Cuidad de Fuyuki:
Uryu Ryuunosuke, asesinó en serie de mujeres y niños, no podría encontrarse más extasiado en este momento.

El joven hombre siempre había estado fascinado con su arte hecha a través de los cuerpos de sus victimas, y cuando encontró en una vieja bodega familiar manuscritos sobre el cómo invocar a un demonio, entró en un frenesí con comparación.

Noche tras noche por mas de un mes, familias enteras habían caído víctimas de su escalpelo. Con esto, una ola de medios sí precedentes había comenzado, la policia viéndose incapaz de atrapar al perpetrador de estos "actos inhumanos".

No eran para nada cool si eran incapaces de comprender su arte.

Volviendo al tema, como ya era costumbre, Ryuunosuke se había encargado de matar a la familia en turno, el hijo siendo dejado hasta el último.

Había dibujado una copia del mismo pentagrama de su libro en el suelo(la sangre de la madre actuando como una excelente tinta), y después de haber recitado, a su manera, el conjuro para la convocación, se puso a esperar.

Como 5 minutos después, la paciencia de Ryuunosuke se había agotado, así que para no desperdiciar buenos materiales de arte, se decidió con matar al niño de una vez.

Ahí fue cuando todo pasó.

Lo que inició como un dolor en el dorso de su mano resultó en que el círculo de convocación fuera activado.

Rizos de energía escarlata danzaban en el aire, el mana se concentraba en el círculo. Algo estaba por ser convocado.

En otro mundo, Caster Gilles de Rais hubiera sido convocado en esta casa, y junto a su Master hubieran matado a diestra y siniestra por Fuyuki, hasta ser asesinados por el par de Emiya Kiritsugu y Saber.

Este no era ese mundo.

Un flash nubló la visión de tanto el asesino como su futura víctima, y justo cuando la visibilidad fue posible de nueva cuenta, un sentimiento de muerte plagó el aire.

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-Yo estoy aquí-

Visiones de su propia muerte llenaron la mente de Ryuunosuke, el cual simplemente cayó de rodillas.

El pobre niño asustado para este punto se había orinado en los pantalones, pero no importaba. Su pequeño ser estaba ahogado en la desesperación.

Todo era inútil.

De un metro ochenta, portando un traje de negocios negro, el rasgo más destacable del Servant era una máscara negra que cubría completamente su rostro.

-Servant Caster ha llegado- anunció el recién convocado, su tono sosteniendo cierto toque siniestro.- Todo estará bien.

El Símbolo del Caos estaba libre en esta guerra.

Mansión Tohsaka;
-El último Servant ha sido convocado, llegó la hora- murmuro Kirei, mientras Assassin por su parte salía de entre el bosque a su espalda.

-Así comienza- susurró la figura encapuchada.

-Ya sabes lo que tienes que hacer- le recordó el Master.- Deberas de infiltrarte en la mansión y eliminar a Tohsaka Tokiomi.

El Servant de las Sombras no dijo nada, así que solo procedió con su propósito sin ninguna pizca de duda.

Assassin se movió con la gracia que se esperaría de su clase, como una sombra más del lugar.

Salto en el aire sobre la cerca de la mansión, aterrizando en el pateo trasero de la propiedad. Rápidamente arrojó 4 dagas hacia 4 gemas ubicadas estratégicamente a lo largo del patio.

Con proezas atléticas, se movió de manera tranquila entre los huecos que dejó en la barrera, su destino la gema central que alimentaba el sistema de defensa tan sofisticado.

Esperándolo justo en el pedestal central, un rubí pulsando en energía era su objetivo.

Estirando su mano para agarrar tan preciosa piedra, estaba a poco de...

CRACK

Clavada ahí en la mano de Assassin, una lanza se encontraba, anclando al Servant contra el pedestal.

-¿Un cobarde? ¿Es esto lo mejor que este patético me tiene que ofrecer?- una orgullosa voz sono desde el techo de la mansión.

En su lustrosa armadura de oro, Servant Archer Gilgamesh, el Rey de los Héroes, veía a Assassin con tanto interés como uno vería a una hormiga. No, mucho menos que eso.

