46. Don't turn it off
—¿Qué pasó rubia?— me pregunta Damon mientras entro entre quejidos a las casa.
Hace cuatro días, los viajeros secuestraron a Elena y Stefan. He intentado hacer millones de hechizos de localización, pero no he tenido éxito. Los han ocultado con magia. Mis hermanos, o tíos, enloquecieron cuando se enteraron que los tenían en su custodia. Hacían lo imposible para recuperarlo. Yo no dejaba de buscar. Estaba muy preocupada
— Liv y Luke tampoco han tenido éxito con algún hechizo de....¿capturaste al señor Sykes?— pregunto con sorpresa
— ¿Lo conoces?— El hombre estaba atado a una silla a la mitad de la sala. No con la mejor compañía. Tenía a Damon.
— Si, nos ayudo a Caroline y a mi a abrir mi primera cuenta. Mi hermana se emocionó por que le dio una paleta de caramelo.
Me acerco a ellos. Damon le jugaba al verdugo con esto de encontrar a los viajeros. Odio esta especie.
— Pues, tristemente el señor Sykes está habitado por un viajero vividor.— alzo mis cejas — Lo vi con unos amigos haciendo embrujos hace una semana. Y también sé que Markos y sus camaradas viajeros planean un súper hechizo para deshacer una aburrida maldición ancestral. Y eso no afecta por que deshace la magia de brujas, es decir me mata a mi y a mi y a mi sexy "ami-enemiga" rubia.— lo veo con atención y el se mueve del hombre, voy sobre el
— Si sabes dónde llevó Markos a Stefan y Elena, tienes que decírnoslo.— le ordeno viéndolo molesta y me ve con miedo— Puedo ser muy mala.— le muestro mi rostro de vampiro
— Si. Perdón, tendrás que hablar más fuerte.— se queda en silencio — No. No escuché tampoco eso.— le encaja una navaja en la pierna, y me sobresalto
— No esperaba ver esto por la mañana.— menciono disgustada
— Creo que trata de decirnos algo. A ver, muchachón.— le quita la venda de la boca y suelta quejidos. Deslizo mi mirada a su pierna y veo la sangre.
Mi garganta se humedece y siento como si no me hubiera alimentado por días. Mi estómago rugía y sentía un hoyo en el estómago.
— No importa dónde esté Markos. Nada de lo que hagan puede detenerlo. — responde sereno y frunzo el ceño. Si querían asustarme, lo lograron
— Necesito un trago.— los rodeo y voy al mini bar.
Tengo esta ansiedad en la garganta de beber sangre si parar. Mis manos temblaban y sentía navajas por dentro.
— Cami...— me sirvo y lo bebo de golpe, suelto un suspiro degustada — Los encontraremos.— Damon se me acerca — Todo estará bien.
— Si, si, yo...— me pauso y sirvo otro trago — No dejo de pensar en arrancarle la garganta al hombre en la silla. Alimentarme es en todo lo que pienso.— nos vemos fijamente y levanto el vaso de la mesa
— Oye...— toma mi mano y siento que dejo de temblar — Solo respira hondo. Deja que el aire entres tus pulmones.— hago lo que dice — Te traeré una bolsa de sangre. Tranquila.— exhalo y asiento
Lo veo irse y Caroline entrar a la casa, voy al sofá
— ¿Es el señor Sykes?— pregunta sorprendida y asiento bebiendo — No son ni las doce, Cami.— suspiro
— En algún lado pueden ser las cinco.— dejo el vaso en la mesita — Intento calmar el ansia por la sangre. Me adapto al vampirismo.— asiente y se pone junto a mi
— ¿Como estas?— solo hago una mueca y me apoyo en el respaldo — Se que te preocupa Stefan. Pero vamos a encontrarlos. Ten algo de fe.— asiento y Damon llega
— Si, rubia. Escucha a tu hermana.— me entrega la bolsa en la mano, y tan pronto la tengo, comienzo a beberla con desesperación
— Cami...— escucho a Caroline, pero sigo estrujando la bolsa por la satisfacción — Bébela tranquila. Nadie te persigue.
