, abrir mi corazón me resultaba peligroso y me sentía asustada de las posibles consecuencias.
A veces puedo ser una gran mierda.
Resignada por mi conducta decidí ir a por ti, me disculpé y decidimos ser amigos.
El tiempo pasó tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos tú ya no eras un chico enamoradizo, te convertiste en un hombre muy seguro y guapo, por cierto.
Yo dejé de ser terriblemente odiosa, de alguna manera lograste cambiar mi forma de ser y abrir mis ojos. Teníamos veintidós años.
Como de la nada recorrí un pequeño pasillo recordando todo; finalmente logré divisar una pequeña casa, un patio decorado, muchas flores. Mi vestido blanco, tú llevabas traje. Una persona que sería testigo de nuestra eterna promesa, Dios.
-¿Aceptas a Hayley como tu legítima esposa?
-Acepto -sonreíste y fijaste tu dulce mirada en mí.
-Tú, ¿aceptas a Andrew como tu legítimo esposo hasta que la muerte los separe?
En ese momento ecordé a mamá, miré a mi padre y el miedo quiso apoderarse de mí. Su dolor, marcaba mi vida... Pero no dejaría que marcase la nuestra. Tú eras un cuento que yo quería leer. Una aventura que yo quería vivir.
-Sí -respondí y soltaste el aire de tu pecho en forma de alivio y reíste-. Acepto.
-Puedes besar a la novia.
Y me besaste, te adueñaste de mi vida desde ese día. Nunca más volví a sentir miedo por amar; te amo más que a nada en este mundo y así será por el resto de tus días, de nuestros días.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro