Estaba recostada en el sofá esperando a Caroline. Había faltado mucho a mis sesiones de terapia y es por que debo ayudar a Stefan. No puedo solo irme y seguir con mi vida si se que el hombre que amo está sufriendo. Consulte con ella algunas alternativas que pudieran ayudarme con el trastorno de estrés postraumático y se me ocurrió una. Solo espero que en realidad funcione y no le haga más daño

- Has estado muy callada - me dice Stefan acercándose con una taza de café

- La casa está muy silenciosa, ¿dónde está Damon?- me entrega la taza y se encorva de hombros

- Tal vez esté con Elena en el campus - asiento y bebo algo de café - Puedes ir a la universidad, Camille. No debes ser mi niñera ni pausar tu vida por mi - suspiro y bajo la taza

- No soy tu niñera. Solo me aseguro de que no enloquezcas y comiences a desgarrar gargantas - se sienta en el sillón de enfrente

- Tienes una vida Cami y yo no quiero...- lo interrumpo

- Tú eres mi vida - expreso sincera y sonríe ligeramente - No importa cuanto me insistas. Soy necia y muy terca. No me harás irme de aquí - suspira

- Estoy bien, no debes preocuparte por mi - bebo más café y meneo la cabeza

- Si debo. ¿Que hay con tus ataques de pánico? - Dejo la taza en la mesa y suspira

- Estoy bien. Yo trabajo en eso - responde intentando sonar sincero.

- Por supuesto- respondo con ironía - Te escuche "trabajar en eso" hace rato - frunce el ceño- En la biblioteca. Sonó como que rompías una silla. Tal vez dos - expreso quisquillosa

- Cami...- se escuchan que tocan y se pausa. Sonrío

- Llegó mi pedido - me levanto y frunce el ceño. Camino a la puerta y la abro. Me encuentro con mi hermana - Hola - sonríe y nos ve a ambos

-¿Qué está pasando?- nos pregunta Stefan confundido

- Le dije a mi mamá que nos trajera algo que usaremos. Le pedí a Caroline que fuera por ella - respondo y frunce el ceño. Mi hermana se mueve y se queda estático al ver la caja fuerte. Un nudo se forma en mi estómago.

- Tranquilo, ya la limpié - le aclara Caroline y suspiro hondo. Va a ser un largo día.

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Narrador omnisciente
-¿Tú gran idea para encontrar a tu novio perdido es que vayamos con Aaron por respuestas?- le pregunta Noah incrédulo a Elena

- No he sabido de Damon desde anoche. El fue a hablar con Wes y considerando que el tipo experimentaba con vampiros. Me preocupa un poco y es el guardián legal de Aaron- responde abrumada mientras van por el pasillo

- Jesse murió anoche. El era su amigo y probablemente lo menos que quiere es hablar con alguien - aclara el vampiro y la castaña resopla

- Nada pierdo con intentar - el suspira asintiendo

- Bien, pero aún me pregunto que hago aquí. No es como que me importe mucho el paradero de Damon- se frenan frente a la habitación del chico

- Por que eres mi amigo y quieres a ayudar a una amiga en problemas - el relame sus labios y ella toca la puerta

- Si, eso aún no me da la respuesta sobre Damon..- Ella sonríe negando y abren

- Noah, Elena - expresa Aaron sorprendido - ¿Que hacen aquí?- ambos se miran algo nerviosos

- Primero que nada, lamento lo de Jesse. Se que era tu amigo - le dice Elena sincera y el asiente- No queremos molestarte, en especial ahora - el suspira

- Mi día no va a empeorar más. Así que...- ella voltea a ver a Noah

-Anoche me dijiste que Wes es tu guardián legal - el asiente

- Si. Desde el verano pasado. Cuando mi tía Sarah murió- Noah alza una ceja y Elena baja la mirada - ¿Ves a lo que me refiero? Todos a mi alrededor se mueren. Mi linda personalidad genera tantos amigos- lo ven con tristeza. Elena más que nadie podía entenderlo - Lo siento. Adelante - asiente

- La cosa es que. Mi novio Damon fue a hablar con Wes anoche. Y nadie lo ha visto o escuchado desde entonces. Y eso me - expresa Elena abrumada y Noah lo ve con atención

- Se que es mal momento, pero esperábamos que nos ayudaras a encontrar a Wes - menciona Noah y Aaron voltea a verlo

- Si - Elena suspira aliviada - Si. Creo que se donde puede estar - ella sonríe ligeramente y ambos retroceden de la puerta para que pueda salir

- Enserio espero que Damon esté tomando unas margaritas con el. Este chico ya ha pasado por mucho - le susurra a Elena mientras Aaron cierra la puerta

- Si, Noah, yo también.