Solo disfrutaba del delicioso y placentero sabor de la sangre. Mi cuerpo lo deseaba y se satisfacía al momento. Después de unos segundos, siento que la bolsa está vacía. La apretaba para que saliera más, pero era inútil
— Más.— pido y dejo la bolsa en la mesa — Por favor.
— No, no lo creo. Con una es suficiente.— opina Caroline y volteo a verla — No necesitas beber tanta sangre en un día. Debemos lidiar con la desaparición de tu hombre y de nuestra amiga.— suspiro y suena mi celular
— Si, lo siento..— me levanto y veo el número en la pantalla. Decía desconocido — ¿Hola?
— Cami, hey..— me sorprendo al escuchar la voz de Stefan, me ven con sorpresa — Perdí mi celular y estoy llamando desde uno por pagar.
— ¿En serio? ¿Las llamadas por cobrar aún existen? Me siento algo anciana ahora. — menciono impresionada
— Al parecer. ¿Cuantos días llevamos desaparecidos?
—Cuatro días.— escucho su gruñido
— ¿Cuatro días y no nos han encontrado?— se queja y resoplo — ¿Creyeron que nos escapamos a un spa?
— Los he buscado las veinticuatro horas. Tampoco con Dios, Stefan Salvatore.— le reprocho
— Tal vez si fueras más perceptivo, no te habrían secuestrado los viajeros.— interviene Damon y escucho un fuerte golpe y doy un sobresalto. Sonó como un vidrio roto
— ¿Qué rayos fue eso?— pregunto preocupada
— Los viajeros nos drenaron mucha sangre así que hemos tenido que cazar.
— ¿Lograste que Elena participara en tu cacería de ardillas?— pregunto incrédula
— Créeme, no está más feliz que yo al respecto.
— Te va a sacar un ojo.— alardeo burlona
— ¿Quieres hablar con ella? Para que tengan su momento cómico del día.— ruedo los ojos
— Ya, gruñón. Eres amargado cuando no comes.— resopla — ¿Donde están? Vamos por ustedes.
— No tengo idea de dónde es. Es a la mitad de nada. Oye, vamos a regresar....pero Markos nos drenó much sangre y considerando los hechizos que logró hacer con solo un poco...— lo interrumpo
— Si, lo sé. Buscar a Markos, matarlo y evitar que Mystic Falls se vuelva tierra de viajeros. Voy a estar ocupada, Stefan. Cuídate, por favor.
— Lo haré, linda. Te veo luego.— cuelgo e inhalo hondo
— Bien, hay cosas que hacer. Ya que ambos están fuera de los viajeros, podré hacer un hechizo localizador y...— me pauso al sentir que me lanzan un cuchillo en el abdomen
— ¡Cami!— se me acerca Caroline sobresaltada — ¿Qué pasa?— me lo saco y lo tiro al suelo
— ¡Dios!— me voy curando — Vete al diablo, Enzo.
— ¡Bonnie!— la llama Damon
— Tengo mejores cosas que hacer, que estar aquí. Iré a hacer el hechizo.
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Narrador omnisciente
— Ordené waffles, supuse que nuestra última cena no estaría completa sin ponerle azúcar líquida por encima.— menciona Liv
Los tres Parker estaban en una cafetería a las afueras del pueblo. Se reunían para discutir el asunto de los viajeros y la pérdida de los doppelgängers.
— Mi hermana, el rayito de sol.— alardea Luke llegando
— El aquelarre está furioso, Luke. Se suponía que esconderíamos a Stefan y Elena de los viajeros, y prácticamente los entregaste en bandeja de plata.— lo regaña Chris
— ¿Y como iba yo a saber que el Gasparín británico iba a ser una complicación?— le dice molesto
— Ese no es el punto. No debíamos dejar que esto pasara. No debimos escuchar a Christopher al ocultar a la hija de Kai de nuestro padre. Nos atrapó la trampa de reencontrarnos con la familia y hacernos amigos de la banda de Camille...— Luke interrumpe a Liv
— Camille es una persona buena. Mas de lo que puedo decir de nuestra familia...— aclara Luke y la mesa comienza a temblar. Luke suelta un quejido — ¿Qué están haciendo?— pregunta exaltado ante el dolor que le acusan
— No somos nosotros.— aclara Chris y Luke nuestra sufrimiento. Le hacían doler la cabeza
— Como te decía, el aquelarre está furioso.— menciona Liv
— Bien, voy a escucharte.— expresa exaltado y el dolor para
— Tenemos que evitar que los doppelgängers cayeran en manos de Markos. Fallamos. No podremos dejar que no roben nuestra magia.— menciona Liv — Solo queda una jugada. Hay que matar a Stefan y Elena.
Los Parker la ven perplejos. Luke no estaba de acuerdo al igual que el mellizo de la rubia.
— Camille ama a Stefan..— expresa Chris en negación — Le romperemos el corazón.
— Un corazón roto para sobrevivir. Si no hay magia, ella muere. Es un hereje. ¿Qué crees que le pase si tiene la magia?— le dice molesta — ¿Eliges romperle el corazón o salvarle la vida a tu hermana?
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Camille
— Es inútil. No puedo encontrarlos. La sangre de Damon se esparce por todo el mapa.— dejo caer el mapa molesta — Bonnie, ¿como va Liv con tu hechizo? Si todo se está yendo al demonio, al menos quiero saber que estás asegurada.— suspira
— Bueno, creo que bien. Ahora mismo debo ir a buscarla por que Damon le prometió a Enzo traerlo a la vida. Y Parece que no quiere esperar.— comenta molesta
— ¿Pero estás bien?— sonríe ligeramente. Si lenguaje corporal mostraba que estaba preocupada
— Si, si, lo estaré.— tartamudea — Las veo después.
Camina a la salida y recojo mis cosas de bruja de la mesa. Escucho un sonido extraño y alzo la vista. Parecía que algo se había roto. Dejo lo que estaba haciendo y salgo de la biblioteca para ir a la sala.
Me sorprendo al ver a Matt y Jeremy cargar un cuerpo
— ¿Que rayos está pasado aquí?— pregunto perpleja al ver la cantidad de cuerpos alrededor de la sala.
Era escalofriante
— Dile a Damon.— me dice Matt
— Voy a añadir "cargar" a la lista de cosas que no haces bien. Pero esta bien, puedes pagarme con tu salario del restaurante. Tendrás que trabajar unos dos mil años. — alardea Damon recogiendo pedazos de un jarrón del suelo
— ¿Por que no nos haces un favor y intentas conseguirte una novia?— pregunta Matt burlón
— Ponla en la mesa de billar.
— ¿Por que demonios siento que estoy en la maldita morgue con todos estos cuerpos aquí?— expreso aturdida — ¿Quienes son estas personas?— Damon voltea a verme
— Cuerpo de viajeros. Están de pasajeros en los hermosos ciudadanos de Mystic Falls como tú amigo Sykes.— alzo mis cejas y veo alrededor — Ustedes háganse los útiles. Recorran el pueblo. Llámenme si ven algo más raro de lo normal. — les dice a los chicos y se vena
— ¿Y que planeas hacer con ellos?— pregunto con interés y Damon va con un cuerpo a la mesa de Billar
— Eso es. Si.— le pone el palo en las manos — Bueno, Markos los puso en la cueva. Espero que los necesite. — se pone a jugar billar
— ¿Y crees que atraer a Markos a tii casa es la mejor idea?— pregunto incrédula
— Es la única idea. A menos que el cuerpo del ex novio de tu hermana quiera ayudarnos.— frunzo el ceño
— ¿Tyler está en el sótano?— pregunto confundida y asiente — No sabía eso.
— ¿Qué está pasando?— pregunta Caroline entrando a la habitación— ¿Por que hay tantos cuerpos aquí?
— Son los viajeros. Damon cree que la mejor idea es atraer a Markos a su casa. Y que tal vez puedas convencer a Tyler de que nos ayude.— me cruzo de brazos y frunce el ceño
— Julian no es Tyler. Por tanto, no tiene por que ayudarnos. Así que hasta que yo descubra como recuperar a Tyler, el no es más que un estorbo más.— aclara
— No hay vergüenza en rendirse. Digo, ¿no estamos algo harto de Tyler?— menciona Damon con hostilidad y lo veo sorprendida
— ¿Sabes que? Tú actitud de "nada me importa" ya está pareciendo vieja.— le refiero molesta — Y no creas que no se que tú humor es por que maté a Enzo.
