Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12.-Noches.

Llegando a casa, creía que el ambiente se pondría más tranquilo, pues en todo el camino Arturia no había dicho palabra a pesar de que insistí un par de veces.

No obstante, cuando cerré la puerta, ella me dio una buena bofetada, dejándome la mejilla marcada con su mano. Luego de eso, intentó darme otra, pero se lo impedí.

-¡Eres un cobarde! ¡insensitive, stupid, damn, how could you do this to me? You had me trembling with fear for what might happen to you, let me slap you until I get tired!

-¡Arturia, tranquila, no entiendo ni la mitad de lo que dices!

-¡Me tuviste como tu estúpida rezando a que no te pasara nada, infeliz!

-Vaya, juntarte con Rin te ha pegado lo grosera.

-¡Ya, cállate! –Arturia se separó de mí, respirando agitadamente. Tras unos segundos, me dio otra bofetada, intentándolo hacer varias veces más, pero se lo impedí, tomándola de las muñecas. -¡Inconsciente desgraciado!

La abracé para tratar de tranquilizarla, poniendo mi mentón en su cabeza, chitando suavemente. Ella se relajó, poniéndose a llorar en mi pecho, me sentí terrible.

-Prat (imbécil en ingles británico),...creí que saldrías lastimado, y no me equivoqué. ¿Qué tal si te golpeaba el cuello o la cara? Te habría lastimado de verdad, mucho peor de como quedaste.

-Tengo algunos moretones, de ahí no pasa. No te preocupes, Arturia. Estoy bien.

-No, Shirou, no estás bien. No te deberías poner así porque alguien no comparta tus ideales así creas que es una gran ofensa.

-Permitiré muchas cosas, pero no que me pisoteen, Arturia. Agradezco que te preocupes por mí, pero mi deber era poner en su lugar al imbécil de Archer.

-¡Tus sueños son los de un niño! ¡No puedes ir por el mundo siendo un héroe justiciero para liberar países! ¡No te puedes ni liberar a ti mismo de tu imaginación!

-Te equivocas...si dieciséis hombres pudieron cambiar el destino de todo un continente, ¿qué no podré yo hacer aunque sea uno? –Tomé a Arturia de la cintura, juntándola a mi cuerpo.

Ella tenía sus manos el mi pecho, se secó las lágrimas sin separarse de mi abrazo. Me miró con sus hermosos ojos, relajándose y también pegándose a mí.

-Pisoteé tu honor...¿me pondrás en mi lugar a pesar de ser mujer?

-Claro que sí...-Tras unos segundos, nos besamos, ella se aferró a mi espalda y yo bajé lo suficiente mis manos para toparte con su trasero, tocándoselo, causando un escalofrío en Arturia.

Pasaron varios segundos en donde nos seguimos besando, yo tenía una erección en ese momento, pues estaba tocándole el cuerpo a mi novia. Sin esperar más, la tomé en mis brazos para cargarla de forma nupcial, ella enredó sus brazos en mi nuca. La subí por las escaleras, nos sonreíamos con pena, sonrojados, llegando a un punto en donde sabíamos perfectamente que pasaría.

Sin embargo...empecé a tener una duda. No teníamos preservativos, ¿Arturia se arriesgaría? Había otros métodos, sin duda, aunque no sé si ella quería.

Llegando al cuarto, la acosté en la cama, colocándome sobre ella, tomándola de las muñecas. Le besaba el cuello con bastante pasión, Arturia gemía en mi oído, lo que claro que me excitaba mucho más de lo que ya estaba. 

Siendo un poco más fuerte de lo que yo esperaba, aparte de lo que no ponía fuerza sobre el agarre de las muñecas de mi amada, Arturia me dio la vuelta, siendo ella quien quedaba sobre mí.

Se sentó en mi entrepierna, moviendo un poco la cadera. Mi miembro quedaba erecto hacía arriba, lo cual he hizo lanzar un gemido de placer en su estado más puro.

Ella tenía sus manos sobre mi pecho, enterrándome las uñas y soportando el gemir, ya que ella igual quería hacerlo, aunque se resistía. Yo le subía la blusa con mis manos, no podía soportarlo más, quería hacerle el amor a la voz de ya, no pensaba en nada que no fuera eso.

Pero no era por lujuria, era como una olla hirviendo, la cual se desbordaba de forma violenta. Así era la pasión y amor en mi interior, quería hacerle el amor a la chica que más he amado en mi vida.

Ella se quitó el sujetador, sonrojada, al igual que yo. Podía ver a la perfección los senos de Arturia, lo que me parecía hermoso. Yo volví a quedar sobre ella, quitándome la playera con velocidad.

Tras quitarse la falda, mallas y su ropa interior, yo hice lo mismo, dejando ver una erección tan grande que incluso me dolía el pεnε.

-¿Se-segura que quieres hacerlo así?

-Claro que no... -Arturia estiró su brazo hasta su mesa de noche, buscando en su bolso de mano. Como tenía sus senos prácticamente en la cara, me sorprendí, sonrojándome un poco.

No obstante, me salió lo pillo, pues le besé un pezón, lo que le valió a ella un gemido de sorpresa y de excitación. Al regresar sus ojos a los míos, se me quedó viendo con algo de recelo, cubriéndose los pezones.

-Atrevido. –En sus manos yacía un paquete de preservativos.

-Un poco. –Se lo quité de las manos, destapándolo, extrayendo uno de los sobres color negro para colocármelo en el pεnε.

-A-asegúrate que lo tengas bien puesto...no queremos que se rompa.

-Lo tengo bien puesto...

-¿Has hecho el amor antes?

-No. –Me sonrojé hasta los cabellos. –Pero una vez Fuji me enseñó cómo poner uno después de que traje a una amiga a estudiar a mi casa.

Sin más, tomé el preservativo y finalmente me lo puse, Arturia movía un poco su cadera, excitándome.

-C-continua.

Tomé mi miembro, introduciéndolo en su intimidad a la vez que se me escavaba un quejido placentero.

Ella gimió fuertemente, yo moví mi cadera, penetrando suavemente a Arturia, arañándola de la cintura.

-¡Ah-ah! ¡Ah!...Ah –Me tomó de los hombros, gimiendo cerca de mi oído, lo que me enloquecía mucho más, razón por la que mi erección aumento de tamaño, vaya que lo disfrutaba, echaba mi cabeza para atrás, en la almohada.

Arturia volvió a gemir, pues me adentraba más en ella, pero me sorprendió que ella no tuviera la barrera que las chicas tienen antes de decidir hacerse mujeres.

-¿Y-ya no eras virgen? –Pregunté, invadido por el placer y un poco por la amargura.

-No es eso...suelo usar mucho ¡Ah! Bicicleta...se me pudo haber roto de forma natural ¡Ah! (Sip, se romper así xd).

-E-entiendo. –La tomé del trasero, apretándolo y metiendo mi miembro un poco más adentro de ella.

-¡Shirou! –Exclamó Arturia, gimiendo mi nombre entre gemidos, arañándome fuerte los hombros.

Apretaba los dientes y los ojos a la vez que movía de manera circular mi cintura, entrando así en Arturia, lo que me enloquecía de sobre manera.

-A-Arturia...mi reina...mi novia...Mi amor.... –También gemía su nombre en apenas un susurro, siguiéndole haciendo el amor.

-¡Shirou! ¡Ah! ¡Ahhh!

La volteé, quedando sobre ella.

-Apenas vamos comenzando. –Me sequé el sudor de la frente. Ella se sonrojó.

-Bi-bien...

Tomé su cadera, volviendo a meter mi pεnε erecto en su intimidad, ahora con un poco más de fuerza, pero con cuidado de no lastimarla. Ella gritó un gemido, lo que me excitó muchísimo.

Movía mi cintura más rápidamente, besándole pasionalmente el cuello, haciendo que mis labios rozaran su piel, aparte de tomarla de un muslo, acariciándola con cuidado (fuck, eso se le hace a Rin :v)

-¡¡¡A-hh!!! ¡Shirou! –Ahora gemía más fuerte que antes, lo que me enloquecía, pues de esos gemidos me llegaba el aire caliente directamente al oído

Hubo una cosa que me pareció enloquecedora, pues me arañaba suave y lentamente la espalda, marcándome, y cuando me quitara la camisa todos sabrían que ella me las hizo, y, por ende, que yo era propiedad de esa hermosa chica inglesa llamada Arturia Pentdragon.

