N/A: ¡Anuncio importante al final del capitulo!

En un lugar alejado del mundo, un paraíso que esta restringido para unos pocos dignos y que quienes han entrado se pueden contar con una mano...

Un lugar gobernado por las hadas, donde el Mago fue encerrado fuera del tiempo, vigilando el avance e historias de la humanidad.

En ese lugar, descansaba un caballero que camino arduamente, en un viaje de expiación y penitencia, llegó por capricho a ese lugar al quedarse sin fuerzas, solo en ese gran campo de hermosas flores.

El sonido de pasos se escucharon en el gran campo, una figura estaba de pie delante del hombre, ahora de piedra y sin fuerzas.

Esa persona sabía que el viaje de este caballero aun no había terminado.

Él aun tenía una tarea que completar.

Y si todo salía bien, el deseo del caballero podría hacerse realidad.

-Mente, cuerpo y espíritu. Vagando tanto tiempo que casi ha perdido estos tres. Para cumplir tu deseo y reparar tu pecado... esta es sin duda, tu última oportunidad-.

La voz del mago resonaba en el prado, aunque su voz parecía no ser oída por nadie, el mago sabía que la persona delante suyo era capaz de escuchar su voz.

Él era alguien que no intervenía, que no debería intervenir en la historia humana... pero en esta ocasión, por ser un asunto que los involucraba a ellos, y al pecado que hicieron, ayudaría al caído caballero a levantarse, aunque solo fuera para morir.

-Sin importar como termine la batalla, morirás de todas maneras. Desperdiciando tu alma, saliendo del ciclo de renacimiento, te convertirás... en la nada. Y aun así... ¿te apresuraras hacía el final de tu viaje?-.

El cuerpo de piedra del caballero crujió, al escuchar la posibilidad de terminar el viaje que comenzó hace mucho... no tuvo ni que pensarlo.

Su cuerpo, ya muy debilitado, empezó a levantarse, su espíritu, casi vacío, se encendió con fuerza y su mente exhausta, volvía a la consciencia.
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Bajo el abrasador sol, un hombre joven de apariencia delicada de cabello plateado, armadura de caballero con un fajón verde, junto con una gran capa que cubría casi todo su cuerpo, dejo un cráneo que había estado observando en el suelo.

El joven se tomo el brazo derecho, que era uno de metal y observo al horizonte. -Ya veo. Este es... ¿el final de mi viaje...?- El hombre empezó a caminar. -Esta vez... con mis propias manos... mataré a mi Rey-.

Avanzo por el bastó desierto que tenía como camino, con la vista fija en el castillo de grandes muros que podía ver a lo lejos.
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En otra parte del desierto, se escuchaba suavemente el ruido de un motor en funcionamiento y de llantas avanzando por la arena.

Todo el grupo de Chaldea estaba atravesando el desierto arriba de un vehículo de tres ruedas que funcionaba a motor, pero se conducía y se dirigía con una vela de barco que estaba implementada.

Este vehículo fue construido por Da Vinci para esta Singularidad, que abarcaba un territorio mayor a las anteriores, además que era todo terreno.

Y hablando de la Caster.

-¿Cómo quedo, Fujimaru, Mash? Estaba hecho de restos, pero quedo bastante bien- ella conducía el vehículo, mientras los demás eran pasajeros.

-Quedo excelente, Da Vinci-chan- respondió Gudako, estaba impresionada por lo rápido que avanzaban.

-¡Por supuesto! Hasta ahora, no éramos capaces de entrar a una Singularidad juntos-.

-¡Si! Contamos con usted- dijo Mash.

-No se distraigan del camino, no sabemos en que momento puede aparecer alguna bestia- dijo Scathach.

Da Vinci los acompañaba en esta ocasión, porque a diferencia del resto de Singularidades, la Sexta Singularidad esta tratando de alejarse del flujo de la humanidad, en vez de solo perturbar el la época en que los Santos Griales han sido enviados. El peligro que representaba era tanto, que se detecto como una amenaza nivel EX.

