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Capítulo 5.-Ataque del Caster.

Tras el fracaso de la tarde, Shirou cuidaba de Rin, quien dormía profundamente, y se le notaba en el semblante su cansancio, y era más que obvio. Gran parte de su magia había sido drenada, tenía que descansar.

Pensaba en lo ocurrido ese día, el hecho de que la amistad con Arturia había sido un pleno engaño, que Shinji era un hijo de puta en una amplísima gama de sentidos y que, para rematar, quería violar a Rin.

<<No permitiré que le ponga ni un solo dedo encima... lo mato antes de que tenga tan siquiera la oportunidad>>; pensó, apretando sus puños y sintiendo las leves respiraciones de su amada.

Serían casi las nueve, así que, y esperando a que Rin despertara, fue a preparar la cena para esa noche, incluso la subiría al cuarto de la chica. Su preocupación se iba al igual que el vapor que emanaba de las ollas y de los sartenes que usaba en aquel momento.

Por el lado de Rin, ella despertaba aún muy cansada, echándose la almohada al rostro, sintiendo algo de dolor en la pierna en donde recibió el corte. Claro que ésta fue sanada por Shirou.

Pasaban por su mente varias cosas, entre las cuales, en su mayoría, se encontraba el muchacho. Era un buen aliado a pesar de ser un medio mago. De cualquier modo, ahora le tenía bastante más aprecio que antes, y no se diga del amor que sentía por él.

Tarde que temprano pasaría una lucha en donde él resultaría verdaderamente herido, quizá la bendición que había dado Sakura sería suficiente en un extremo así, y eso era lo que preocupaba demasiado a Rin: una herida que ni siquiera su más grande tesoro pudiera sanarle.

Aunque eso era lo peor que podía pasarle por la mente, mejor seguir con los pensamientos lindos. De hecho, recordar cuando lo sostuvo entre sus brazos y él se agarró de sus hombros. El tacto de las manos de Shirou con su piel, ya recordando a detalle, le elevaba la temperatura de su piel, especialmente la de la cara.

Shirou entró por la puerta, sorprendiéndola tanto que hizo que se cayera de la cama. Shirou fue de inmediato a ayudarla...aunque hizo no más que empeorar la situación. Volvía a sentir el calor de esas manos contra su piel.

-Vamos, Rin, debemos pensar qué haremos con esos dos. Tengo suficiente de qué preocuparme para que...

-¡Oye! ¡¿Acaso crees que yo ando por un campo de flores?! ¡Mi maldita pierna duele y recordar esa babosa sonrisa en el rostro de Arturia me hace querer remodelárselo a golpes!

-Tranquila. -Shirou sudó una gota gorda. -Lo que debemos hacer es pensar con la cabeza fría, quizá seguirlos para agarrarlos desprevenidos sea una opción indicada.

-Ahora que lo mencionas...sí, lo es. Por lo que sabemos, Shinji tiene dos cartas, así que derrotarlo a él es prioridad. Además. -Rin jugueteó con su cabello, sonriendo de forma altanera. -Mi magia es de luz y la suya de obscuridad, el idiota no sabe que tengo todas las de ganarle.

Con las cosas puestas en común, lo que hicieron fue cenar, charlar de algunas cosas más que no fueran la guerra, sino una simple charla de amigos.

Reían, se divertían y la pasaban bien...como en los viejos tiempos. Lo chistoso es que ninguno de los dos se pudo dar cuenta que les brillaban los ojos, y brillaban de una forma espectacular y conmovedora.

Sus almas quedaban encendidas; eran las almas de dos jóvenes perdidamente enamorados.

-Bueno, Rin, me iré a dormir.

-¡Espera! -Ella lo jaló de la manga. -Qu-quería pedirte un favor. -Rin desvió la mirada hacia la izquierda y al suelo, teniendo un leve sonroso en sus mejillas. -Me siento bastante débil todavía, y, aunque suene raro, si un mago duerme con otro mago, en tu caso un medio mago, recupera algo de energía.

Shirou se quedó en "modo serio" tratando de procesar esa información que le era, realmente, muy extraña. Sin embargo...accedió.

Rin, como no era raro, puso una almohada abrázable en medio para que estuvieran separados, y, por si fuera poco, dormirían dándose la espalda. Estaban apenados por igual; no obstante, el sentimiento de alegría era equivalente.

Para la mañana siguiente, Rin despertaba encima del pecho de Shirou, sonriendo como niña pequeña a la vez que babeaba un poco. Él despertaba como normalmente lo haría, sintiendo dificultad para respirar.

