Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

37

Jaehyun llegó ese día de repente, con el ceño ligeramente fruncido y la preocupación en sus facciones. Yo le sonreí fingiendo que no había pasado nada, pero él sabía que sí, me di cuenta porque agarraba mi planta en una mano. Entonces había visto el cambio de color cuando Cecilia vino.

Por lo triste y enojada que me sentí cuando ella me dijo puras verdades que no quería aceptar.

Aunque no le dije nada y le aseguré que me dormí sin querer y tuve una pesadilla, él buscó la verdad por su cuenta. Y no volví a ver a Cecilia desde ese día.

Jaehyun me dijo que la había enviado a atender algunos asuntos en Europa, que estaría lejos unos meses, pero me aseguró que volvería, así que me quedé un poco tranquila. Aunque mis ojos juzgaban a Sara cada vez que pasaba por mi lado, porque sabía que la habían delatado.

Tal vez si Cecilia no hubiera tenido esa conversación conmigo e igual se hubiera ido, yo le hubiera rogado a Jaehyun que la traiga de regreso. Pero las palabras de la mujer habían dejado una espina en mi corazón.

Y pasaron tres semanas en las que Cecilia se fue por órdenes de Jaehyun.

—¿Vamos a pasear? — preguntó él una tarde, estábamos en la sala, yo leía un libro antiguo y él estaba mirándome en silencio, tenía mis piernas encima de sus piernas relajadamente.

—¿Pasear? — respondí con otra pregunta, él asintió.

—Hay un lugar por aquí al que me gustaría llevarte.

—¿Hay más en este lugar que solo tu casa?

—Te sorprenderías de las cosas que puedes encontrar, muñeca.

Y así, media hora después, con ropa abrigada para mí, salimos. Sin necesidad del chofer o auto, Jaehyun indicó que iríamos a pie.

Caminamos bastante rato, nuestros dedos entrelazados y en un silencio cómodo, a veces me decía ciertas cosas y yo le respondía igual. Esquivamos el bosque, no deseaba pasar por ahí luego de lo que pasó.

Por la carretera pasaban autos cada tanto, camiones más que nada.

—No sientes frío, ¿no? — pregunté mirando arriba, para encontrarme con sus ojos, él negó con la cabeza.

—Siempre estoy a temperatura ambiente— bromeó sacándome una risita.

—¿Y si te meto a un congelador industrial solo con ropa interior? — volteó a mirarme, sus ojos achicándose con diversión.

—¿Quieres ver si muero o me estás diciendo que quieres verme en ropa interior otra vez?

—Lo segundo, quizá— me encogí de hombros, sus hombros se movieron al reírse.

El cuerpo de Jaehyun era totalmente envidiable y deseable, su blanca piel, su abdomen trabajado y sus brazos definidos te hacían babear. Él sabía muy bien lo que tenía y le gustaba presumirlo.

Una media hora más, y llegamos a un campamento.

Apreté la mano de Jaehyun con nervios, escuchaba a la gente a lo lejos. Había autos aparcados, cabañas, y un lago.

—A veces suelo venir— me dijo avanzando con tranquilidad. Enarqué una ceja al escuchar música, y ver a jóvenes reunidos con vasos en sus manos.

—¿Aquí vienes en las noches?

—A veces— repitió, apreté mis labios. —No vengo por las chicas o por diversión, muñeca— aclaró al ver mi mueca.

Dos chicos se nos acercaron y noté las miradas de las chicas en Jaehyun, él era un imán de personas.

—¿Fueron invitados a la fiesta? — Jaehyun miró fijamente al que preguntó y asintió —¡Cierto, yo los invité, pasen!

—¿Quién es él? — pregunté en un susurro cuando se dieron la vuelta, llevándonos a una mesa con bebidas.

—No tengo idea— respondió Jaehyun con el mismo tono, y reímos cómplices.

El vampiro había utilizado su habilidad.

Nos dieron unos vasos y sonreí en agradecimiento, aunque en cuanto se fueron, Jaehyun y yo lo dejamos en la mesa.

—¿Por qué están tomando tan temprano? — pregunté caminando con él esquivando a las personas, y yendo en dirección al lago.

—Jóvenes— se encogió de hombros.