-¿Te atreves a alzar tu mirada hacia mi?- preguntó Archer con una pizca de enojo en su tono.- Aprende tu lugar en el suelo, zashu.

Sin siquiera dar un gesto, más armas llovieron sobre Assassin como si de un castigo divino se tratase.

El Servant de las Sombras sintió como su cuerpo era atravesado en diversas partes una y otra vez, no teniendo siquiera la gracia de gritar en dolor.

-No eres digno de mirarme siquiera- comentó Archer antes de darle la espalda a su adversario y empezar a marcharse.- Un insecto como tu debería de ver la tierra, arrastrarse sobre su estómago...y morir.

Terminando con su monólogo, Archer simplemente se marchó del lugar, sus propias armas regresando a su tesorería y dejando el cuerpo sin vida de Assassin atrás de sí.

Si uno se hubiera fijado mejor, hubieran notado que el cuerpo de Assassin antes de disolverse en Prana tomó una silueta femenina más que pronunciada antes de marcharse completamente.

Nada era verdad, y todo estaba permitido. Ese es el lema que rige la existencia de este tan singular Assassin.

Residencia Mackenzie:
-¡Si!- exclamo un feliz Waver Velvet.

Su propio Servant, Rider, absorto en los montones de libros que habían comprado en el centro comercial hace un par de horas.

-¿Que sucede Master?- cuestionó Rider, el cual seguía leyendo su libro.- ¿Algo interesante?

Por un momento, Waver se permitió ver la apariencia de su Servant.

Era un hombre en sus 40 años, pelo negro corto y de una considerable estatura. Americano. Sus ropas eran unas casuales, siendo del tipo de hombre que podría pasar entre la multitud inadvertido.

-¡Uno de los 7 acaba de caer!- respondió extasiado, el prospecto de que un enemigo menos aliviándolo en gran medida.

-¿De verdad? ¿Y quien era?- cuestionó Rider, dejando su libro actual de un lado; Waver notó levemente una foto del esqueleto de un estegosaurio en la pagina.

-Era Assassin- respondió Waver ahora más calmado.

El Master espero una expresión feliz por parte de Rider, más en cambio solo recibió una mirada analítica.

-¿Como murió Assassin?- cuestionó el hombre.- ¿Quien lo hizo?

-No estoy muy seguro, pero creo que fue el Servant de Tohsaka- dijo Waver con una mano en su mentón.- Estaba usando una armadura dorada, pero, todo sucedió tan rápido que no fui capaz de discernir nada más.

Rider solo asintió ante lo que escuchaba, su expresión un tanto neutra la mayor parte del tiempo.

-¿Puede darme algún detalle concerniente a Assassin?- pidió el Servant.

-Usaba una capucha sobre la cabeza- respondió casi de inmediato Waver, antes de poner una expresión culposa.- Pero fuera de eso...no fue capaz de captar nada más. Su Ocultamiento de Presencia fue muy fuerte incluso momentos antes de que muriera.

La cabeza se Waver bajo en señal de vergüenza, incapaz siquiera de voltear a ver a Rider, más este mismo sorprendió al Master al poner una mano en su hombro.

-No te preocupes Waver- le dijo Rider en voz reconfortante.- Aún eres joven. Todavía tienes muchas experiencias que vivir.

Los ojos de Waver lagrimearon de manera cómica ante esto.

-Idiota- murmuro simplemente el Master.

Iglesia Kotomine:
-Mi Servant ha sido asesinado- declaró Kirei mientras encaraba a su propio padre.- Aquí y ahora renunció a mis derechos como un Master, por lo tanto no podré continuar luchando. De acuerdo con el tratado yo, Kotomine Kirei, pido a la iglesia asilo.

-Tu solicitud es aceptada. En mi rol como juez yo, Kotomine Risei, garantizaré tu seguridad- le contestó Risei a su hijo antes de señalarle que pase.

Sin más preludio, ambos hombres de fe entraron juntos a la comodidad que ofrecía la iglesia en esta noche.

Nadie sospecharía nada de este lugar.

-Padre, se encuentra alguien monitoreando la iglesia?- cuestionó Kirei a su padre ya en el abrazo de las sombras.