-Aráñame lo que quieras, eso me excita, Arturia. –Le susurré al oído

Casi pude sentir que la piel se le erizó al escuchar mis palabras tan cerca de ese punto tan sensible, aparte de que un escalofrío le recorrió toda la espalda, sacándole un jadeo.

La abracé para tranquilizarla, moví mi cadera con movimientos delicados, gimiendo en su oreja. A pesar de mis esfuerzos, no pude evitar que ella temblara del placer que sentía.

-Ah... -Sus gemidos ya no eran fuertes, sino ahora delicados, hermosos, melodiosos, me atrevo a decir.

Yo, un poco travieso y pillo, le mordí la oreja con suavidad, sonriendo mientras lo hacía.

Me volvió a arañar, enterrándome más las uñas, lo que me hizo soltar un quejido, pero, a su vez, también meterla completa dentro de Arturia.

Su respuesta, aparte de un quejido con bastante ánimo, incluso sacándole una leve risita y contracciones en su pecho, había acertado en su punto.

Arturia envolvió sus piernas en mi cadera, no dejándome escapatoria, aunque no quería, por supuesto. Me encantaba escuchar mi nombre entre sus gemidos, yo le besa de forma pasional el cuello, excitándola más.

Gemí intensamente, ella tuvo su primer orgasmo, pues llevó las manos a la cama, moviéndolas con locura a la vez que agarraba las sábanas con mucha fuerza, sus gemidos descontrolados y rostro sonrojado lo delatan, aparte de una cierta humedad que sentía en mi pεnε.

No le di tregua, ya que seguí metiéndosela con la mayor fuerza y rapidez que pude.

-¡AH! ¡SÍ! ¡Ughm!... ¡AH! ¡SÍ! ¡AH-H! ¡Sh-Shirou! ¡SÍ!

-¡Agh! ¡Dah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Arturia!

Nuestros gemidos se vieron parcialmente callados porque nos besamos, yo empecé a jugar con mi lengua, a lo que ella respondió de igual manera. Era una sensación extraña sentir ese calor dentro de nuestras bocas.

Yo tomé uno de sus senos de forma brusca, sobresaltándola, pero no me importó, seguí besándola de forma calmada, apretando su botón rosa, el cual era suave.

No obstante, moví mi cintura lo más rápido que me dejaba mi cuerpo, dejando escapar un enorme gemido, cerré mis ojos, pues no podía con tanto placer, ahora esa era la olla que hervía y se desbordaba en mi interior.

-¡¡¡A-ah!!! ¡¡¡Shirou!!! ¡Ah! ¡Ah!

La tomé de la cintura para entrar con aun más fuerza, gemía, pero se la metía lo más fuerte que podía. -¡¡¡AH!!! ¡¡¡AH!!! ¡¡¡AHHH!!!

Arturia se vino otra vez, su cuerpo temblaba, ella respiraba entrecortadamente y se notaba que apenas podía. Se separó, empujándome suavemente para que saliera de ella, pero yo ya me había venido, pues no podía más, me dolía el pεnε por la erección tan grande que tenía. Y, al venirme, solté un enorme gemido, cansado, cayendo rendido a un lado de Arturia, tomándola de las mejillas para besarla, respirando por nuestras narices.

-Te amo... –Me dijo ella, esa palabra tan ansiada por mí, por fin salía de sus labios.

-Yo también te amo. –Susurré.

Arturia se colocó sobre mí, besándome desesperadamente de forma amorosa, yo hice lo mismo, abrazándola, acariciando cada centímetro de la suave piel de su espalda.

Así fue mi primera vez, aquella tarde de sensaciones tan radicales.
________

Ja ja ja ja al día siguiente :v

Capítulo cortito pero donde se da el gran salto adelante uwu

Los proximos capítulos estarán dedicados a la relación de Archer y Rin, cerrando esa subtrama de alguna manera, pero no se preocupen, los tortolitos del shero y seiba regresarán potentes uwu
Hasta dentro de una semana

Siempre tuyo:

-Arturo Reyes

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro