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Capítulo 3.-Una explicación más que necesaria.

Ambos jóvenes se habían trasladado a la casa de Rin, quien veía a Shirou con una cara de enojo absoluto...la marca de la bofetada quedaba en su mejilla todavía.

-No te golpeo más ya que tienes varias costillas astilladas...

-Explícame dos cosas...número uno, ¿por qué me abofeteas si el que tengo que estar enojado soy yo? Y segunda; ¡¿Qué putas madres está pasando?!

-Sabía que preguntarías eso...¿cómo te explico? Se le llama Guerra del Santo Grial.

En sí, Rin explicó que cada cierto tiempo había una guerra por el Santo Grial, aquel que concedería cualquier deseo a su ganador.

En la guerra, a los 7 masters se les daba una carta de cierta clase: Saber, Archer, Rider, Assassin, Caster, Berserker y Lancer. Prácticamente, una guerra de clases por el Santo Grial.

La carta transformaba a los master en un Espirito Heroico (o un pseudo-servant), que era conferido al haber alguna conexión entre master y servant de clase. En este caso, parecía ser que Rin tenía conexión con la antigua diosa mesopotámica Ishtar.

(Weeeeey me encantó que hubiera prácticamente dos Rin en Fate Babylonia, sobre todo Ereshkigal, que es el lado más tímido de Rin uwu)

-¡Qué pena que me hayas visto así! -Rin se cubrió el cuerpo, a pesar de estar vestida con su suéter rojo y esa falda corta de color negro y sus calcetas largas del mismo color.

-Sí...aunque no puedo negar que te ves ciertamente atractiva. Un poco más de lo que ya eres. -Dijo Shirou, avergonzado. Rin se ruborizó, tumbándose a su cama para ponerse una almohada en el rostro mientras pataleaba.

-A-a-agradezco tus cumplidos... ¡pero es que no es momento para tal! -Con la almohada que tenía, ella comenzó a golpear a su contrario.

-Au, au, au, duele. Para, por favor.

-Sigh, está bien...hay dos cosas que igual te tengo que decir.

-Adelante...y no es como que todas mis dudas sean resultas ya.

-Existe una regla que dice que hay que asesinar a todo aquel que vea una pelea entre masters...eso quiere decir que Arturia te tratará de matar, por lo que...

-Espera...tratas de decirme que ¡¿me vas a matar?!

-¡¡No!! ¡No, bodoque con patas, no te voy a tratar de matar! Lo que quiero decirte es que ella te tratará de matar, por lo que, la otra cosa que debo decirte es que no puedes estar sólo bajo ni el más remoto concepto.

-¿Debo dejar de asistir a clases? -Rin arrojó la almohada al rostro de Shirou, enojándose bastante con él.

Rin se jaló un poco los cabellos, desesperada. Se llevó las manos a la cabeza, arrodillándose en el suelo para luego golpearlo, dejando a la vista su trasero, Shirou desvió la mirada, sonrojado. Ella lo miró con ganas de ahorcarlo.

-Eso quiere decir que lo más conveniente es que...-Se sonrojó. -No te separes de mí, ya que soy la única que te puede defender.

-Ah... -Shirou igual se sonrojó. -Y-ya veo.

Se las apañarían, al menos por ese día, y aprovechando que ambos tenían el uniforme puesto (más Shirou que Rin), en dormir en casa de la muchacha. Los dos se sentían sumamente apenados, era la primera vez que alguien dormía en la casa de Rin, ella, naturalmente, se sentía sumamente nerviosa.

Aquel bodoque con patas estaba igual, ya que dormiría en la casa de la chica que le gustaba. La habitación de ésta tenía el mismo aroma que su perfume, aquel que lo enamoraba lindamente.

Recordar cómo es que Rin se transformó en diosa le era confuso, emocionante, una mezcla de pasiones se juntaban en su corazón. Ahora era la mano derecha de su compañera.

<<Ahora sí que podré decir que es mi diosa coronada>> Pensó él refiriéndose a Rin, teniendo un leve rubor en sus mejillas. (A ver si entienden la referencia 👀👀).

Él se duchaba, observando las cicatrices de dos días muy turbios que le habían tocado vivir. Al menos ahora podía respirar tranquilo, pero se preguntaba ahora de verdad, ¿qué era ese destello morado que veía siempre que iba a morir?

Sin duda alguna, ese destello lo había salvado en esas dos ocasiones, pero se cuestionaba lo qué era. No obstante, un amargo recuerdo llegó a su mente al recordar por qué para él el color morado era importante.

Sakura.

Si lo que había pasado no era un sueño, era sinónimo de que ella había muerto, dando su vida por la de él. Sin poder aguantar un segundo más, Shirou se rompió, llorando desconsoladamente mientras el agua caliente se llevaba su dolor.

Eso sorprendió a Rin un segundo, viniéndosele a la mente poco después alguna razón por la cual Shirou lloraría ahora que se veía involucrado. Ella también se rompió.

Saliéndose del baño y con una toalla de baño que era...femenina, él se sintió apenado, ya era más que obvio que Rin lo había escuchado llorar, siendo un pequeño lastre en su corazón.

Por lo demás, fue al cuarto asignado, que tenía un toque, si bien no masculino, si más neutro, por lo que no se sintió tan incómodo.

Se cambió, no poniéndose únicamente la chamarra del uniforme, la cual tenía manchas de su sangre en varias partes de la misma. Rin entró tras tocar la puerta.

