51. Back To New Orleans
"Cami...Tienes que volver" "Te estoy buscando" "Te necesito"
Despierto de golpe al asustarme por los susurros. Toco mi pecho y el corazón me latía a una velocidad sorprendente.
Tenía la piel erizada y el sudor frío. Me peino el cabello hacia atrás y veo por la ventana. Aun era de noche.
Giro la cabeza para ver el reloj, y eran las 4 de la madrugada. Otra vez tenía insomnio.
Me bajo de la cama para ir a tomar algo de aire frío o beber agua. Mi cabeza estaba por explotar.
Últimamente tengo sueños extraños. Como si algo me llamara. Podía sentirlo en el fondo de mi pecho. Como un imán buscando a su mitad. Han pasado cosas que no explico.
Abro la puerta y me sorprendo al ver a alguien. Yo tenía mentalizado que no estaría.
— ¿Qué haces aquí? — cuestiono y me cruzo de brazos
— No podía dejarte.— aclara y frunzo el ceño
— Stefan, tú dijiste que necesitabas espacio y yo también. Nos hemos hecho mucho daño últimamente.— explico y suspira asintiendo
— No pude irme pensando que me odias. Eres lo único que me queda y te amo.— se me hace un nudo en el estómago — Cada vez que me subo a ese auto y me imagino una vida lejos de ti, es como quemarme vivo. Eres una parte de mi. La mejor.— sonrío — Quería pedirte perdón por todo el daño que te he hecho. Merecías mejor. Se que lo extrañas y yo también. Su muerte nos separó.— suspiro
— No se que decir. No tengo palabras.— murmuro y bajo la cabeza apenada — Podemos ser amigos. Compartir cosas y eso. Tener una relación en un momento crítico, no es bueno. Vamos a arruinar todo.— asiente
— Haremos lo que pidas.— sonrío — Me quedo por ti. Siempre va a ser así.
— Yo...— me interrumpen
— Pero que bonita charla.— me sorprendo al ver a Klaus, volteo a ver si las chicas despertaron
Bebieron mucho anoche, quien sabe si mi drama sea capa de despertarlas.
— ¿Qué haces aquí? — pregunto sorprendida, Stefan se pone a mi costado
— Venía a hablar contigo de algo importante. Dónde no incluye al cobarde este.— frunzo el ceño y volteo a ver a Stefan
— ¿Y ahora de que hablas?— expresó fastidiado
— Hablo de que dijiste que cuidarías a Cami y a ya sabes quien, y huiste. La dejaste sola. Vaya que eres un gran hombre.— le reprocha
— Basta, Klaus, no seas tan duro con el. Perdió a su hermano.— aclaro para calmar las aguas
— Y yo he perdido mucho más, pero cuando se trata de proteger a los que amas, no huyes.— menciona hostil y noto la tensión entre esos dos
— No tienes idea de lo que hablas. No fue como tú piensas— le reprocha Stefan y al instante estoy en el medio de ambos machos
— Claro que la tengo. Siempre te alejas cuando no puedes controlar las situaciones. ¿O me equivoco?— Klaus me ve y siento la mirada de ambos
— Por favor, no se maten. Están en la escuela y van a hacer una escena.— expreso frustrada
— No voy a matar a nadie. Al menos no ahora.— aclara y asiento aliviada
— Eres un hipócrita, Klaus.— me cubro el rostro — Vienes a hablar del valor de la familia, y tú vienes a pedirle algo a Cami, ¿no?— suspiro — Por que solo la visitas cuando necesitas algo de ella.
— Stefan...
— Cami, cambie de opinión.— Stefan se agarra el rostro con fastidio — Voy a matarlo después de todo...— intenta jalarlo y me pongo en medio
— Si le tocas un pelo, te las verás conmigo.— amenazo y me ve sorprendido — Con Stefan no, y siempre lo has sabido.— ladea una sonrisa y lo ve
— Tienes suerte de que ella te ame tanto. Ya te hubiera matado por hablarla dejado.— expone y relamo mis labios — Vamos, Cami, tengo que hablar contigo.— asiento
— Camille...— me nombra Stefan y volteo a verlo
— Tengo que ir. Es mi familia.— suspira y salgo con Klaus — ¿Que sucede? ¿Hope está bien?
Salimos del edificio para ir por el campus.
— Si, Hope esta bien.— suspiro con alivio — Tengo entendido que Elijah te dijo que mi madre volvió de entre los muertos.— asiento — Necesito que me ayudes. Algo trama en contra de nosotros.— me detengo
— ¿Como que? — me cruzo de brazos con interés
— Eso quiero averiguar. Ella parece poseer cuerpos. No puedo solo matarla por que brinca a otro. Pero no es todo.— alzo mis cejas — Parece que Mikael revivió.— me quedo perpleja
— ¿Qué? — expreso sin aliento — ¿Que demonios está sucediendo? ¿Es una clase de reunión fantasmal o como está el drama? Solo faltan Finn y mi madre para hacer una fiesta de bienvenida.— suspira
— No entendemos nada de esto, pero te necesito. Eres la única bruja en la que confío. Solo tú puedes ayudarnos con esto. Es asunto de magia y de familia.— pide y noto la preocupación en sus ojos
El tenía a alguien más en la cabeza. Lo sentía.
— Te preocupa que Esther vaya tras Hope.— opino y asiente — Entonces, cuenta conmigo.— sonríe — Nadie va a lastimarla. Jamás.
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Me había despedido de mis amigos y mis familiares. Les pedí unos días para reflexionar y pensar en mis cosas. Que necesitaba privacidad. Lo creyeron por mi drama de Stefan. Ya todo el mundo lo sabe.
Me sirve estar algo lejos. Estar en la universidad me recuerda mucho a Damon y Bonnie. No dejo de pensar en ello y sigo sin dar con solución.
Me costó dejar a mamá y Caroline. Últimamente hemos estado algo alejadas. Cuando me fui a cuidar a Hope, nadie podía saberlo. Era por su seguridad. Espero reponer todo el tiempo con ellas.
Estaba en el recinto instalándome como la nueva huésped temporal. Había más personas de las que recordaba. Una manada de licántropos para ser claro.
Esta ciudad es muy extraña. Pero intento adaptarme a ella. Parece que aquí ser sobrenatural es la cosa más normal, y me gusta.
— Ya te enteraste del drama familiar.— me dice Hayley mientras tomo algo de fruta
Había una mesa llena de exquisita comida. Una grandiosa bienvenida si me lo preguntan.
— Me sorprende que no nos saquen un reality show. Yo podría ser millonaria.— sonríe y mastico mi fresa — ¿Como has estado con todo esto? — suspira
— Intento llevarlo. Es todo lo que puedo hacer.— asiento y veo a Klaus acercarse
— Entonces, ¿a que restaurante le falta un chef hechizado? — cuestiono y sigo comiendo
— Es algo que he hecho en el pasado, pero no tuve que ver en esto.— alardea y frunzo el ceño
— Pues creo que le agradeceré a Elijah. No necesitaba una bienvenida.— menciono y el va bajando
— No es mi obra.— explica y frunzo el ceño, Klaus quita la comida de mi mano
— Ya de nada sirve, Klaus. Me atasqué muchas fresas.— me burlo y sacudo mis manos
— ¿De donde salió esta comida? — pregunta Hayley confundida y se escucha un golpe en uno de los platos cubiertos.
—El fantasma de Finn.— solté asustada y Klaus levanta la tapa, me sobresalto
Salen unos pájaros dándome escalofríos. Toco mi pecho las calmada
— ¿Que rayos fue eso? — pregunto exaltada y hay una nota en el plato, Klaus la toma
— Una invitación de nuestra madre.— explica y me quedo perpleja
— En momentos así me alegra no haber conocido a mi madre.— expone Hayley y sonrío
— Tenemos muchos enemigos aquí. Y la guerra será contra nuestra propia familia.— explica Klaus y resoplo
— Mi mezquina abuela me mató y atormentó por mucho tiempo. Con mucho gusto la mataré.— alardeo y Klaus me sonríe
— Tú no harás tal cosa.— me regaña Elijah — Esther es experta en el arte de la posesión. Sabemos que cuerpo habita. Hay que descubrir sus intenciones antes que encuentre otro cuerpo.— suspiro
— Su última invitación fue un intento de asesinato de todos su hijos y nieta.— expone Klaus — Podemos asumir que sus intenciones son infames.— asiento
— Klaus tiene razón. Esa maldita siempre tiene planes bajo la manga. Veré que puedo hacer con mi magia.— explico y asienten
— Entonces, hay que prepararse para lo peor.— menciona Elijah — Bienvenida, Camille.— se va en seco
— ¿Y a él que le pasó? — cuestiono confundida y los veo a ambos
Parecía distante. Como si algo le molestara.
— Perdió el encanto, ¿cierto? — se burla Klaus y me quedo con la palabra en la boca
— Cierra la boca.— se queja Hayley y Klaus se va con la sonrisa pintada
— ¿Alguien me explica? Acaba de llegar.— suelto al aire alzando mis brazos
— Drama, ya sabes.— se va Hayley y resoplo
Bajo en busca de Elijah. No sabía el porqué estaba tan apartado. Apenas cruzamos palabras anoche.
— Elijah...— le hablo al ver que se iba
— Camille, yo...— lo interrumpo
— No te irás de aquí hasta explicarme que rayos está pasando contigo. Es como si no te gustara mi presencia. Solo estaré unos días.— explico y suspira
— No eres tú. Me alegra verte.— sonrío y me abraza — Te he extrañado mucho. Solo que estás no son las mejores condiciones.— nos separamos
— ¿Por todo esto? — asiente — No pueden hacerme daño, Elijah. Soy un vampiro original y bruja. No me dan miedo.— aclaro
— No te creerías de lo que mi madre es capaz. Cuando se propone algo, lo cumple.— explica y bajo la vista, noto que lleva un grimorio
— ¿A donde ibas? Estoy aquí para ayudar no como adorno de la casa.— me quejo
— Con Marcel, a pedirle un favor.— suspiro y le quito el libro
— En el camino venía pensando en el hechizo, tengo una idea.— lo abro y hojeo — Pienso que podemos hacer que Esther se quede atrapada en un cuerpo y de esa forma le damos cuello. Fin.— lo cierro — Me se estos libros de memoria. Conozco el hechizo.
