O16 | LET YOU GO

Vanessa y Theodore se encontraban caminando juntos en dirección a la Taberna Turf, disfrutando del aire fresco y la arquitectura antigua. Aquel lugar era legendario por su historia y ambiente medieval. Vanessa llevaba un vestido casual pero elegante, mientras que Theodore lucía un suéter y jeans.

Al llegar a la taberna, Vanessa se detuvo un momento para admirar la fachada de piedra cubierta de hiedra. El lugar irradiaba una atmósfera de tiempos pasados, con su entrada estrecha y ventanas pequeñas.

—Vamos, V. Nos están esperando.

Rápidamente entraron al lugar y fueron recibidos por el cálido resplandor de las lámparas de aceite y el murmullo bajo de conversaciones. El ambiente era acogedor y lleno de carácter, con vigas de madera a la vista y mesas de roble. En una de las primeras mesas, Vanessa logró ver a James. Estaba sentado con su grupo de amigos, que destacaban por su apariencia llamativa y su aire de confianza. James era inconfundible, incluso entre ellos.

El corazón de Vanessa dio un vuelco al verlo. Theodore notó su reacción y la miró con una mezcla de curiosidad y preocupación.

—¿Estás bien?

—Sí, estoy bien. Vamos —respondió luego de carraspear su garganta.

Sin perder más tiempo, se dirigieron hacia el fondo del lugar, donde Lin y Ruby ya estaban sentadas, charlando y riendo. Lin levantó la mano para saludarlos.

—¡Ahí están! ¡Pensé que nunca llegarían!

—¡Qué bueno verlos! —Ruby dijo de igual forma.

Vanessa se sentó junto a Lin, mientras Theodore se acomodaba junto a Ruby.

—¿Dónde está Jude? —preguntó la rubia, buscando al chico con su mirada.

—Fue por algo de tomar —la morena respondió.

Vanessa asintió, para luego comenzar a entablar una conversación con los demás. Las conversaciones fluían con facilidad, llenas de risas y bromas sobre sus primeras impresiones de Oxford.

Mientras hablaban, Vanessa sintió una mirada fija en ella. Miró alrededor y logró ver a James al otro lado del lugar. Sus ojos estaban clavados en ella. Vanessa trató de concentrarse en la conversación con sus amigos, aunque su mente estaba parcialmente distraída.

A los pocos minutos, Jude llegó a la barra con una bandeja que sostenía cinco pequeños vasos de cristal, cada uno lleno con un líquido transparente. Una sonrisa se formó en sus labios al ver a la mayor de los Wagner.

—¿Qué es eso? —Vanessa preguntó, observando las bebidas. Los ojos del chico brillaron con diversión.

—La especialidad de la casa. Obligatoria para los visitantes. Cross Keys —Jude respondió en un tono juguetón, entregándole un vaso a los demás—. Dicen que los bartenders firman un acuerdo de confidencialidad.

—¿En serio? —Lin preguntó con sorpresa.

Los hermanos Wagner se llevaron el vaso a la boca y tomaron un gran sorbo del trago. Una mueca se apoderó de sus rostros en cuanto el licor bajo por su garganta.

Ruby los vio de reojo, tomando un pequeño sorbo. A su parecer, estaba tan asqueroso que casi se le sale una arcada.

—Es horrible —dijo.

Los presentes se miraron entre sí, para luego soltar una carcajada.

—¿Por qué beben esto voluntariamente?

—¿Es ésta tu primera cerveza? —Vanessa le preguntó, ganándose un asentimiento de su parte.

—Y la última, definitivamente.

—Esto es lo que dices ahora —objeta Jude moviendo las cejas, y Lin le da la razón—. Pasa lo mismo que con el café. De niño lo encuentras repugnante, pero cuanto mayor te haces, más te gusta.

En ese momento, Theodore notó como la espuma de la bebida había manchado los labios de la morena, por lo que se acercó a ella y con cuidado, utilizó el dorso de su mano para limpiarla. Ruby sonrió con nerviosismo ante su acción.

—Tenías bigote —se limitó a responder.

Mientras la conversación continuaba, Vanessa no podía evitar robar miradas hacia James. Él seguía observándola, aunque trataba de disimularlo.

Vanessa levantó su vaso y tomó otro sorbo, sintiendo el calor del alcohol extenderse por su cuerpo. De forma discreta, Jude aprovechó el momento para acercarse un poco más. El barullo de la taverna llenaba el aire, pero en el pequeño círculo de su conversación, parecía que estaban en su propio mundo.

—Así que, Vanessa, ¿por qué te interesa tanto la moda? —el chico preguntó—. Podrías hacer cualquier cosa con tu talento y recursos.

Vanessa le sonrió, apreciando la curiosidad en su voz.

—Siempre me ha apasionado. Mi madre me contaba historias sobre diseñadores y sus creaciones —la rubia comenzó—. Me enseñó a ver la moda como una forma de arte. Además, quiero llevar la empresa familiar a nuevas alturas.

—Eso suena increíble. Debe ser una gran responsabilidad, pero también muy emocionante.

Vanessa se relajó un poco más ante sus palabras, sintiendo que podía ser ella misma a su alrededor.

—Sí, es una mezcla de ambas cosas —asintió, estando de acuerdo con él—. A veces, puede ser abrumador, pero me gusta el desafío.

Jude la miró con una sonrisa suave, que parecía un poco más que una simple cortesía.

—Eres realmente impresionante, Vanessa. No muchas personas de nuestra edad tienen tan claro lo que quieren hacer.

Vanessa sonrió, sintiéndose halagada por sus palabras.

Mientras seguían conversando, la chica se daba cuenta de que disfrutaba mucho de la compañía de Jude. Él era divertido, inteligente y su interés en ella parecía genuino.

—Oye, ¿quieres otro trago?

—Sí, claro. Gracias.

Jude se colocó de pie y se encaminó hacia un bartender. Mientras lo veía alejarse, Vanessa pudo ver a James, con una expresión seria en su rostro, rodeado de su grupo de amigos. Sus miradas se encontraron por un breve instante antes de que él desviara la mirada, aparentemente desinteresado.

—Parece ser que alguien disfruta dela atención —dijo Theodore, sacándola de sus pensamientos.

Vanessa rodó los ojos con diversión, mientras le daba un pequeño empujón.

—No sé de qué hablas.

—Claro que lo sabes —el castaño insistió—. No eres tonta. Sabes cuando alguien te está coqueteando.

—No me está coqueteando, solo está siendo amable.

—Ya. Como digas.

—Cállate.

La conversación de los hermanos no pudo llegar a mucho más, ya que Jude apareció en su campo de visión con dos bebidas en sus manos.

—Aquí tienes.

—Gracias, Jude.

Por otro lado, James observaba la interacción de ambos con molestia. Una punzada aparecía en su pecho cada vez que lograba escuchar su risa. Odiaba que otro hombre la hiciera reír.

—Parece que se llevan bien —la voz de Cyril lo sacó de sus pensamientos.

James logró ver de reojo como Alistair le daba un golpe al contrario. Sin embargo, él solo se limitó a tomar su bebida de un solo trago, para luego colocar el vaso vacío con brusquedad sobre la mesa.

—¿Estás bien? —el de rulos preguntó en voz baja.

—¿Por qué no lo estaría?

🍷🏛🥀

Vanessa necesitaba un respiro de todo lo que estaba sucediendo en la taberna, por lo que después de intentar distraerse, y fallar, decidió salir a tomar un poco de aire fresco. La noche era fresca y el aire limpio la ayudo a despejar su mente.

La chica camino unos cuantos pasos, alejándose del bullicio de la taberna, pero se detuvo al escuchar un sonido bastante conocido para ella.

Lydia estaba a unos metros de ella, apoyada contra la pared, claramente sintiéndose mal. Vanessa se acercó a ella con rapidez.

—Lyd, ¿estás bien? —preguntó con preocupación.

La aludida levantó la cabeza y miró a la rubia con ojos vidriosos. Sus mejillas estaban pálidas y el rastro de lágrimas se veía bajo la luz tenue de la calle.

—Espero que sea una pregunta retórica.

—¿Estas nerviosa por las entrevistas?

—No me importa cómo me vaya. Igual no puedo estudiar aquí —respondió de forma cortante, haciendo que Vanessa frunciera el ceño con confusión.

—¿Por qué no?

La chica no contesta. En lugar de ello baja la vista y mira la mano sobre su vientre. Empieza a moverla lentamente por la tela de la blusa o, mejor dicho, sobre lo que se encuentra debajo, una ligera redondez.