— Ahórrame el consejo no solicitado.— ruedo los ojos
— Bien, deja en paz a Tyler hasta que se me ocurra algo. Yo no abandono a las personas que quiero.— le dice Caroline molesta y sale de la habitación
— Bien. ¿Se supone que debemos quedarnos a esperar a que llegue Markos?— resopla
— Si, tal vez.— suspiro
— Ire a ver si Caroline me necesita. No puedo estar aquí sin estar nada. Parece un banquete aquí adentro.— voy a la puerta
— Solo...— me freno y volteo a verlo — Cuídate.— sonrío ligeramente
— Lo haré.
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Narrador omnisciente
— Era muy arriesgado sacarlos de ahí yo misma, tuve que dar la vuelta.— les dice Maria a Stefan y Elena mientras van en una camioneta. La viajera que los dejó escapar
— ¿No te van a matar por ayudarnos?— pregunta incrédula
— Si, por eso tengo que asegurarme de que no me atrapen antes de llegar a mi esposo.— aclara — Supongo que saben dónde está.
— Si. Es pasajero permanente en uno de nuestros amigos, si.— refiere Elena inconforme — Este asiento no es para tres, ¿verdad?— se mueve de lugar incómoda
— Puedes sentarte en las piernas de tu novio.— sugiere y ambos se sorprenden ante el momento embarazoso.
— No estamos justos.
— Ella no es mi novia.
Exclaman los dos incómodos y el ambiente se torna de esa forma.
— Perdón, creí que los doppelgängers eran almas gemelas o así así.— suspiran apenados
— Si, algo así.— menciona Elena
— Tu quieres a tu esposo, lo entiendo. ¿Pero no huyó de Markos? ¿Nos los quieren muertos?— pregunta Stefan confundido
— Markos está concentrado en romper la maldición para los viajeros puedan establecerse en su pueblo. Tendré ventaja si llego antes de que el hechizo empiece.— aclara
— No dejaremos que te lleves a Tyler.— menciona Elena
— Tyler no existe. Solo existe Julian y el debe estar conmigo. Cuando el hechizo empiece, la magia deshará capa por capa. El cuerpo de Tyler pasará del híbrido a licántropo y finalmente morirá. Y mi esposo junto a él. Así que dejarlo no es una opción.— la ven con preocupación
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Camille
— ¿Entonces por que Markos y los viajeros no buscan otro lugar para invadir?— le pregunto a Julian
Caroline y yo lo estábamos interrogando. Ella quería arrancarle la cabeza por lo que le hizo a Tyler y yo impedía que eso pasara.
— Esto es lindo. Y no solo es romper la maldición lo que evita que nos asentemos. Es la venganza contra todo lo que representan las brujas. Cada grimorio, cada talismán, cada vampiro, hasta su anillo solar.— lo sobo entre mis dedos — Los viajeros lo ven todo como una perversión de la magia pura. Markos quiere destruir esa perversión. Quiere restaurar el equilibrio. Tú abuela lo rompió desde un inicio.— alzo mi mentón
— Pero eso está mal.— añade Caroline
— No está tan mal si lo piensas un poco. En realidad, es lo correcto.— frunzo el ceño
— ¿Y por que tiene que ser tan violento al respecto? Lo que hace rompe todo lo que el mundo sobrenatural es. — expreso confundida y bufea
— Cuando se trata de obtener lo que quiere, Markos no tiene mucho sentido del humor. — paso saliva tensa
— Vamos con Bonnie. Probablemente necesite mi ayuda con algún hechizo. Escucharlo me hará loca.— menciono abrumada y salimos del sótano
— Entonces Julian está atrapado dentro de Tyler para siempre. O hasta que muera. Estaba pensando...¿Qué pasa si muere? Tal vez así es como lo hacemos, así lo sacamos.— frunzo el ceño
— ¿Quieres matar a Tyler?— pregunto incrédula mientras vamos por el pasillo
— Pues el iría al Otro Lado, y cuando Liv saque a Bonnie con Enzo, Tyler volvería.— subimos a la superficie
— Care, Bonnie no es una clase de salvadora mística. Tampoco Liv. No podemos ir matando personas y luego sacarlas. Es mucho para ambas. Sería injusto....— aclaro
— Tienes razón, yo...mejor vayamos a ver a Bonnie y Liv. Con todo esto, me pone nerviosa que nuestra amiga este en peligro. Y más si Damon le asignó la tarea de traer a Enzo de entre los muertos.— paso saliva tensa y salimos de la casa — Cami, lo siento, yo no quería...— la interrumpo
— Está bien. Solo vayámonos de aquí.— vamos a mi auto y asiente
Pongo en marcha a la universidad y llegamos después de una hora.