Viéndose a los ojos, Shirou notó que su curiosa amada tenía puesta una pijama de gatitos, lo que le causó una gran ternura evidenciada en un pequeño rubor que tuvo, además de una risa muy leve que le dio.

-Sé que es difícil pensar que lo que has visto fue verdad. Lamentablemente Sakura... Sakura participaba en la guerra, y no tuvo tanta suerte.

-No quisiera hablar de ello...me cuesta trabajo, y me duele recordarla.

-No hay nada que puedas hacer para recuperarla, ni siquiera para vengarla. Shinji es un assassin, te mataría si tratas de hacerle frente.

-De cualquier manera me veo involucrado. Ahora sé por qué se sorprendió mucho al verme hoy. Debió pensar que morí junto con Sakura.

-¡Maldición, no pensamos en eso! Ahora habrá dos personas que quieran matarte...te metiste en una grande, Shirou.

-Ya ni modo. Creo que debo ser la persona con la peor suerte del mundo para que pasen estas cosas.

-Estás bajo mi protección, así que despreocúpate. -Sonrió Rin, soberbia, dispuesta a marcharse, justamente había tomado el picaporte.

-Por cierto, Rin, quería decirte que te ves linda con esa pijama. -Sonrió él, de forma bastante afable.

Ella, apenada, se golpeó la cabeza contra la puerta, quedando contra la misma al no haberla abierto, pero sí avanzado hacia ella. Se había sonrojado.

-¡Gr-gracias, Shirou! ¡Bu-buenas noches!

-¿Te lastimaste? ¿No podría...?

-¡Dije buenas noches, así que descansa! -Cerró la puerta de un golpe.

Él quedó perplejo. Sin más, el muchacho se acostó en la cama, que era tan suave que creyó que se hundiría en ella. Entre el cansancio del día, los golpes físicos y morales que recibió lo dejaron más que fatigado, casi sintiendo que quería dormir por años.

Una vez en el sueño profundo, esos destellos morados en un fondo negro volvieron a aparecer a su vista.

Pensaba, <<¿Me estaré muriendo de nuevo?...ojalá que s...>>

-Senpai... -Una voz preciada y conocida lo interrumpió. -Senpai, no diga eso. No quisiera verte triste.

-¡Sakura! -El muchacho se despertó de golpe, pero no estaba en la casa de Rin. Todo era blanco como la nieve, y algo cálido se sentía contra su espalda y en su mano, entre sus dedos.

Al voltear, se dio una sorpresa entre amarga y dulce, pues Sakura lo tomaba de la mano, y reposaba su espalda contra la suya propia. Ella vestía de blanco, con su cabello morado resaltando al igual que sus ojos. Ella sonreía tímidamente.

-Me deprime un poco el hecho de que mi primer beso haya sido el último. Lo que me reconforta es que...fue tuyo.

-Sakura... -El muchacho comenzó a llorar.

-No llores, Senpai. Quizá no puedas verme, pero yo vivo, aquí. -Ella le tocó el pecho a Shirou, dando pequeños golpes con sus dedos al corazón del muchacho. -Mientras la magia del Grial me mantenga con vida, viviré contigo, en tu corazón.

-¿Cómo es eso posible?

-Suena extraño, lo sé. Pero el grial, a pesar de que no fui la ganadora, me concedió una última voluntad, una pequeña, pero que podría ser válida. Esa fue que mi circuito mágico se trasplantara a ti, eso fue lo que te salvó la vida.

-Ay, Sakura...no debiste hacerlo. No imagino una vida sin mi mejor amiga.

-Oye, ya te dije que viviré en tu corazón, ¿qué parte no entendiste? -Se quejó ella, un poco molesta. -Ya vas a despertar...me despediré como Dios manda.

-¡No! ¡No te vayas, Sakura, por favor!

-No me iré. Estoy aquí. -La chica se acercó para tocarle de nuevo el pecho, robándole un beso tras hacerlo. Se notaba sonrojada. -Suerte...

Shirou despertaba llorando de esa situación, llevándose las manos a los ojos y tratando de tragar saliva, pero no podía, tenía un nudo en la garganta.

<<Gracias por todo, Sakura...>>
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A modo de celebración por los 400 seguidores (en cosa de poco más de tres meses :0), y como viene siendo costumbre en los fics, pondré, en vez del himno de la URSS, el Himno del Movimiento Guevarista de Bolivia UWU para los que apenas llegan al perfil, (ya que es el primer fic de fate de mi autoria que publico), yo soy comunista, más precisamente de la rama guevarista, así que váyanse acostumbrando a ver comunismo en mis fics y paráfrasis de mi Comandante Che Guevara :v ¡¡¡A por el medio millar!!!

Retomando el fic, ahora ya saben cómo es que Shirou sobrevivió dos veces :v y ya se nota el shirouxrin que todos amamos uwu creo que tengo bien adaptada la personalidad de Rin al fic, eso es un acierto. La de Shirou...trataré de que no sea tan princeso, que eso me desespera >:v
En el siguiente capítulo habrá pelea a muerte con espadas jeje

Por cierto, la fecha de publicación cambia a los viernes jeje.
Hasta la próxima, compartan, voten y espero acepten a este novato de los fics de fate en el mundillo de éstos, ya reconocí a dos que tres que comentan en otras historias Shirouxrin

Siempre tuyo:

-Arturo Reyes.

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