23
Ver a esa mujer encadenada y rogando por ayuda partía mi corazón, pero no tenía el valor suficiente para hacer algo al respecto.
Si no había podido hacer nada por mí, ¿qué sentido tenía intentar ayudar a los demás?
Pero nuevamente mi humanidad me encontraba y me decía que me levante y luche, aunque ya no fuera por mi persona.
Así que decidí intentar hacer las cosas bien.
—¿Cómo te llamas?— le pregunté a la pelinegra, mientras abría un botiquín de emergencias, con Cecilia detrás mío.
—JaYoon— susurró, era hermosa, aunque tuviera el cabello enmarañado y sucio, tenía unas facciones preciosas.
—Bonito nombre— susurré de vuelta, tomando algodón y limpiando su rostro.
Cuando terminé de limpiarle la cara, miré su muñeca sin saber qué hacer.
—Señorita Kang— me susurró Cecilia, con una seña me llamó para hablar en otro lado, asentí e intenté darle una sonrisa a JaYoon antes de irme al pasillo —Señorita, no puede curarla— fruncí el ceño.
—¿Por qué?— pregunté sospechosamente.
—No me malentienda, pero con lo que hay en el botiquin no le curará los huesos rotos que tiene, a lo mucho puede calmar el dolor por unas horas, pero aún así, necesita cirugía— me dijo en tono suave —Su costilla rota podría haber lastimado algún órgano, y si no lo hizo, en algún momento pasará.
—Pero-...— intenté objetar.
—Esto pasó muchas veces señorita, lo mejor es dejar que el amo la mate—abrí mis ojos escandalizada.
—¡¿Qué?!— exclamé —No puedo dejarla morir— dije en un tono más bajo.
—¿Y cómo planea curarla?— mordí mi labio inferior, no tenía idea.
—Podemos ir al hospital y-...
—¿Qué? No señorita, ¿cómo les va a explicar la causa de sus lesiones? Pondría en riesgo a los doctores, porque si quieren investigar más, el amo los matará.
El amo...
—¿Jaehyun ya volvió?—me miró cautelosamente.
—El amo volvió hace media hora, pero-...
—Esperame entonces, ¿si?— le apreté un hombro suavemente y la hice a un lado, caminando rápidamente escaleras arriba.
Al pararme en frente de la puerta me quedé con el puño arriba a punto de tocar. Va, ¿qué diablos iba a decirle? Mi pequeña muestra de valentía se estaba esfumando, y volvía a querer esconderme.
—¿Entrarás o te quedarás parada ahí, Leia?— la voz de Jaehyun al otro lado me sobresaltó, recordé que él podía escuchar y sentir mi presencia.
Así que olvidando tocar, solo entré apretando mis labios. Como siempre, sus hermosos ojos me miraron con atención y un atisbo de diversión, tenía un bolígrafo entre sus dedos y lo giraba cada tanto.
—¿A qué se debe tu visita?— preguntó divertido, tragué saliva.
—JaYoon-...— se mostró confundido —La chica que está abajo— abrió su boca un poco asintiendo, ya sabiendo de quién hablaba —Está muy mal, sus- sus huesos... no puedo curarla yo.
—¿Y?— preguntó esperando que continúe, aunque ya no había más que aportar para que entienda.
—No puedo curarla, Jaehyun— repetí obvia y él asintió levemente, sacando su labio inferior un poco.
—Entonces la mataré— hizo el amago de levantarse, pero yo me acerqué con las manos en alto.
—¡No!— me miró todavía divertido —No la mates.
Se volvió a acomodar en su asiento, girando nuevamente el bolígrafo entre sus largos dedos.
—¿Y cuál es el plan, muñeca?
Respiré profundo.
—Necesito que la salves.
Enarcó una ceja, sus hoyuelos se marcaron un poco y casi se ríe, pero lo mantuvo dentro.
—¿Cómo esperas que la salve?
—E-eres un vampiro, tal vez tienes alguna pócima o-...— ahora sí soltó una carcajada, sus ojos se volvieron casi una linea y las esquinas se arrugaron, su perfecta linea de dientes blancos apareció mientras arrugaba su nariz, era la primera vez que le escuchaba reír genuinamente, y era algo extraño, porque su risa era grave, pero cautivadora.
—Muñeca— dijo respirando para calmarse —No soy un chamán o bruja— soltó otra pequeña risa.
Fruncí el ceño, ofendida porque se estuviera burlando en mi cara, estando en una situación tan delicada.
—¿Puedes ser serio para esto, Jaehyun? No estoy bromeando— sus dientes volvieron a esconderse mientras me miraba fijo por unos segundos, tuve que sostenerle la mirada con la poca valentía que me quedaba.
—¿Por qué quieres salvar a alguien que no conoces?
—Es mi responsabilidad.
—No, no lo es. Porque yo la traje, yo la lastimé y la encerré, tú apenas la viste, y quieres tratar de ayudarla.
—Es mi responsabilidad como ser humano. —aclaré, mi voz firme y tensa —Sé que no tengo por qué hacerlo, pero todavía siento y no puedo dejarla sufrir en tus manos si hay algo que yo puedo hacer.
Volvió a mirarme fijo, buscando tal vez un atisbo de duda, pero tuve que mantenerme seria, para que sepa que hablaba con el corazón. Sus ojos me examinaron por unos segundos y pestañeó.
—Bien, pero tendrás que darme algo a cambio— se levantó, dejando el bolígrafo en la mesa pulida.
—Pero ya tienes todo de mí— se paró en frente mío y su dedo pulgar acarició mi labio inferior, con una diminuta sonrisa.
—No todo— murmuró mirando mi boca —Siempre me puedes ofrecer más— pasó su dedo por el borde de mi labio —Pero te lo cobraré en otro momento, solo recuerda que tienes esta deuda conmigo— se separó de golpe, caminando alrededor de su oficina y mirando las paredes.
No me quedó otra que aceptar, porque ya estaba muy en el fondo, no importaba si me metía un poco más.
Sí importaba, pero no lo supe en ese momento.
—De acuerdo. —Acepté, él me sonrió lascivamente —¿qué tienes?
—Verás, no soy brujo, pero hay gente en mi especie que se dedica a la medicina y "pócimas" cómo dijiste— dice entrecerrando sus ojos y mirando lejos de mí.
—Pero a ti no te gustan los otros vampiros...— respondí insegura.
—Sí, pero me gusta divertirme.
°°°
Cecilia me miraba con preocupación, pero yo intentaba ignorarlo mientras devoraba un sándwich de atún en el mesón de la cocina.
—¿Qué hizo, señorita?— tragué lo que había en mi boca y miré el plato.
—Hice un trato con Jaehyun— hizo una mueca, negando levemente.
—¿Vale la pena que se arriesgue por esa chica?
Pestañeé para concentrarme, ¿valía la pena?
No. Realmente no valdría la pena el intentar ayudar, pero después de todo lo que había pasado, quería redimirme un poco, de todos los errores y muertes que causé, no todo podía estar perdido conmigo, ¿no?
—Sí. —le contesté —quiero darle una oportunidad más de vida.
Se limpió las manos en el mantel que sostenía al nivel de su cintura, me pregunté por qué parecía haber empezado a preocuparse por mí, luego de que era diferente al conocerme. Cecilia parecía ser la más transparente y honesta de toda esta casa, a pesar de que no me haya tratado bien desde el principio como los demás.
—Espero que no se meta en más problemas, señorita Kang, de verdad.
Me quedé pensando en la situación y de qué maneras podía perder. Pero ya había perdido a mis papás y causado el asesinato de cuatro personas, no quería tener a una más en mi lista.
Así que mi inocencia me hizo creer que no podía perder más, porque pensé que ya no tenía nada más.
N/A
Pero, ¿qué es estoooo? ACTUALIZACIÓOOOOOOOOON.
YAY, escribí esto más rápido porque estos días estoy con un poco de tiempo, asi que quise acabarlo para subirlo.
JaYoon:
Gracias por leer amores🥺.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro