Capítulo 14-Manipulación y Muerte
Hace tres meses antes de La Nueva Cruzada por el Santo Grial...
En Corea del Sur, más específico en Seúl, vivía un niño en un orfanato. Este niño dentro de poco se convertiría en el Máster de Minamoto no Raiko ¿Cómo pasó todo eso? Bueno, aquel orfanato estaba dirigido por un reconocido mago de aquel país, nunca trató mal a los niños, pero jamás mostró tampoco mucha diligencia hacia hechos. Juwon, el niño, pasaba gran parte de sus días en soledad, sentía una terrible soledad ya que hasta el día de hoy no había nadie quien lo adoptara. Un día, cuando una monja del orfanato le pidió que le entregara un paquete al director del orfanato, digamos que fue más que todo por curiosidad infantil, Juwon decidió abrirlo estando solo y se encontró con una cinta VHS, la cual reprodujo en el televisor que el hombre tenía en su oficina y allí se enteró de todo sobre La Nueva Cruzada por el Santo Grial y por supuesto, sobre el Grial de la Cruzada el cual podía conceder cualquier deseo. Juwon al saber todo eso, sus deseos de participar para así finalmente tener una familia eran inmensos, tanto que los tres Sellos de Comando aparecieron en su mano izquierda y anotó en un cuaderno escolar las indicaciones que Von Dark daba en el video para invocar a un Servant. Una noche de tormenta eléctrica, Juwon siguió las indicaciones al pie de la letra, incluso había robado una espada que el director del orfanato tenía en su oficina para usarla como catalizador. Recitó el hechizo de invocación y al terminar, como una especie de señal divina, un rayo cayó justo en la espada y cuando el humo se había disipado, ella hizo acto de presencia.
—Servant de clase Berserker, Minamoto no Raiko —dijo una suave voz maternal— ¿Eres tú mi Máster?
Juwon estaba atónito, pero a la vez emocionado—. Si, yo soy tu Máster, por favor, ¡Ayúdame a ganar la Cruzada!
Minamoto no Raiko abrazó a Juwon con cariño y fuerza.
—Claro que sí, mi amor —respondió besando su frente—. Te daré todo lo que pidas, con la única condición de que me llames "mami" ¿Ok?
—Claro, mami.
En el presente...
Juwon y Minamoto no Raiko se refugiaban en una casa de playa la cual pagaban con dinero que Raiko robaba. Aquel día recibirían una visita funesta. El timbre suena, Raiko se pone en alerta, pero Juwon la calma un poco y abre la puerta, viendo que se trataba de Marcel Duchamp con su típico porte elegante de hombre francés, pero sus ojos tenían un extraño color amarillo.
https://youtu.be/YyknBTm_YyM
—Hola dulce muchacho, soy Marcel Duchamp, un Máster en esta Cruzada —se presentó con elegancia y elocuencia.
—¿Dónde está tu Servant? —preguntó frunciendo el ceño.
Jacques de Moley apareció detrás de Duchamp, sonriendo de forma infantil y alzando las manos.
—Vinimos en son de paz, necesito hablar contigo algo bastante serio —dijo Duchamp, haciendo una reverencia ante el niño y su Servant—. ¿Pueden darme su voto de confianza?
Raiko miró a Juwon y este asintió, por lo que les permitió pasar, pero le susurro algo a Raiko.
—No le quites los ojos de encima.
Los cuatro se sentaron en la sala, Duchamp cruzado de piernas fue el primero en hablar.
—Te he estado investigando, Juwon, tienes diez años y fuiste dejado a las puertas de un orfanato en Seúl.
—¿Y qué? No haga como que me conoce —dijo cruzándose de brazos y mirando a Duchamp con irritación.
—Aunque no lo creas, te entiendo, Juwon —reveló para sorpresa del chico—. Yo me quedé huérfano a los ocho años, mis padres había muerto en un incendio y pasé gran parte de mi infancia solo... Lo único que me ayudó en esos momentos fue mi amor por los animales.
—¿Animales? —preguntó arqueando una ceja.
—Si, animales, perros, gatos, aves, roedores, etc. Ellos eran familia para mí, mi amor por ellos fue tan grande que construí desde cero un santuario para especies en peligro de extinción —relató con una sonrisa y una mirada que reflejaba calidez—. Si ganara el Grial de la Cruzada, mi único deseo sería regresar a la vida a todos las especies que fueron extinguidas por el ser humano. Dime joven Juwon ¿Cuál es tu deseo?
—¡Quiero tener una familia junto a mi mami! —exclamó tomando de la mano a Raiko.
—¡Hahaha!... Tu deseo es mucho más noble que el mío —dijo acercándose a él, poniendo su mano derecha en su hombro—. Por eso quiero ayudarte, haremos una alianza para conseguir el Grial.
—¿Una alianza? ¿Qué tengo que hacer? —preguntó, intrigado.
—Hay que eliminar primero a los más débiles —dijo mostrándole fotos de Aguilar, Simón y Susana, junto a sus Servants—. Ellos son débiles en comparación a tu Berserker, estoy seguro que ustedes podrán contra ellos.