— Necesitas ayuda de una bruja de la ciudad. Es magia ancestral la de aquí. Usan otros elementos.— frunzo el ceño
— ¿Como que? No soy una bruja de Narnia.— me cruzo de brazos
— Ingredientes, hierbas, semillas, cosas naturales. Diferentes estilos.— explica y suspiro
— Entonces, voy contigo. Vine a ayudar. Klaus confía en mi y no dejaré la vida de todos en las manos de cualquiera.— afirmé y caminé a la salida — Y no vas a detenerme, Elijah.
— Si algo he aprendido en los años que te he conocido, es que eres terca y nadie te detiene.— sonrío y nos vamos juntos
— ¿Que hay entre tú y Hayley? Parece que no pueden estar en la misma habitación.— interrogo mientras caminamos
— No se de que hablas.— evade y sonrío
— Habló del hecho de que estás enamorado de esa mujer y la ignoras como cínico.— voltea a verme — Lo siento, pero es verdad.
— No es así.— hago una mueca
— Entonces, ¿qué? Por que obviamente se nota la tensión entre ustedes. Algo hubo y no me engañas.— insisto y suspira
— Mejor concéntrate en el hechizo y tener cuidado. Eres diferente a ellos. Eres la mezcla entre un vampiro y brujo. No se tomarán fácil.— sonrío viendo alrededor
— La ultima vez que estuve aquí, les dejé en claro quién era. Si vienen por mi, los mato.— aclaro
Después de unos minutos llegamos al departamento playboy de Marcel Gerard. No soporto a ese sujeto y no me harán cambiar de opinión.
Creo que el ama más su ego que así mismo. Es un arrogante imbécil.
— Ya era hora. Tu alumna te espera.— menciona Marcel y echo un vistazo — A ti no te esperaba.— se gira a verme — Camille Mikaelson.
— Tampoco estoy feliz de verte, Marcel Gerard.— me burlo y sonríe
— Como ya sabes, si le tocas un cabello a Camille, será la última cosa que hagas en tu vida.— volteo a ver a Elijah — Y la chica de por allá, no es mi responsabilidad. La transformaste, le enseñas.
— ¿Por que viniste? Y con la pequeña de la dinastía Mikaelson.— alardea y alzo mis cejas
— ¿Como?— alzo la voz y me guiña el ojo
No lo soporto. Es aún peor que Enzo.
— Busco a una bruja cooperativa. Camille necesita ayuda.— explica
— No se donde está Davina. Tomando en cuenta que controla a tu padre, no diría que es el tipo cooperativo.— ironiza y frunzo el ceño
— ¿Ella lo trajo a la vida? — pregunto sorprendida y voltean a verme — ¿Es estúpida? ¿O tiene alguna enfermedad mental? Entendería la otra parte.— suspiran
— ¿Así es siempre? Ya madura, niña.— lo veo furiosa y Elijah me frena
— Tienes suerte, anciano.— contraataco y sonríe petulante
— Davina no. Tal vez conozcas a otra bruja.— pide
— ¿Qué te hace creer que conozco a otra? — expone incrédulo
— Tal vez el anillo solar que usa tu bibliotecaria.— le señalo
— Buen punto. Mi memoria es borrosa.— ruedo los ojos — Tienes suerte, conozco a una persona que ayudará. Gia...— la chica se acerca — ¿Por que no llevas a los Mikaelson con nuestra amiga Lenore?
— Si está es tu idea de un chiste, te aseguro que no me divierte.— se queja Elijah
— No es nada divertido lo que sucede. Mikael volvió. Las brujas causan caos y trajiste al anticristo.— abro mi boca ofendida — Parece que necesitas a todos los amigos que puedas.
— Voy a matarte.— hablo entre dientes y nos vemos fijamente
— Todavía no.— interviene Elijah — Vamos por la bruja.— suspiro
— Necesito una bebida. El drama familiar me abruma.— pido — Tu ve, yo te alcanzo en el recinto, no tardaré.— Elijah hace una mueca
— No estoy muy de acuerdo con que andes con sola por el barrio. Las cosas están muy insostenibles.— advierte
— Elijah, no soy una niña pequeña. Me sé cuidar. Confía en mi.— pido y me ve con preocupación
— Si, Elijah, confía en la pequeña....— reviento todos los objetos de vidrio en la habitación — ¡Que diablos!
— Ya me estabas colmando la paciencia.— volteo a verlo — La próxima vez será tu cabeza.— advierto y me ve molesto, camino a la salida — Y no estaba pidiendo permiso, Elijah.
Salgo de ese sitio lleno de testosterona para ir al Rousseaus por algo fresco que beber. Había venido unas cuantas veces en verano. Había una bartender muy amigable. Callie me parece.
Entro al lugar y noto todas las miradas en mi. No se si se sorprenden por que luzco joven o por que soy la vampiro que amenazó de muerte a muchos de ellos. No importa.
Voy a la barra y ordeno un bourbon. Me sentía algo incómoda. No había ninguna mujer cerca.
— ¿No eres muy joven para beber? — escucho a Marcel y relamo mis labios — Solo decía.
— ¿Ahora eres mi escolta personal? — me dejan el trago y agradezco — ¿O que? — volteo a verlo y se sienta junto a mi
— No es seguro.— bebo y nos vemos fijamente, suelta un quejido
Le daba un aneurisma.
— ¿Para quien? — me detengo y hace una mueca — Soy muy capaz de cuidarme, gracias.— pongo el vaso en la mesa— Díselo a Elijah.
— El no me envió.— frunzo el ceño y tenemos contacto visual— Vine por mi cuenta.
— ¿Por que? — bebo más y baja su mirada a mis labios creando tensión
— Mataste a muchos de los míos. Eres una Mikaelson. Tienes pegado el cartel de enemigos en la espalda.— relamo mis labios y ordeno otra
— Sigo sin ver como eso me perjudica.— alardeo
— Esto no es Mystic Falls, hermosa. Aquí las brujas saben hacer daño. No creo que les agrade que una de tu linaje se meta con lo suyo.— me dejan el vaso — Aún no eres de aquí.
— Pues que se acostumbren. La burocracia mágica nunca me importó. Vine a quedarme, les guste o no.— bebo y no me quita la mirada de encima — Ninguno de ustedes puede herirme. Eso ya lo sabían.
— Eres igual con Klaus. No me sorprendería que fueras su hija. Son iguales.— sonrío ampliamente — No te embriagues, no son ni las doce.— ruedo los ojos
— Camille.— alzo la vista y alguien se me acerca, Marcel me cubre
— ¿Si? — me bajo del banquillo y me ve con asombro
Como si me conociera. Era extraño.
— ¿Nos conocemos? — cuestiono y solo me observa
— Ella preguntó algo.— insiste Marcel
El hombre era de tez morena, algo mayor y de apariencia elegante.
— Aún no, pero lo harás.— frunzo el ceño ante el suspenso — Bienvenida a casa.— se aleja y me quedo estática
— ¿Qué rayos fue eso?— me pregunta Marcel mientras veo al hombre alejarse
— Es un brujo. Tengo cosas que hacer.— saco mi cartera para pagar la bebida — Algo me dice que está con Esther. Fue directo.
— ¿Crees que quiere algo de ti?— volteo a verlo y meneo la cabeza
— Ella me envía un mensaje, Marcel. Quiere que sepa que sabe que estoy aquí. Y no se quedará cruzada de brazos.— aclaro y alza sus cejas
— ¿Qué harás? — suspiro
— Lo que mejor se hacer. Magia.— le paso por un lado y alguien me frena en la puerta
— Esto es para ti. Por la sangre que derramaste.— frunzo el ceño y el hombre se corta la garganta frente a mi, suelto un grito
— Cami.— me llama Marcel y me giro hacia el para refugiarme en sus brazos — Tranquila. Tranquila.
Mi estómago rugía con hambre. Mi ansia alteraba todo mi cuerpo. Estaba con Marcel para contener mis ganas de beber del sujeto hasta que no haya ni una gota.
Después del drama, me fui a la casa. Estaba cubierta de sangre y en shock. Procesaba que un hombre se había quitado la vida frente a mi.
— ¿Qué rayos te paso? — me pregunta Klaus apenas entro — ¿Cami? — suspiro
— Al parecer la gente me odia por que maté vampiros "inocentes". Hipnotizaron a un sujeto para suicidarse frente a mi. Casual.— le paso por un lado y me frena
— Voy a matarlos a todos. Nadie puede hacerte daño y ya deberían haberlo aprendido.— ordena y niego
— Ya me consideran el anticristo. Las personas me tienen miedo. No hagas las cosas más grandes.— suspira — Yo puedo sola, ¿si?
— Ya no estás sola, Cami. Entre nosotros nos cuidamos. Somos una familia.— sonrío enternecida
Los extraña mucho a todos. Ellos eran una parte de mi. Me aceptaron tal y como soy. Jamás me juzgaron. Por ellos vale la pena todo.
— Creo que liberar a Oliver funcionó.— llega Hayley y volteamos a verla — Me informó que su madre trabaja con un cómplice. Otro brujo.— suspiro — ¿Que te pasó a ti?
Seguro debía ser el tipo escalofriante que conocí en el bar.
