39. What Side?
Había llegado a la ciudad del Jazz. Donde siempre encuentras gente bailando o tocando música. El sitio donde caminas y vez tranquilidad. Aunque sabemos lo que hay en los callejones en medio de la oscuridad. Por alguna razón esta ciudad me gustaba. Era artística y pintoresca. Se miraba que era un sitio feliz. Mucho que decir de mi hogar.
- Ya estoy en la ciudad, ahora mismo voy al recinto.- le digo a Rebekah al teléfono
- ¿Recinto? Te digo que Klaus me está cazando por toda la ciudad y tú vas al recinto.- me dice incrédula y suspiro
- Tal vez pueda hablar con el. No me has dicho lo que hiciste para hacerlo enojar. Ya sabes que tienes sus crisis...- me interrumpe
- Solo...nos mantenemos en contacto. Me avisas si cambia de opinión. Marcel está conmigo y se que si alguien puede hacerlo entrar en razón eres tú.- suspiro y termino de caminar - Se que nos dijiste que no querías que fuéramos parte de tu vida.- frunzo el ceño - Pero te necesito y yo aun te considero parte de mi familia.- me quedo con signo de interrogación
- ¿A que te refieres? ¿Cuando yo dije...?.- me pauso entendiendo la situación- Luego te explico. Ya llegué, hablamos luego.- cuelgo e inhalo hondo. Al entrar por la gran puerta alzo mis cejas del asombro. La casa era linda pero no era como que gritara Mikaelson. Te daba vibras de una estructura en Italia. La decoración era rústica y minimalista. Mirabas plantas por donde volteabas. Era enorme y tenía muchas habitaciones. Era agradable estar aquí. Aunque estuviera llena de vampiros que me ven como su posible cena.- Si quieren seguir viviendo. No lo intenten.- advierto y me ven con atención
- Eres una Mikaelson. Recuerdo que mataste a varios de nuestros hombres.- ladeo la cabeza asintiendo- Y estabas con Marcel. ¿Qué te trae de vuelta?- suspiro y me acerco
- Yo hice todo eso, si. Entonces sabes que puedo ser muy malvada. Y no debo dar explicaciones.- miro alrededor de la casa buscando a alguien familiar por aquí - Tengo mal temperamento.- veo a alguien salir de una habitación.
- Eres humana, puedo oler la sangre desde aquí.- alardea y aparto mi vista para mirarlo - No eres difícil de matar.- alzo mi mano y la voz cerrando. Suelta un quejido
- Eso que sientes, es tu sangre comenzando a una ebullición. Te vas a sentir que te quemas vivo.- jadea en agonía y se tira de rodillas - Luego te vas a desecar o tal vez considere..- me interrumpen
- Camille, detente.- escucho a Elijah y elevo mi vista a la planta alta - No mates a Diego, por favor.- suspiro y rompo el hechizo. Suspira en alivio
- El comenzó. Así le queda claro que las brujas no somos tan fácil de matar como todo vampiro prejuicioso cree.- se levanta molesto y sonrío cínica
- ¿Qué haces aquí? Te hacía en Whitmore retomando tu vida.- va bajando las escaleras y me acerco
- Rebekah llamó. Dice que hay problemas.- suspira tenso. Se miraba abrumado. Con mucho encima
- No debía hacer eso.- frunzo el ceño - Se supone que te daríamos lo que querías. Tú espacio.- termina de bajar y lo veo con confusión
- ¿Qué?- frunce el ceño y suspiro entendiendo - Si dije algo ofensivo o hiriente hace días, no fui yo. Katherine tomó posición de cuerpo y no se que fue lo que hizo con el. Más que intentaba volver con mi ex y era una maldita.- alza sus cejas
- Eso no me lo esperaba. Dude un poco por tu comportamiento pero aveces tiendes a..- lo interrumpo
-¿A convertirme en una verdadera perra?- hace una mueca - No te preocupes, yo lo digo por ti.- sonríe
- Me alegra que tú no hayas dicho eso. Me dolería perderte por siempre.- lo veo enternecida- Se que ser parte de esta familia es difícil, pero de lo que puedes estar segura es que eres muy importante para nosotros.- tomo su mano
- Y ustedes para mi. Son mi familia y los amo. Jamás me alejaría de ustedes. Ahora, dime por que Klaus quiere hacerle la de Mikael y cazar a Rebekah.- suena mi celular y lo saco de mi bolsillo. Checo la pantalla
- Rebekah trajo a Mikael a la ciudad en la época de los 20s.- aparto mi mirada perpleja del celular - El destruyó todo lo que construimos. Nuestro hogar. Klaus lo tomó como la peor traición. Ella y Marcel hicieron el plan para que mataran a..- lo interrumpo
-¿Donde está Klaus? Me sorprende que esta casa siga en pie con su furia.- comento alarmada y suspira
- Sobre eso. Todo es más complicado.- frunzo el ceño- Ven, acompáñame.- le sigo el paso y subimos a la planta alta. Vamos por el pasillo
- ¿Por que siento que algo anda mal?- pregunto nerviosa
- Una de las brujas secuestró a Rebekah y la llevó a un hospital abandonado. Tomaron a Klaus y le confesaron lo que hizo, todo con el afán de que el la matara por la venganza de Genevieve. Rebekah la mató.- alzo mis cejas y entramos a una habitación
- No se pierden de nada aquí.- nos movemos por el gran cuarto. Las habitaciones aquí son enormes y bien arregladas. Me podría imaginar una vida aquí.