Me sentía en el limbo. Estaba preocupada por Stefan, pero con algo de alivio. Sabía que ya los viajeros no lo tenían y no le harían daño. Pensaba en que posiblemente ya no podré vivir en el pueblo por que soy vampiro y la magia técnicamente me mantiene viva. En Bonnie y el peligro en el que corre y Kol. Todo se reduce a que Markos es la fuente de los problemas. Demasiado para un hombre.
—Hola..— entramos a la habitación y vemos a Bonnie empacar. Liv no estaba aquí — ¿Todo bien?— pregunto preocupada
— Si, yo...si.— ponía sus cosas en una caja. Me daba un mal presentimiento
— ¿No deberías estar preparándote o hablando con Liv o haciendo algo más que empacar tu dormitorio?— le pregunta Caroline quisquillosa y volteo a verla dándole una mirada amenazadora
— Lo que Caroline trataba de decir, es que, nos preocupa que el hechizo no esté hecho y algo te suceda. ¿Sabes en que trabaja Liv? Podría ayudar.— sugiero y continúa empezando. — No tienes que fingir que no te asusta, Bon. Somos tus amigas.
Actuaba extraño. Como si evadiera la situación. Solo se enfocaba en guardar sus cosas. Como si tuviera prisa por irse. La piel se me erizaba por la sensación de que algo oculta.
— Tenemos que dejarlo después de los finales, que tal vez no haga por la posible extinción de la magia en donde pensaba pasar mis vacaciones. — responde a secas y frunzo el ceño.
Algo le pasaba a Bonnie. Podía percibirlo. Algo no andaba bien y me preocupaba
— Claro, pero creo que el que el otro lado desaparezca es más importante que salirnos de aquí a tiempo.— insiste Caroline y Bonnie deja caer su caja de golpe
— Bon..— me interrumpe
— No hay tal hechizo.— alzo mis cejas perpleja — Yo lo inventé. El otro lado está colapsando y todos lo que están ahí, incluida yo, desaparecerán para siempre.— me quedo helada y la veo salir de la habitación.
El pecho se me hundió y me dieron ganas de vomitar. Sentía como si la presión se me bajo por completo. Pensar en que una de mis mejores amigas puede morir...eso me rompe el corazón. Bonnie no lo merece. No cuando fue mi culpa su muerte en primero lugar.
— Todo es mi responsabilidad. Es mi culpa.— expreso al aire — Ella no hubiera muerto si no hubiera matado a Jeremy. Ahora ella.....Bonnie morirá..— se me quiebra la voz
— No, Cami..— me siento en la cama — No lo es.
— Si lo es, Caroline. Siento que todo lo arruino. Estoy cansada de sentirme así. No puedo manejarlo. Y me odio por ello.— me cubro el rostro
— Es Markos quien hace esto. No tú..— volteo a verla — Si hay alguien que culpar y matar...es el.— me levanto de la cama
— Me....me tengo que ir....— me tiembla la voz y solo me voy a velocidad vampírica. No podía seguir aquí culpándome. Debía volver a casa a ver algo en mis grimorios que me ayude a detener esto.
Si Esther Mikaelson fue capaz de hacer el hechizo más grande en la historia, maldición, yo también.
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Narrador
Markos y Damon tenían una pequeña charla "amigable". El vampiro había amenazado con quemar vivos a su gente, pero eso al viajero no le importó. Ya que no era el paso principal en su hechizo. Eso había arruinado el plan de Damon de manipular a Markos.
— Cuando destruyamos la magia del pueblo, la maldición al fin estará rota. Luego el hechizo se extenderá y deshará la magia de los espíritus.— alardea mientras bebe un whiskey — Solo la magia pura, nuestra magia, sobrevivirá. Mi pueblo será libre de ir donde quieran y cuando la magia de brujas y todo lo que ha creado no esté en esta tierra, tú tampoco estarás.