-Por su puesto que no- respondió el hombre mayor en tono confiado.- Este lugar ha sido marcado como terreno neutral, con la Santa Iglesia censurando a cualquiera que se atreva a romper este acuerdo.

Por un momento, Kirei se permitió el relamerse un poco. Incluso un hombre vacío como el puede ser víctima de la presión de vez en cuando, y, que es más estresante que participar en una Guerra?(escribirla :v)

-Por cierto- el viejo sacerdote llamó la atención de su hijo.- Tu Servant ha sido capaz de entrar aquí sin ser detectado

Habla del Diablo y se te aparecerá.

Desde las sombras mismas, Assassin salió a recibir a su Master.

-He aguardado tu retorno, Master- anunció Assassin antes de ponerse de rodillas ante Kirei.

-Confió en que cumpliste tu trabajo- comentó Kirei.

-Así fue, Master- afirmó Assassin.- Una creyente fue sacrificada...

-...Pero el Credo vive- anunció una nueva voz.

Vestido en una capucha negra con armadura encima, un nuevo Servant Assassin se presentó.

-La muerte es una mentira incluso para nosotros- anunció un tercer Assassin salido de entre las sombras. Su atuendo era muy similar al de los 2 primeros, pero aquello que lo diferenciaba era el sombrero que copa que portaba en lugar de su capucha.

-Nada es verdad- recitó el primer Assassin.

Inmediatamente después, más copias del mismo Servant empezaron a llenar la iglesia a montones hasta el punto del sobre cupo, y aún así Kirei sabía que este no era todo el alcance que su Servant representaba.

-Todo esta permitido- dijeron todos los Assassin al unísono, como un ejercito entonando un canto de Guerra.

En otro mundo, Kotomine Kirei hubiera invocado al Hassan-i Sabbah de los Cien Rostros, un Servant con múltiples personalidades que son capaces de ser utilizados como Servants independientes.

Este no era ese mundo.

Más que un Servant, Kotomine Kirei había invocado un concepto. El había invocado el concepto del Credo de los Asesinos.

-Que estos viejos ojos míos sean capaces de presenciar un milagro- comentó en tono de orgullo Risei.

Aeropuerto de Fuyuki(Mañana Siguiente):
Apenas el avión oriundo de Alemania aterrizó, Irisviel von Einzbern fue la primera esperando a que la puerta se abriera.

La mujer no podía evitarlo, estaba emocionada.

Apenas la rampa para descender fue conectada al mujer de cabellos blancos ya estaba bajando por está a toda prisa.

-¡Apresúrense, Saber, Avenger!- llamó la mujer a dos figuras que venían descendiendo a un ritmo más calmado.

Un hombre y una mujer jóvenes en trajes iguales se podían observar.

Ella tenía cabello rubio arreglado en una cebolla y ojos verdes esmeraldas, de mirada seria.

El tenía cabello negro desarreglado y ojos azules, estos mismos proyectando un aura relajada.

-Irisviel...- trató de llamar Saber a su propia Master, pero la mujer/niño no le prestó atención al ver maravillada a sus alrededores.

-Relájate Saber- le comentó Avenger por su parte, siendo este mismo la imagen perfecta de la tranquilidad.- Deja que disfrute un poco- le aconsejo, antes de murmurar algo que solo un Servant podría captar.- Según Master, ella jamás había salido de ese dichoso castillo en toda su vida.

Una mirada triste llenó las facciones de Saber antes de concederle aunque sea esto a la mujer en frente de ella.

-¡Nos vamos a divertir tanto el día de hoy!- exclamo Irisviel mientras abrazaba a ambos Servants.

XxXxX

Y corte.

Bueno, Caster fue invocado finalmente. Vaya sorpresa que les metí eh?

La farsa entre Kirei y Tokiomi fue hecha ya, y vimos cierto indicio del Servant que Waver convocó.

Bueno, el secreto detrás de Assassin fue revelado, y tengo que decir que me sentí extasiado de poder escribirlo así.

Ahora con el Equipo Einzbern en Fuyuki, la Guerra estará por comenzar.

Pero...acaso todos los partícipes han sido mostrados ya?

Nos vemos y recuerden no matar al ganso el día de hoy :v