eleven. doubt
O11 | DOUBT
Los hermanos Wagner habían pasado una noche agitada, intentando dormir tras la brutal confrontación con su padre. A pesar de todo, se despertaron temprano, conscientes de que la rutina no se detendría por sus problemas.
Vanessa se dirigió al baño y se miró en el espejo, observando con una mueca la pequeña venda en su mejilla. El golpe de su padre aún dolía, no solo físicamente, sino también emocionalmente. Suspiró y decidió no pensar en ello. Después de todo, era una nueva mañana, y había cosas que hacer.
Theodore ya estaba en la cocina preparando café cuando Vanessa bajó las escaleras. Él levantó la vista y le dedicó una sonrisa cansada.
—Buenos días —dijo Theo, sirviéndole una taza de café a Vanessa.
—Buenos días —respondió ella, aceptando la taza y sentándose a la mesa.
El silencio reinaba en la cocina, ambos perdidos en sus pensamientos, hasta que el sonido del timbre rompió la tranquilidad. Theodore se levantó para abrir la puerta y recibió un sobre grande y elegante. Lo examinó por un momento antes de regresar a la cocina.
—Es para ti —dijo, entregándole el sobre a Vanessa.
Ella lo abrió lentamente, revelando el contenido: una carta de aceptación a Oxford. La miró por un momento, sin mostrar ninguna emoción particular.
—Supongo que esto confirma lo que ya sabíamos —comentó la rubia, dejando la carta sobre la mesa sin mucho interés.
Theodore asintió, sentándose de nuevo.
—Sí, sabíamos que entraríamos por el dinero e influencia de papá, no por nuestro mérito —respondió. En su voz se reconocía el tono amargo.
—Es frustrante, ¿no? Que todo en nuestras vidas esté controlado por él. Incluso nuestras oportunidades.
—Lo es —dijo Theodore, encogiéndose de hombros—. Pero también significa que podemos usar esas oportunidades para salir de su sombra.
—¿En serio crees eso? —preguntó, dudosa.
—Claro que sí. Vamos a ir a Oxford, pero podemos hacer que sea nuestra propia experiencia. No la de él —respondió con determinación. Vanessa sonrió un poco ante sus palabras.
—Eso me gusta. Hagamos que sea nuestro propio camino.
En ese momento, Alfred entró en la cocina, observando a los dos hermanos. Con una mirada cálida y protectora, se acercó a la mesa.
—Buenos días, jóvenes —saludó Alfred, mirando las cartas sobre la mesa—. Veo que han llegado las buenas noticias.
—Sí, Alfred. Pero no estamos tan emocionados como deberíamos —respondió Vanessa.
—Entiendo —dijo el hombre, sirviéndose una taza de café y sentándose con ellos—. Pero recuerden que esta es una oportunidad para ustedes. No dejen que su padre les robe eso.
Theodore asintió, apoyando las palabras de Alfred.
—Eso mismo le estaba diciendo a Vanessa. Podemos hacer que esto sea algo nuestro.
Alfred sonrió, sintiéndose orgulloso de ellos.
—Exactamente. Y recuerden, no están solos en esto. Siempre estaré aquí para apoyarlos.
La conversación fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose. Todos se tensaron, sabiendo que su padre estaba en casa. Thomas entró en la cocina, su expresión severa como siempre.
—¿Qué están haciendo? —preguntó bruscamente, observando las cartas de aceptación sobre la mesa.
—Nos llegaron las cartas de Oxford —respondió Theodore, su voz neutral.
Thomas asintió, sin mostrar mucho interés.
—Espero que aprovechen esta oportunidad. No quiero que desperdicien mi dinero y esfuerzo —dijo fríamente, antes de salir de la cocina.
Vanessa, Theo y Alfred se miraron, una mezcla de frustración y determinación en sus ojos.
—Haremos que sea nuestra, Theo —dijo Vanessa, reafirmando su resolución.
—Sí, lo haremos —respondió Theo, tomando la mano de su hermana en un gesto de apoyo.
Esa mañana, los hermanos Wagner decidieron que no dejarían que su padre controlara su futuro. Oxford sería el comienzo de algo nuevo, algo que ellos mismos crearían y definirían. Y en ese pequeño acto de rebeldía, encontraron un rayo de esperanza en medio de la oscuridad.
🍷🏛🥀
Luego de pensarlo por un par de horas, los hermanos Wagner, habían decidido pasar el día en Londres. Alfred se encargó de todos los preparativos, asegurándose de que el viaje fuera cómodo y libre de preocupaciones para ellos.
Vanessa y Theodore se encontraban vestidos de manera casual pero elegante. Cuando estuvieron listos, salieron de la casa con una sensación de alivio al dejar atrás, aunque solo por un día, la opresiva atmósfera de su hogar.
—¿Listos para una aventura en Londres? —preguntó Alfred con una sonrisa, abriendo la puerta del coche para ellos.
—Totalmente —respondió Theodore, subiendo al coche primero.
—Hace tiempo que no hacemos algo así —añadió Vanessa, siguiéndolo.