- Por está razón Klaus aun no destruye la ciudad.- me quedo perpleja al verlo en la cama. Estaba sudoroso y parecía catátonico. No tenía camisa y una gran cortada se mostraba en su pecho. Como si estuviera envenenado
-¿Qué le hicieron?- pregunto preocupada y me acerco. Se miraba muy enfermo. Casi podía creer que daba el mismo efecto que la daga.
- Tiene un artefacto místico de tortura que lo frena para darle tiempo a Rebekah de huir.- volteo a verlo sorprendida - Y si eso no es suficiente. La madre de su hijo está desaparecida, sin explicación.- frunzo el ceño
- ¿La licántropo enloquecida? Como se llamaba..- me pauso pensativa
- Hayley.- responde y asiento apuntándole. Su rostro no lo tengo memorizado. Apenas cruzamos palabras pero, lo que le hizo a los híbridos y a Tyler. No se lo perdono.
- Si, ella. No me agrada.- añado a secas e inspecciono a Klaus. Con su mirada decía que quería matar a Elijah y quería que yo lo ayudara. - Es magia negra. Puedo sentirla desde aquí.- alzo mi mano arriba de su pecho. Era una clase de energía que me llamaba la atención- Elijah, no podemos tenerlo de esa forma. No somos salvajes.- volteo a verlo y suspira levantándose las mangas de la camisa
- Necesitaba tiempo. Klaus estaba imparable y se la iba a poner a Rebekah. Debía detenerlo.- expresa abrumado y suspiro
-¿Quien lo apuñaló?- pregunto con interés y doy un paso atrás al el acercarse
- Yo.- alzo mis cejas sorprendida - Y ahora se la quitaré.- hago mueca de disgusto y el toma un bisturí
-¿Por que estoy aquí? Debería ayudar a Rebekah a cambiarse de contiene.- comento incrédula
- Por que de toda la gente que podría estar, tu eras la única que no asesinaría de inmediato.- responde sereno y aparto la mirada al ver que va a cortarlo. No es algo que mis ojos azules quieran ver. Escucho sus pequeños quejidos de dolor.
- No se por que me metí en esto en primer lugar. Debía ayudar a Stefan a encontrar una cura para Damon.- comenta abrumada
-Al menos para el, te respeta. Veo que lo desafías a verse a si mismo y a otros, con otros ojos.- le saca la daga y me sobresalto. Klaus suelta un suspiro de alivio - Una habilidad maravillosa que me será útil dentro de poco.- me quedo con la boca abierta - Verás, Niklaus estará débil mientras se recupera. Así que cuídalo y aliméntalo, si eres tan amable pero lentamente, por favor, y de tu propia muñeca.- frunzo el ceño
-¿No tienen bancos de sangre?- pregunto disgustada y suspira
-Si, pero contigo será más cuidadoso con la ración. Eres a la única persona que no le haría daño.- suspiro no tan de acuerdo - Quizás, puedas usar el tiempo de manera constructiva, y convencerlo de no asesinar a su pequeña hermana.- inhalo hondo mientras se limpia las manos. Se mostraba sereno aunque se que estaba hasta el tope de problemas.
- Intentare hablar con el.- expreso honesta y el asiente. Se le acerca a Klaus a la altura de su rostro
- Niklaus. No era mi intención traerte dolor. Pero no permitiré que lastimes a Rebekah. Ahora, temo que Sabine esté planeando una movida final contra nosotros. Planeo encontrarla y acabar con esto.- se aparta pero la voz de Klaus lo frena
- Elijah.- lo nombra débilmente y el regresa- Pagarás por esto. - le susurra y agacho mi cabeza. No me imaginaba que estuvieran mal las cosas. Elijah se aparta y camina la puerta
- Oye, espera.- voltea a verme - ¿A donde vas? ¿Vas a buscar a Hayley o Rebekah?- pregunto confundida y me ve fijamente
- Espero que Rebekah esté muy lejos de aquí. Ayer le dije que huyera, así que buscaré a Hayley. Recuerdas que lleva a la hija de Klaus.- volteo a verlo
- Se están desmoronando, Elijah.- regreso mi vista a él - Nunca los vi así antes. ¿Que cambió?- el suspira
- Nada, Cami. Solo no conocías este lado de la familia.- alzo mis cejas - Tengo que irme, cuídate.- me deposita un beso en la frente y se va.
- Cosas que nunca creí que haría. Alimentar a mi tío vampiro.- me acerco a el - No se si es espeluznante o un gesto tierno.- levanto mi manga y le acerco mi muñeca a la boca. Toma mi mano y encaja sus colmillos dando un mordisco, suelto un quejido. - Despacio, quiero preservar mi mano si no te molesta.- se desprende de ella y jadea
- Tú no deberías estar aquí. No son tus problemas.- sobo mi muñeca y noto que comienza a curarse
- Si hablamos en no meternos en los asuntos del otro quedas corto, amigo.- bajo mi muñeca y voltea a verme. Se miraba muy cansado - Le dijiste a Damon lo que Wes me hizo, no tenías derecho. Mucho menos obligar a Noah a hablar.- le reclamo
- Estoy demasiado débil para una de tus charlas.- expresa con jadeo
-Entonces hablas de tu necesidad de cazar a la gente que más amas.- aparta la mirada y solo da un suspiro. Me siento a su lado en la cama
- Es tu hermana. ¿Como puedes odiarla así?- tomo una servilleta de la mesita
- Por que me ha hecho lo que nadie había logrado en mil años.- voltea a verme y frunzo el ceño - Arrancarme el corazón.- lo veo con tristeza. Nunca lo había escuchado decir tal cosa
- Entonces, estás consumido por una venganza que nunca lograrás. Elijah dijo que Rebekah y Marcel podrían estar en cualquier parte.- aclaro y bufea
- No estoy tan seguro. - frunzo el ceño - Necesitan un hechizo de capa. Y para eso te trajo aquí, necesitan a una bruja.- alzo mi mentón- Hay un solo lugar donde pueden ir. A casa.- suspiro tensa y me levanto al escuchar mi celular sonar - Rebekah sabe que siempre intentarás arreglar el problema. No puedes escapar de ello.- veo el nombre en la pantalla. Me da un escalofrío
- Es Stefan. No sabe que estoy aquí y creo que debió preocuparse por ver el cuerpo de Nadia frente a su puerta.- sonrío nerviosa y me alejo - Vuelvo pronto.- salgo de la habitación y atiendo alejándome de la habitación - No creo conveniente que me llames estando con tu cazador.- le digo a Rebekah
- Necesito que hagas un hechizo por mi.- suspiro y me apoyo en el barandal - Marcel quiere recuperar a Davina y yo le dije que conozco una bruja poderosa que nos puede ayudar a ocultarnos.- volteo a ver a la puerta
- Elijah me dejó al cuidado de Klaus. Si lo dejo solo, irá por ti y no te daré tiempo. Ahora mismo lo retengo en su cuarto pero si me voy y hace algo más. Irá tras ustedes.- expreso abrumada
-Lo mantienes retenido entonces.-comenta crédula
- Mientras yo esté aquí. Klaus no podrá ir tras ustedes.- escucho su suspiro
- Bien, mantenlo así. Encontraré una bruja. Tengo que colgar.- la llamada se corta. No me gusta estar en el medio. Por un lado comprendo el coraje de Klaus, pero por el otro. Se que si Rebekah lo atrajo fue por una razón. Ella siempre ha dicho que Nik le robó la felicidad. Que le ha quitado el amor. Tal vez sea eso.
Al querer entrar a la habitación noto que intenta levantarse de la cama. Voy rápido hacia el.
- Aun estás débil.- lo regaño y lo siento
-Sigo hambriento.- se queja - Hay sangre fresca en la cocina.- bufeo
- No llegarás hasta allá. Se un buen niño y regresa a la cama. - le señalo y sonríe
- Si tuviera una libra por cada vez que una mujer me ha dicho eso.- frunzo el ceño asqueada
- Iu, soy tu sobrina, idiota.- me cruzo de brazos y sonríe burlón- Igual, tendrías, digamos, nada.- bufea
-Permíteme discrepar. Algunas mujeres me encuentran bastante atractivo.- alardea y asiento
- Probablemente eran ciegas o con serios problemas mentales.- suelta una risilla - Podemos hablar sobre cómo puedes cambiar de opinión sobre matar a Rebekah.- suspira y aparta la mirada
- Siempre he sentido debilidad por Les Huguenots. Me gusta la historia. Era un cuento de amor prohibido..- lo veo con atención y de levanta de la cama - Una clase de Romeo y Julieta. El día que debían casarse, la familia y un odio de años intervienen. Miles son masacrados. Un padre incluso mata al propio hijo en el acto final. Casi puedo apreciar la ironía.- frunzo el ceño mientras se apoya en la orilla de la cama
- Se que lo odias. Te ayude a matarlo. Se que era un monstruo, Nik. Pero Rebekah no..- me interrumpe
-No quieto hablar de ella. - se encamina a la mesa a servirse Whiskey
- No se si ayuda.- le menciono sentándome en la cama. Deben ser como navajas a la garganta
- Quizás si.- me contesta en seco y resoplo
- Si quieres auto medicarte la auto compasión, bien.- me le acerco - Es mejor Whiskey que mi sangre, sin importar que opine Elijah.- me freno al escuchar que me alza la voz
- No me hables de Elijah.- me ordena con el vaso en la mano. Alzo una ceja
- Te ama.- le refiero honesta y bufea
- Si. Me ama y me lo demuestra todo el tiempo. Incluso cuando mi padre lo convocó para matarme.- expresa incrédulo y frunzo el ceño
- Dices matar pero sabemos que ellos jamás llegarían a hacerte esa clase de daño. Klaus, a pesar de todo lo que hemos vivido tus deberías saberlo. Pueden odiarse o traicionarse al otro, pero jamás se arrebatarían la vida. - le reclamo y me ve fijamente
- Elijah siempre se sintió culpable por esa noche, por no haber detenido a nuestro padre.- alzo una ceja - Le dije que no se culpara. Cuando tú padre quiere matarte, quiere matarte. No puedes hacer nada al respecto.- habla sereno y frunzo el ceño. El bebe
- Elijah siempre se ha sentido responsable de todos. Es quien nos saca de nuestros problemas y el que te escucha cuando sientes que no puedes. Es como nuestro padre - me le acerco y baja su vaso - Rebekah es leal. Es a quien le confiarías tu vida o un secreto. Es quien pelearía a tu lado sin importar cuanto daño le has causado. Ella ama de forma inocente e incondicional. Ellos son tus hermanos.- le reprocho y me ve fijamente - Da e que has sufrido Klaus y lo que Rebekah hizo para ti debe ser difícil. Pero no merece la muerte. Tú te has equivocado muchas veces y no por eso ellos han intentado terminar con tu vida. Las personas que se aman no se destruyen. De eso de trata el amor.- se me acerca con cojeo
- ¿Y cuando trajo a Mikael que creía que iba a pasar? Una fiesta de reencuentro. Saludarnos por los viejos tiempos. - habla incrédulo y lo veo fijamente - Despierta, Camille. Deja de ver lo bueno en todo lo malo. En querer tapar el sol con un dedo.- frunzo el ceño
- No intento eso, Klaus. Intento explicarte que no tiene el derecho de ir tras ella cuando tú la mantuviste en un ataúd por 90 años. Cuando siendo solo una niña la has juzgado por amar. Tú no eres ningún verdugo.- le reprocho y me ve con molestia
- Claro, ya salió la verdadera razón de la venganza.- frunzo el ceño - Estás molesta por que le dije a Damon Salvatore tu secreto.- meneo la cabeza