Lo primero que hizo al ver que Rin estaba en su pecho, fue abrir los ojos de la sorpresa, volviéndose a acostar, con un sentimiento completo de estoicismo que era por ser rebasado.

De ser así, lo más seguro es que se hubiera "agitado".

Aprovechando la ocasión, llevó su mano al cabello de Rin, acariciándolo un poco. La respuesta no fue como tal un gemido, sino un ronroneo, casi como si fuera un gato que era acariciado por su amo.

Eso enterneció a Shirou, ya que aquella situación hacía juego con la pijama que Rin usaba, lo que era no menos que divertido.

Ella despertaba, apretando un poco su agarre, lo que hizo soltar a Shirou un quejido. Al verse en esa posición, Rin se levantó de un salto, erizándosele los cabellos, y agarrando a golpes con una almohada a su contrario.

Incluso le había ido mejor a Shirou de lo que el mismo esperaba.

Las cosas no eran mejores en la academia, ella guardaba su distancia de él, y el muchacho únicamente sudaba un poco, incomodo. Reconocía que el cabello de la chica era lindo y olía bien, aunque sí era más indicado prestar atención a lo que pasaba en ese momento.

Vigilaban algo de cerca a Shinji, vigilando que Arturia no los viera. No es como que ellos dos fueran estrictamente aliados, pero se debía tener en cuenta posibles planes de cuidarse el uno al otro si es que eso les daba un beneficio a largo plazo.

Siendo cuatro ojos en vez de solo dos, se cubrían las espaldas aprovechando el distanciamiento que tenían. Rin, siendo más inteligente que Shirou, siempre miraba a todos lados, ya que el que seguía a Shinji era Shirou.

Así fue durante gran parte de la tarde y de las veces que recorrían los pasillos, incluso los propios compañeros que pasaban no se daban cuenta que, de facto, lo estaban siguiendo, dando una impresión de que caminaban así sin más, teniendo un rumbo, ciertamente, infijo.

El problema fue hasta la hora de la salida, ya que ahí tendrían bastantes problemas si es que eran descubiertos siendo seguidos. Para su suerte, Arturia se notaba lastimada ya que no caminaba bien de una pierna, así que se relajaron que ella los intentara atacar.

Caminaban con cierto recelo, mirando a varios lados, teniendo cuidado de que Shinji no los hubiera descubierto o acabarían muy mal parados.

Lo único malo es que no veían el cielo, únicamente las calles, y ese era un detalle que no debieron haber dejado a la suerte.

Alguien espiaba a los espías.

Cuando llegaron a la casa de Shinji, ya había anochecido. Rin y Shirou se miraron a los ojos, ella sonrió, revelando la carta entre sus dedos.

-Ojalá que nadie nos vea. -Suspiró él, ya que no le agradaba la idea de tener que matar a alguien.

Un momento antes de que pudieran hacer algo, un disparó cayó en la nuca de Rin, haciendo que ella cayera al suelo, semi inconsciente.

Shirou contuvo gritar, pero de inmediato atendió a Rin, dejando que Shinji entrara en su casa, viendo a varios lados antes de finalmente cerrar la reja de su casa, entrando a ese lugar.

-¡Rin, Rin, Rin! -Mascullaba Shirou.

-¡Maldición, no puedo moverme!

-Aguanta, en un segundo... -Una sombra apareció a un lado de ellos, era un hombre moreno con el cabello blanco, que tenía una sonrisa perversa en su rostro. (No es Archer :v)

-Hicieron mi trabajo bastante fácil. -Esta persona tomó a Shirou de la camisa, arrojándolo contra la pared, dejando a Rin indefensa. -Mientras puedas transformarte no estaré tranquilo a pesar de quitarte tu carta, así que... -Sacando una daga en forma de gancho, el hombre la enterró directamente en el pecho de Rin, quien se soltó a gritar de dolor.

-¡Rin!

-¡Shirou, toma la carta!

El muchacho hizo lo pedido y tomó la carta que estaba en el suelo, corriendo lo más aprisa que podía. Tras unos segundos, regresó sobre sus pasos, apretando los dientes y tomando un palo que se encontró en el suelo.

Recordaba la situación con Sakura, el hecho de que cometería el mismo error, pero no esta vez, ahora quería hacer las cosas diferentes.

Regresando a la calle en donde pasó el jaleo, la daga era retirada del pecho de Rin, no teniendo ni rastro de sangre en la misma.

-Con esto no podrás transformarte más, así que quedas fuera del juego, niña. -Se rió él.

-¡¡¡Caster!!!...

-¡Ahhh, viva Fidel! -Shirou corría a toda prisa con el palo en sus manos, golpeando con él la espalda de Caster, quien se puso recto como si nada, tomándolo del cuello y elevándolo en el suelo.

