Capítulo 2.-La lucha de clases
Shirou despertaba en su cama, sudando a mares y respirando bastante agitado. Se revisó el pecho, no tenía nada. Se revisó el hombro, igual todo estaba perfectamente.
-Maldito sueño tan raro...debo dejar de comer dulces en la noche.
Shirou marcó a Sakura varias y repetidas veces, pero no logró contactar con ella. Se preocupaba mucho, ella todavía no llegaba y eso que siempre se iban juntos a la escuela, o la mayoría de veces, en realidad.
Eso no importaba, no había ni un mensaje, llamada, nada, Sakura estaba prácticamente desparecida. En teoría, eso fue un sueño, o tenía que serlo. Si él estaba vivo, Sakura igual.
Corría apresuradamente a la escuela, era necesario que Sakura estuviera ahí, no había otra manera. Tenía que estarlo.
Apenas llegó, fue corriendo a su salón, no encontrándola.
-Hola, Emiya. -Le dijo Rin, pero él la pasó de largo. Ella frunció el cejo. -Idiota, me pide una cita y al día siguiente ni me saluda. Hum.
Cuando se topó a Shinji en el pasillo, ambos abrieron los ojos de la sorpresa, asombrándose.
-¿Emiya?
-¡Shinji! -Él fue y lo tomó de los brazos. -¡¿Dónde está Sakura?! ¡¿Vendrá a la escuela?!
-No. No, vendrá por un tiempo, ella tiene fiebre, los fríos le vienen muy mal.
-¿Por qué no me ha respondido entonces las llamadas?
-Por eso mismo. La fiebre le da dolor de cabeza, quizá tiene su celular apagado. Relájate, ella se repondrá. Tengo cosas que hacer, amigo mío. Nos vemos en el salón.
Shirou se tranquilizó un poco, aunque de cualquier forma iría a visitar a Sakura para comprobar que estuviera sana y salva. Estaba nervioso, pero no tanto como al despertar.
Encontrándose de nuevo a Rin, él saludó con una sonrisa de mejillas sonrosadas, aparte de hacer un gesto con la mano. Ella lo barrió con la mirada, apartando bruscamente su mirada para irse por otra dirección.
<<¿Qué?>> Se preguntó.
-Tohsaka, ¿Por qué la indiferencia?
-Cínico...todavía me preguntas después de ignorarme.
-Tenía prisa...tuve un sueño raro y Sakura moría en él...me sentí preocupado. Suena tonto, lo sé, pero no...
-Espera, ¿qué soñaste? -Rin alzó una ceja.
-Los dos nos encontrábamos en la academia, Shinji era una clase de demonio que se hacía llamar "Assassin". Sakura me dio una carta con la forma de un jinete, diciéndome que la cuidara. Había otra cosa...un "Caster".
Rin tenía los ojos bien abiertos al terminar de escuchar el sueño de Shirou, luego hizo un gesto de extrañeza, llevándose ambas manos a la cara. Sus ojos lagrimearon un poco.
-¿Tohsaka?
-No es nada...es por soportarme la risa que me causa tu absurdo sueño. Tengo que hacer una cosa, nos vemos luego.
Sin decir más, Rin se fue caminando aprisa, se notaba se limpiaba unas pequeñas lágrimas de los ojos. Shirou se sintió avergonzado, no creía que su sueño fuera para reírse tanto.
Definitivamente Shirou le diría adiós al azúcar antes de dormir. No le venía nada, nada bien para la hora de dormir.
Por lo demás, ya se sentía más tranquilo. Aunque aún quedaba resolver lo de la cita con Rin, lo que lo apenaba. No obstante, recordar el beso tan real que sintió que le daba Sakura, era más para apenarse.
Él ya sabía que algunos sueños se sienten muy realistas, eso era un hecho, aunque esto caía más en la exageración, claro.
Suerte suya que quizá no volvería a tener un sueño tan raro. Se encontró a Arturia en el pasillo, sonriéndole. Ella hizo el mismo gesto, saludándolo. Ambos fueron juntos al salón de clase, Shirou sentía ganas de decirle a Arturia acerca de su sueño, pero le daba, ciertamente, pena, pues no sabía cómo es que ella se lo fuera a tomar.
No deseaba que se burlaran otra vez de él. No era algo que le agradara mucho, realmente, así que mejor lo omitió.