- No hablamos de mi, hablamos de ti.- recalco y se aleja
- Interrumpí tu venganza. Fui tú verdugo. - habla petulante- Ahora Damon probablemente ya lo haya matado. Primera vez que me agrada tu amiguito.- se sirve más whiskey
- Se por que lo hiciste y por eso no me enojo. Se que te dolió descubrirlo y que querías que alguien pagara. No te das cuenta de eso, Klaus. Quieres que alguien pague por tu dolor. En tu caso es Rebekah. Te dolió que alguien que amaras te lastimara de esa manera. Sentiste que no te quería lo suficientemente como para traer a la muerte en persona. Actúas así no por enojo. Si no por dolor.- noto como le conmueven mis palabras
- Camille Mikaelson, siempre la salvadora, nunca la salvada.- expresa burlón y alzo mi ceja - Te recuerdo que nos mandaste al diablo a todos. Por que éramos solo oscuridad en tu vida. Que la arruinamos.- meneo mi cabeza
- No, Klaus..- me interrumpe
- Se que eres como Elijah. Siempre da los consejos correctos y las palabras indicadas. Pero ahora ni siquiera tú va a hacerme cambiar de opinión. Van a pagar por lo que hicieron. - Suena un celular y lo saca de su bolsillo- Oh, odio ser un sabelotodo. Mi hermano y su amante fueron vistos en la ciudad. El momento de los relatos acaba aquí. Lo siento.- se acerca a una estatua y la tira al suelo. Me sobresalto
-¿Qué haces?- pregunto con confusión y se agacha para tomar algo del suelo. - Klaus...- trato de acercarme y retrocede. Llevaba la estaca de roble blanco en las manos. La que creó Esther siendo indestructible
- La conoces, es tu vieja amiga.- me quedo helada mientras juega con ella en sus manos
-¿Estás demente? No puedes usar eso..- intenta huir y lo freno con magia - No lo permitiré.- me ve fijamente
- Cami..- intento romperle el cuello con magia y me lanza un objeto al cuerpo distrayéndome. Se va
a velocidad vampírica y retomo la conciencia. Voy tras de el y lo miro en el callejón
-¿Que estás haciendo?- corro hacia el. Se alimentaba
- Si debes preguntar, no estabas prestando atención. Mataré a mi hermana. Pero primero necesito alimento con menos verbena.- expresa a la ligera y lo veo molesta
- Cuando nos usaste a mi y mis amigos en ese ritual para convertirte en híbrido, todo lo que me robaste, quise matarte. - me ve fijamente - Quise enterrarte la misma estaca que llevas en las manos por el daño que causaste. Pero no lo hice. Me detuve. Pensé. Sopesé. Lo bueno que veo en ti contra las horribles cosas que has hecho. Que hay esperanza dentro de ese frío corazón. Y supe que si te lastimaba me llenaría de arrepentimiento. ¡Tu también si matas a tu hermana, Klaus! - baja la mirada - Somos familia. Estamos juntos en las buenas y en las malas. Nos protegemos por que nos amamos. Tú amas a Rebekah y yo lo sé. Te digo que no sobrevivirás si eres tú quien la matas. - le aclaro honesta con desesperación
- Tw cuento que casi no sobrevivo, amor. A mi hermana. Convocó a la criatura más vil que vivió en la faz de la tierra...- me dice irritado y lo interrumpo
-Si, tu padre. Pero conseguir a Rebekah y a Marcel hasta los confines de la tierra aterrorizarlos como te aterrorizaron...- me mira fijamente - No te conviertas en tu padre.- le reclamo y me mira asombrado. Le había dolido y molestado ese comentario
- Me han llamado monstruo de muchas formas. Pero eso es nuevo. ¿Mi padre?- se queja con un nudo en la garganta y yo siento la nostalgia - Mikael era el monstruo que los monstruos temían.- me toma del brazo- Ven. Te mostraré.- me lleva con el por el barrio, hasta detenernos en un edificio - Conoces la historia de la ciudad. ¿Esa noche, en 1919? Cuando aquí mismo se quemó el teatro de la opera. Fue mi padre en su peor momento.- comienza a contarme como el casi lo mata y Klaus no lo impide. La venganza de Mikael era quemar todo por destruirlo. Arrebatarle lo que Klaus había construido y lo obligó a ver cómo asesinó a sus seres queridos frente el espectáculo.- Mikael obligó a la audiencia a presenciarlo todo. Aplaudían como su fuera la comedia mas graciosa. Y luego celebraron una noche terrorífica en la ópera.- siento un escalofrío recorrer mi piel - Intenté salvar a Marcel. Mi padre tenía otras ideas. - lo veo con tristeza - Rebekah intento intervenir. Todos estos años, creí que ella estaba intentando salvarme a mi. Pero luego el hermano mayor intervino. Cuando pensamos que todo estaba perdido. Y entonces huí, mordido por el perro que mi padre creía que yo era. Mientras nosotros huíamos, el quemó el lugar y creí que a Marcel también, yo viví, pero todo lo que habíamos construido murió. Así como el último pedazo de mi que sentía humano. Eso me quito mi padre esa noche.- me quedo consternada sólo viéndolo. Cada vez que lo escucho hablar de Mikael noto el sufrimiento en su voz y rostro. - Te aseguro, Cami. No aterrorizaré a mi hermana y a su amante durante siglos. Tampoco los humillaré, atormentaré ni deshumanizaré. No nada de eso. Simple y rápidamente, los mataré - lo miro desconcertada
- Sabes que no te dejaré hacer eso. Rebekah es una de nosotros Klaus. Somos tu familia.- le hablo con tristeza y suspira viéndome fijamente
- La familia no se traiciona.- se va a velocidad vampírica y me sobresalto aterrada. Saco mi celular y le marco a Elijah
- ¿Qué sucede?- suspiro mirando alrededor. No sabía dónde diablos estaba.
- Tenemos problemas, Elijah. Me distraje y Klaus huyó.- comienzo a caminar
- ¿A que te refieres?- inhalo hondo
- A que Klaus va a matar a Rebekah y probablemente a quien se le ponga enfrente. Tiene la estaca de roble blanco.
- Debemos detenerlo. Hay que estar juntos. Encontré a Hayley.- suspiro asintiendo- Veámonos en el cementerio que viniste la última vez. No quiero que estes sola.
- Okey, voy para allá.- cuelgo y comienzo a correr. Saco mi celular para hablar con ella
- Cami, que has sabido de...- la interrumpo
- ¿Donde estas?- pregunto preocupada
- Intentando huir de aquí.- me freno - Se que debía irme pero...- la interrumpo
- No me importa si debes huir sin Marcel. Klaus va por ti y no piensa con la cabeza fría. El quiere matarte y tiene los medios.- expreso desesperada
- Tiene la estaca de roble blanco.- expresa preocupada - El en serio quiere matarme.- bajo la mirada
- Solo huye, Rebekah. Intentaremos encontrarlo y hacerlo entrar en razón. Klaus no es tan malo. Solo está herido.- suspira
- Tengo que colgar, pase lo que pase. Te amo. Eres como una hermana para mi. Nunca lo olvides.- sonrió conmovida
- También te amo. Huye.- cuelgo y continuo con mi camino. Después de unos largos minutos llego al cementerio. Mis manos casi sudaban de los nervios y mi angustia se volvía cada vez más grande. Como si ya no pudiera caberme en pecho - ¡Elijah!- lo nombró recorriendo el lugar. Las vibras aquí son pesadas. Como bruja llevas a sentir la energía de las almas. De la magia ancestral. Como sifón puedo sentir hasta lo más mínimo
- Es una trampa. Corre.- frunzo el ceño al escuchar a Rebakah - ¡Saca a Davina!- sigo el sonido de su voz. No estaba lejos del portón. Seguro estaban por salir
- No te dejaré sola.- escucho a Marcel y frunzo el ceño.
- Debes irte.- me acerco a ellos y me sorprendo al ver a Marcel con un cuerpo en brazos - Cami.- los observo a ambos con perplejidad. Debían estar lejos
- Retiro lo dicho acerca de tranquilidad. Esta ciudad es un drama.- Rebekah se voltea a verme y me abraza - Debías irte hace rato. Te imaginaba en una playa muy lejana. Tal vez Cancún.- ríe
- Cami, como te extrañé.- me aferro a ella - Sabía que podía contar contigo.- sonrío y nos apartamos
- Siempre lo podrás.- sonríe y volteamos a ver a Marcel
- Hola, Camille.- alzo una mano - No te dejaré sola.- le aclara Marcel y frunzo el ceño. Ahora que se traen.
- Váyanse juntos. Elijah y yo nos encargamos.- intervengo
- No puedo salir. Estoy atrapada en este lugar. No se por que.- me responde Rebekah y frunzo el ceño. Camino al portón e intento salir pero no puedo. Era extraño
- Hicieron un hechizo lunar. No podremos salir hasta la próxima luna.- veo el techo- Usaron la sangre Mikaelson. Inteligentes.- retrocedo poniéndome junto a Bekah
- Te juro que iré luego. Vete. Lleva a Davina a un lugar seguro.- le insiste Rebekah. Verlos pelear era como nunca telenovela.
- Lo haré. - se miran con intensidad. La forma en que Marcel la miraba era impresionante. Pero Rebekah. Ella lo veía con ojos más allá de amor.
- Yo la cuido.- Marcel voltea a verme - Tu vete.- el inhala hondo y asiente. Se va a velocidad vampírica y suspiro - En serio se aman.- volteo a verla
- No hay nadie que ame tanto como a él. Nadie.- le tomó la mano
- Elijah y yo no dejaremos que Klaus te haga daño. Se que el no sería capaz de..- me interrumpe
- El es capaz de todo, Cami. - cierro mis labios - El me odia por lo que hice y créeme. El no se detendrá hasta obtener lo que quiere.- me mira con miedo
- Entonces debemos buscar la forma de romper ese hechizo para salir de aquí. Solo debo encontrar la fuente de ese poder.- comenzamos a caminar y suena mi celular. Lo saco de mi bolsillo
- Haz hablado con alguien de Mystic Falls.- Leo el mensaje en la pantalla - Se que los Salvatore no te dejaron ir así como así...
Seguimos sin encontrar la cura. Aun no damos con Wes. Háblame.— Stefan
¿Dónde estás? Todos estamos preocupados por ti. Se que necesitas tiempo pero dime dónde. Mamá está preocupada.— Caroline
Solo quiero saber que estás bien. Solo dime que lo estás.— Stefan
Contesto los mensajes con inquietud. Se que me fui de imprevisto pero apenas me di el tiempo de llevar el teléfono en mano. Tiendo a desaparecer.
- Hablando de.- sonrío y volteo a verla - ¿Como va todo con Stefan...?- se pausa al escuchar gritos
-¡Rebekah!- me sobresalto y nos frenamos - ¡Atesora el aire en tus pulmones! Por que será el último.- volteo a verla perpleja
- Recuérdame por que no te fuiste a Egipto.- expreso con sarcasmo y nos vamos alejando - Los minions de Klaus lo guiaron a nosotras.- nos movemos por el cementerio
- ¿Camille?- me freno al escuchar la voz de Elijah. Volteamos a verlo y se queda perplejo
- ¿Que están haciendo aquí?- exclama con preocupación y nos acercamos- Rebekah, deberías estar del otro lado del mundo a estas alturas y tú Camille. Deberías haberte quedado en casa.- suspiramos y nos miramos la una a la otra
- Tú y yo sabemos que no habría sido suficientemente lejos.- le aclara Rebekah y siento la preocupación en los ojos de Elijah
- ¡Aléjense de ella!- escuchamos a Klaus y nos giramos perplejos. Se me va el aliento al verlo tan furioso. Elijah y Rebekah estaban desconcertados al ver la estaca. - Es mía.- inhalo hondo y marca sus venas debajo de sus ojos. Yo me pongo dispuesta a pelear contra Klaus por Rebekah. Elijah y yo la cubríamos hasta el final. Estábamos en equipos divididos. Nik estaba solo. Todos estábamos a la defensiva. Klaus nos miraba con la furia del mundo. Apretaba su mano con la estaca. Elijah sostenía la daga que sacó del pecho de Klaus. Yo tenía mi magia lista para atacar y Rebekah se miraba dispuesta a desatar su ira. Se sentía el poder entre los cuatro. Tres contra uno. Me dolía estar en dos posiciones, pero no iba a permitir que Klaus matara a Rebekah. No me importaba si debía pelear con el por ello. Dos bandos que tiene la capacidad de matarse entre ellos. Rivales como los Mikaelson no existen. No cuando se trata de verdadero poder.
Una reunión familiar no es una reunión sin algo de drama. O algo de pelea.
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