Eso por si solo demostraba que esta Singularidad sería la más peligrosa de todas que han enfrentado hasta ahora, por lo que cuando Da Vinci dijo que los acompañaría en esta ocasión, nadie del grupo refuto, solo el Doctor, ya que si algo le pasaba a Da Vinci, no tendrían forma de traerla de vuelta, y ella era una parte vital de Chaldea actualmente, aunque al final tuvo que aceptar a regañadientes.

-¿Ves algo desde arriba, Chloe?- Grito Gudako a la Archer, que por su pequeño tamaño, podía ir sentada arriba del poste que sujetaba la vela de barco y con su gran vista de clase Archer, advertir de cualquier cosa a la distancia.

-¡Solo arena!-.

La imagen del Doctor Romani se mostró delante de los hermanos Fujimaru. -"Aquí Romani. Vamos a repasar la situación, ¿de acuerdo?"-.

-Por favor- dijo Gudao.

-"Están actualmente en el año 1273 AD, en Jerusalén. La novena cruzada fracaso, la Iglesia Católica perdió su influencia perdió su influencia sobre Jerusalén"-.

-La dinastía mameluca, el Imperio Mongol, y los Cristianos estaban en discordia- continuo Da Vinci.

-"Probablemente el que albergó el Santo Grial fue uno de los supervivientes de las cruzadas. El Santo Grial siempre ha ido... a los que pierden"-.

-Un artefacto como ese siempre busca a los más desesperados por un deseo para usarlos- Archer dio su comentario mordaz en el asunto. -¿Hay algo que explique que esta Singularidad se este alejando del flujo de la historia?-.

-"Todavía no, pero es probable que la razón sea por el deseo de quien tenga el Santo Grial. Si se logra recuperar el Grial y detener al que lo tiene, la Singularidad se reparara"-.

-Básicamente, hacer lo mismo de siempre. De acuerdo- simplifico Gudako.

Archer observo con una mirada escrudiñada a su alrededor... algo estaba mal. Había tenido ese presentimiento desde que llegaron, pero la cantidad de desierto que hasta ahora han recorrido sin ver una señal de civilización no era normal. Sabía que Jerusalén estaba en un gran desierto, pero debieron de cruzarse al menos con un pueblo o viajeros ambulantes; pero nada. Ni siquiera han visto un mísero cactus al llegar.

-Pero de todas formas, ¿esto es realmente el Reino de Jerusalén?- Parece que Mash también se ha dado cuenta.

-"Según las coordenadas, la fortaleza de la ciudad debería estar aquí, pero..."-.

-¡Ciudad!- Grito Chloe desde la parte superior del poste.

-¿Una ciudad? No debería existir una ciudad en este desierto- dijo Scathach, ella sabía un par de cosas de establecer tiendas y asentamientos de combate, y aunque Irlanda no era un país con desierto, ella había tenido que pelear y comandar en situaciones donde había mucha arena, así que sabía lo difícil que era siquiera establecer un pequeño campo en la arena sin las preparaciones adecuadas.

-Lo que dice Chloe es cierto... y parece que algo ya paso- Da Vinci sonó sería al decir eso.

El vehículo subió un acantilado de arena, permitiendo ver a todos la ciudad que había visto Chloe.

-¿Un castillo?- Gudao vio a lo lejos un gran castillo en el centro de la ciudad.

-Según el diseño arquitectónico, claramente no pertenece a esta tierra- señalo Da Vinci. En su tiempo en vida, había estudiado un poco de las arquitecturas de Jerusalén, así que sabía lo que decía. No podía decir más del diseño por lo lejos que estaban, pero solo por el diseño del castillo, parece brita...

No pudo seguir divagando en sus pensamientos, ya que una rueda se hundió en una traba de arena, provocando que el vehículo temblara y se volcara, tirando a todos sus pasajeros.

-¡¿Dónde aprendiste a conducir?!- Exclamo Archer molesto, poniéndose de pie y limpiándose la arena del traje, algo que detestaba era tener arena dentro de la armadura.

Gudao y Gudako se pusieron de pie, mientras Mash ayudaba a sacar a Chloe, que tenía medio cuerpo enterrado en la arena y sus pies pataleaban para salir.

Da Vinci se acerco al vehículo para ver si recibió algún daño. -Oh, ¡se ha separado! Debido al desequilibrio y caer, esta parte se desprendió-.

Gudao se puso debajo del poste en un intento para levantarlo mientras Da Vinci divagaba sobre como se desprendió parte de su vehículo.

-¡Por eso no soporto a los genios!- A pesar de usar todas sus fuerzas, no podía levantarla. Fou corrió por el poste caído hasta bajar a la arena y saltar al hombro de Gudako.

-¡Yo me encargo, Nii-san! Veremos cuanto he mejorado con las Runas-.

Gudako ha estado aprendiendo a usar las Runas que Scathach escribió en su cuerpo durante Fuyuki. Le costo un poco aprender como controlar la cantidad de mana que dirige hacía las Runas, pero cuando pudo hacerlo, ya no tuvo problemas.

La pelirroja se sobó las manos, se puso debajo del poste y dirigió cantidades un poco elevadas de mana a las Runas por su cuerpo, que brillaron mostrándose al ser activadas por Od. Aplicando fuerza en sus brazos y rodillas, Gudako levanto el poste y lo empujo hasta levantar todo el vehículo, colocándolo de nuevo de pie. La pelirroja se quito un poco de sudor.

-¡Guau! ¡Master esta mamadisima!- Exclamo Chloe, ya fuera de la arena, al ver como Gudako pudo levantar poner de pie el vehículo empujando el poste, algo que debería ser imposible para un humano normal.

-¡Lo se! ¡Ahora le puedo partir la madre a quien sea!-.

-Oigan...- la voz de Scathach los llamo, la vieron a ella y a Da Vinci viendo hacía adelante arriba de cumulo de arena. -Creo que deben ver esto- su voz sonaba seria.

Todos se acercaron a ambas mujeres y vieron que debajo de ellas, había un gran agujero marcado en la arena.

-Esto es...- Archer estrecho su mirada, observando con detenimiento todo lo de agujero, notando varias ruinas de edificios.

-No son ruinas antiguas, son de hace unos meses, como mucho- declaro Scathach.

-¿Pero como...?- Mash quedo sin habla, lo que veía...

-Esto es una situación mucho peor de lo estipulado- Da Vinci y los demás dieron la vuelta en dirección a la ciudad y al gran castillo.

En esa ciudad, había alguien con un poder de destruir toda una ciudad de un solo golpe, un Servant sin duda... apenas llegaban y la situación parecía decir que sería difícil desde el inicio.

Archer miro fijamente el castillo desde lejos... no sabe porque... pero algo le dice que esa ciudad será un problema.
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Al llegar a la ciudad después de un par de horas, se separaron para recolectar información y aprender lo que puedan del lugar. Había una ciudad de muros antiguos conectado a la ciudad de ese gran castillo donde estaban todas las personas del lugar, habían mercaderes, puestos de vender, lo que uno esperaría.

Sin que el grupo de Chaldea lo supiera, el hombre de armadura y capa que había llegado a la Singularidad un poco antes que ellos también la estaba explorando, preguntando a las personas y mercaderes por cualquier información de la ciudad.

Uno de ellos le apunto hacía un hombre joven de cabello negro corto que usaba una pechera verde sin mangas, guantes rojos y pantalones de piel.

-¿Eres Arash Kamangir?- El mencionado detuvo el avance de la galleta a su boca al ser llamado.

-Si, así es como me llaman- respondió el ahora identificado Arash.

El hombre de armadura se acerco a Arash y se puso al otro lado de la mesa, viéndolo de frente. -Yo soy Lucius. Verdaderamente... es un honor conocer a un gran héroe persa como tu-.

El hombre se río interiormente al escuchar esas palabras. -Que creas que de verdad soy Arash... ¿eres un Servant?- Se comió la galleta que tenia en mano.

-He oído que estas familiarizado con la Ciudad Santa- Lucius evito deliberadamente responder la pregunta de Arash y solo enfocarse en lo que quería saber.

Arash noto eso pero no dijo un comentario mientras se limpia los restos de la galleta. -Si, pero nunca he entrado. ¿Quieres un bocado?-.

-No gracias-.

-Oh- Arash noto la mirada de Lucius... él realmente quería toda la información posible de la Ciudad. Bajo el plato de comida y adopto una expresión un poco más seria.

La Ciudad Santa... de esa forma era llamada la ciudad detrás de los muros hacía el gran castillo. De lo que Lucius ha confirmado, es que la mayoría de las personas que están aquí es para poder tener la oportunidad de entrar a la ciudad. Se rumorea que detrás de los blancos muros, se espera una gran utopía.

-En este lugar, encontrarás a todo tipo de personas. Gente que se ha rendido. Gente que se ha desesperado. Gente que ha olvidado el mañana. Me pregunto, ¿cuál eres tu?- Arash se acerco un poco a Lucius, sus ojos miraron fijamente a los de él. -Tu aura es de muerte... con un anhelo de autodestrucción. Eso reflejas-.

-No tengo ningún deseo de autodestrucción- hablo de inmediato Lucius, su voz no tenía emoción.

-¿Es así?- Arash no perdía su sonrisa. -Debido a tu pesada carga, ¿hace cuanto no levantas la cara? Miras hacía abajo, solo a tus pies-.

Lucius no lo demostró abiertamente, pero estaba sorprendido y un poco atemorizado de lo fácil que el héroe persa lo leyó, como si fuera un libro abierto... los rumores no le hacen justicia.

-Como sea- Arash no se entrometió más, no era su estilo meterse mucho en la piel de otros. -¿Por que estas interesado en la Ciudad Santa?-.

Lucius se tomo un segundo antes de responder. -Hay alguien a quien debo encontrar. Por esa razón, quiero saber todo sobre la Ciudad Santa-.

Arash bebió tranquilamente de un baso con agua mientras Lucius le respondía. Dejo el baso en la mesa al ya hidratarse la garganta.

-En ese caso, empecemos desde el principio, pero antes... ¿por que no te acercas a escuchar, ya que también estas interesado? Preferiría no repetir lo mismo-.

A regañadientes por ser descubierto, EMIYA apareció en su forma física en el techo del edificio delante del puesto donde los dos héroes hablaban. Archer se había acercado para escuchar, creyó estar fuera del alcance, pero parece que el tipo de armadura verde era un Archer como él y uno con una buena vista.

-No pude evitar venir al sentir dos presencias inusuales en la ciudad, tal parece que en esta Singularidad también se invocaron Sirvientes callejeros, casi parecen que fueran perros-.

-No puedo discutir eso, aunque perro suena un poco feo- respondió Arash.

Lucius observo a EMIYA. -Pelo blanco, piel bronceada, ropas rojas... es él de quien me hablo-.

Disimuladamente, oculto su brazo de metal al interior de su capa para que el de ropas rojas no lo viera, pero Archer no le estaba prestando atención a Lucius, estaba más interesado en lo que sabía Arash de la Ciudad Santa.

-¿Saben de donde son esos refugiados?- Pregunto Arash, refiriéndose a las personas con capuchas tapando sus rostros del sol, ellos tenían mala apariencia, incluso para personas de esta época.

-No-.

-La tierra de Canaán fue cubierta por un desierto hace aproximadamente medio año. Esto se debió a la aparición de los cruzados, liderados por Ricardo I-.

-¿Los cruzados? Pensé que habían sido eliminados- cuestiono Lucius.

-Si. Obtuvieron el Santo Grial, y usaron su inmensurable poder para formar este desierto. Esos refugiados son el resultado-.

-¿Por que los cruzados usarían el Santo Grial para crear un desierto?- A Archer le parecía absurdo usar el Santo Grial para algo como eso.

-Hay otras personas que dicen que el desierto puede tener relación con el Rey Dios-Sol, que apareció casi al mismo tiempo- agrego Arash, comiendo otra galleta. -Pero eso no es lo interesante, sino que los cruzados fueron aniquilados... por el Rey León Arturo, y los Caballeros de la Mesa Redonda-.

-¡¿Cómo dices?!- Susurro EMIYA con incredulidad, sus ojos se abrieron como platos al escuchar eso.

Lucius también se vio sorprendido, pero en menor manera que EMIYA, aunque el joven se aseguro de recordar la expresión que hizo el Arquero Rojo.

-Difícil de creer, ¿verdad? Que quien fue llamado el "Rey de los Caballeros" hiciera algo así, pero fue lo que sucedió- comento Arash casual. -Habiendo destruido a los cruzados y la ciudad de Jerusalén, construyeron la Ciudad Santa en una sola noche-.

-...Si dices que nunca has entrado a la Ciudad Santa, ¿cómo sabes que son los Caballeros de la Mesa Redonda?- Pregunto EMIYA.

-Por que ellos mismos se hacen llamar así, y dicen que siguen la voluntad del Rey León, y solo hay un Rey al que seguirían- respondió Arash. Fue simple lógica, aunque no se perdió el detalle de que el tipo parecía más incrédulo de lo que se mostraba, pero no dijo nada. -Una pregunta, ¿estas tu solo?-.

-Claro que no- Da Vinci llegó a donde los hombres conversaban. -Él esta acompañado del gran genio, ¡Leonardo Da Vinci! Somos miembros de la organización para la preservación del Orden Humano: Chaldea- coloco la mano que tenía el guante gigante de metal en la mesa.

Arash observo con curiosidad esa mano. -¿Chaldea?-.

-La organización que esta aquí, para restaurar este lugar destruido-.

-No digas cosas tan a la ligera, Leonardo- regaño Archer, sonando más duro de lo usual.

-No seas tan serio, Archer. Si queremos información, lo justo es también dar algo de información a cambio- respondió despreocupadamente.

-Suena a algo grande- comento Arash distraídamente.

Lucius se mantuvo callado en el intercambio de palabras, pero miraba ocasionalmente a Da Vinci y Archer, casi estudiándolos.

-Sospechamos que la causa de este incidente, esta dentro de esa Ciudad Santa. ¿Cómo entramos ahí?- Da Vinci fue directa y sin rodeos con la pregunta.

Archer suspiro internamente con algo de fastidio por el comportamiento de Da Vinci, pero de todos él hubiera preguntado directamente eso, así que no importaba.

-Hoy la gente si que esta curiosa- pensó Arash, suspirando. -Bueno, eventualmente lo descubrirán. Más allá de la Puerta del Este, se encuentra una entrada a la Ciudad Santa. Solo en las noches de luna nueva, la Ciudad Santa abre las puerta, permitiendo la entrada a refugiados. La Selección Sagrada, resulta ser esta noche-.

-"Selección Sagrada". Eso quiere decir que no todos los refugiados entran- señalo EMIYA con disgusto oculto en su voz.

-Efectivamente. Todas las personas de este lugar vienen desde lejos para entrar. Sin embargo, nadie ha regresado de la Ciudad Santa-.

-¿Nadie?- A Lucius y los demás les pareció muy extraño y sospechoso eso.

-Exacto. Nadie sabe el porque-.

-Entonces, nadie sabe realmente lo que hay dentro de la Ciudad Santa, ¿verdad?-.

-Y aun así van a dentro, buscando lo que podría ser una falsa utopía sin que nadie lo pueda asegurar. Absurdo- se burlo Archer. Venir a un lugar para entrar, cuando no todos pueden entrar y no se sabe lo que te espera es una tontería, como mínimo. -La gente realmente debe estar desesperada-.

-Siento no poder ser de más ayuda- se disculpo Arash.

-No. Tienes mi gratitud- dijo Lucius, dándose la vuelta.