Las clases eran normales, realmente, Shirou se dio cuenta que Rin tenía los ojos algo rojos, como si hubiera llorado. No creía que lo hubiera hecho, a lo mejor y para secarse las lágrimas (pero de risa), se le habían irritado los ojos.
Como fuera, ninguna de las dos opciones le terminaba de agradar del todo.
El muchacho aprovechaba sus tiempos libres para escribirle una pequeña carta a Sakura, la que terminaría, por supuesto, en la puerta de su casa apenas saliera de la escuela. Aunque, curiosamente, y siendo un poco contradictorio con lo ocurrido anteriormente, Rin se acercó con él durante receso.
-Oye, Shirou, me gustaría que adelantáramos nuestra cita a hoy. ¿Te parece bien? -Preguntó ella, con una risita.
-¿Eh? -El muchacho se exaltó, ruborizándose en el proceso. -¿H-hoy?
-Sí. Hoy. Creo que de plano el sábado no tendré tiempo. -Sonrió ella. Era martes.
-Bueno... <<quizá para la tarde, Sakura ya tenga prendido su celular, así que le llamaré acabando mi cita con Rin>> Pensó; -Acepto.
-Bien. -Los dos se sonrieron.
Justamente, Arturia se encontraba cerca de ellos, escuchando que tendrían una cita. Sonrió, sentándose en la mesa donde los dos amigos se miraban enternecidamente.
Ella no dijo nada, simplemente comenzó a comer, y vaya si Arturia no comía bien.
Ese mismo día, Arturia usaba manga larga, no notándose parte del dorso de sus dos manos. Ella se había sentado a un lado de Shirou, quedando prácticamente en frente de Rin.
Saliendo de clases, los dos muchachos fueron caminando juntos. Arturia los veía, bastante enternecida.
-Hacen linda pareja.
Ambos habían llegado ya a un punto un poco lejano de la academia, la cual no se veía. Sus hombros estaban casi pegados, y no se escuchaba más que sus respiraciones.
-Cuéntame más de ese alocado sueño que tuviste. -Pidió Rin.
-No. Te burlarás.
-Juro que no. O bueno, no me burlaré mucho. -Sonrió ella.
-Sigh. Está bien.
Shirou contó con bastante detalle un poco más de sueño, omitiendo, claro está, que Sakura se le había declarado y que se besaron.
-Desperté justamente cuando sentía que moría en mi sueño...no sé si te haya pasado alguna vez.
-Algo similar, pero no exactamente.
Ambos habían sido amigos de ya un tiempo atrás, se conocían bien, bastaron dos meses incluso para que los dos supieran que podían tener algo más que una amistad. Ese día anocheció pronto.
-Las estrellas se ven muy lindas la noche de hoy. ¿No crees, Tohsaka?
-Vamos, Shirou. Nos conocemos de tiempo...di-dime por mi nombre.
-Como pidas...Rin -Los dos se sonrojaron.
-¿Pu-puedo llamarte por tu nombre también?
-Si quieres...
Sin saber por qué, fue algo que los dos desearon y estaban ansiosos de, pero se tomaron de la mano, en ese enorme frío. No se cuestionaban si hacían bien o mal, ni siquiera buscaban una razón para hacerlo. Lo hacían, eso era todo.
-¿Por qué me invitaste a salir, Shirou? -Preguntó Rin, de repente.
-Y-yo...quería estar contigo, charlar.
-Eso lo hicimos en receso.
-Pero de forma un poco más personal.
-No creas que es queja. -Rin Sonrió. -Simplemente tengo curiosidad. Aparte, sí que quería que tuviéramos una cita, no te lo niego.
Caminaban por un parque, apenas había luz ese día y no parecía haber gente en un enorme rango en la lejanía, daba la impresión de que ellos dos eran las únicas almas en ese lugar, por extraño que sonara.
Únicamente parecía haber un ruido, pero era inexacto, extraño, difícil de describir. Eso tenía con cierto pendiente a Rin, la que miraba a todos lados.
-Shirou...¿no has sentido que te queda poco tiempo de vida y quieres disfrutarlo al máximo? Es hacer todo lo que deseas para que no sientas que dejaste algo en el camino y de lo que te puedas arrepentir.
-¿Hum? La verdad es que no, Rin. De hecho, nunca se me había pasado por la mente algo así.
-Entiendo...a mi sí. No sé por qué, pero mi tiempo puede estar contado a partir de ayer. -Ella se detuvo, tomando las dos manos de Shirou, sonriéndole amablemente, sonrojada. -Por eso apresuré nuestra cita, ya que hay una cosa que te quiero decir.