— Larga historia.— murmuro y asiente
— Consigue aliados para su tarea de destruirnos, imagino.— explica Klaus y veo a Hayley
— Si, iba a decirte. Se me acercó muy directo, deduje que Esther quería decirme que sabe que estoy aquí. Nada como sus famosas entradas.—alardea
— ¿Por que te odia tanto Klaus? Tuvo seis hijos. No es que no tenga instinto maternal.— inquiere y relamo mis labios
— Nos odia a todos, Hayley. Incluida a mi que jamás le hice algo.— menciono
— Siete, de hecho. Creo que alguna vez ella nos amó mucho. Uno murió antes que yo naciera. O al menos eso pensábamos.— Klaus voltea a verme — La madre de Camille, Freya.— suspiro
— No sabía.— menciona Hayley apenada
— Años después, los hombres lobo asesinaron a mi hermano Henrik. La perdida de otro hijo puso a mi madre al límite. Así que usó su magia para convertirnos en inmortales. Creo que es cuando nos amó más. Pero fue su perdición. Desencadenó una serie de eventos que revelaron su secreto bien guardado. Mi padre biológico era el líder de la manada que asesino a mi hermano.— suspiro y camina a las copas del comedor — Por supuesto, cuando Mikael lo supo, mató a mi padre. Así mi madre perdió a su amor.— relamo mis labios tensa
La tragedia y muerte van muy bien en mi linaje.
— Por eso está loca.— suelta Hayley y sonrío — Yo no soporto haber dado a Hope. No imagino si ella muriera de verdad.— suspiro
— Sabes, mis hermanos se decían entre ellos que no no odiaba.— se acerca a nosotras —Ella se odiaba a si misma por lo que nos habíamos convertido. Creo que ellos lo pensaban incluso después de que trato de asesinarnos.— frunzo el ceño
— ¿Tu que piensas? — pregunto con interés
— No lo sé. Solo quiero a mi madre muerta.— ladeo una sonrisa
— Bueno, toda buena historia necesita una bruja malvada. Será más satisfactorio cuando la derritamos.— alardeo y sonríe
— ¿Que hiciste con lo del hechizo que te pedí? — cuestiona y relamo mis labios
— El hechizo es almas marcadas. Es magia de sacrificio. Necesito un objeto encantado por dicha bruja. Y una pitón.— alza sus cejas — Eso es el sacrificio.
— Bien, me encargaré del objeto, le diré a Elijah de la pitón.— asiento — Te veo luego.
— Creo que nunca terminé de agradecerte todo lo que hiciste por mi hija. La cuidaste como si fuera tuya. Eso es todo para mi.— expresa serena y sonrío
— Ella es el ser más inocente que puede haber en esta familia. Es la luz. Haría todo por ella. Mientras yo viva, Hope nunca va a estar sola.— sonríe y frota mi brazo
— Eres lo mejor de ellos. Es muy cierto lo que dice Elijah. Los haces mejores personas. Te admiro por eso. Tú cambias todo para ellos.— la veo enternecida
— Gracias por eso. Si no te molesta, me quiero dar una ducha y terminar de instalarme. Ya pasó mucho en un día.— pido y asiente
— Si, claro. Gracias por venir.— asiento y me encamino a mi habitación
Saco algo de ropa limpia y la tiendo en la cama. Era extraño estar en una habitación que no es mía. Me sentía como en casa, pero también lejos de ella.
Me paro frente al espejo y me veo cubierta de sangre. La imagen del hombre viene a mi memoria y hace que rompa el vidrio, doy un paso hacia atrás.
Al ser hereje, mis emociones se magnifican y al ser bruja, pues bueno, me hacen algo peligrosa.
Aveces siento que no tengo el control. Eso me aterra, por que se que tengo mucho poder y se que me puede consumir. Ya he lidiado mucho con eso.
Me di una larga ducha, y desempaque algo de ropa. La metí en cajones y acomodé algunas cosas. Se miraba acogedor. Ese típico cuarto que tienes en casa de tus familiares por visita.
Solía tenerlo con la abuela cuando era niña. Y en casa de mi tía, cuando estaba embarazada. Ese no me gustó en lo absoluto.
Estaba estudiando el hechizo en mi cama, analizando cada detalle para estar lista con la bruja. Se que no la necesito, pero Elijah es un necio.
— Tenemos una situación.— me avisa Hayley y me levanto al instante, ambas bajamos — Capturaron a la bruja de Marcel.— alzo mis cejas
—Esther se nos adelantó, como siempre.— me quejo abrumada
— Oliver está con ella.— explica Hayley
— Iré y haré que me ayude con el hechizo. Necesito el collar.— pido confiada y suspiran en desacuerdo
— No me gusta nada...— interrumpo a Elijah
— No. Tienes que dejarme hacer mi trabajo. Puedo cuidarme sola. Por una vez, por favor, confía en que haré algo y lo conseguiré.— plasmo y se quedan en silencio
— Confío en que lo harás, pero, cuídate. No dejaré que te haga daño.— expresa Klaus y me entrega el collar, lo tomo
— Gracias.— le dedico una sonrisa y les paso de largo
— Espera.— me frena Elijah y volteo irritada
— No quiero oírlo.— le digo en queja y suspira
— Hay algo más. Le ordené a una discípula de Marcel que trajera otro ingrediente. Pregunta por Gia.— asiento
— De acuerdo.— afirmo y me encamino
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Narrador omnisciente
— ¿Que sucede entre ustedes?— pregunta Klaus mientras ambos la ven irse
— Nada. Ella está más fuerte. Eso es lo que importa. No me necesita.— aclara
— Aunque nos cueste admitirlo, ella puede cuidarse. Debemos dejar que lo intente. Si la encapsulamos, va a explotar.— aconseja y Elijah asiente
— Ella es muy importante para mi, Klaus. Es como la hija que no tuve. Me aterra pensar lo que nuestra madre pueda hacerle. Ella hará todo lo necesario para lastimarnos a través de ella.— expresa afligido
— Primero la mato antes que la ponga un dedo encima. Eso te lo puedo jurar.