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Camille
- Pasé tres meses ahogándome adentro. ¿En que estabas pensando- me pregunta incrédulo mientras vemos la caja fuerte en la sala

- Yo pensaba...Que es hora de tratar tu estrés postraumático - aclaro

- ¿Segura que está es un gran solución? No es como que yo te haya encerrado para resolverlo - resoplo- ¿Tu que sabes de estrés postraumático?- alzo mis cejas

- Hay algo que no sabías de mi - frunce el ceño- Cuando tenía dieciséis tuve un accidente automovilístico - alza sus cejas asombrado - Yo comenzaba a aprender a conducir. No era muy buena. Estaba muy molesta por que escuche la conversación de mis padres cuando iban a divorciarse. No lo pensé y salí huyendo el auto de mi papá. Lloraba mucho y me puse nerviosa. Mi vista se nubló y yo me estrellé con un árbol - relame sus labios tenso - No pude subir a un auto en meses. Creo que fue en el año que más camine en mi vida - sonríe - ¿Sabes que me funcionó? - menea su cabeza- Un día tome el valor y no deje que un simple auto me mantuviera en sufrimiento. Decidí subirme al auto y conducir. No tenerle miedo a un pedazo de metal. No dejes que una cosa inservible te atormente- da un suspiro largo - Sé que intentas arreglarlo a tu modo y fallas - me acerco a la caja fuerte - Ahora... - abro la puerta con dificultad. Era pesada - lo haremos a mi modo - me ve fijamente y noto lo nervioso que lo pone verla por dentro

- Espero que tengas razón, Evangeline - alzo mis cejas y se acerca - Siempre pongo mi fe en ti - sonrío ligeramente y entra a la caja. Mi corazón se acelera

- No me llames Evangeline. Siento como si me regañaras - se recuesta y se hunde mi estómago

- Lo se - sonrío ligeramente y la cierro. Me sentía mal al respecto. Era duro tener que ponerlo ahí

Me alejo de la caja para sentarme en el sofá. Elena me había mandando un mensaje preguntando por Damon. Le preocupaba que no sabía nada de él desde que fue con Wes el doctor psicótico. Yo creo que probablemente Damon lo mató o algo. Noah le ayudaba y yo intentaba concentrarme en mi libro de psicología, aunque era algo inútil. Estaba muy asustada por Stefan

- Casi no hemos hablado - me dice Caroline y aparto la mirada de mi libro - Siento que estamos distantes - se sienta y lo cierto

- Lo lamento. Se que es verdad y se que me he enfocado mucho en Stefan - suspira

- Se lo que significa Stefan para ti. Entiendo que estes ayudándolo - sonrío ligeramente - Que me dices de Atlas - frunzo el ceño

-¿El hermano de Alaric?- pregunto incrédula y asiente - No lo se. Apenas lo conozco - suspira

- No lo se. Hay algo raro en el. No se como describirlo - comenta abrumada

- Sentí lo mismo. Por alguna razón omitió su apellido. Creo que sabría que lo conoceríamos - asiente - Hay algo que debo decirte y no puedo ocultarlo más - frunce el ceño

-¿Qué pasa? Me preocupas - exhalo hondo

- Tengo un mellizo - se le cae su taza al suelo - Sabía que esa sería tu reacción - se queda helada. Su boca se abrió y sus ojos igual

- Espera...¿que?. Como...- tartamudeaba

- Camille - escucho a Stefan y volteo a ver a la caja - ¿Sabes que estás haciendo?- tomo de nuevo el libro. Si me iba a creer psicóloga debía aunque sea saber más del tema

- Si. Bueno, está en mi libro - comienzo a buscar la página y Caroline rie - Déjame encontrarlo- comienzo a leer

- Puedes no evadir el tema de que tienes un hermano biológico - suspiro intenta concentrarme

- Escucha, Stefan. Terapia de exposición prolongada - encuentro la pagina - La exposición in vito introduce elementos del trauma previo gradualmente. Por ejemplo, objetos físicos, condiciones iniciales...-me interrumpen

- Deja de hablar. Me duele la cabeza - comenta Katherine entrando y alzo mis cejas

- Vuelve a decirme que hacer y te parto el cuello en dos - le advierto y sonríe acercándose - ¿Qué rayos haces aquí?- suspira

- Escuché del drama de Stefan y no tengo nada mejor que hacer - alardea y frunce el ceño

- Por que no vas a morirte de vejez en otro lado - comento con una sonrisa y Caroline ríe