-¿Ya te vas? Me gustaría escuchar tu historia- comento Leonardo.

Lucius dejo unas monedas de plata en la mesa como pago por la información. -No tiene nada que ver contigo- respondió algo agresivo.

Antes de avanzar, le dio una última mirada a EMIYA, quien le devolvió la mirada. Lucius mantuvo la mirada al frente y se retiro.

Archer hizo una nota mental de recordar a ese sujeto, si también estaba interesado en entrar a la Ciudad Santa, seguramente se lo volverían a encontrar.

-Gracias por la información- agradeció Da Vinci a Arash. -¿Vamos, Archer?-.

-Te sigo en un momento-.

La Caster observo a Archer unos cortos segundos, antes de asentir y retirarse por donde vino.

Archer se iba a ir por otro lado, pero la voz de Arash lo detuvo.

-Sabes... te pareces un poco a Lucius-.

-¿A que te refieres?- EMIYA se giro hacía el otro Archer.

El héroe Persa se inclino un poco adelante de la mesa, observando con divertida curiosidad al Arquero Rojo, algo que irritaba un poco a Archer, ya que no le gustaban que desconocidos se metieran en sus asuntos.

-Tu aura es de muerte, pero diferente al otro sujeto... no, más bien, pareces una espada que se ha oxidado, pero que continua siendo afilada y usada para combatir. ¿Cuál es la razón de tu razón de luchar?-.

-No es de tu asunto- Archer puso una sonrisa cínica. -Y si yo soy una espada oxidada, entonces tu eres un arco que se rompe apenas dispara su flecha, eso habla mal de un Archer que muere con solo disparar una flecha-.

La sonrisa de Arash se redujo un poco, su mirada se afilo hacía el otro Archer, ofendido de la burla que fue claramente una referencia a su leyenda.

-...Supongo que tienes razón, no se puede hacer nada, esa es la leyenda que me toco... al menos yo tengo algo de que presumir-.

-Es patético presumir de la forma como moriste, ya que no cambie el hecho de que estas muerto- EMIYA le dio la espalda a Arash. -No tengo tiempo que perder como para sentarme a comer galletas, tengo trabajo que hacer-.

Y sin esperar respuesta, paso a su forma espiritual, retirándose del lugar.

-Esto no puede ser cierto...- por primera vez en mucho tiempo, Archer estaba ansioso de querer que las cosas no fueran como oía y veía.
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(Más tarde)

Ya era de noche, había mucha gente reunida en la Puerta del Este que estaban amontonados, el grupo de Chaldea estaba entre ese grupo.

Con toda la información reunida idearon un plan. Se infiltraran entre la multitud de refugiados para entrar al castillo cuando las puertas se abran, obviamente habrá seguridad, por eso Archer y Kuro estaban en posiciones altas para cubrirlos desde la distancia.

Gudao y Gudako usaban capas para el desierto y Da Vinci y Mash a cada lado de ellos y Scathach, con la misma capa que usaban los Masters para... cubrir su cuerpo, estaba detrás de ellos, cuidando la retaguardia.

El pelinegro sonrió al ver al niño y su madre que conocieron esta tarde, el niño estaba emocionado por querer entrar al interior y comer cuantos dulces pueda, mientras que la madre esperaba que todo saliera bien, pero no para ella, sino para su hijo.

Gudao puso en gesto pensativo al recordar lo que ellos le dijeron, de que un enorme pilar de luz destruyo la aldea en la que vivían hace un par de meses por "provocar la ira de los dioses". Esa aldea debía ser las ruinas que encontraron de camino acá.

-Oigan. ¿Realmente creen que ellos tienen la intención de salvar a estas personas?- Pregunto Da Vinci de repente.

-Ese es el propósito de esta ceremonia, ¿no?- Dijo Gudako.

-No se ve tan simple- hablo Scathach. -Si quisieran salvarlos, ¿no sería lógico que dejaran la puerta siempre abierta?- Señalo. -Esto es una trampa-.

-¿Una trampa? ¿Para que?- Pregunto Gudao.

