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inalmente, Jimin se decidió por un batido de fresa y Jungkook por el de vainilla.

—¿Cuál es la crisis de trabajo que mencionaste antes? —preguntó Jungkook.

Jimin suspiró.

—El lugar de celebración para el baile del Legadl se ha inundado.

Jimin le hizo un rápido resumen de lo sucedido, en conclusión: la situación era una mierda.

—¿Probaste en los museos?

—Sí, sus calendarios están llenos.

—Podría hacer una llamada. Liberar un lugar.

—No. —Jimin negó con la cabeza—. No quiero poner a nadie más en la misma situación en la que estoy.

Típico de Jimin. Jungkook no sabía si estar impresionado o exasperado.

—¿La biblioteca pública de Seúl?

—También está reservada.

Jungkook pasó un pulgar por el labio inferior, pensando.

—Podrías organizarlo en el club.

Jimin enarcó las cejas.

—No permiten eventos externos.

—No, pero el Baile del Legado es extremadamente prestigioso.

—No puedo pedirte que hagas eso.

—No es gran cosa.

—Es un gran problema.

—Jimin, yo me encargaré.

El rubio mordió su labio inferior.

—Bien, pero de todos modos estoy buscando alternativas. El club será el último recurso.

—No dejes que nadie más del club te oiga decir eso, o realmente estarás en la lista negra. Ni siquiera yo podré salvarte de noventa y nueve egos heridos.

—Tomo nota. —la risa de Jimin se instaló en algún lugar profundo del pecho de Jeon antes de desvanecerse—. Gracias —dijo, su rostro se suavizó—. Por ofrecerte a ayudar.

—De nada.

—Sabes que para mí no se trata del dinero —dijo Jimin cuando terminaron sus bebidas y se preparaban para irse.

Jungkook levantó un ceja interrogativa.

—Se trata de esto. Nuestro compromiso. —Señaló el rubio entre ellos—. Sé lo que debes pensar de mi familia, y no te equivocas del todo. El dinero y el estatus significan mucho para ellos. Que yo me case con un Jeon es... bueno, es el máximo logro, a sus ojos. Pero yo no soy mi familia.

Jimin hizo girar su anillo alrededor de su dedo.

—No me malinterpretes. Me gusta la ropa bonita y las vacaciones lujosas tanto como a cualquier otra persona, pero casarme con un multimillonario nunca fue mi objetivo final en la vida. Me gustas por ti, no por tu dinero. Aunque a veces me hagas enojar —añadió con ironía.

El calor de Jungkook en sus venas murió rápidamente al mencionar a su familia, pero se reavivó con su admisión.

"Me gustas por ti, no por tu dinero" Un puño le apretó el pecho.

—Lo sé —dijo en voz baja.

Esa era la parte más increíble.

Realmente le creyó.