-¿A-ah?...di-dime, Rin.
Inmediatamente en la mente de Shirou, claro que él pensó que era una petición amorosa: la de ser novios. El muchacho estaba que cabía de felicidad al apenas pensar una cosa así.
Y quizá con la declaración vendría un beso, sería el primero que daría en toda su vida. Se preguntó si también el de Rin, aunque eso no podía saberlo muy a ciencia cierta.
Se preparó mentalmente para eso.
-Lo que quiero decirte es que...lo tuyo no fue un sueño. -Rin empujó a Shirou lo más lejos que pudo, sorprendiendo al muchacho. Tras eso, una gran corriente de aire pasó en medio de ambos.
Rin se notaba enojadísima, incluso apretaba los dientes, mostrándolos. Se le marcaban varias venas de la frente.
-¡¿No pudiste elegir un peor momento, maldita?! ¡No debiste interrumpir mi cita con Shirou!
-Los dos son tal para cual...hacen tan linda pareja que se van a morir juntos.
-Esa voz...¡¿Arturia?!
-En efecto. -Arturia apareció detrás de uno de los muchos árboles del parque, dejando un aura negra detrás de sí.
La chica tenía la piel bastante pálida, pareciendo más muerta que viva, con los ojos dorados que le daban un toque, ciertamente, aterrador. Su armadura era de un color negro azabache, notándose pesada y gruesa, bastante protectora contra cualquier daño. El que parecía ser un hongo en su piel blanca le llegaba hasta la mandíbula, extendiéndose a parte de sus mejillas y de sus cienes. Este "hongo" era como si un casco que únicamente le cubriera esa parte de su rostro estuviera literalmente pegado a su piel.
-¡La vas a pagar caro! -Rin sacó una carta. Su mano tenía pintado lo que parecía ser un tatuaje de un arco y una flecha, al igual que su carta era la de una arquera.
Sorpresivamente, un gran destello dorado y negro cubrió todo el parque, cegando los ojos de Shirou, quien se cubrió con su brazo al sentir que ese destello de luz era más intenso.
Cuando abrió los ojos, se sonrojó un poco, pues Rin vestía mostrando mucha piel, vistiendo un corpiño de color blanco con detalles en dorado, aparte del que parecía ser un bañador negro con detalles también en dorado, el que era su color principal, por supuesto. Tenía puesta una malla en la pierna derecha de color negro y ornamentas mezclando los colores, así como una manga del mismo estilo en su brazo izquierdo. La muchacha flotaba a un palmo del suelo. Tenía una ornamenta parecida a una tiara en la cabeza, lo que terminó por sorprender a Shirou.
-El espíritu heroico que invocaste se viste como una zorra. No es raro, al fin y al cabo, lo eres.
-Vaya...cada vez me haces enojar más, falsa amiga. -Un arco azul con detalles dorados apareció a un lado de Rin, disparando cinco flechas que Arturia destruyó con su espada.
-Patético.
-¡Shirou, corre!
El muchacho se levantó, empezando a correr como Rin se lo había pedido.
-¡Ven para acá! -Arturia se lanzó en contra de Shirou, siendo detenida por Rin, la cual invocó un estoque a un lado de su mano derecha, volando lo suficiente para ir a chocar espadas con la espadachína.
El muchacho, como no podría ser de otra manera, corría apresuradamente fuera del parque, escondiéndose tras un canalón de agua que estaba vacío en ese momento, atrincherándose en él.
-¡Qué carajos está ocurriendo aquí?! -Se preguntó mentalmente mientras sudaba, observando la pelea entre sus dos amigas...que, parecía ser, no lo eran más ya en ese momento.
Chocaban sus espadas con bastante furia, pareciendo un asunto personal más que nada. El arco que Rin había invocado apuntaba y disparaba algunas veces, lo que le daba, ciertamente, ventaja al recipiente de la Diosa Ishtar.
Cuando ambas espadas chocaron una vez más, la de Arturia desprendió un torrente de aire que hizo retroceder a Rin, la que voló un poco los aires, teniendo su arco apuntando detrás de su rival. Una flecha mágica de éste fue disparada, pero Arturia la partió en dos con su espada.