-Este chico tiene coraje...o es muy estúpido. Volver para rescatar a su novia, es tierno. Pero no deja de ser estúpido ya que me regala una carta.

El muchacho se liberó del agarré dándole una patada en el pecho a Caster, corriendo ahora sí que sabía que Rin estaba relativamente sana.

Escondiéndose en un callejón, Shirou tomó la carta entre sus manos, comenzando a sentir un calor en sus dedos que era, realmente, anormal. Cuando Caster fue por Shirou, no lo encontró en donde debía estar, lo que lo sorprendió mucho.

-¿Pero qué?... -Una flecha atravesó la cabeza de Caster, derribándolo al suelo de forma inmediata.

-¡Nadie toca a MÍ Diosa! -Shirou se encontraba en el techo de una de las cosas donde estaba el callejón. A pesar de ya saberlo muerto, Shirou disparó varias flechas al cuerpo de Caster.

Rin corría para ver qué pasaba, llevándose una enorme sorpresa al ver bajar del techo de la casa a un Shirou vestido con una armadura negra que se acoplaba a su cuerpo, teniendo un brazo descubierto, una banda en su frente y lo que parecía ser la parte inferior de un paletó rojo.

Por si fuera poco, él tenía un gran arco en sus manos, lo que era inexplicable.

-¿Shirou?...¿Cómo es posible?

-No tengo idea... -el muchacho tomó la carta de Caster, dándosela a Rin. -Debería haberme transformado en una versión masculina de Ishtar pero...sigo siendo yo.

-No puedo creerlo. -Murmuró Rin mientras negaba con la cabeza, aún sorprendida.

En casa de la muchacha, ella daba vueltas y vueltas con Shirou regresado a su forma "normal". Trataban de sacar conclusiones.

Parecía ser que Shirou, una versión del futuro, se había convertido en un héroe lo suficientemente valioso para hacerse un espíritu heroico. Eso llenaba de alegría al muchacho, aunque no por ello todas las dudas quedaban resueltas.

Aún quedaba averiguar qué tanto poder tenía. Lo que era más que seguro es que su espíritu heroico fuera muy fuerte, lo suficiente al menos para acabar a Caster, uno de los servants más fuertes de las siete clases.

Quedaban cinco en pie, así fuera difícil de asimilar.

-Al menos tenemos una carta...pero ¡quedé fuera del juego! -Rin se llevó las manos a la cabeza, pataleando contra el suelo a la vez que Shirou trataba de tranquilizarla.

-No es del todo cierto, Rin. Hum...nosotros podemos crear una pequeña regla de excepción. -Sonrió él.

-Cuál es... -Ella lo miró feo.

-Yo seré tu servant. -Shirou se arrodillo, tomando de la mano a Rin. Ella se apenó un poco. -Lucharé por ti, Rin, como si de esta carta emanara un espíritu heroico que lucha junto a ti y no tú te conviertes en uno para pelear.

-Entiendo lo que dices. Pero...¿d-de verdad quieres ser mi servant?

-Claro...y como servant que soy, tú asumes otro rol: el de "madame" o podría ser "landlady". -Rin se sonrojó bastante.

-¡Me-mejor "master"! Eso se escucha como si fuera una mujer adulta, lo que no me gustaría.

-Bien. Entonces, Rin, ¿Quisieras ser mi master? -Sonrió él. Rin sentía que le proponían matrimonio.

-Y-ya que...si quiero el Grial, debo conformarme con eso. -La chica apretó su agarre.

-Lucharemos juntos entonces. Soy tu arco y flecha, únicamente necesito que me dispares.

-¡Moh! ¡Shirou, te estás poniendo demasiado romántico, me avergüenzas! -La chica se puso un cojín en la cara.

-Je, je. Perdón, no era mi intención. Vayamos a dormir, debes estar cansada.

-Que me dejaran incapacitada para convertirme en espíritu heroico me lacera más el alma que el cuerpo, y me siento completamente adolorida, así que date una idea.
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Ohhh yeah
Definitivamente por la ricura y las waifus amo fate :v

Hoy es día del Guerrillero Heroico (9 de octubre), y yo tengo la loca idea de que el Shirou de UBW se parece al Che Guevara :v en un "apéndice" del fic explicaré por qué

Y bueno, ya apareció Archer :D (a medias :v) que quizá era lo que algunos querían ver, pues algunos las pueblo Lo que es del pueblo jajsjaj
Nos vemos en una semana, comenten, voten y compartan, eso ayuda mucho uwu

Siempre tuyo:

-Arturo Reyes.

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