Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XXIX - Descubierto

El principal capo de los Lombardi uso sus influencias políticas y de la policía como nunca antes.
Tuvo que sobornar a un grupo innumerable de gente, pero a otros solo les bastó con el dinero.

Sus intentos finalmente rindieron frutos, por que después de tanto tiempo encontró a Fernando Rizzo.

Rizzo lo observó sentarse enfrente de él, en sus manos tenía un arma.
No le dirigió ninguna palabra, prefería seguir mirando hacía el exterior con la pequeña reja que disponía la celda.
Un déjà vu se hizo presente para el capo de los Lombardi, era la viva imagen de los últimos días de su Padre. La tenue melancolía era la misma que hace años observó en su progenitor.

¿Qué es un acto de bondad en la Mafia? ¿Será el vivo reflejo que podrá ver alguna vez? Solo sabía que le agradaría morir en vez de terminar igual. No valía la pena seguir observando esto, Rizzo lo entendió y sujeto con fuerza la fotografía que tenía en las manos.

—Solo se que me gustaría que alguien lo hiciera por mí, si es que termino de la misma forma agradecería que alguien cambiará eso.

—Gracias.

—¿Quiere leer las cartas de mi Padre?

—Lo conozco tan bien, que se que probablemente me odio hasta el final de sus días. Y no lo culpo... jamás lo haría, siempre tuvo razón.
Crederò per sempre che siamo fatti l'uno per l'altro —suscitó mientras observaba la fotografía—, creeré por siempre que estábamos hechos el uno para el otro.

El capo levanto su arma y apuntó en dirección a quién fuera en su momento uno de los fundadores de las 5 familias.
Nunca había tenido dudas al disparar, pero esta vez era distinto.
«Jamás cierres los ojos al disparar», esa era una de las lecciones que su progenitor le otorgó.
Esta vez sería distinto, cerró los ojos y disparó.
Solo que falló el tiro, Gabriel no podía hacerlo.

No era correcto, al menos no por cuenta propia. Su Padre lo odiaría por siempre si es que algún día se enterará.

—Quiero que al menos lea una carta de mi Padre. He estado investigando y creo que esta es la última.

«Por siempre mi amor»

«Nunca olvides que todo el amor que llevo por dentro se quedará siempre contigo»

«Creeré por siempre que estábamos hechos el uno para el otro»

—No había otra manera —respondió mientras sus lágrimas decendían por su rostro—, yo solo quería que no lidiará con una guerra en su estado.
Por más poderoso que fuera no podía con las 3 Familias, era eso o entregarse. No podía terminar así, al menos no en sus últimos días.
Siempre supo esconder las cosas, jamás sabías que pasaba por su cabeza.

—¿Qué relación tenía con mi Padre?

—Eramos amigos.

—¡¿Amigos?! ¡¿De verdad?! ¡Mi Padre le escribió más cartas a usted qué a sus propios hijos! Podrán haber sido de todo menos amigos.

Fernando Rizzo guardó silencio, después Gabriel le tendió la mano para sacarlo de ese lugar.
No quedaba sombra de lo que él había sido, uno de los mejores capo perdió el rumbo de su vida.

—¿Por qué mejor no me matas?

—Solo respóndame una cosa ¿Usted amo a mi Padre?

—Sigo amando a Damián con toda mi alma. Todos los días sueño con él y nada me haría más feliz que reunirme con él.

—Ahí tiene su respuesta. Mi Padre no me perdonaría que matará al amor de su vida. Estoy seguro de que él lo amo del mismo modo.
Aunque ahora comprendo muchas cosas, como el hecho de que me pidiera reforzar los lazos con la policía y la política ¿Eso también se lo debo a usted?

—Es algo propio de mi familia, pero desconozco si Adrián sigue con las mismas pautas.

En aquel entonces los Rizzo tenían más influencias que los Lombardi, un detalle que cambio con el paso de los años, todo por el consejo de su Padre.

Toda la operación debía hacerse en secreto, nadie podía saber que Fernando Rizzo estaba libre.
Lo único que sabía Gabriel es que todos a su alrededor eran unos malditos bastardos, el honor lo tenían sobre los suelos.
Vivió creyendo en la lealtad hacía los 5 ¿Pero cuál? Si ninguno la tuvo con su Padre, ahora debía tener más cuidado con quien creía que eran sus aliados en los negocios.
No podía permitirse acabar igual que Damián Lombardi, no deseaba compartir su destino.

Aunque debía reconocer que gracias a los errores de sus antepasados muchas cosas habían mejorado.
Era hora de crear un nuevo orden y él  sería quién lo llevaría a cabo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro