— ¿Donde rayos estas? ¿Camille está contigo? — le pregunta Stefan a Klaus

— Mikael la tiene.— Stefan se queda perplejo — Me rompió el cuello y fue lo último que escuché.

— ¿Estás en Nueva Orleans? — le pregunta el vampiro yendo al auto

— Si. A las afueras. Te envío la dirección.

— Voy en camino.— Stefan colgó y Klaus le marcó a alguien más

— Elijah, ¿donde estás? Mikael anda suelto con la estaca y tiene a Cami como rehén y estoy desarmado y necesito refuerzos con urgencia para encontrar a nuestra sobrina.— ordena yendo a donde estaba Kol — Despiértala. Dile que traiga a Mikael ahora.— este se mesea en la silla

— Déjame pensarlo...— divaga burlón — No.

— Es Camille.— se le baja a Kol la sonrisa — Se que ella te importa, así que...— el va con Davina

— Hubieras empezado por ahí.— intenta despertarla pero no reacciona

— Avísame cualquier cosa, empezaré a buscarla.— se va a velocidad vampírica

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Camille
Voy recuperando la conciencia mientras me lleva en sus hombros. Algo andaba mal si me sentía tan débil, como si estuviera envenenada.

Trataba de asimilar que mi abuelo me tiene secuestrada. En mi familia es algo normal.

— ¿Puedes bajarme? — ordeno furiosa y se detiene

— Eres irritante.— me baja y toma mi mano siguiendo con el camino

Estábamos en un bosque y no tenía idea de que rayos estaba sucediendo. No sabía por qué el me tenía de rehen ni por que me sentía tan mal.

—¿Que me hiciste? No me siento bien.— me quejo

— Un cazador siempre tiene sus trucos. Cuando estabas inconsciente te inyecté wolfsbane para que no estuvieras alerta y algo débil.— explica y trato de poner resistencia pero el me jala

— Klaus te encontrará.— le demando enojada y suspira

— Lo hará, pero estaré listo.— alardea y resoplo mirando alrededor

— ¿Por que me tienes secuestrada? ¿No tienes problemas más grandes? — menciono confundida

— Por que tú me mataste, saliste igual de traicionera que el bastardo.— resoplo — Llámalo venganza, y sirve para atraerlo. A él no le importan muchas personas, pero tú si.

— Genial, ahora soy carnada. No me había acostumbrado.— me quejo — Tú no te ves en tu mejor condición. Transpiras.

— En cuanto me alimente, me recuperaré.— niego y trato de huir pero me jala

El se alimentaba de vampiros si bien recuerdo, eso es canibalismo. Pero, que, es re normal.

— No de ti. Tú mi querida, eres carnada. Cuando amenace con matarte frente a el, Klaus dudará y en ese momento de debilidad, lo mataré.— lo veo perpleja

Cuando nos conocimos, no era tan cruel. Ahora parece que es el monstruo del que Klaus tanto odia y teme.

— Es una locura. Los dos dando vueltas intentando matarse entre ustedes. Te obsesionaste con matar a alguien cuyo error fatal fue tener otro padre.—expongo agobiada y me mira furioso

— ¡Cállate! — me grita y aparto la mirada — Eres la facilitadora de los débiles. Ahora entiendo por que buscan tu compañía.— voltea a ver otro sitio y frunzo el ceño

— ¿Que?— menciono confundida

— Escucho música. Y donde hay música, hay comida.— niego mientras me jalonea con el

Nos acercamos a lugar donde provenía el ruido. Parecía una fiesta, había varios chicos bailando y divirtiéndose. Sin saber que sería su final.

— Vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí? — me toma del cuello para que observe — Una fiesta vulgar. Perfecto.— se agacha por una piedra y corta mi mano, suelto un quejido — Seguirá tu aroma.— la apoya en el árbol y luego la sujeta para ir a la fiesta

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Narrador omnisciente
Klaus iba por el bosque siguiendo las pistas, da con una que le da coraje, había sangre de su sobrina en un árbol.

Stefan aún no llegaba y eso ponía ansioso a Klaus por que estaba por su cuenta y sabía de lo que Mikael era capaz.

El continúa con su camino y se topó con varias personas en una fiesta. Decide ir.

— ¿En serio pensaste que me detendrías con una daga hecha para lastimar? — le habla un enmascarado y Klaus frunce el ceño — A diferencia del débil, a diferencia de ti , yo gano fuerza con el dolor. Pronto sentirás el sabor del roble blanco perforando tu corazón.

— Muy inteligente, Mikael. Persuadiendo a los locales para decirme a la cara lo que tu no te atreves...— mira alrededor — Disfruta el drama. Ellos solo retrasan lo inevitable.— comienzan a atacarlo y Klaus empieza a matarlos a todos

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Camille
Ya estaba harta de caminar por horas y sentir que no vamos por ningún rumbo. El había dejado rastros de mi sangre por cada lugar que pasamos.

Había amanecido y terminamos en un edificio abandonado. Yo no estaba en las mejores condiciones, gracias al veneno que cansaba a mi cuerpo y me mantenía muy aturdida.

Mikael había ideado un plan arcaico para retrasar a Klaus siendo atacado por locales. Yo sólo estaba fastidiada de ser a la que atacan y sólo quería disfrutar mi compromiso.

— Siempre intenté convencer a Klaus de que había algo bueno en todos. Que nuestra familia no estaba tan fracturada. Que en el fondo te preocupabas por el.— me tira al suelo — Me dijo que era una ingenua. Que nunca pude imaginar lo profundo que corría tu odio.— me acomodé para mirarlo a la cara

— No siempre lo odié. Cuando nació Niklaus, yo estaba emocionado. Pensé que tenía ojos de un guerrero. Qué sería digno. Pero mi esperanza fue efímera. Y cuando descubrí que realmente no era mi hijo, mi alivios fue glorioso.— expone y lo veo decepcionada— Pero eso pasó con el conocimiento que fue engendrado por una bestia.

— La infidelidad de Esther no fue su culpa.— le reclamé furiosa

— Todo lo qué pasó fue debido a la obsesión de Niklaus con los lobos. Se aventuró a salir a verlos transformarse bajo la luna llena. Se llevó a mi hijo menor, Henrik. El era solo un niño y lo despedazaron.— explicó alzado

— Un accidente.— lo contradigo

— ¿Un accidente? — me grita — ¡El mató a mi esposa! Su propia madre que juró purificarlo de su naturaleza bestia. El me traicionó al igual que tú. Y puso a toda mi familia en mi contra. Y aun así, tu lo defiendes.— lo veo disgustada y me pongo de pie

— Y lo haré siempre. He intentado desesperadamente convencerlo de que los ríos de sangre en nuestra familia no tienen que ser infinitos. Y tras siglos en esta tierra, ¿no ves de que toda tu violencia es inútil? — reproché y comenzó a reírse

— Te dejaste manipular por el desde que llegó a tu vida. Dejaste que envenenara tu mente. Y ahora actúas como uno de esos loqueros.— informa y resoplo fastidiada — Tenía fe en que serías lo mejor de nosotros, y sólo me decepcionaste.

— Estamos en el siglo veinte uno, ahora se les llama terapeutas, y lo estoy estudiando. No tienes que tener un título para ser el consejero con cordura de la familia Mikaelson.— expliqué — Y para ser honesta, necesitas unas terapias.

— En realidad, querida, ya que mi herida no parece estar sanando...lo que necesito ahora mismo es comida.— pidió y retrocedí

— Dijiste que no lo harías.— expongo asustada y suspira sin importancia

— Si lo hice, ¿cierto? Aunque la sangre de un vampiro extrañamente sabe bien...— me jala el brazo y me acerca a el, se marcaban sus venas — En tiempos de necesidad, hasta el diablo se alimenta de moscas.— niego y me aborda del cuello mordiéndolo, suelto un grito de dolor

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Narrador omnisciente
Klaus había acabado con todos los locales que Mikael sometió, no le había tomado tanto, en gran parte lo disfrutó.

Sonó su celular y atendió al instante.

— Estoy un poco ocupado. ¿Que pasa Hayley? — pregunta abrumado

— Algo le paso a Elijah. Se suponía que sería nuestro señuelo anoche y ahora desapareció. Hay sangre por todos lados. De licántropo y vampiro. Hay un rastro. Necesito que nos ayudes a seguirlo.

— Me gustaría ayudarles, pero ahora tengo que encargarme de asuntos más importantes.— explica Klaus mientras le da una patada a un chico

— ¿Que es más importante que tu propio hermano?

— Davina tenía a Mikael con un lazo magico y se rompió. Ahora Mikael tiene la daga de Tunde, la estaca de roble blanco y a Cami. Voy a recuperarla. Y después acabaré con esto. Mikael o yo seremos cenizas esta noche. Si encuentran a mi hermano, por favor díganle que necesito su ayuda.— Klaus cuelga su celular y alguien llega

— ¿Sólo una? — se acerca Stefan y ve el espectáculo del híbrido — Como en los viejos tiempos. No cambias.

— Finalmente, pensé que llegarías en una década. Eres lento hasta para venir a salvar a tu novia.— se burla y Stefan hace una mueca

— Prometida.— corrige y a Klaus se le borró la sonrisa en un segundo — Te diría los detalles, pero nos enfrentamos a tu loco padre de nuevo.

— ¿Se van a casar? — pregunta incrédulo y el vampiro asiente — Voy a matarte.— lo azota contra un árbol

— Basta de deja vu's y salvemos a Cami, ¿quieres? Esto es patético.— se lo quita de encima

— Vaya, esto me recuerda tanto a Mystic Falls. Tú y yo de nuevo, muchos recuerdos me vienen a la mente.— se ven desafiantes

— Dejemos la reunión para luego y mejor dime por dónde empezamos.

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Camille
Sobé mi cuello con dolor ante el vil acto de Mikael. El estaba muy lleno de rabia y desatado, no lo había visto así jamás, al menos no conmigo.

La pérdida de sangre hizo que le sintiera más débil y mareada. La cabeza me estallaba y sentía muchísima hambre. Yo no soy caníbal para comer de él, sería asqueroso.

— Eres igual a tú madre.— murmuró y levanté la vista — Tienes el mismo brillo en los ojos. Pero no la inocencia y menos la lealtad.— limpió su boca

— Tú no conoces.— aclaré — Tú quieres unirme al recuerdo de tu hija, pero no soy ella. Jamás lo seré y es por eso que sufres.— solo me ve

— Tenía más fe en ti, pensé que verías el mundo como es. Me engañaste para ir a mi propia muerte. Me usaste como un juguete cuando trataba de salvarte la vida.— noté su dolor

— Y ahora estás aquí vivo, e intentas matarme. No eres mejor que nosotros. Todos siempre vemos por nuestros intereses, y es por eso que siempre terminamos hundidos.— expliqué

— Me equivoqué contigo, Camille. Lo admito.— se me acerca y muestra una daga — Eras mi humanidad, y ahora, ya no tengo nada.— se agacha a mi altura

— No soy ella...— se me quiebra la voz y acaricia mi rostro — Tu querías que lo fuera. Y cuando te diste cuenta que no, me odiaste.

— Tienes razón, yo quería que lo fueras.— su mirada se quiebra — Mi nieta, la única que tendré y la única que me rompió el corazón.— fruncí el ceño

Sus palabras...parecían sinceras. En verdad lo había lastimado y eso me era muy sorprendente.

— Lo lamento...— suspira y carraspea asintiendo

— Yo también.— frunzo el ceño y suelto un quejido al ser apuñalada

Una lágrima cayó por mi mejilla al sentir el horrible sufrimiento de la daga en mi cuerpo.

Klaus entró al edificio con Stefan. Ambos vieron a Mikael sosteniendo a Camille inconsciente.

— Vas a pagar por hacerle daño.— advirtió Stefan y Mikael sonrió dejando caer a Camille

— No pudiste venir sólo a enfrentarme por que eres demasiado débil.— se regodea — La dejaré en tortura frente a ustedes, antes de que ardas.— Klaus se molesta y va sobre el

Ambos comienzan a pelear y Stefan fue sobre Camille. Ella estaba siendo torturada con la daga mientras se encontraba en el suelo.

— Tranquila, cariño, te sacaré de aquí.— nota la herida en su pecho

Klaus seguía luchando a muerte con Mikael por sus sobrina, Stefan acarició el rostro de Camille y nota las lágrimas en sus ojos

— Lo siento...— encaja su mano en el pecho de Camille y provoca que ella suelte un gran grito de agonía que retumbó por todo el edificio — ¿Cami?

Recuperé la conciencia y dejé que el aire se incrustara en mis pulmones.

Viví un infierno con esa arma en mi pecho, ni siquiera podía moverme y me quemaba desde adentro. Era algo siniestro.

— Vamos, hay que salir de aquí.— toma mi rostro y limpia mis lágrimas

— Esperaba una fiesta, no un secuestro.— sonríe y ayuda a levantarme

Estaba muy débil, que me tambalee. Escuche el gran escándalo y vi a. Klaus someter a Mikael.

— Vámonos...— Stefan intenta llevarme pero me freno

— No lo voy a...— me pausé al ver la mano de Klaus frente a mi rostro sosteniendo la daga — Oh Dios.— Mikael gira a Klaus y lo atraviesa con la estaca justo al corazón

El soltó un grito de agonía y me quede perpleja al ver tal acto, de me fue el aliento.

— ¡No!— grité desolada al ver como cae al suelo, estaba estática — Stefan...— voltee a verlo y me vio exactamente igual

Si Klaus moría, también el y todos mis amigos. Estaba procesando lo que estaba sucediendo, no podía pensar en nada de esto.

— No, no...— corro hacía el y se marcan las venas en sus piel — Esto no puede ser cierto, no puede.— rompo en llanto mientras tocó su cuerpo

— ¿Por que no estás ardiendo? — frunzo el ceño y Mikael se acerca — Si estuvieras muerto, te quemarías. ¡Arde! — el se va y escucho voces

Había más personas aquí, daban un cántico, debían impedir que la estaca afectara a Klaus.

— Stefan, ve.— el se fue tras Mikael y con mi poca fuerza trato de sacarle la estaca

La jalo fuertemente y sale de su pecho, la tiro al suelo aliviada

— Vas a estar bien...— murmuro y toco su pecho

— ¿Que crees que estás haciendo?— me pregunta Mikael mientras se acerca

— Motus.— lo lanzo al otro lado del edificio — Aléjate de nosotros. Juro por dios que te mataré yo misma.— lo amenazo con la estaca

— Tienes el corazón de un guerrero. Eres igual que yo.—  intenta venir sobre mi pero Stefan lo detiene

Volteo a ver a Klaus preocupada y noto que las venas se están borrando, eso me daba mucho conforte, aún tendremos mucho de el.

— ¡Basta!— escucho a Mikael gritar y volteo a ver

El tenía sometido a Stefan apuntándole con un palo mientras esta en el suelo

— Está noche está siendo un gran desfile de idiotas. Voy a disfrutar matándolos a cada uno de ustedes.— Klaus recupera la conciencia y me levanto

— No lo creo.— lo tiro de rodillas con magia — Ya me cansé de ti. Eres demasiado predecible.— lo someto y veo a mas personas llegar

Entre ellas Hayley y Marcel, parecían cubrirnos la espalda.

— Se acabó, Mikael.— me detengo y jadea — Somos más. ¿Vas a suplicar por tu miserable vida?— informa Klaus y el comienza a reírse

— ¿Crees que tus amigos te dan fuerza? Eso prueba lo débil que eres. Búscame cuando no luches con idiotas, mujeres y niños.— le lanza el pedazo de madera y lo ve fijamente

Mikael desaparece y me tambaleo, Stefan me atrapa.

— ¿Qué sucede? — me pregunta Stefan sujetando mi rostro

— Me dió veneno de licántropo y me siento muy enferma.— Klaus se acerca

— Bebe...— me ofrece su muñeca — La otra opción es morir temporalmente por fiebre.— sonrío y asiento

— Odio la gripe.— encajé mis colmillos en su muñeca dejando que su sangre cure mi cuerpo por completo

— Hay cosas que discutir, señorita.— siento alivio y desprendo mi boca — Como, que estás comprometida.— vi a Stefan

— Lo siento.— relamo mis labios y suspiro

— Casi mueres.— menciono evadiendo

— Sacaste la estaca justo a tiempo. Un poco más y te quedas sin novio para la boda y hacías un funeral doble.— se burla y resoplo

— No puedo comprometerme por que el drama Mikaelson me llega primero.— me apoyo en el pecho de Stefan

— Y yo me casaré con una, así que...— añadió Stefan y sonreí

— Felicidades, Cami. Aunque me cueste admitir, el es alguien bueno para ti.— sonrío y Stefan me abraza — El sabe que si te lastima, lo mato.— suspiro

— Ni siquiera tienes que decirlo, ya lo sé.— refiere Stefan y resoplo

— Y esto es sólo el comienzo.— me burlo y ambos sonríen

— Sabes, en mil años creo que es la primera vez que lo he visto huir.— informa Klaus y suspiro abrumada

— Revisé el perímetro, ya no está aquí.— se acercan Marcel y Hayley

— Apreció tu ayuda.— la agradeció Klaus

— Si mueres, igual yo. Llámame egoísta.— alardea y cruzamos miradas — ¿Y el quien es?