<<No puedo vencerla, tiene ventaja realmente en esta situación...pero un guerrero hábil no ataca primero al cuerpo o a la cabeza...siempre se ataca primero al corazón>>
Tras pensar aquello, Arturia fue corriendo hacia donde escapó Shirou, alarmando mucho a Rin, quien, a pesar de tratar de alcanzarla, se topó con una corriente de viento que iba directamente contra ella, haciendo que cayera al suelo, un poco mareada.
Shirou, viendo que corrían tras él, intentó escapar del canalón en el que se encontraba atrincherado, pero fue derribado por Arturia de un solo golpe de su pesada hombrera.
-Me pregunto una cosa: si te mato, ¿será como asestarle un golpe mortal al corazón de Rin?
-¡¿Eh?!
-Bueno, la respuesta te podría salvar...pero eres un idiota. Ahora muere como el idiota que siempre fuiste, Shirou. -Cuando Arturia estuvo a nada de atravesar el corazón del muchacho, una patada que le dio Rin a la mano de Arturia fue suficiente para volarle la espada de la misma.
-¡A él ni se te ocurra hacerle daño! -Con otra patada, Rin mandó a volar unos metros a Arturia, quien se puso rápidamente de pie.
-Ah, claro. Entiendo, seguramente ya te revolcaste con Shirou y por eso no te quieres despedir de tu dildo de carne.
-¡Eres una maldi...! -A pesar de no tener su espada, Arturia fue corriendo directamente hacia Rin, la que ya tenía su espada en manos.
Sin embargo, y sabiendo un poco la estrategia que ella tenía, la espadachín tomó la muñeca y brazo de Rin, jalándola para usarla como escudo humano contra la ráfaga de energía que dispararía su arco.
Sin embargo, Shirou se metió a la pelea con nada más que una rama gruesa, usándola para golpear la cabeza de Arturia, dando tiempo para que Rin pudiera volar y escapar de la ráfaga de energía, que dio contra el suelo.
-¡Shirou, no!
-¡Tú, idiota! -Arturia le dio un golpe en el pecho a Shirou, haciéndolo escupir sangre y dejándolo en el suelo.
-¡¡¡Shirou!!!
-¡Quítate, escoria humana! -Rematando al pobre muchacho, Arturia lo pateó, causando que rodara varios metros.
Rin estaba por llorar, pero se aguantó las lágrimas y disparó de su índice derecho varios disparos de luz, los cuales Arturia esquivaba al correr de regreso a su espada.
-Te dejo con tu amado dildo de carne, amiga. Ojalá te pueda dar un último beso...recuérdalo como parte de tu fracaso.
-¡Cállate! -El arco de Rin atacó a Arturia varias veces, quien escapaba con una risa bastante malvada.
Rin regresó a su forma humana, llorando en el pecho de Shirou, quien miraba a la nada, teniendo sangre saliendo de su boca y nariz.
-Perdóname...perdóname, por favor. No debí meterte en esto. Tenía tanto miedo y pasó lo peor. Perdóname, Shirou.
Cuando Shirou cerró los ojos, sintiendo que las lágrimas bajaban de sus ojos y la vida escapaba de los mismos, vio un destello morado en una obscuridad casi total, respirando de nuevo de forma agitadísima, levantándose para toser más sangre.
-¡Shirou!...estás vivo.
-Rin...
-¡Eres un....! -Ella le pegó una gran bofetada que resonó en todo el parque.
-¡Ough!
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Ustedes: :0
Yo: ¿acaso no viste venir a la curo seiba? :v
A falta de un antagonista que tuviera peso en la historia, decidí usar a la dark saber ya que es una villana de peso y no quería incluir al perro de Kotomine xd
El asunto, el fic estará casi lleno de peleas, así es más apegado al anime ya que pues es puro chingadazo y ¡demolición de edificios! ¡¡demolición de edificios!! ¡¡¡DEMOLICIÓN DE EDIFICIOS!!!, ok, ya :v también tiene algo de romance (que sí habrá entre el princeso y mi Rin bb uwur)
Y por lo del final, no pregunten, ya se verá en siguientes capítulos por qué el Shirou parece ser wolverine 2.0 que la verdad no tiene sentido...pero shh, no importa, disfruta la historia.
Ojalá les haya gustado en capítulo, el pequeño romance que hubo y la pelea entre Rin (O Ishtar, que amas son hermosas junto con Ereskigal o como se escriba uwu), y Arturia, que así es como se le llamará en toda la historia en vez de seiba.
Nos vemos en una semana!
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
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