- Se que intentas ayudar a tu Perfecto novio. Pero no creo que un libro lo ayude a superar su trauma - me reprocha y la veo fijamente

- Creo que conozco más de salud mental que tú. Digo, todos sabemos que te faltan todos los tornillos - comento en burla y entre cierra sus ojos

- Por que mejor dejan de discutir y se enfocan en Stefan - interviene Caroline

- Tienes razón sobre algo...Necesita superar la raíz de su problema, por que el marcador dice, la caja uno, Stefan cero - suspiro y cierro el libro - ¿Como ayuda a alguien que siempre viene al rescate?- inhalo hondo

- Stefan es un héroe, de corazón. No siempre se salva así mismo, pero siempre salva a los demás - volteo a ver a la caja - Se me ocurre algo - me acerco

-¿Qué cosa?- me pregunta Caroline y volteo a verla

- Méteme ahí - me ve perpleja - El tendrá que luchar para poder sacarme. Si muero me vuelvo vampiro. El hará todo en su poder para no dejar que eso pase - niega

- No, no. Si no lo hace te mueres y arruinas tu oportunidad - comenta alterada

- Puedo volar la puerta de esa caja si llega a hacer necesario. Me puedo cuidar sola. Solo debes dejarme hacerlo - abro la puerta y veo a Stefan inconsciente

- ¿Estás segura?- asiento y meto un pie en la caja

- Creo que también venceré mi claustrofobia - inhalo hondo y me recuesto junto a él

- Bien. Confiaré en tu juicio - cierra la puerta y trato de concentrarme en no agotar todo mi aire. Al sentir como todo estaba oscuro y cerrado me sentía un poco asfixiada. Me ladeó para quedar de frenre con Stefan. Enserio esperaba que esto funcionara. Acaricio su rostro y sonrío ligeramente al verlo tan tranquilo. Ojalá no tuviera tanto dolor.

Después de unos minutos noto que va despertando. Bajo mi mano la instante

- Trata de no enojarte conmigo- se sobresalta al verme - Me metí mientras estabas inconsciente y luego Caroline nos encerró- me ve perplejo- Era la única forma - niega

- Déjenme salir, Caroline - golpea la caja desesperado y me sobresalto. Estaba agitado

- Se que es algo extremo, pero gradualmente no estaba funcionando- responde Caroline

-¿Ves? Por eso no debes enojarte- voltea a verme - Cuando te enojas, te pones ansioso, y violento y tiendes a arrancarles la cabeza a las personas. Pero te ayudaré a eso - recargo mi brazo en la parte baja de la caja para que sostenga mi cabeza. El seguía golpeando la caja

- Caroline, sácame antes de que la lastime - le ruega y exhalo

- Ese es el punto, Stefan. Tienes que superar tus ataques - estaba demasiado agitado. Muy asustado - ¿Entiendes? No puedes seguir viviendo una vida de tormento. Te va a convertir en algo que no eres - menea la cabeza transpirando. El solo observaba el techo y mi corazón latía como loco

- Camille Forbes, arriesgas tú vida - jadea y voltea a verme

- Cuantas veces te he dicho que siempre daría mi vida por ti. Tú harías lo mismo por mi, Stefan - expreso sincera - Es mi turno de ayudarte. Tú nunca te rendiste conmigo cuando fue muy dura mi transición - sus ojos se cristalizan mientras transpiraba. Estaba aterrado

- No puedo estar aquí. Por favor - suplica en tormento y un nudo se forma en mi estómago y me recuesto junto a él

- Eres Stefan Salvatore. Supéralo - niega desesperado. Me quedo viendo al techo intentando mantener la calma

- No. No. No - expresa ansioso y cierro mis ojos por un segundo.

- Nunca me harías daño. Lo sé por que me amas - le digo segura y me ve jadeando.

- ¿Como va todo?- pregunta Caroline y veo a Stefan. Estaba sudoroso y aturdido.

- No puedo respirar. Siento que me muero - mi corazón se apachurra y tomo su mano

- Estoy aquí, Stef - el estaba rígido. Como si su mente estuviera en otro sitio. Como si no tuviera el control. Como una auto defensa - Recuerdas que nos llevábamos mal cuando recién nos conocimos. Yo creía que eras un psicópata a sangre fría. Aunque no quería admitir que llamabas mi atención y si. Estaba celosa de que salieras con Elena - jadea - Recuerdo la primera vez que te dije que te amaba. ¿Y tu?- nos vemos fijamente

- Claro que lo recuerdo - responde agitado - Fue después de que salve tu vida en la tumba. Me dijiste que te diste cuenta que no querrías vivir una vida sin mi - asiento con una sonrisa

- Y aún lo pienso - pongo mi mano en su pecho - Nuestro amor va a durar para siempre. Nos tenemos el uno al otro. Lo que sentimos es más grande que cualquier sufrimiento - jadea y aparta la mirada

- Voy a matarte. Escucho tú carótida y mi garganta se reseca. Tengo una sed insaciable - se forma un nudo en mi pecho y voltea a verme

- Recuerda que me amas. Que nunca me lastimarías por que no nos causamos dolor al otro - desliza su mirada a mi cuello

-¿Cuál fue tu razón para tener esta conversación aquí encerrada?- me dice alardeado y asiento

-Si. Para poder mostrarte que el problema no es la caja - le digo agitada y se acerca a mi. Podía sentir el aire de su respiración en mi rostro

-¿Como puedes decirme eso?- me dice agitado y lo veo fijamente

- El problema es que no resuelves lo que realmente te atormenta- me ve fijamente -  ¿La muerte que sentiste? El dolor de morir una y otra vez. Es más fácil pensar en lo físico por que fue lo que sentiste durante meses por apagar tu humanidad, que en la angustia emocional de pensar que voy a morir y no puedes protegerme - transpira y se marcan sus venas en el rostro - Tú problema es que no estás en contacto con la realidad del momento. Así que vamos a llevarte al presente, ¿quieres?- me acomodo boca arriba jadeando - En este momento, ¿te vas a alimentar de mi o vas a salvar mi vida?- se acerca a mi cuello y escucho como pone toda su fuerza de voluntad al detenerse. Escucho sus jadeos y siento mis nervios en todo el cuerpo. Sabia que el no me haría daño por que el es más fuerte que su hambre - Pelea, Stefan. Pelea - tomo su mano con fuerza y apoya su rostro en el mío. Escucho su respiración entrecortada - Aquí estoy- ladeo mi cabeza para quedar junto a la suya - Aquí estoy - tomo su rostro con mis manos - Estoy contigo - nos vemos fijamente y veo cómo las venas van desapareciendo de su cara. Como si respiración se va nivelando. Se estaba calmando mientras me miraba con intensidad

- Cami - me acerco a el para darle un corto beso. Se abre la puerta y la luz nos ciega al momento. Nos separamos

- Que callados, me preocuparon - nos dice Caroline y Stefan se pone de pie mientras enfoco mi vista. Me ofrece su mano y me levanta - ¿Están bien?- salimos de la caja

-¿Amor?- lo llamo y sonríe. No lo había visto hacerlo desde hace semanas

- Estaré bien- me acerco a abrazarlo. Me aferro a él - Te amo tanto - sonrío con muchas felicidad - Sabía que eras la única que podía sacarme de mi infierno - nos separamos y tomo su rostro

- Yo te amo mucho más - nos damos un beso con pasión. Uno de triunfo. El había superado esa parte oscuro de su vida y yo estaba más que feliz por eso.

- Creo que mejor me voy - habla Caroline y me aparto de Stefan

- Lo lamento - el me rodea con sus brazos - Te acompaño con mamá. La extraño - asiente

- Si, es momento de estar las tres en casa- comenta cálida y sonrío asintiendo - Tienes que explicar mucho- suspiro

- Quiero pedirte disculpas, Cam - volteo a ver a Stefan - Se que siempre intento alejarte cuando estoy sufriendo. La mayoría de las veces lo hago por que se trata de mi lado destripador y no quiero que veas esa faceta de mi. No quiero que te cuestiones si sales con un monstruo o si debes huir de mi- meneo la cabeza

- Jamás te he visto como uno. Jamás lo haré - acaricio su rostro - Te amo tal y como eres. Nunca olvides eso - sonríe y me da un beso en la frente

- Iré a limpiar mi desastre de la biblioteca. Después tú y yo hablamos de otras cosas - me dice coqueto mientras se aleja y embozo una sonrisa

- Sr. Salvatore, es un atrevido - voy caminando la puerta

- Eso ya lo sabes - sonrío negando y abro la puerta. Al hacerlo me toma por sorpresa a quien tenía en frente

- Atlas - expreso asombrada y sonríe ligeramente

-¿Podemos hablar unos segundos?- asiento y salgo de la casa. Cierro la puerta - Descubrí algo hace poco. Decidí venir al pueblo donde murió mi hermano- suspiro

- Atlas, yo...- me interrumpe

- Se la verdad, Camille. Se que el está muerto y tú estás justo frente a mi sin remordimiento - frunzo el ceño - El no merecía que su vida se acabara de esa forma. El solo estaba atrapado con los asquerosos vampiros - meneo la cabeza

- No escucharé más de esto...- intento irme y me frena tomándome del brazo. Me giro y lo empujo-¿Qué te pasa?- pregunto exaltada y alza sus manos

- No vengo a hacerte daño. Solo quiero saber la verdad - me le acerco

-¿Qué verdad, Atlas? Ningún vampiro mató a tu hermano. Se que Esther no le dió la opción de elegir si quería vivir o ser vampiro. Se que es que te roben esa decisión. También me lo hizo a mi - frunce el ceño - Solo que conmigo fue diferente, pero ninguno de mis amigos lo hizo. Lo queríamos mucho y a todos nos dolió perderlo - expreso sincera y me ve fijamente - Si quieres culpar a alguien, culpa a Esther. Ella fue quien lo mató y le quito esa decisión - asiente

- Rebekah Mikaelson fue quien mató a Elena en ese puente, ¿cierto?- frunzo el ceño - Y Elena Gilbert estaba vinculada a la vida de mi hermano, ¿cierto?- me quedo sin decir palabra - Tu familia fue quien destruyó a la mía. Tu familia es quien ha destruido la de miles de personas - lo veo fijamente - Los Mikaelson son los villanos de la historia de muchos. Y se que eres su vulnerabilidad - elevo mi mentón

- No te confundas, Atlas. Puede que sea humana pero soy una bruja poderosa. Si quisiera podría hacer explotar tu cabeza con solo susurras dos palabras - le advierto y asiente

- Tú me agradas y se que no eres como ellos. Pero al morir mi hermano me quede sin nada. El era todo lo que tenía y es justo que ellos experimenten un poco de dolor en sus vidas - frunzo el ceño - Lo lamento, pero como Alaric. También eres daño colateral - se disparan unos pedazos de madera en mi abdomen robándome el aire - Tienen que pagar. No puedo con esto - el dolor era horrible. Apenas podía mantenerme en pie

- No...- se me va el aliento y me desvanezco. Siento que unos brazos me atrapan

- El sabrá que hacer contigo - se me resbala una lágrima y me lleva a sus brazos - Lo siento - solo cierro mis ojos

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- Vamos, Cami, despierta - escucho una voz y voy abriendo mis ojos lentamente. Siento los labios tan resecos y el cuerpo adolorido. Mi último recuerdo fue desconcertante. No podía creer que tan solo me disparo. Voy enfocando mi vista y noto que estoy en una clase de celda y ladeo mi cabeza- Hola - alzo mis cejas al ver a Damon. Estaba junto a mi celda

- ¿Damon? ¿Estás...?- me levanto y suelto un quejido. Bajo mi vista a mi abdomen y noto que estoy cubierta de sangre

- Estaba asustado. Te dejaron aquí hace como una hora - jadeo aturdida y volteo a verlo - ¿Qué te pasó? Estás cubierta de sangre- toco mi cabeza adolorida

- Fue Atlas. Me disparó - hablo abrumada y me levanto un poco la blusa para ver mis heridas - Ya se curaron con la sangre de vampiro - la bajo

- Recuérdame matarlo - veo alrededor. Este lugar era aterrador y frío - Cuando la verbena se me pase podré romper estos - suspiro

- Me siento extraña. No se si es por que me dispararon o algo más - expreso aturdida - Tal vez si me acerco a la cerradura y la abro con magia - camino hacia ella con dificultad

- No te esfuerces mucho - me pongo de pie y me tiemblan las piernas. Me apoyo de las barras y cierro mis ojos. Recito un hechizo y siento que no sucede nada. Que no tenía energía. Magia

-¿Qué diablos?- me suelto y caigo al suelo

-¿Cami?- veo mis manos con confusión y volteo a verlo - ¿Qué te pasa?- lo veo consternada

- Mi magia. No puedo usarla - me ve asombrado - No se que me hizo pero no puedo practicarla- siento a mi corazón latir rápido

- Tal vez te dió un calmante o alguna droga para mantenerte débil - asiento

- Las drogas suprimen mi magia por que aturden a mi cerebro - jadeo - ¿Qué está ocurriendo?- pregunto abrumada - ¿Por que estás aquí? ¿Por que estoy aquí?- suspira

- Wes continua una tradición Augustine - frunzo el ceño - Se divierte torturando vampiros - meneo la cabeza

- Pero no soy vampiro. Por que Atlas me llevó con...- me pauso perpleja - Por mi sangre. Debe saber que llevo el suero del vampíro original - asiente - El loco Wes debe quererlo para sus experimentos, ¿que rayos son los Augustine?- da un suspiro largo

- Ya había estado aquí - frunzo el ceño- Alguien de mi familia me vendió a los Augustine, en 1953. A diario, el doctor Whitmore me cortaba, me sacaba pedazos de un ojo. Me llevó a todos los límites imaginables. Y tenía mucha imaginación - lo veo atónita. Se me había ido el aliento de escuchar tal atrocidad - Me tenía en esta celda y no creas que no veo la ironía - suspiro y me recargo en el suelo para verlo mejor

- ¿Cuanto tiempo estuviste aquí?- pregunto tensa

- Cinco años, más o menos - responde sereno y lo veo sorprendido

-Damon, ¿como no enloqueciste?- pregunto asombrada 

- Aunque no lo creas, hice un amigo - alzo mis cejas- Fue un soldado en Europa en la segunda guerra mundial - se levanta

-¿Como término aquí?- pregunto confundida

- El doctor Whitmore trabajaba en un campo de batalla cuando descubrió que Enzo era vampiro. Lo drogó y lo encerró en un ataúd y lo envió a EE.UU- me quedo sorprendida. Esto era un historia de terror- Llevaba aquí diez años cuando yo llegué a la fiesta - s apoya en la pared

- Damon, estoy asustada - se me quiebra la voz - Tengo miedo de lo que puedan hacerme y no podré defenderme - bajo la mirada y se me acerca

- Oye. No sabes como lamento que estés involucrada- toma mi mano y la soba - Te prometo que te sacaré de aquí y nadie te pondrá un dedo encima, ¿de acuerdo?- sonrío ligeramente y asiento. Su voz inspiraba confianza - Te sacaré de aquí - asiento y nos vemos fijamente. No soltaba su mano

- Damon, ¿como sobreviviste tantos años?- pregunto con interés y suspira

- La amistad de Enzo me mantuvo con vida, me dió una razón para aferrarme a mi humanidad - sonrío ligeramente. Era algo lindo - Aun cuando pensé que sería un prisionero por siempre - suspiro. Comenzaba a contarme la historia de su amistad. Como se protegían el uno al otro. Se sacrificaban. Me recordaba a lo que teníamos. Lo difícil que era escuchar sus gritos de dolor. Lo atormentaba. Lo que Damon vivió y su amigo fue horrible. No se por que aun me sorprendo de lo que puede llegar a ser la humanidad.

-No puede ser, Damon - si miraba se miraba vacía. Le dolía recordar lo que vivió aquí - Bueno, Stefan se va a dar cuenta - me levanto del suelo - Cuando no volvamos y no sepan de nosotros el nos encontrará - comento serena. Intentaba tener la mente positiva

- Puntos por el optimismo - volteo a verlo - Pero tristemente Stefan no sabe de este lugar existe - frunzo el ceño

- Estuviste aquí cinco años...- me interrumpe

- Si, el primer año creí que me rescataría. No lo hizo- expresa decepcionado y alzo mis cejas - Cuando escapé, no tenía caso darle más remordimientos, así que jamás le dije lo que pasó aquí - suspiro - Jamás le dice a nadie - lo veo asombrada

- Pero escapaste. ¿Como le hiciste?- pregunto ansiosa

- Nos dejaban salir del sótano un día al año. Cada año nuevo los Augustine tenían una fiesta con un bufete de vampiros al lado. Nos debilitaban con verbena. Muertos de hambre por vivir con un vaso de sangre al día. Encadenados como animales. La reunión anual era donde el doctor Whitmore les mostraba a sus amigos Augustine los frutos de su investigación. Dejaba que la gente bebiera de nuestra sangre para demostrar los poderes de vampiro. Pero, siendo positivos, fue así como a Enzo se le ocurrió el plan - me contaba que a Enzo se le ocurrió beber dos vasos de sangre al día para reponer sus fuerzas y en año nuevo pudieran defenderse. Decidieron por un juego donde Damon ganó. El fue el que bebió las dos raciones

- ¿Funciono?- pregunto curiosa y no se miraba causamos

- Más o menos - divaga y frunzo el ceño

-¿Como saliste?- insisto

- No importa, Camille. Tuve fuerza, escapé, no fue bonito. No hay más que decir - expresa directo y se aleja de los barrotes. Me apoyo en la pared

Sentía que el tiempo pasaba tan lento y que era una eternidad. Con todo lo que Damon me había contado tenía un miedo fatal a lo que podrían hacerme. A lo que podrían hacerle a el. No puedo creer que terminé estancada en esta situación.