El viaje hacia Londres fue animado. Los hermanos charlaban sobre sus planes para el día, desde visitar tiendas exclusivas hasta explorar algunos de los sitios históricos de la ciudad. Alfred ofrecía sugerencias y anécdotas sobre lugares interesantes para visitar.
Una vez en Londres, su primera parada fue una cafetería encantadora en Covent Garden, conocida por sus deliciosos pasteles y su ambiente acogedor. Se sentaron en una mesa junto a la ventana, observando la animada escena de la calle.
—Este lugar es increíble —dijo Vanessa, saboreando un trozo de pastel de chocolate.
—Definitivamente. Deberíamos venir más a menudo —agregó Theodore, disfrutando de su café.
Alfred sonrió, feliz de verlos relajados y contentos.
—Londres tiene mucho que ofrecer. Y hoy es solo el comienzo.
Una vez que terminaron su comida, se dirigieron a algunas de las tiendas más exclusivas de la ciudad. Vanessa se probó varios vestidos elegantes, mientras que Theodore se entretenía en una tienda de discos antiguos. Alfred los seguía de cerca, asegurándose de que tuvieran todo lo que necesitaban y ofreciendo su opinión cuando se la pedían.
—¿Qué te parece este, Alfred? —preguntó Vanessa, saliendo del probador con un vestido azul marino.
—Le queda perfecto, señorita Vanessa. Elegante y sofisticada, como siempre —respondió el hombre con una sonrisa de aprobación.
Mientras tanto, Theodore había encontrado una edición rara de un álbum de vinilo que había estado buscando durante años.
—Mira esto, Vanessa. ¿No es increíble? —dijo, mostrándole su hallazgo.
—Nunca voy a entender tu fascinación por los vinilos —contestó la chica—. Pero se ve genial.
—Voy a ignorar lo primero que dijiste —murmuró, dándose la vuelta—. Este álbum es único.
—Como digas, Theo.
Continuaron su día explorando algunos de los lugares históricos de Londres. Visitaron la Torre de Londres, el Big Ben, y pasearon por los jardines de Hyde Park. Alfred había organizado un picnic en el parque.
Por un momento, Vanessa se sumergió en su teléfono, buscando con ansias alguna respuesta de James al mensaje que le había enviado durante la noche del día anterior. Sin embargo, su rostro se ensombreció cuando notó que el ícono de "visto" aparecía junto al mensaje sin respuesta. Un sentimiento de decepción la invadió, y una sombra de desilusión se reflejó en su mirada.
Alfred, percibiendo el cambio en su expresión, frunció el ceño con preocupación.
—¿Todo está bien, señorita?
—Sí, solo estaba esperando una respuesta, pero parece que no va a llegar —murmuró a forma de respuesta, intentando sonreír.
Theodore, notando la incomodidad de su hermana, intervino suavemente:
—No te preocupes por eso, Ness. Tal vez James simplemente está ocupado en este momento.
—Sí, probablemente tienes razón —Vanessa asintió, tratando de convencerse a sí misma de que no debía tomarlo tan a pecho—. De todas formas, no es nada importante.
Decidida a no dejar que aquello arruinara su día, la chica volvió a hablar, esta vez mucho mas optimista:
—Esto es perfecto —dijo la chica, disfrutando del sol mientras comían sándwiches y bebían limonada.
—Es como un sueño —agregó Theo, recostándose sobre el césped.
Alfred, sentado junto a ellos, también se veía relajado.
—Es un placer verlos disfrutar de un día como este. Todos necesitamos un descanso de vez en cuando.
La conversación continuó en tono ligero mientras disfrutaban de su tiempo juntos, compartiendo risas y reflexiones en aquel hermoso parque de Londres.
🍷🏛🥀
En cuanto los Wagner volvieron a casa, Thomas llamó a Vanessa y Theodore a su despacho con una seriedad que no pasó desapercibida. Los jóvenes intercambiaron miradas preocupadas antes de entrar.
—Vanessa, Theodore, siéntense por favor —dijo Thomas, señalando dos sillas frente a su imponente escritorio.
Los hermanos se sentaron, esperando con nerviosismo mientras su padre parecía buscar las palabras adecuadas para lo que estaba a punto de decir.
—He recibido una llamada de nuestro inversor principal —comenzó Thomas—. Parece que sus relaciones están causando problemas.
—¿Qué tipo de problemas, papá? —preguntó Vanessa con preocupación.
—Parece que hay rumores sobre tu extraña relación con James Mortimer y sobre Theodore con esa tal Ruby Bell —dijo el hombre, su tono lleno de disgusto.
Los hermanos se tensaron, sabiendo que su padre no toleraba que cuestionaran la reputación de la familia Wagner.
—Como les dije ayer, la imagen de ustedes es realmente importante para la empresa. Y Theodore, no puedes permitirte asociarte con personas que puedan manchar nuestro nombre —advirtió Thomas, su voz estaba llena de autoridad—. Por eso, ambos asistirán a una reunión de la empresa esta tarde. Necesitamos asegurarnos de que la familia Wagner siga siendo respetada.
Vanessa y Theodore asintieron con desdén, sabiendo que no tenían otra opción más que obedecer. Aunque se sentían incómodos con la idea de ser utilizados como peones en la rivalidad de sus padres, entendían la importancia de mantener la reputación de la empresa familiar.
