Estoy acostada en mi habitación, mirando al techo.
Tengo una playlist llamada "sad" la cual necesito casi los trescientos sesenta días del año, no sé por qué me siento tan mal.
Es más, creo que me he atrevido a enamorar; un capricho de todo los seres humanos, uno muy peculiar, al cual me encanta tanto cuestionar.

Pero esta vez es diferente, estoy pensando más allá, no de una manera superficial si es que logro hacerme entender. La pared pide a gritos tu nombre en ella, pero el aerosol ya no es suficiente. Está lloviendo demasiado y mi ropa está mojada.
La noche anterior miré al cielo implorando ayuda por dentro y nadie me respondió ¿qué estoy haciendo tan mal?
Tengo la vista de miles de seres sobre mí, todos pidiendo recompensa por mí, todos peleando por mí; quieren mi cabeza, dime a dónde debo ir...

Quiero huir,
Quiero el desenlace,
Quiero aquella montaña
Quiero ese cielo gris.

Eres tan pequeño e insuficiente,
Tan desagradable y recomendable,
Eres ese líquido rancio que nadie desea beber.
Pero que a mí me apetece,
Tienes todo aquello que nunca creí encontrar porque nunca lo busqué.
Te ves tan bien con esos audífonos, déjame probar un poco de tu piel.
Quiero embriagarme con tu voz, una noche, sólo una noche más.