- Wes va a volver a bajar y ambos seremos sus nuevos experimentos - comento ansiosa mientras estamos espalda con espalda - Tienes que decirme cómo saliste de aquí - le insisto

- No quieres saberlo, Cami - me dice a secas

-¿Por que? ¿Crees que voy a juzgarte?- pregunto incrédula y se queda en silencio - Damon, te quiero. Ellos te torturaron por cinco años. Lo que hayas tenido que hace, no me importa - suspira

- Bueno - alzo mis cejas - La siguiente fiesta Augustine fue en 1958. Había bebido la ración de Enzo durante un año. Le daba unas cuantas horas de vez en cuando para que no se secara. Y mientras el moría de hambre yo me hacía más fuerte. Como él lo dijo.

Me contaba cómo se había liberado y se alimentaba de todos en la fiesta. Recuperaba sus fuerzas pero el lugar se comenzaba a incendiar. El quería sacarlo de la jaula pero tenía verbena.

- Enzo me confío su vida. El fuego se salía de control, me habría quemado, y me habrían vuelto a capturar. Jamás habría tenido otra oportunidad - me voy quedando consternada antes la posibilidad de que lo que pienso que hizo- Así que elegí salvarme - me quedo perpleja - Sabía que para salvarme tenía que dejar de preocuparme por Enzo. Así que apague mis emociones - bajo la mirada desconcertada. No podía creer que Damon haya hecho tal cosa - Deje a mi amigo morir - escuchaba como se le quebraba la voz- Después de eso, todo estuvo bien - me quedo sin aliento. De tan solo pensar en lo que el pobre hombre vivió - Todo estuvo bien - se me revolvía el estómago. No conocía ese lado de él aunque se escuchaba que le dolía recordarlo. Debió ser algo con lo que carga hasta el día de hoy. Aunque a veces no se lo que pasa por la cabeza de Damon.

- No se que decirte - expreso abatida y sobo mis manos

- No hay palabras para lo que hice, Cami. Lo se - bajo la mirada- Nunca me perdonaré por eso - suspiro y apoyo mi cabeza en el concreto

- Se supone que Elena y Noah te estaban buscando. Como es que no han dado con ninguna pista - expreso abrumada

- No quiero pensar en que Wes tenga a Elena. No quiero pensar en nada de esto - suspiro

-¿Qué es este lugar?- me levanto al instante al escuchar una voz

-¿Aaron?- pregunto sorprendida y frunce el ceño al verme

-Genial, mini Wes - nos ve a ambos. No nos conocíamos formalmente pero al lo había visto en la fiesta de la sociedad histórica con Elena

- ¿Quien eres?- me pregunta y lo veo fijamente. Se miraba nervioso y aturdido

- Soy Camille Forbes. Amiga de Elena - comento serena y aparta la mirada

- No tenía idea de lo que Wes hacía, ni siquiera de este sótano - habla abrumado

- Tienes que ayudarnos - insisto

- Quiero saber la verdad - voltea a ver a Damon y prepara un arma - Wes mató a Noah y Elena con un disparo - me quedo perpleja - Así que no entiendo mucho de lo que está pasando. Atlas los tiene - respiro agitada

-Escucha, Aaron - voltea a verme - Soy humana y no voy a hacerte daño, ¿okey?- sigue poniendo las balas

- Tú amiga Elena me hizo muchas preguntas - frunzo el ceño-  Atlas me contó la verdad sobre ella y tus amigos vampiros -  se le caen las balas. Estaba aterrado no sabía lo que hacía.

- Que hábil, vaquero - le dice Damon burlón

-¿Si? Pues jamás había usado un arma. Jamás he matado a nadie, como tú - le dice directo y le apunta

-¿De que estás hablando?- le pregunto confundida

-Wes y Atlas me dijeron que un vampiro mató a Megan - responde nervioso

-¿Y pensaste que fui yo?- pregunta incrédulo

- Wes también dijo que un vampiro mató a mis padres - le reclama mientras le sigue apuntando. No entendía la situación

- Si, yo lo hice - volteo a ver a Damon perpleja

-¿Que dijiste?- le pregunta Aaron consternado - Empieza a hablar - los veo aturdida

- Damon, ¿que estás haciendo?- le pregunto alterada

- En 1958, después del incendio en el que Enzo murió. Traté de llevar a cabo mi venganza solo - frunzo el ceño - Después de matar a toda la sociedad Augustine. Prometí que mataría a cada miembro de la familia Whitmore. Dejaría que una persona creciera para que pudiera crear más familia y luego los volvería a matar - me quedo atónita. Todo esto estaba saliendo de mis límites. La cabeza me estallaba y me sentía enferma.

Era tan cruel que Damon haya puesto una sentencia de muerte en personas inocentes. Se que el sufrió mucho pero, los demás no eran responsables.