—Creo que escuché suficiente.— Damon intenta atacarlo pero Markos lo vence antes lanzándolo del otro lado de la habitación
— Me subestimas. Recibí una transfusión de sangre doppelgänger. Canalizo todo el poder de mi pueblo, ya no tienes la fuerza para matarme.— alardea y comienza a escucharse un cántico — Pero no importa. El hechizo ya ha empezado.
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Liv, Chris y Luke ya habían sometido a Stefan y Elena en el auto que iban. Provocaron que la conductora muriera en el impacto al aplastar el auto con magia.
— Lo lamento, Stefan. No quería.— Chris lo somete con magia y Elena baja del auto — Pero eres tú o la castaña. Optó por que mi hermana no me odie por matar al hombre que ama.— lo ve perplejo y voltea a ver a Elena
— Necesitamos inutilizar su sangre.— Liv comienza a lastimar a Elena — Uno de los debe morir.— le rompe los huesos y suelta un quejido de dolor
— Ya escogimos.— menciona Luke — Es Elena.
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Camille
Llego al pueblo y cuando estoy por caminar a la casa, algo extraño me sucede. Me freno en la plaza al sentir que el sol comenzaba a quemar mi piel. Suelto un quejido y bajo la mirada a mi mano. Supongo que mi anillo comienza a perder poder y mis brazos comienzan a secarse. Respiro asustada y veo al Grill, salgo enseguida a velocidad vampírica. Entro a él para cubrirme del sol, comenzaba a curarme.
— Camille, oye, ¿qué pasó?— me pregunta Matt preocupado y se me acerca. Tomo algo de aire
— Mi anillo no funciona. Casi me hago antorcha allá afuera.— expreso agitada y frunce el ceño
—¿Qué?— pregunta perplejo
— Tengo que irme ahora, la magia ya se está...— me pauso al escuchar la puerta y me giro para ver. Mi corazón se acelera
— Cami...— corro hacia Stefan y el me sostiene en sus brazos — ¿Estas bien?— asiento y nos separamos
— Si, ¿y tú?— lo reviso y noto que se estaba curando
— La plaza está llena de viajeros, tenemos que salir de aquí.— sugiere Elena mientras Stefan me sostiene en sus brazos
— Los túneles. En la bodega.— nos dice Matt y Stefan me toma de la mano — Vengan. Vamos.— le seguimos el paso. Vamos por los túneles corriendo. Al ir por el pasillo me freno al escupir sangre, el aire se me iba. Toco mi cuello con desesperación
— ¿Camille?— me grita Stefan y siento que no puedo respirar. Me tiro de rodillas y escucho a Stefan quejarse de dolor
— ¿Qué está ocurriendo?— pregunta Matt asustado y siento que ya no puedo más. Me desangraba
— El hechizo deshace la magia. Y sin magia, soy solo alguien a quien su padre mató.— responde Stefan. Elena comenzaba a escupir agua por su boca. Todos moríamos
— Vamos, sigan corriendo y nos alejaremos de ellos.— siento que me desvanezco y todo se torna negro
— No, No, no. ¡Camille!— Matt la levanta del suelo y la lleva a sus brazos
— ¡Vamos!— el corre con ella en brazos mientras la rubia se moría rápidamente. Stefan ayudaba a Elena a llegar. Camille ya no tenía el tiempo.
Al salir, alguien los sorprende al final del túnel
— Matt me dijo que había problemas. Puedo llevarlos.— sugiere Atlas y todos van sobre la camioneta.
— Cami, tú puedes. No me dejes, no me dejes.— suplica Stefan mientras presiona la hemorragia
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Narrador omnisciente
— Caroline.— entra Noah exaltado — ¿Que pasa?— ella corre a abrazarlo
— Llegaste. Te dije que te quedarás con tu hermana. No es seguro a...— la calla besándola. Con una intensidad
— Estas loca si crees que voy a dejarte.— la toma del rostro y ella sonríe — Hola, Bonnie.— le sonríe y se queda sentada
— ¿Qué nos llevamos? ¿Fotos?— la rubia se acerca a sus cosas. Comenzaba a empacar — ¿Productos del cabello? Eso no importará si estamos muertos.— Noah se le acerca
— Tranquila, amor. Todo estará bien.— soba su espalda para calmarla
— ¿Por que te quedas sentada ahí?— le pregunta Caroline a Bonnie exaltada
— Estoy pensando.