—Hace dos meses que no tengo el periodo —Lydia confesó luego de estar unos segundos en silencio. La rubia entreabrió sus labios con sorpresa—. Tenerlo es una locura, pero nunca ame a nadie como a él. Y ya lo amo tanto.

Vanessa se acercó a ella, colocando una de sus manos con suavidad sobre las suyas.

—Aquí hay programas muy buenos para madres —murmuró —. Jacinda Ardern tuvo un bebé mientras gobernada un país.

Lydia suspiró, dejando caer su cabeza con brusquedad contra la pared que se encontraba detrás de ella.

—No sé qué hacer. Nadie sabe de esto, ni siquiera James. Y la verdad, no estoy lista para decírselo.

Vanessa se acercó con lentitud, abrazando a la chica con fuerza.

—No estás sola en esto, Lyd. Vamos a encontrar una manera de afrontarlo juntas —murmuró, tratando de tranquilizarla—. Estoy aquí para ayudarte en lo que necesites.

La contraria se aferró a Vanessa, agradecida por su apoyo. Luego de unos segundos, se separaron.

—Gracias, Ness —musito, sonriendo con debilidad—. Tengo mucho miedo...

—Es normal tener miedo. Pero eres fuerte, Lydia. Si alguien puede superar esto, esa eres tú.

—Empiezo a entender por qué no te olvida —Lydia habló, tomando a Vanessa por sorpresa—. Haces que todo se sienta posible. Sin importar la mierda que sea.

—¿De qué hablas?

—¿No notas lo mucho que sufre? —preguntó, frunciendo el ceño con confusión.

—Él me dejo.

—A veces, dejar ir es la mayor demostración de amor.

Vanessa se quedó en silencio, analizando las palabras que su amiga le había dicho. Luego de un tiempo, la chica decidió regresar al interior de la taberna.

Al entrar, sus ojos buscaron instintivamente a James. Estaba sentado en la misma mesa que antes, rodeado por sus amigos. Sus miradas se encontraron y, por un instante, el tiempo pareció detenerse. La expresión de James se suavizo al verla, y Vanessa sintió una oleada de emociones contradictorias.

La chica se acercó a su mellizo, quien estaba teniendo una divertida conversación con Rudy, Jude y Lin.

—Theo, creo que ya es hora de que nos vayamos —murmuró una vez que estuvo a su lado.

Theodore notó la palidez en el rostro de la mayor, por lo que no necesito más explicación.

—Claro, V. Vamos.

Los Wagner se despidieron rápidamente de sus amigos, y mientras caminaban hacia la salida, Jude los alcanzó, tocándole suavemente el hombro a Vanessa.

—¿Está todo bien?

—Sí, solo estoy un poco cansada —dijo a forma de respuesta, forzándose a darle una sonrisa—. Gracias por preguntar, Jude.

El chico asintió con algo de duda, para luego darle una última mirada y volver a la barra con las chicas.

Una vez que estuvieron fuera de la taberna, el aire nocturno era fresco y calmante. Vanessa y Theodore caminaron en silencio por un momento, siento el ruido de sus pasos contra la acera lo único que se podía escuchar.

—¿Quieres hablar de lo que paso? —Theodore preguntó, mirando de reojo a su hermana.

—No, no ahora.

El castaño asintió, respetando su necesidad de espacio. No la iba a forzar a hablar si ella no se sentía preparada para hacerlo.

Ante el silencio, Vanessa se sumergió en sus pensamientos, reflexionando sobre las palabras de Lydia y el complicado enredo de emociones que sentía por James.

🍷🏛🥀

Vanessa pasó la noche dando vueltas en su cama, incapaz de sacar las palabras de Lydia de su mente: "A veces, dejar ir es la mejor demostración de amor". Cada vez que cerraba los ojos, veía la expresión de James, la manera en que su mirada se había suavizado al verla en la taberna. Finalmente, cuando los primeros rayos de sol comenzaron a iluminar su habitación, supo que no había dormido ni un minuto.

A pesar del agotamiento, se levantó y se preparó para su segunda entrevista en Oxford. Trató de darse ánimo frente al espejo, pero su reflejo mostraba los signos evidentes de una noche en vela. Se vistió con esmero, esperando que una apariencia cuidada pudiera compensar su falta de descanso.

Durante el trayecto a la universidad, intentó repasar mentalmente las posibles preguntas y respuestas, pero su mente seguía desviándose hacia James y las palabras de Lydia.