— Stefan Salvatore, un gusto.— se presenta y notó una actitud extraña en Marcel

— Si, Klaus, muere, mucha gente muere. Pero, chicos, tenemos otros problema.— expone Hayley y frunzo el ceño

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Hayley nos explicó que Elijah estaba desaparecido, eso era un problema, por que no me iría de aquí hasta encontrarlo.

El es como mi padre, y no voy a dejarlo a su deriva, no me puedo ir sin saber que esté bien. Todo parece ponerse muy complicado.

— ¿Como te sientes? — me pregunta Stefan y me da una taza de té

— Preocupada. Esther está más loca que nunca, y no se que planea contra Elijah.— bebo y se sienta junto a mi

— Aquí hay muchos vampiros. Y parece que a ese Marcel no le caigo muy bien.— refiere y frunzo el ceño

— ¿Por que dices? — bajé la taza y suspira

— Es una clase de vibra. No se, apenas llego y ya tengo doble amenaza de muerte.— sonrío y voy hacia a él

— Sólo bromea.— me siento en sus piernas — Algo...creo... Es Klaus.— sonríe y soba mi pierna

— Tenía otras cosas en mente cuando pensaba celebrar que me voy a casar con el amor de mi vida en vez de esto.— explicó y asentí

— Yo también. No involucraba ropa.— alza sus cejas y bajo la vista a sus labios — Podemos ir a mi habitación, no hay nadie.— relame sus labios

— Quiero llegar al altar sin que tú tío me saque el corazón y lo de en ofrenda.— me inclino quedando más cerca — Por que, con todas las cosas que te haré, no podrás no hacer ruido.— pasé saliva

— Conozco un hechizo para que nadie nos oiga.— sonríe y me lleva entre sus brazos hasta mi habitación

Me tiró a la cama y cerré la puerta con magia. Me le monté encima sacándome la blusa mientras el desabrochaba su pantalón.

Tanto tiempo sin esto, y en realidad mi cuerpo ya lo deseaba, y más con el. Es el hombre más guapo del planeta, cualquiera persona coherente lo traería encima todo el tiempo.

El se detuvo por unos segundos para sujetar mi rostro con suavidad. Sus ojos verdes de impactaron con los míos con un brillo especial.

Parecía que estudiaba todos mis rasgos y los admiraba totalmente enamorado. Era un gesto que derretía mi corazón.

— Tú eres mi familia ahora. Eres todo lo que tengo, Cami. Sin ti no vivo.— sonreí enternecida — Eres lo mejor que me ha pasado en toda mi existencia, y quiero que lo sepas siempre.

— Y tu el mío, Stef. No existe una vida sin nosotros, y no la quiero. Voy a ser tú esposa y quiero verte así el resto de la eternidad.— me inclino para alcanzar sus labios — Es un para siempre.— pegue sus labios con los míos

El impacto de emociones fue instantáneo. Una combinación perfecta de sabores y sensaciones. El increíble movimiento de sus labios con los míos, de su boca compartiendo el deseo de juntarse.

La temperatura comenzó a subir y fui deslizando mi mano por su abdomen, subiendo su camisa lentamente mientras el deslizó sus manos por mi cuerpo desnudo para desaprovechar mi sostén.

Estábamos a punto de encender la habitación, cuando algo nos detuvo.

— Déjalo sonar.— pedí mientras el jadeaba con mis besos

El sonido comenzaba a fastidiarme que me aparté de golpe y se lo saqué del bolsillo.

— ¿Qué? — atendí molesta

— Extrañaba ese mal humor.— se me fue el aliento y mis ojos se cristalizaron, noté a Stefan anonadado

— ¿Damon? — me tembló la voz y sentí mi corazón detenerse

— Rubia, ha pasado un tiempo.— me quedé en shock

No podía hablar, ni moverme, estaba perpleja.

— Oh por Dios.