— Bueno, piensa mientras empacas. La muerte de nos acerca.— le ordena Caroline y se le acerca — Dijiste que un vampiro murió en el camino Miller se te apareció. Significa que el hechizo ya salió de Mystic Falls. Así que empaca ligero. El resto jamás lo volveremos a ver
— Caroline...— la rubia interrumpe a Noah
— Oye, ¿Bonnie? ¿Que parte de "todos vamos a morir" no te está quedando claro?— le alza la voz
— Creo que se como regresamos del otro lado.— expresa con alivio y Caroline la ve impresionada — Tengo que encontrar a Enzo.
─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───
Camille
Abro mis ojos sobresaltada y todo el aire entra en mis pulmones. Volteo a ver a todos lados aturdida
— Hey, hey.— me habla Stefan y me toma del rostro con temor — Tranquila, estoy aquí.— comienzo a toser y me acomodo. Estaba en una camioneta
— ¿Qué...que pasó?— tartamudeo y toco mi garganta. Aun sentía el amargo sabor
— Casi mueres. Alcanzamos a cruzar el límite del pueblo. Tuvimos que darte una transfusión de sangre en el camino. Estabas muriendo.— bajo la mirada a mis pechos y noto que estoy cubierta de sangre
—Me siento tan abrumada. Siento que necesito salir de este auto.— bajo mis piernas de encima de las de Stefan y salgo del vehículo.
Me tambaleo hasta tomar el control. Inhalo hondo y dejo que el aire frío pegue en mi rostro. Quería vomitar. Mi estómago estaba revuelto.
— ¿Estás bien?— me pregunta Stefan y asiento
— ¿Y tu?— me le acerco — ¿Como te sientes?—suspira
— Bien. Estaba asustado por ti. Dejaste de respirar. Tú solo dejaste de respirar en mis brazos. Sentí que me arrebataban todo, yo solo...— lo tomo de las manos
— Estoy bien. Tranquilo.— acaricio su rostro — Vivimos otro día.— sonríe y tenemos contacto visual
—Es toda la sangre que pude conseguir.— comenta Matt y volteamos a verlo. Tenía una hielera
— Gracias.— le agradece Elena y veo alrededor. Estábamos en la universidad Whitmore — Entre los seis nos durará un día.
—¿Luego que?— pregunta Noah
— Será otro problema, ahora tenemos que huir del hechizo, reagruparnos a 1500 kilómetros y pensar en otro plan.— sugiere Stefan y bajo la mirada la pensativa. Un sitio viene a mi mente
— Nueva Orleans.— suelto y voltean a verme — Se que nos recibirían ahí. Ahí hay más brujas y vampiros que aquí. Podríamos establecernos ahí.— alzan sus cejas
— No suena a un mal plan.— menciona Noah y se escucha un auto. Giramos la vista y vemos a Jeremy y Damon bajar de la camioneta
— ¿Estás bien?— le pregunto acercándome y me ve fijamente
— Si, ¿y tú?— pregunta con interés y suspiro asintiendo
— Casi morí, así que..— viene sobre mi dándome un abrazo. Me aferro a él
— Creí que jamás te volvería a ver. Y no pude pensar en peor forma de morir.— siento el nudo en el pecho y nos separamos — Eres mi mejor amiga.— sonrió enternecida— La única de hecho.
— Bien, supongo que hoy es tu día de suerte. — alardeó y sonríe
— Jeremy, vuelve con Matt, necesitamos oídos y ojos en Mystic Falls.— pide Stefan y volteamos a verlo — Llévense el auto de Jeremy yo voy a esperar a aquí por Caroline y Bonnie.— niego
— No, yo me quedo.— menciono — Y antes de que Stefan me digas lo contrario, es mi hermana y mi mejor amiga la que están allá adentro.