—¿Y qué harás tú?
—Yo iré tras aquel Servant escarlata con el cual te enfrentaste la otra vez.
—¿Estuviste viendo?
—Si, sentía intriga por aquel caos e investigué —respondió dándole una palmada en la espalda—. Creo en tí, joven Juwon, una vez que los más débiles caigan, juntos iremos por los fuertes y podrás cumplir tu deseo.
—Gracias por la ayuda, Sr. Duchamp —dijo Juwon, con su sonrisa chimuela.
—No tienes que agradecerme, simplemente no me gusta ver a un niño solo —dijo mientras se retiraba junto a Jacques de Moley.
Jacques de Molay no pudo evitar sonreír perversamente mientras dejaban la casa.
Durante la noche, la siguiente parte del plan de Jacques de Moley se llevaría a cabo.
En la casa de Freyja, ella dormía plácidamente mientras César Augusto vigilaba fuera de su cuarto, debido a que no podía acceder a su forma espiritual. Durante las tres y media de la mañana, un viernes trece de agosto, ella se levanta para ir a buscar un vaso de agua y en plena oscuridad, una risita diabólica hace eco en la casa. César Augusto toma su espada y se pone al lado de Freyja, listo para lucha. La risa se hace cada vez más fuerte, hasta que desde las sombras, Jacques de Molay hace acto de presencia mostrando su verdadera y oscura forma.
https://youtu.be/KRrVWsqWWi8
—Tú... Eres Foreigner —dijo César Augusto, en guardia con su espada.
—Es bueno volver a verte, Avenger —dijo con una reverencia—. ¿Listo para el segundo asalto contra mi?
Un cordero hecho de sombra aparece de entre la oscuridad y embiste a César Augusto fuera de la casa, Freyja corre para socorrerlo.
—Esta noche, Roma va a caer —dijo Jacques de Moley con una sonrisa perversa.
—Roma jamás va a caer, su reino es eterno y su luz acabará con tu oscuridad, Foreigner —replicó César Augusto, levantándose para luchar una vez más—. Es hora de usar mi Privilegio Imperial.
César Augusto brilló de un color escarlata y se lanzó en contra de Foreigner con una fuerza terrible, Jacques de Molay bloqueó con su espada, pero aún así no pudo evitar ser lanzada varios metros por el impacto.
—Encantamiento de la Locura, lo estás copiando de Berserker —observó asombrada por la habilidad de Avenger.
—Esta es la palabra del Emperador, si este lo dice, es lo que se hará.
César Augusto atacaba incesantemente a Molay, quien se mantenía a la defensiva sin muchos problemas, pese al aumento de poder del emperador. Molay logra alejarse y atacarlo con magia oscura, pero debido a la Resistencia Mágica del emperador, logra resistir el daño y embestir a Molay envuelto en llamas, estrellándola en el suelo, pero ella se levanta rápidamente y somete a César Augusto por los pies con su Santo Sudario, jugando con él azotándolo por todas partes y con otra parte del sudario le disloca su brazo izquierdo aprovechando esta desventaja para atacar con su espada impregnada en magia oscura, César Augusto se defendía como podía, pero el equilibrio del combate comenzó a ir hacia otra parte por lo que se prende en llamas para alejarla y atacar con una feroz llamarada de fuego, pero invocando a su cabra, logra evadirlo. Con su bestia, corre por los alrededores disparando ráfagas de magia oscura por todas las direcciones posibles.
—¡Freyja, tienes que irte de aquí! —advirtió César Augusto.
—¡No pienso dejarte! Aún tenemos que cumplir nuestros objetivos ¿Recuerdas? —dijo Freyja, viendo con impotencia como su Servant y compañero estaba siendo acorralado, por lo que decide usar su último Sello de Comando-. Usa la Era Agustina.
—Los Emperadores no dudan, los Emperadores se mantienen firmes ante las crisis, no se rinden, no se arrodillan ante nada. Un Emperador todo lo puede... Aunque parezca imposible el Emperador puede realizarlo. Roma es mi imperio, mi patria, el sueño de mi tío Julio César, mi pasión... Roma... ¡Roma es Luz! ¡Era Agustina!
Roma que alguna vez fue gobernada por César Augusto se alza, brillante, victoriosa e imponente. Con todo esto, las habilidades de César Augusto son incrementadas al máximo.
—Es un lindo sudario, también quiero uno —dijo con una sonrisa soberbia.
Un sudario escarlata se movilizaba por el cuerpo de César Augusto y salió disparado hacia Molay, envolviéndolo y prendiéndose en llamas una vez que la tenía atrapada. Con su gran fuerza ella se libera, pero su cuerpo estaba quemado por ese último ataque, sin embargo, aún se veía confianza en sus ojos.
—Fufufu... Que ingenuos, aún tengo ases bajo la manga —dijo con sus ojos brillando de pura maldad.