Miré una vez más atrás, imaginando que yo estaría entre ellos si no hubiera pasado lo que pasó. En este punto, estaría por culminar mi primer año de universidad, tomando alcohol y riendo con el grupo de amigas de mi curso.

Haciéndole ojitos al chico que me gustara, esperando a que se anime a que pase algo más entre nosotros.

Volví a mirar al frente, sintiendo los fríos dedos de Jaehyun entrelazados con los míos, creando una muralla para que no piense en lo que pudo haber sido mi vida.

Nos sentamos en un lugar alejado en el piso, y dejé caer mi cabeza en su hombro, mirando el agua que tenía ligeros movimientos.

Era un silencio relajante, podía escuchar a las aves antes de irse a dormir, los grillos ya hacían acto de presencia y sus ruidos se multiplicaban.

Había encontrado seguridad en la inseguridad que Jaehyun me ofreció, calidez en su helada aura, y amor en su odio a todo el mundo. Finalmente me sentía cómoda luego de tantos meses, y aunque el sufrimiento no se había ido ni se iba a ir nunca, disfrutaba de estos pequeños momentos.

Jaehyun se había vuelto mi hogar.

Sabía que podía sonar loco ante los oídos de cualquier persona, pero ya no me molestaba tanto pensarlo, ese odio que sentía se estaba desvaneciendo, quería estar tranquila. Y por muy imposible que pareciera, Jaehyun me daba esa tranquilidad.

Pero no podía esquivar los problemas del mundo real.

En nuestra tranquilidad, el momento que compartíamos algunos besos profundos, escuché algo inusual. Pensé que fue mi imaginación o algún animal pequeño, porque había otro bosque pequeño detrás de nosotros, pero la cara de Jaehyun me dijo otra cosa.

—¿Qué es? — le pregunté mirando sus ojos fijamente.

—Creo que… es un niño— murmuró.

—¿Un niño? ¿Estás seguro? — asintió, pero se encogió de hombros al mismo tiempo, él tenía un oído mega desarrollado, no podía estar equivocado.

Me alejé de él, mordiendo mi labio inferior.

Y pasados unos segundos, me levanté.

—Eh, ¿qué haces? — preguntó Jaehyun al verme caminar al bosque.

—¿No te parece raro que haya un niño aquí? Tal vez se perdió.

—Lo van a encontrar en todo caso. —le restó importancia.

—Quiero ayudar si puedo— seguí caminando y escuché su resoplido, antes de que me siguiera el paso. —¿Lo escuchas?

—Por allá— hizo un movimiento con su cabeza señalando a la izquierda, y yo seguí ese camino —Podríamos estar haciendo otras cosas mejores.

—¿Por qué estaría un niño aquí? A lo mejor es hijo de uno de la fiesta— ignoré su clara insinuación.

—Es un niño, hacen cosas raras.

—Ojalá nunca tengas hijos— murmuré, pisando con cuidado.

—¿No me vas a dar hijos? — volteé a verlo mal, él se rió. —Por allá— señaló la derecha con su dedo, todavía riendo.

—¿Tan lejos está?

—Tú quisiste venir.

Y seguí caminando, hasta escuchar sollozos de un niño. Sentí pena, seguro que sí se había perdido.

Siempre tan inocente, Leia.

—Hola— dije con el tono más dulce que pude, encontrando su pequeña figura.

Él se volteó a mirarme, a metros de mí, era pequeño, no debía pasar los 6 años.

Y cuando mi vista distinguió su carita, aprecié sangre saliendo de su nariz y boca.

—¿Qué te pasó, cielo? — pregunté intentando acercarme, él lloraba y su cuerpo temblaba, noté su polera toda sucia. —Puedo ayudarte a-…— Jaehyun me tacleó como jugador de fútbol americano, llevándome detrás de un árbol grueso. —¡Oye, qué te pas-!

Tapó mi boca con su mano, él estaba detrás de mí y su brazo me agarraba fuertemente, estuve a punto de hacerle un berrinche por esa actitud repentina.

Pero me sacudió con fuerza, y escuché otras voces.

—Te encontramos, rata estúpida— eran más voces, masculinas.

Me quedé quieta también.

—¿Creíste que ibas a poder escapar? — los sollozos del niño aumentaron, saqué mi cabeza un poco para ver, hombres desconocidos rodeaban al niño, eran tres, y dos mujeres más atrás.