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Camille
Llego al cementerio hasta donde se encuentra Oliver, el licántropo que Hayley me contó. Parece que es de su manada.
Al entrar, veo a la bruja estaba atacada con cadenas. Estaba muy mal herida. Parece que aquí a las brujas las usan como objetos. Odio eso.
— Debes ser Camille.— menciona el hombre — Hayley me hablo de ti. Puedo confiar en ti. asiento
— La misma.— veo alrededor — Estos lugares siempre me pusieron los pelos de punta.
— La lastimaron mucho.— explica
— Hay que sacarla de aquí.— pido y me acerco a ella
— ¿Y luego que? — le quito las cadenas — Sabrán que la deje ir. Hayley me pidió que me infiltrara en el aquelarre de Cassie. No van a descubrirme por una bruja hippie.— alzo mis cejas — Sin ofender.— la siento en el suelo
— A mi no me importan tus razones o propósito. Yo vine a aquí a cuidar a los míos y hacer un hechizo.— alardeo y me ve con molestia
— Eres igual a todos los Mikaelson. Nadie ni nada les importa si no es para ustedes. Claro.— aparta la mirada
— Cuidado. Puede que te parezca joven, pero puedo volarte la cabeza con solo quererlo. Tengo temperamento.— advierto
— Eres el anticristo del que todos hablan. La chica que hace un año mató a una docena de vampiros. No sabía que eras tan malvada.— expone y suspiro
Estaba harta de que me vieran como el maldito diablo. Ya debía borrarme ese precedente.
— Podríamos hacer que parezca que te atacaron. Dile a esa bruja, Cassie, que a Lenore la rescató su gente.— sugiero
— Adivino, ¿quieres darme una paliza? — me quedo pensativa — ¿Para que se vea convincente?
— No niego que lo disfrutaré.— alardeo y resopla
— Muy bien. Tan solo no en la cara, ¿si?— ruedo los ojos y comienzo a golpearlo.
Algunos golpes en el estómago y piernas. Si que deseó no haberme conocido. Lo dejo inconsciente en el suelo.
— Estarás bien, lo prometo.— le digo a Lenore y se pone de pie — Odio la burocracia de las brujas.
— A ti no te conozco. Eres vampiro. No eres una Mikaelson.— relamo mis labios
— Lo soy en espíritu.— alardeo y me mira asombrada
— Eres la hereje.— asiento — La única bruja Mikaelson existente.
— Que al parecer rescató a la bruja. Oye, ¿me enseñarás a hacer el hechizo o no? — pregunto inquieta
— Después de lo que esa perra y su lacayo me hicieron, haré el hechizo que quieras.— sonrío y me pasa de largo
Le sigo el paso.
Nos vamos a lo que parece su local en el barrio francés. Algo asilado y me daba escalofríos.
— ¿Tardaremos mucho? — pregunto inquieta y resopla mientras comienza con los ingredientes
— Quieres que te ayude a marcar el espíritu resucitado de una bruja de mil años mejor que sea con calma y lo haga bien.— asiento
— Tienes razón.— me cruzo de brazos — Esther es como las cucarachas. Se multiplica.
— ¿Tienes el talisman? — asiento y los saco de mi bolsillo
— Si .— se lo entrego y lo mete en una cacerola, de ella sale humo
— Ven aquí.— me pongo a su costado — Tu harás el hechizo, ¿no? — asiento
— Si bien lei, estará marcada con un símbolo distintivo en su mano, ¿no?— opino y asiente
— Si, de esa forma sabras quién es.— explica y asiento
— Aún no sabemos porqué vino. Cuando Esther te capturó, ¿te dio una idea de por que hace esto?— cuestiono y se cuelga a una serpiente enorme
— Amor.— frunzo el ceño
— ¿Que tan duro te golpearon? — me burlo
— ¿Que más sino el amor inspira tanto dolor y crueldad? — toma una navaja de la mesa — ¿Y, Esther?— corta a la serpiente sobresaltándome, deja que la sangre escurra — Su amor es realmente muy fuerte.— alzo una ceja
Algo en ella me daba desconfianza. No estoy muy segura de que este de nuestro lado.
— Lee esto.— me pide y bajo la vista al grimorio — Puedo sentir que eres poderosa. Pero eso te da miedo.— relamo mis labios
Comienzo a recitar el hechizo y el humo se esparció de forma intensa. Estaba funcionando
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Narrador omnisciente
— ¿Y donde está mi querida, Camille?— preguntó Esther y los hermanos se tensaron — Ella también está parte de esta familia. Esperaba verla.
— Creo que no le agradó mucho la cena con la mujer que la convirtió en vampiro. No lo tomes personal.— se burla Klaus
— Ella tiene un gran potencial. Le da miedo perderse en su propia oscuridad.— corta algo de carne — Puedo ver en lo que está convirtiendo. Ya está creciendo. Es una persona diferente.
— No vinos a hablar de Camille, madre. Vinimos a hablar de tus intenciones.— exigió Elijah
— Ya los he escuchado, mis hijos. Klaus siempre me verá como la villana. Hasta Camille. Pero no saben todo lo que tuve que hacer para protegerla. Hay un miedo más grande que yo. Y no están listos.— el cuerpo de Esther se desvanece y Elijah va enseguida
— Ella se fue.— expresó con asombro mientras el la sostiene del cuello, se quedan en suspenso
Elijah trata de atacar a Finn pero el lo detiene con magia lanzándolo contra la mesa
— ¿Donde está? — le pregunta Klaus exaltado a Finn y este comienza a lastimarlo con magia, lo sometía
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Camille
Siento una presencia extraña y abro mis ojos de impulso. Corto el hechizo y volteo a verla. Algo en mi energía se sintió diferente.
Lenore veía alrededor como confundida. Como si no supiera dónde se encontraba. Era extraño.
— ¿Te encuentras bien? — pregunto inquieta y voltea a verme como asombrada
— Si.— responde aturdida y frunzo el ceño
— ¿Segura? ¿Tu...?— me interrumpe y me alejo de ella
El hechizo estaba hecho, pero algo en ella, me decía que algo había pasado. Algo que yo no hice.
— Trataba de orientarme.— toca su rostro y retrocedo al ver una marca en la mano
— La marca.— expreso exaltada — Eres tu, ¿verdad? Esther.— sonríe y paso saliva tensa
Esto si que ya se vino fuerte.
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Narrador omnisciente
— ¿Donde está nuestra madre? — le pregunta Klaus a Cassie
Esther ya no habitaba en su cuerpo
— ¿Donde estoy? — pregunta confundida — ¿Que esta pasando? — Klaus la toma del cuello
— Déjala. Ella es una marioneta. Niklaus, mírala. No tiene ni idea.— el la suelta
— ¿Que diablos pasa? — pregunta Hayley confundida entrando con ellos — ¿Quien es ella?
— ¿De que están hablando? ¿Quienes son? — pregunta asustada
— Cállate.— le demanda Klaus — Deja de hablar ahora mismo.— ella lo hace y el camina de un lado a otro tenso — Nuestra madre orquesta esta velada para torturarnos y luego se desvanece sin más, ¿por que?
— ¿Y si quisiera envenenar otras mentes esta noche?— sugiere Elijah y Klaus voltea a verlo
— Camille.— murmura el híbrido
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Camille
Y aquí están yo. Metida otra vez en problemas por que Esther siempre está a muchos pasos delante de mi. Debí pensar que en su tiempo de confinamiento, precaria su cuerpo.
Fui estúpida.
— No intentes hacer magia conmigo, cielo. Ya preparé un hechizo para corromper magia que no es ancestral.— la veo furiosa
Suena mi celular y ella limpia sus manos con un trapo.
— Adelante. Contesta.— saco mi celular enseguida y contesto
— Elijah, estoy en la tienda de Lenore.— ella provoca interferencia y se cuelga, bajo el celular lentamente
— Eso es suficiente.— ordena y la veo sorprendida
— Van a venir por mi.— advierto y sonríe petulante
— Querida, esa siempre fue la idea.— alardea y la veo furiosa
— Voy a disfrutar matarte. Lo prometo.
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Narrador omnisciente
— ¿Por que querría a Camille? — le pregunta Elijah a Klaus mientras ambos caminan a la salida
— Para lastimarla, para castigarnos, para saber sobre la nińa. Por cualquier razón que será irrelevante cuando la envíe al infierno.— advierte exaltado
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Camille
— Hace mucho tiempos no nos vemos. No recuerdo cuando fue la última vez.— expresa cínica
— Tú me mataste. Me hiciste vampiro. Me hiciste lo mismo que a tus hijos. Hipócrita.— reprocho y alza sus cejas
— Te salvé.— frunzo el ceño — No conoces ni un tercio de la familia Mikaelson. No conoces la historia de tú madre.
— Estás loca.— exclamé enojada
— Dime, ¿mis hijos reconocieron lo bueno que llevas a sus vidas? Después de todo, tu les diste esperanza. Fuiste quien cambió todo para ellos. Elijah te ve como una hija y Klaus haría todo por ti. Incluso sacrificar el mundo.— suspiro — Se supone que los hijos nos salvan de lo peor de nosotros mismos una verdad que hace mis circunstancias más trágicas. ¿No lo crees?