🍷🏛🥀
La hora de la reunión llegó rápidamente y los hermanos Wagner se dirigieron a la sede de la empresa familiar. A medida que entraban en el lujoso edificio de vidrio y acero, Vanessa y Theodore se preparaban mentalmente para enfrentarse a lo que seguramente sería una conversación incómoda y tensa.
Alfred los acompañaba en silencio, proporcionando un apoyo silencioso que ambos agradecían en medio de la tormenta que se avecinaba.
Al llegar al despacho de su padre, Vanessa y Theodore intercambiaron una mirada nerviosa antes de entrar.
Junto a Thomas Wagner, se sentaban varios inversores importantes de la empresa, hombres y mujeres de traje que observaban con atención a los jóvenes herederos.
Entre ellos se encontraba Aaron Blackwood, un influyente CEO y socio comercial clave. Su mirada fría y calculadora dejaba en claro que estaba evaluando cada movimiento de los Wagner con gran interés.
Además, se encontraban presentes algunos miembros destacados del consejo de administración de la empresa, cuyas expresiones serias sugerían que la reunión era de suma importancia para el futuro de la compañía.
—Vanessa, Theodore, me alegra que estén aquí —dijo Thomas con falsa amabilidad, su voz resonando en la elegante sala de reuniones. Los inversores asintieron en señal de acuerdo, esperando escuchar lo que el jefe de la familia tenía que decir.
—Como saben, nuestra empresa tuvo ciertos percances en el pasado que afectaron su reputación —Aaron habló, desviando la atención hacia el—. Hemos trabajado bastante para corregir eso, y ahora nos encontramos en una mejor posición, pero últimamente, han surgido ciertos rumores que podrían dañar esa reputación.
—Es por eso que necesito que comprendan la gravedad de la situación y tomen medidas para proteger el nombre de los Wagner. No podemos permitirnos ningún otro escándalo que ponga en peligro nuestra posición en el mercado —advirtió Thomas, su mirada fija en sus hijos.
Los inversores asintieron en silencio, respaldando las palabras del hombre de la familia. Sabían que la reputación de la empresa era fundamental para mantener la confianza de los accionistas y asegurar su éxito continuo en el competitivo mundo de los negocios.
—Sr. Wagner, comprendemos la gravedad de la situación —intervino uno de los inversores más antiguos y respetados—. La reputación de su empresa es fundamental para nosotros, como accionistas. Estamos dispuestos a respaldar cualquier medida necesaria para protegerla.
—Estamos de acuerdo con el enfoque proactivo que sugiere, Sr. Wagner —añadió otro inversor, su tono sereno pero decidido—. Es vital para el futuro de la empresa mantenernos unidos en tiempos difíciles como estos.
Otros inversores asintieron en acuerdo, expresando su apoyo a la estrategia propuesta por Thomas. Sabían que proteger la reputación de la empresa era esencial para mantener la confianza de los inversores y asegurar el crecimiento continuo de sus inversiones.
Con eso, la reunión llegó a su fin y los hermanos Wagner salieron del despacho de su padre, conscientes de que tenían una responsabilidad crucial que desempeñar en la preservación del legado de su familia y el éxito continuo de la empresa.
🍷🏛🥀
El resto del día continuo con normalidad.
El recuerdo del beso con James se no salía de su cabeza. Era imposible que su mente no volviera una y otra vez al suave roce de sus labios. Sin embargo, esa chispa de felicidad que aquel recuerdo le traía, se vio ensombrecida por la incertidumbre que ahora estaba sintiendo.
Cada vez que intentaba encontrar consuelo en aquel recuerdo, su mente se desviaba hacia el hecho de que James no había respondido a ninguno de sus mensajes. ¿Acaso su beso no significaba nada para él? ¿Por qué se comportaba como si nada hubiera sucedido?
Las dudas y la ansiedades la invadieron, dejándola vulnerable en la oscuridad de su habitación. Se preguntaba si tal vez había malinterpretado la situación, si sus sentimientos no eran correspondidos o si simplemente James estaba ocupado y no había tenido tiempo de responder.
La incertidumbre la carcomía por dentro, y mientras se revolvía entre las sábanas, el brillo de su teléfono a un lado de la cama parecía burlarse de ella. Finalmente, decidió dejar de torturarse con suposiciones y simplemente cerró los ojos. Pero incluso en la oscuridad de la noche, el recuerdo del beso con James persistía, acechando en los rincones más profundos de su mente.
JES'S NOTE !
HOLAAA <3 lamento mucho no haber actualizado en estos días, pero como les dije, tuve una semana bastante pesada, llena de exámenes y trabajos 😞 así que no tuve tiempo para meterme a wattpad y subir el próximo capitulo.
PERO ANW, como se podrán haber dado cuenta, este capítulo es de mero relleno 🤌🏻 y esto es más que nada porque me gustaría profundizar más en la vida de los wagner y hacer que se vea más el duelo que vanessa va a sufrir por la ignorancia de james.
PD: prepárense para el próximo capítulo :)
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