— Y mi novia está aquí, así que. Iré a ver por qué tardan.— comenta Noah y asentimos
— Te llamamos en un par de horas, Jer.— le dice Elena
— Cuídense mucho. — Elena y Damon se suben a la camioneta
— ¿Nueva Orleans?— me pregunta Stefan mientras nos ponemos a caminar por el campus
— Tenía planes de irme.— voltea a verme con sorpresa — Al menos por el verano. Digo, tú has estado ahí en todo el infierno que he vivido. Este lugar no me da los mejores recuerdos.— suspira
—Iré contigo.— frunzo el ceño y nos frenamos — Mi lugar es contigo. Mi hogar es a tu lado.— lo veo enternecida — Aquí no hay nada para mi. Así que, al menos a no quieras que...— lo callo besándolo. El se aferra a mis labios como si fuera el beso más épico en la historia. Lo abrazo de la nuca y el aprieta sus manos en mi cintura
— Lamento interrumpir el momento.— escuchamos la voz de Tyler y nos separamos — Pero estoy buscando a Maria.— nos ponemos de frente — Oí que ella los llevó a Mystic Falls.— volteo a ver a Stefan. Tenía la mirada tensa
— Si, así es.— le responde nervioso
— ¿Les dijo a donde iría?— paso saliva tensa. Era tan extraño aún hablar con Tyler, pero que no sea Tyler — Ella no puede quedarse ahí, el pueblo está lleno de viajeros. — Stefan permanece en silencio — ¿Cuál es el problema? ¿Les dijo a dónde iría o que?
— Escucha, no volverá a ver a Maria.— expresa Stefan sereno y los veo a ambos. Esto podría ser peligroso
— ¿De que estás hablando?— pregunta preocupado y Stefan se le acerca
— Murió.— alzó mis cejas y Julian se queda perplejos — Lo siento.— paso saliva
— No me toques.— se lanza hacia atrás antes el tacto de Stefan
— No fue culpa de Stefan.— Intervengo
— Ella te salvó, patán.— le reprocha
— Yo no fui quien la mató, fueron...— voltea a verme y frunzo el ceño — Los Parker.— me quedo perpleja
— ¿Que?—se me va el aliento
— Pues alguien tiene que pagar por ello.— empuja a Stefan y me sobresalto
— Oye, no estoy de humor para pelear, ¿de acuerdo?— le dice Stefan con serenidad y voy rodeando a Julian para llegarle por la espalda
— Mírame. Mi esposa está muerta. Estoy en el cuerpo de otro. No tengo a dónde ir, por que mi gente quiere matarme.— reclama y me pongo en posición
— Detendremos el hechizo. Aunque Mystic Falls desaparezca, nos salvaremos.— al intentar romperle el cuello me embosca primero y me saca su cara de híbrido. Doy un sobresalto hacía atrás asustada
— No.— Stefan me lo quita de encima y lo azota contra un auto
— Camille.— entran en forcejeo y escucho un quejido, cuando estoy por pelear, veo algo que me deja desconcertada. El aire se me va de los pulmones y me cubro la boca. Julian le había sacado el corazón a Stefan. Su sangre salpicó por mi rostro. Suelto un grito de agonía
— ¡No!— veo a las venas grisáceas saltar de su cuerpo, y me quedo en shock. El alma se me había ido del cuerpo. No podía moverme. Solo gritaba por todo el lugar como ecos de lamento.
Lo veo caer al suelo y siento las ganas de vomitar. El corazón se me detuvo. Mis ojos estallaban lágrimas. Sentí que me habían matado en vida
— Ahí. Doppelgänger muerto, el hechizo se detuvo.
Salgo corriendo por Stefan. Me tiro de rodillas y levanto su cabeza apoyándola en mis piernas
— No puede ser. No por, Dios.— suplico desesperada y con la vida hecha pedazos — ¡No, no,no!— aprieto mis manos en su playera — No me puedes hacer esto. No puedes dejarme. No.— me acuesto es su pecho — No puedo perderte. ¡Ayúdenme! ¡Por favor! ¡Que alguien me ayude!
Verlo sin vida era lo peor que me haya pasado en la existencia. El vacío que tenía en el pecho era tan grande que no podía respirar. Apenas podía ver por la cantidad de lágrimas que solté. Solo había tres palabras que retumban en mi mente.
No la apagues. No la apagues. No la apagues.
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