Jacques de Molay lanza su escudo contra César Augusto, este lo desvía con facilidad, pero todo era distracción, ya que la cabra sombría de Molay ataca lanzando rayos mágicas hacia él, recibiendo de lleno el ataque y creando una nube de humo por el lugar. Dándole así la oportunidad a Molay de atacar con una versión mucho más grande de su espada e imbuida en magia oscura, haciendo un gigantesco corte en su torso el cual expulsaba grandes cantidades de sangre.
—Estúpida, no olvides mi Bendición de Martes y Vengador, mientras más daño me haga más fuerte me volveré —dijo enfrentándose a ella en una lucha de espadas.
El choque de sus dos espadas fue intenso, el sonido en ambas chocando era intenso como una tormenta eléctrica y las chispas del metal saltaban por todas partes, ninguno de ellos quería rendirse. Aunque el Emperador se estaba desangrando, sus dos habilidades lo habían potenciado a un punto sin retorno, pero de alguna manera, Molay seguía y seguía dándole pelea a pesar de sus constantes aumentos de poder. César Augusto iba a dar un gran golpe con su espada imbuida en fuego, pero el Santo Sudario de Molay lo agarra del brazo desde un pilar, permitiéndole así cortarle el brazo.
—¡Avenger! —gritó Freyja, entre lágrimas.
Molay iba dar el golpe de gracia, pero una patada ígnea de César Augusto la manda a volar a varios mts de distancia, habiéndole partido casi todas sus costillas.
—Aunque me cortes el brazo derecho, seguiré luchando con el izquierdo —dijo jadeando del cansancio, pero con una mirada firme y decidida—. Aunque me cortes los dos brazos, sostendré mi espada con los dientes, ¡Un Emperador jamás se rinde!
—Conmovedoras palabras, querido, pero me temo que tu cuerpo humano está en su límite —dijo aún manteniendo la serenidad.
—Cumpliré mi destino y honraré el legado del Cesar, llevaré a Roma a su más grande gloria y nuestro imperio superará a todos los que existieron y existirán. Sucumban ante el primero y el más grande ¡Emperador de Roma!
Las tres legiones romanas se posicionan detrás de César Augusto y con su ejercito avanza hacia su enemigo sin dudar.
—Abîme, abîme, domina. Recitad al unísono, eternos hermanos míos. Traed Gehenna, el Edén del castigo divino a esta tierra. La angustia resuena en este lugar lleno de crueldad. ¡Saquen lo que esos bastardos deseaban aquí y ahora! ¡Vendredi Treize!
Una gigantesca estatua de Baphomet, el gran demonio de cabeza de cabra aparece detrás de Jacques de Molay, a su diestra e izquierda, seis caballeros templarios en cada lado. La estatua del demonio brilla de un intenso morado, liberando un tsunami de oscuridad que avanza sin parar y consume a los legionarios de César Augusto junto con su Máster.
La realidad vuelve a la normalidad, Freyja estaba tumbada en el suelo con demasiadas heridas en su cuerpo como para moverse, levanta la cabeza en el frente y mira a Avenger, aún de pie, empuñando su espada con los diente ya que había perdido el brazo izquierdo por el ataque. Molay tenía una expresión de asombro por el temple del primer emperador, por lo que decide responder a eso, realizando un espadazo con todas sus fuerzas.
—¡Roma caerá! —exclamó con una sonrisa lunática.
—¡Lucharé hasta el final! —exclamó César Augusto con sus ojos ardiendo en llamas.
César Augusto realizó un corte curvo hacia arriba, mientras que Jacques de Molay realizó un corte horizontal. El corte provocó en Jacques de Molay un dolor inimaginable, ya que este inmediatamente se prendió en llamas, pero todo había acabado para César Augusto quien fue partido al medio por el corte, en el suelo, los ropajes del emperador se vuelven polvo y solo queda el cuerpo de quien alguna vez fue Anthony Schmidt. Ambos caen y Freyja gritaba en un llanto inconsolable.
—¡No! ¡No quiero morir, no quiero morir! ¡Papá ayúdame! —gritaba llena de desesperación.
—Ugh... ¿No puedes callarte? —preguntó Jacques de Molay, acercándose a ella bastante débil—. Debo reconocerlo, si ese corte me lo hubiera hecho con alguno de sus brazos, él hubiera ganado. Lastimosamente, hoy es viernes 13, una fecha que presagia desgracias sin fin.
Con su espada, Molay decapita a Freyja de un solo tajo, para finalmente caer al suelo ya sin fuerzas y retornando a su forma de caballero. Marcel Duchamp llega rápidamente a la escena, mirando atónito a la diabólica Servant tan lastimada.
—Imposible, aún con Temple de Baphomet el Primer Emperador la dejo en ese estado-dijo anonadado—. Mi señora, la llevaré a nuestros dominios para que se recupere.
Mientras la cargaba, no podía evitar hacer cierta pregunta.
—¿De verdad piensa de que ese niño puede deshacerse de ellos?
—Aún si no lo hace, nos deshacemos de una molesta Berserker —respondió entre risitas—. Dejemos que los ciegos se maten entre ellos hasta que nosotros obtengamos el Grial de la Cruzada y mi más grande placer se hará realidad.
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