Cuando llegó el momento de su entrevista, se esforzó por mantener la compostura. Al entrar en la sala, fue recibida por un panel de profesores y administrativos. Tomó asiento, tratando de ignorar el nerviosismo que crecía dentro de ella.

—Buenos días, señorita Wagner. Veo que está interesada en Administración y gestión de empresas de moda. ¿Podría contarnos por qué eligió este campo?

Vanessa comenzó a hablar, pero sus pensamientos estaban nublados. Trató de explicar su pasión por la moda y su deseo de continuar con el legado familiar, pero se encontró repitiendo frases y perdiendo el hilo de sus propias palabras.

—Bueno, mi madre siempre me contaba historias sobre la moda y... Quiero seguir sus pasos y... Asegurarme de que la empresa familiar prospere...

Los entrevistadores intercambiaron miradas, notando su desconcentración.

—¿Podría elaborar un poco más sobre cómo planea innovar en la industria de la moda?

Nuevamente, la chica intentó responder, pero las palabras no salían con la fluidez que deseaba.

Finalmente, la entrevista concluyó y Vanessa salió de la sala sintiéndose derrotada. Se encontró con Theodore en el pasillo, quien la estaba esperando.

—¿Cómo te fue? —el menor preguntó.

—No muy bien. No podía concentrarme.

—Lo importante es que lo intentaste, V —murmuró, colocando una de sus manos sobre el hombro de su hermana, buscando trasmitirle su apoyo—. Vamos, salgamos a tomar aire.

Salieron del edificio y caminaron en silencio por los terrenos de la universidad. Vanessa trató de encontrar consuelo en la compañía de su hermano, pero la frustración y el agotamiento la invadían. Sentía que había fallado en una oportunidad crucial, y no podía evitar culparse a sí misma.

Mientras caminaban, Theodore trató de animarla, recordándole que una entrevista no definía su futuro y que aún tenía tiempo para demostrar su verdadero potencial. Vanessa agradeció sus palabras, aunque en ese momento, el peso de sus preocupaciones era demasiado grande para dejarlas atrás tan fácilmente.

Con un suspiro profundo, Vanessa trató de sacudirse el desánimo y enfocarse en el presente. Sabía que tendría que enfrentar sus sentimientos y encontrar una manera de seguir adelante, pero por ahora, simplemente necesitaba descansar y recomponerse.

🍷🏛🥀

Vanessa se encontraba entablando una conversación con Lin mientras esperaba pacientemente a que la charla que Jude les daría comenzara.

—Jude es muy guapo, ¿no crees?

Vanessa se sorprendió por el comentario y miró a Lin con curiosidad.

—¿Jude? —respondió, sonriendo con diversión—. Sí, supongo que sí. No lo había pensado mucho.

—Vamos, Vane. Ayer estabas hablando con él y parecía bastante interesado en ti —la contraria aseguró, observándola con incredulidad.

—Solo estaba siendo amable —negó.

—Sí, claro. Seguro que sí.

Antes de que Vanessa pudiera responder, Jude apareció y se dirigió hacia ellas. Con una sonrisa despreocupada, se sentó junto a Vanessa.

James, quien parecía tener la misma intención que el mayor, le dio una mala mirada. Parecía ser que el universo estaba en su contra.

Jude pareció notar una presencia a sus espaldas, ya que se dio la vuelta. Cuando vio al rubio dijo:

—¿Querías sentarte aquí?

—No. Está bien —James respondió, tratando de sonar amable.

Vanessa se dio la vuelta, observando como el chico se encaminaba hacia un asiento vacío. El corazón le dio un vuelco cuando sus ojos conectaron. James se veía bastante decepcionado ante la idea de no estar a su lado.

La chica se había perdido tanto en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando Jude se colocó de pie, caminando hacia el frente del salón.

—Bienvenidos a la sesión de preguntas a los alumnos —exclamó, llamando la atención de los presentes—. Traje a algunos de mis compañeros de clases y les dije que habría bocadillos... Ahora tienen hambre y se sienten traicionados. Pero espero que respondan a sus preguntas. Comiencen.

Los estudiantes se quedaron en silencio por unos minutos, pensando en las cosas que le causaban intriga y curiosidad.

—¿Qué tan intensos son los cursos? —preguntó una chica—. ¿Hay tiempo para la vida social?

—¿Nila? —dijo Jude, dándole la palabra a una de sus compañeras.