- Y eso es justo lo que hice - bajo la mirada

- ¿Cuantos Whitmore has matado?- le pregunta Aaron desconcertado

- ¿Desde 1958?- pregunta incrédulo y meneo la cabeza - Perdí la cuenta - alardea y me dejo caer al suelo al sentirme muy mal de golpe - Cami - jadeo

- Estoy bien, yo...- Aaron le dispara y me sobresalto - ¡Damon, no¡- me quedo helada al ver que se desangra por su cabeza. La bala entró por ahí

- Yo...yo - la voz le tiembla mientras se me va el aliento. Se va corriendo

- No puede ser - peino mi cabello abrumada y escucho la puerta. Me giro para ver

- Mi chica favorita - paso saliva tensa al ver a Wes- Te han dicho que eres hermosa - se acerca a la celda y los nervios me recorren

-¿Qué quieres?- trato de verme dura pero tenía miedo. El me miraba de una forma turbia. Como si en su mente estuviera pensando hacer cosas asquerosas conmigo

- Solo quiero que sepas que por qué me agradas no te dolerá mucho - frunzo el ceño - Aparte de que no eres vampiro, claro - retrocedo y abre la celda

- No tendras nada de mi. Nada - sonríe y camina de la puerta. Me sentía débil y con el cuerpo pesado

- Esos ojos celestes son un encanto - lo veo asqueada y al ver el paso libre intento ir corriendo pero me disparan dardos por la espalda. Suelto un quejido - Hay princesa. Debiste pensarlo mejor - me caigo de rodillas y comienzo a sentirme mareada - Desde que te conocí en ese salón de clases me llamaste la atención. Pensé que te me acercarías por el cliché del profesor y la alumna- caigo al suelo y me quedo inmóvil. Estaba consciente pero mi cuerpo no respondía - Eres mi fantasía, Cami - se me acerca y desliza su mirada por mi cuerpo. El escalofrío y el terror me invadían por completo - Hay muchas cosas que quiero hacerte - se pone de cuclillas y un nudo se forma en mi estómago - No te dejaría ir - se me quiebra la mirada. Acaricia mi rostro pero no podía sentir nada - Tu y yo nos vamos a divertir, princesa - lo veo asqueada. Espero que no me haga lo que creo. Jamás me había sentido tan vulnerable y atemorizada. Mi cerebro quiere apagarse por unos segundos. No quiere pensar en la posibilidad de que pueda abusar sexualmente de mi.

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Narrador omnisciente
Damon iba despertando después de unos minutos. Se encontraba aturdido y adolorido por aquel incidente. Se levanta lentamente entre quejidos

- Creo que me lo merecía - toca si frente - Cami - frunce el ceño al no escuchar su voz - ¿Cami?- se gira para verla y se queda perplejo- ¿Camille?- pregunta atemorizado al no encontrarla en su celda - ¿Camille? ¿Camille?- grita desesperado. Sus gritos de escuchan por todo el lugar como ecos. Damon estaba aterrorizado por pensar en las cosas que podrían hacerle a Camille. Estaba desperado por salir. Esperemos que eso suceda

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Camille
Abro mis ojos lentamente y escucho a alguien tararear. La cabeza me estallaba y apenas podía pensar. Al enfocar mi vista noto que estoy como en una clase de consultorio médico. Estaba atada a la camilla con cuerdas como tipo cinturón. Escucharlo cantar tan tranquilo era algo que me erizaba la piel por completo.

Habían monitores e instrumental médico. Comienzo a intentar desatarme moviendo mis brazos con mi poca fuerza pero era inútil

- ¿Qué está pasando?- pregunto aterrada. Mi corazón quería estallar de lo rápido que latía y mi estómago quería que vomitara del miedo

- Bienvenida- Wes se me acerca e intento con más fuerza zafarme de las cuerdas

-Déjame ir, por favor - suplico con la voz quebrada y se me acerca con una sonrisa masacra. Acomoda la camilla sobresaltándome

- Claro, después de terminar unas cosas - se quita la bata y mis ojos derraman lágrimas - Oh, no llores. Todo va a estar bien - cierro mis ojos

- Solo déjame ir -le ruego con llanto. Estaba en shock

- Tranquila - se me acerca y comienzo a temblar - No te dolerá - saca unas tijeras de su bata y frunzo el ceño

- No. No, no. ¿Qué harás?- pregunto sacudiéndome y las acerca a mi blusa - ¡No! ¡No - grito desesperada mientras va cortando mi blusa - ¡Damon! ¡Damon!- grito su nombre mientras el sigue y yo lloro desconcertada. El se divertía al verme sufrir. Me tenía expuesta y por la forma en que miraba mi cuerpo se significaba una cosa - ¡Damon!