-Supongo que es lo que vamos a averiguar-.

Las Puertas del Este se abrieron, mostrando unas escaleras al interior. Todos los refugiados fueron de inmediato al interior. El grupo de Chaldea avanzo, sin quitar de vista a los guardias que usaban armaduras de caballero por cualquier movimiento extraño.

Archer y Kuro saltaron desde una estructura alta hasta el techo de arriba del camino en donde estaban, teniendo una mejor vista del castillo.

-Ese castillo si que es grande, digno de un cuento de hadas, ¿no, Onii-san?- Bromeo Chloe.

Archer no respondió, solo mantenía su mirada fija en el castillo. Kuro noto que EMIYA estaba más serio de lo normal... eso le preocupaba y asustaba un poco, era indicio de algo malo.

El grupo subió las escaleras en silencio, Leonardo tenía un mal presentimiento que aumentaba a cada paso, sentía más adentro un número anormal de Orígenes Espirituales, eso era señal de lo fuerte que eran los que estaban en el interior del castillo.

Con ese poder, podrían acabar con lo que sea de un golpe, ¿para que reunir gente y salvarlos si tenían el poder para eso? Además, no encontraba conexión con Jerusalén y el Rey Arturo, más allá de la probabilidad de que pudo ser un Servant invocado por Ricardo I.

Si llegara a pasar lo peor, la prioridad sería la retirada. Sus oponentes serían los Caballeros de la Mesa Redonda, por lo que no veía posibilidad de ganar, aun con Scathach de su lado, ella sola no podría contra todos los Caballeros, ni siquiera sabían cuantos eran exactamente, incluso era probable que estuvieran los 12.

Los refugiados estaban llegando hasta otra puerta al final que se empezó a abrir al acercarse, llegando a un gran patio con el suficiente espacio para todos, de pie delante estaba un hombre.

-Bienvenidos...- empezó a hablar Gawain.

Era la hora de la selección sagrada, y el inicio de la profecía de la caída del Rey León.
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N/A: Y hasta aquí el capitulo, siempre es bueno dejar a los espectadores con ansiedad.

Sobre el capitulo, fue como el inicio de la película. Obviamente también me guiaré por cosas del juego porque tiene más aditivos importantes, pero saltare cosas que no vea necesaria y usare de la película.

Un ejemplo fue que no conocieron a Nitocris al inicio como pasa en el juego y es así en la película, no lo vi necesario ya que la conocen y a Ozymandias (alías Dio) más adelante en la película.

Pero cosas que si agregaré del juego es lo de Sherlock Holmes por ejemplo. Eso es algo que no puedo quitar ya que es esencial.

Ahora... hablemos de algo serio, y no son buenas noticias.

El anuncio que haré es... dejar en pausa el fanfic de Fate: Travesía del Guardián por tiempo indefinido.

*Escucho ruidos fuera de mi casa y al ver, veo una muchedumbre furiosa*

¡¿Qué carajos?! ¡Déjenme explicar por Dios!

*La muchedumbre se calma por el momento*

Bien... No la voy a cancelar ni nada, claro que no, este es mi primer gran fic que hago y no podría cancelarlo, además que me gusta y se que a muchos también le gusta.

Pero también es el más pesado para mi de escribir, ya que es con el que más me exijo, sobre todo con los personajes, que son tan complejos como Archer y Scathach, sobre todo el primero.

Así que necesito unos meses de descanso de este fic, no solo para avanzar más con los otros que tengo, sino que también para recuperar esa chispa de inspiración que tuve al iniciar este fic.

*La muchedumbre entiende y empieza a retirarse*

Si que los fans de Fate llegamos a ser tóxicos, ¿no?

Así que de antemano me disculpo por pausar el fic cuando recién comenzó Camelot, pero es necesario, sobre todo si quiero que quede bien una parte tan importante como esta.

Y tampoco voy a exagerar que no publicaré nada en un año entero, tal vez tarde varios meses, pero que volveré con este fic, volveré.

Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.