—Comparada con otras universidades, esta es más intensa.

—Es verdad, pero no te preocupes, igual hay tiempo para la vida social —respondió el mayor.

Cuando terminó de decir aquello, Jude le sonrió a Vanessa, y ella le devolvió la sonrisa. La inocencia de ese momento fue interrumpida cuando la rubia sintió una mirada intensa sobre ellos. Al volverse, vio a James observándolos con una expresión de profunda molestia.

James no podía evitarlo. Desde el momento en que había visto a Jude y Vanessa juntos, una sensación ardiente de celos y frustración lo había invadido. Ver a Vanessa sonreírle a Jude, ver cómo se llevaban tan bien, lo estaba volviendo loco. Mantenía su distancia, pero sus ojos no se apartaban de ellos, y cada vez que Jude sonreía o se acercaba a Vanessa, la furia dentro de él crecía más.

—¿Alguna otra pregunta? —Jude habló, haciendo que Vanessa volviera a concentrarse en el.

—¿Hay mucho contacto con los otros colegios, o están separados? —Lin preguntó, abrazando a Ruby con fuerza—. Quiero saber si debo despedirme de mi mejor amiga ahora.

—Los colegios suelen estar separados. Por ejemplo, alguien que eligió Balliol no suele tener mucho en común con alguien que estudia en Saint Hilda.

—Claro. Balliol es un colegio de Elite —James espetó, mirando al chico con seriedad.

Vanessa miro a James con una mueca. No podía creer que haya dicho esto. La forma en la que se había expresado era exactamente igual a la de su padre.

—Sí, eso es un ejemplo de lo que diría alguien de Balliol —Jude musito con tranquilidad, ignorando el tono que había usado—. ¿Más preguntas?

—¿Qué promedio tienes? —James volvió a cuestionar.

—¿Disculpa?

—Quiero saber si tienes las calificaciones para prepararnos.

Vanessa intentó mantener la calma, pero se le hizo imposible.

—Si no vas a hacer ninguna pregunta de verdad mejor guarda silencio, Beaufort —espeto la rubia.

—¿Qué te pasa? —James preguntó.

—¿Qué me pasa? —repitió, aunque no lo dejo responder—. Me sorprende lo mucho que puedes cambiar para sonar exactamente igual a tu padre.

—Bien. ¿Quieren...? —Jude intentó hablar, aunque fue rápidamente interrumpido.

—Cállate, payaso —exclamó el rubio, mirándolo con furia.

—Déjalo en paz —Vanessa dijo en defensa el del mayor.

—¿Arruino su primera cita? —preguntó con ironía. La contraria rodó los ojos con frustración.

—¿Por qué estas aquí? Está claro que St Hilda's no es suficiente para ti sólo porque tu padre no ha estudiado ahí.

—No es cierto.

—¿Qué es lo que no es cierto? ¿Que St Hilda's no es lo suficientemente bueno para ti, como yo tampoco lo soy porque tus padres quieren algo distinto para ti? ¿Que siempre haces lo que ellos quieren en lugar de pensar qué es lo que tú quieres hacer en la vida? —Vanessa exclamó, no siendo capaz de detenerse—. ¡Eres un cobarde!

Cuando terminó de hablar, un silencio sepulcral se apodero de la sala. Las miradas perplejas de los estudiantes analizaban a la pareja con curiosidad.

La chica sintió como le costaba respirar, el pecho le subía y bajaba a toda velocidad.

Cuando sintió como sus ojos habían comenzado a picar, se levantó bruscamente de su asiento y abandonó la sala sin decir ninguna palabra.

James se quedó congelado en su lugar por unos segundos, para luego imitar su acción y salir detrás de ella. Tal y como tendría que haber hecho la primera vez.

JES'S NOTE !

FINALMENTE EN EL PRÓXIMO CAPITULO MIS NIÑOS SE VAN A RECONCILIAR 😭😭😭 soy la más feliz del mundo, les juro que no soportaba escribirlos estando separados y enojados

cada vez falta menos para que este fic llegue a su final y me da mucha penita :( PERO NO IMPORTA, yo que se la historia de vanessa y james no va a terminar aquí porque se viene la segunda temporada!!

james estando celoso de jude se volvió una de mis cosas favoritas 🙉  amo verlo actuar celoso, de verdad, es muy chistoso iqjdowjdiwbdjd

GRACIAS POR LEERME <3 luv u