— No te compadezco, Esther. Me arrebataste demasiado.— aclaro y asiente
— Es algo terrible para ser una madre fallarle a sus hijos. Como bien sabrás.— frunzo el ceño — Estuve en tu cabeza, Camille. Tu bebé nació muerta. Es tu mayor secreto.— mi mandíbula se tensa
— No hables sobre eso. Puede que no logre usar magia, pero aún así puedo cortarte la garganta.— advierto
— Para que veas que puedo compensarte. Te ofrezco libertad. El regalo de un cuerpo nuevo. Libertad de ser un vampiro.— frunzo el ceño — Tengo la habilidad para regresarte lo que perdiste, Camille. Hacerlo para puedas tener tu propia familia. Más hijos propios. ¿No sería lindo? — nos vemos fijamente
— Supongo que tengo la desgracia de hablar con mi madre.— entra Klaus y volteo a verlo
— ¿Qué...?— Esther lanza polvos que impiden que Klaus cruce
— Tienes la cobardía de esconderte tras tus hechizos.— se queja y me acomoda atrás de el
— No vine a declarar la guerra.— aclara y entra Elijah, comienzan a tronarse las luces
— Todo lo que haces es un acto de guerra. Si la tocas, no responderé...— advierte Elijah
—Camille es libre de irse. Ya hice las paces. Ella sabe por que vine.— frunzo el ceño y Elijah voltea a verme mientras Klaus me cubre — Vine a sanar a nuestra familia, Elijah.
— Es un gran sentimiento viniendo de ti.— Klaus voltea a verme — Vete.— niego — ¡Ahora!
— No iré a ningún lado.— insisto y me ve molesto
— Mi intención nunca fue herir. Solo sanar. Como ya sané a tu hermano Finn. Por ustedes, desharé todo lo que se ha hecho dándoles una nueva vida.— explota una bombilla — Una sin la maldición de vampiro que les infligí. Sobre todo a ti.— me señala y empieza a hacer un hechizo, alzo mi mano
— Yo también se jugar.— nos protejo y el lugar comienza a temblar
— Compárteles mi amable propuesta.— pide
— Eres una boba si crees que aceptaré tu oferta.— repudia Klaus
— Te equivocas, Niklaus. Llegará su momento...— ella desaparece haciendo explotar todo, Elijah y Klaus le cubren —...en que me lo rogarás.— volaban pájaros por doquier
Sabía dar un espectáculo. Lo admito.
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Llegamos al recinto y Klaus estaba furioso. Yo me quitaba plumas del cabello. Creo que no podré estar cerca de cosas que vuelan por un tiempo.
— Claro que ella usó esas aves para escapar.— se queja ansioso
— Además de su oferta de renacer, ¿que mas dijo?— me pregunta Elijah y suspiro
— No lo sé. Divagó mucho. Los culpa por lo que le paso a Hope. A mi.— aclaro y ambos me miran
— Confió en que no estés considerando su oferta.— sugiere Klaus y relamo mis labios
Me quedo callada.
Si consideraba poder ser alguien más. Una persona que puede tener un nuevo inicio. Alguien que no sufre por el vampirismo.
— ¡Camille! Estoy hablándote.— me regaña y me pongo de pie
— ¿Que quieres que diga Klaus? Perdí mi humanidad. Perdí a mis mejores amigos. Siempre he odiado ser vampiro. Cuando tu madre me ofrece empezar de nuevo, disculpa si lo pienso.— reprocho y nos miramos fijamente — Por cierto, gracias por ayudarme Elijah.— le paso de largo
— Déjala. Te necesito conmigo.— Klaus detiene a Elijah
Terminé en un sitio que no esperaba. Solo quería estar un poco lejos del drama Mikaelson. Ver a Esther, le puso mal.
Ni siquiera se arrepintió o disculpó por lo que me hizo. Ella no es nada.
Al querer entrar, me detengo por el sonido de mi celular.
Era Caroline.
— Estoy bien, Care. Lo prometo.
— Lo se, lo se. Es que te extraño. Nada es igual sin ti.
— Y yo a ustedes. Prometo que volveré pronto. Hay cosas que tengo que arreglar. No puedo dejarlos.
— Te entiendo. Aquí todo está revuelto. Mamá te manda saludos al igual que todos. Te amamos.— escucho a Elena de fondo y sonrío
— Y yo a ustedes. Tengo algo que hacer. Hablamos luego.
— Hasta luego, Mille.— cuelgo y lo guardo en mi bolsillo.
Entro al departamento y noto una fiesta algo sangrienta. Marcel tenía muchos vampiros aquí.
— Siempre das visitas inesperadas, ¿cierto? — se me acerca Marcel
— Me gusta más así.— me ofrece una cerveza y la tomo — Eres bienvenida. Aunque seas gruñona.— bebo
— Tienes que acostumbrarte. Estaré por aquí un rato.
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