Solo verlos me asustó, eran humanos, pero se veían muy peligrosos.

—Mamá…— sollozó el niño mirando a una de las mujeres, ésta le dio una mueca de asco —Seré un buen niño, mamá— dijo con dificultad, por sus sollozos no se le entendía bien.

—Eres un inútil— escupió la otra mujer —No sirves de nada.

—Por favor, mami— siguió hablándole a su madre, pero la mujer no se movió de su lugar, todavía con repulsión dirigida al pequeño.

Dos hombres le agarraron de los bracitos, intentando llevárselo, y el niño se removió como antes yo lo hice.

—¡Ayuda! — su aguda voz llegó con dolor a mis oídos, intenté ir, pero Jaehyun seguía agarrándome fuerte, y su mano aún tapaba mi boca. Vi al niño morder el brazo de uno de ellos, el cual dio un alarido y le propinó una cachetada que lo envió al piso.

Mi grito se vio ahogado por la mano de Jaehyun, quién apretó más fuerte.

—Shhh— susurró con suavidad en mi oído.

Los dos hombres que antes sujetaban al pequeño empezaron a patearlo con fuerza y sin parar. Los gritos del niño partían mi corazón y yo me removía como perro con rabia para intentar ayudarlo, pero Jaehyun no me soltaba.

El niño rogaba porque alguien le ayude entre llantos dolorosos, escuchaba con claridad las patadas que le proporcionaban, escuchaba los duros golpes lastimar su cuerpecito, y sentía que me lastimaban a mí. Pero escucharlo no se comparó en nada a verlo.

Una atrocidad.

Ver los zapatos de esos hombres golpear con fuerza al niño, golpear su cara y hacerle sangrar. Yo también empecé a llorar, todavía removiéndome.

—Leia, guarda silencio— Jaehyun trataba de calmar mis llantos, pero era incontenible.

Los hombres no pararon, siguieron y siguieron mientras la supuesta mamá del niño miraba la escena sin ninguna expresión. Siguieron hasta que la sangre brotó más y el niño dejó de gritar, de moverse, y, por último, de respirar.

El mismo tiempo que el niño dejó de quejarse, mi llanto paró. Y me quedé mirando a los dos hombres que se reían divertidos.

—Al fin, no sabía cómo deshacerme de él— se quejó la mujer.

—Niño estúpido, siempre escapando de los orfanatos para buscarte— dijo otro, quitando el sudor de su frente con su manga.

—Se lo advertí, fue su culpa terminar así— y las voces fueron desapareciendo al paso de ellos.

Me quedé mirando el pequeño bulto en el piso, hecho bolita, había intentado protegerse hasta el final. Jaehyun dejó un beso en mi sien alejando su mano de mi boca, diciéndome palabras cálidas al oído para que me calme.

Pero ninguna llegó a mi realmente, tenía un pitido fuerte como si hubieran disparado cerca de mí, no podía escuchar con claridad.

Y mientras las lágrimas bajaban por mis mejillas, entendí todo.

No importaba cuánto quisiera ayudar o negar todo, estaba fuera de mis manos, y mi mundo era un lugar podrido que destruía hasta lo más puro que apareciera.

Mataron a un niño en frente mío. Y ese fue el último detonante para que me pierda a mi misma y la última carta en pie, caiga.

En ese bosque por la tarde, finalmente perdí toda mi humanidad.
 
“Parece que el mundo conjugó contigo para que obtengas lo que siempre quisiste.”
 











N/A

AAAAA.

Llegaron a 50 votos en menos de 24 horas, how its that possible.

Avisarles que con esto doy la entrada al último evento grande e importante del libro, lo que significa, que poco a poco, estamos llegando al final <3

En mi manera de pensar, lo dividí por actos jaja, el primero fue cuando Leia intentó escapar por el jardín a plena luz del día, el segundo fue cuando se enteró que sus padres habían muerto, y el tercero fue cuando murió Sakura. Todos estos acontecimientos, afectaron a la prota intensamente, aunque eso se va notando poco a poco.

Tengo un capítulo más escrito, pero ese lo subiré la siguiente semana, cuando me entere si aprobé una materia de la uni o no :'[.

gracias por leer <3.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro