17
Jisung.
—¿Quieres ir? —pregunta el señor Lee.
Justo ahora me está invitando a una carrera de caballos en el hipódromo que patrocina la familia Hwang.
No entendí al principio porque de repente quería invitarme a una carrera de caballos, pero lo entendí cuando recordé que Beomie está muy emocionado con los caballos en estos últimos días.
—¿No es mejor que sea algo de padre e hijo? —dije mientras me levantaba del escritorio al costado izquierdo del suyo.
Estamos en su despacho, dijo que necesitaba mi ayuda con algunas cosas por lo que mando traer un escritorio pequeño a su despacho para que pudiéramos trabajar juntos.
Beomgyu estará fuera de casa un par de días, la madre de Minho cuidará de él, al parecer quieren que los pequeños retoños de la alianza comiencen a amistarse, por ello harán una especie de campamento para ellos.
El señor Lee y yo trabajamos en corregir cualquier error en los registros contables de sus casinos por la auditoria del miércoles.
Llegué a su lado rodeando el escritorio y dejé una carpeta frente a él.
—Beomgyu te considera de la familia y yo también, —dijo retirándose un poco del escritorio.
Tuve una idea algo descarada, desde la reunión en el territorio Hwang me siento incapaz de no caer ante los encantos de este hombre.
Respiré profundo y me senté en su regazo, él me miraba totalmente sorprendido, eso fue divertido.
—¿Estás usando esto como excusa? —pregunté seguro de que está usando el gusto de su hijo por los caballos para salir de paseo los tres, como... Una familia.
—Me atrapaste, —dijo levantando sus manos un poco.
—Está bien, aceptó la invitación.
Él sonrió ante mi respuesta, su mirada no se aparta de mí y justo por ello sé que está incómodo, parece que le pongo algo caliente tan solo con sentarme en su regazo.
—¿Quieres que te ayude con algo más? —dije acomodándome un poco sobre su entre pierna, totalmente apropósito giré mi rostro para mirarlo de forma inocente.
—Jisung creo que deberías- —dejo de hablar cuando me moví de nuevo restregando mi trasero contra sus pantalones.
—¿Qué pasa? —pregunté simulando no entender lo que trataba de decir.
—Estás jugando con mi autocontrol Han Jisung, no me culpes si te ganas algunos azotes, —advirtió con una sonrisa pícara.
Yo también sonreí, esta es mi oportunidad de vengarme del día en el que me arrastro hasta la ventana de su habitación avergonzándome.
—Yo solo pregunté si quieres ayuda con algo más, señor Lee, —giré poniendo mis manos alrededor de su cuello.
Minho me tomó de la cintura acercándose peligrosamente a mis labios.
Pero la puerta del despacho se abrió sin siquiera un aviso.
—Ouh, sin el pequeño en casa ustedes dan rienda suelta a su pasional deseo, —recitaba Lee Felix mientras se adentraba en el despacho, el ex policía detrás de él.
—¿Qué quieres Felix? —dijo el señor Lee con notable fastidio, supongo que por lo que Felix interrumpió, me levanté de su regazo y regresé a mi escritorio bajo la atenta mirada divertida de Felix.
—¿Ustedes desde cuando están juntos? No me habían dicho nada, —reclamó con un fingido puchero, pude ver al ex comandante reír ante la actitud de Felix.
—Eso no te importa, ¿Qué necesitas Felix? —reiteró el señor Lee.
—Estoy aburrido, dijeron que me darían algo para entretenerme, pero ya van dos días y no me dicen nada. Era mejor quedarme en casa de Hyunjin. —reclamó el rubio.
—Hyunjin no te quiere en su casa, no te quiere cerca de Seungmin.
—Eso no es justo, yo solo quiero conocer a Seungmin. —Miró a su novio y después a Minho,
—¿Puedo estar presente en la auditoría?
Minho lo miraba sorprendido, —¿Quién te dijo de la auditoría?
Felix miró a Bang Chan, —tengo mis contactos.
—¿Y tú contacto no podría ayudarnos un poco?
Bang Chan suspiraba, como si ya estuviera cansado de las indirectas.
—La auditoría, la sugirió la división antidrogas a través del fiscal de distrito, —por fin habló el ex comandante, —es probable que el nuevo comandante a cargo esté presente ese día.
—¿Lo conoces? —preguntó Minho y Bang asintió.
—Era mi segundo al mando, su nombre es Seo Changbin, tiene buena intuición si ve algo raro no descansa hasta comprobar que es, no es tan observador como yo, pero sabe usar sus contactos.
—Un tipo de cuidado, entiendo, —dijo Minho ante las palabras de Bang Chan. Me miró a mí y tal vez vio mi preocupación, no sé qué me preocupa, solo no quiero que la policía de con Minho, al menos no todavía. —No te preocupes, estaremos bien siempre que Felix no quiera liarse con otro policía.
—Oye no seas grosero, —reprendió Felix, Minho sonrió divertido ante su broma, pero el ex comandante parecía serio.
—Solo espera un par de semanas más Felix, después de la auditoría te daré la cadena de restaurantes Lee solo para ti.
El rubio Lee sonrió ante la afirmación de Minho y miró a su novio para después darle un beso, se despidió y salió del despacho.
...
Minho.
La espera terminó, el día de la auditoría llegó, mi personal de confianza, aquellos que saben a qué se debe la tensión en el ambiente son los que delatan más, traté de tranquilizarlos diciendo que no hay nada raro en la contabilidad, todos los balances están perfectamente bien maquillados, no hay ninguna cifra que no concuerde, Sunwoo, Jisung y yo revisamos todo varias veces.
Para cuando el auditor llegó con el personal, apenas daban las nueve de la mañana.
Justo como Bang Chan dijo, el nuevo comandante, Seo Changbin se presentó con la excusa de ser apoyo para la auditoría.
—Buenos días señor Lee, ¿Qué dice la familia? —su fastidiosa voz trataba de sonar cordial, pero ese toque de altanería estaba presente.
Sonreí de lado, —perfectamente, estamos teniendo días prósperos con los casinos, y los restaurantes, proyectos nuevos en camino , —presumí altivo, el idiota borró su sonrisa cuando le pregunté: —¿Y qué tal tu familia?
Había escuchado de Seo Changbin hace tiempo, el hijo del comandante que persiguió a mi padre y su gente hasta el final, y su muerte se dio en un encuentro entre mafias, la policía no tenía nada que hacer en el territorio aquel día, lo recuerdo bien, fue mi primer enfrentamiento contra enemigos de otro territorio. El territorio de los Kang.
Pero el comandante Seo era necio y arriesgado pensaba que la policía podía detener el encuentro entre mafias y de paso apresar a los líderes. Su terquedad lo llevo a morir junto a otros agentes en el fuego cruzado.
Mi padre reclamó la victoria para la mafia Lee y sus aliados así ganamos territorio en Seúl.
En cuanto se me informó que el hijo del comandante Seo estaba preparándose para unirse a la división antidrogas rápidamente pensé en que el hijo quería venganza.
Pero no volví a escuchar de él hasta que Bang Chan comenzó a perseguirnos, Felix se enredó con el comandante Bang y nos libró del él por un tiempo, no tenía idea de que Chan se había ido a Paris con Felix hasta hace unos días y menos sabía sobre Seo Changbin como el nuevo comandante.
—Ríe por ahora Lee, un día tendré lo necesario para encerrarte, —sentencio con altanería.
Yo solo asentí, no soy fan de las discusiones absurdas y mucho menos con tipos altaneros como Seo.
Durante toda la mañana los auditores estuvieron revisando que todos los libros contables estuvieran siendo entregados para la revisión, si todo sale bien en menos de un mes nos libraremos de estos idiotas y no tendré policías hurgando en mis asuntos por un largo rato.
Una vez que todo se entregó hablé con los empleados de servicio que atienden a los clientes, debido a la auditoria no podemos seguir trabajando por un par de semanas, por ello les dije que lo tomaran como vacaciones, solo mi personal de contabilidad estaría trabajando conmigo en esto.
Serán días pesados, incluso necesito a Hyunjin trabajando en algunos asuntos con el contrabando de armas, no soy de pedir ayuda de Hyunjin, pero prefiero mantener a Felix lejos de las armas y las drogas.
Al menos el fin de semana podré relajarme un poco con Beomgyu y Jisung.
...
Justo como lo pensaba el comandante Seo es un dolor de huevos, el imbécil es insistente y astuto, cualquier cosa que ve extraña de inmediato manda a que alguien compruebe, por suerte Sunwoo y Yiren son muy buenos en su trabajo.
No hubo problemas la primera semana, espero que todo marche bien y me libre de esto pronto.
Por fin es sábado, la carrera esperada es a las cinco, no tuve tiempo de llevar a Jisung y Beomgyu de compras como me hubiera gustado, pero Jisung dijo que se encargaría de elegir la vestimenta adecuada para los tres.
Esto es bastante confuso y contradictorio, sé bien que Jisung quiere irse de la mansión, que su plan desde el principio ha sido alejarse del mundo de la mafia, específicamente yo no soy de su entero agrado.
Pero esto que tenemos ahora, Jisung cuida de Beomie, de mí, como si fuera una familia, él mi pareja, mi príncipe en la mafia y yo su rey.
Me siento embriagado por la sola idea de que mi deseo se haga real, pero también está el peligro de que Jisung decida irse y todo se arruine.
Quiero a ese jovencito conmigo, soy egoísta, no lo negaré, no me importa que Jisung quiera tener una vida diferente, yo lo necesito conmigo y si Jisung se deja querer por mí, comenzará a necesitarme como yo a él y así es como lograré tener a mi príncipe conmigo siempre.
Desde la mañana he estado trabajando en algunas aclaraciones con Sunwoo en mi despacho, es algo agotador, pero Sunwoo es excepcional, incluso podría poner mi vida en sus manos, he notado que Jisung ha venido a verme varias veces, esto solo me hace pensar una cosa... Está celoso.
Si, Han insensible Jisung está celoso, lo sé por la forma en la que mira a Sunwoo, que por cierto está usando el escritorio que mandé a instalar en mi despacho para Jisung, hace un momento vino exclusivamente a decirme que mi ropa está lista, preguntó si podía ayudar y me dio un beso en los labios, fue corto, tan cruelmente fugaz que quise golpearme por ser tan estúpido de caer por el simple roce de labios con ese lindo jovencito.
Arreglé los últimos puntos del oficio que estaba terminando y le indiqué a Sunwoo, que habíamos terminado por hoy.
—Iré con Mark para elegir a los hombres a cargo de su seguridad hoy, señor, —decía Sunwoo, yo asentí y subí a darme un baño y cambiarme.
Jisung y Beomie se estaban arreglando en la habitación de Jisung.
Media hora antes de la carrera, ya estábamos listos para salir. El hipódromo no queda tan lejos por lo que hay tiempo.
—¿Sunwoo también va? —me preguntó Jisung al ver a Sunwoo subir a un auto asignado a nuestra seguridad.
—Es de mis más leales guardias después de Mark, se encargará de nuestra seguridad hoy, —expliqué, vi a Jisung asentir poco conforme. Y el chico hizo algo que no creí que pasaría.
Jisung me tomó del cuello delante de todos mis guardias e incluso de mi hijo y me besó.
Era un beso pasional que, si no estuviéramos a nada de perdernos la carrera, seguramente arrastraría a Jisung a mi habitación y lo ataría a la cama para darle un par de azotes por tentarme de esa manera.
Jisung puso su deliciosa lengua en mi boca y yo seguí el implacable ritmo, Jisung estaba demandando propiedad en mis labios y yo le di ese poder, lo tomé de la cintura necesitando su cuerpo contra el mío.
El besó terminó con el atrevido Han sonriendo, satisfecho con su travesura, ponerme así del límite, subió al auto con una expresión victoriosa y relajada, mientras yo me ahogaba en ansiedad por otro de esos besos, respiré profundo y les seguí dentro del auto, el camino al hipódromo fue tranquilo, Jisung jugaba con Beomgyu, sonríe como si amara a mi hijo tanto como yo.
Con esto solo confirmo una cosa y es que no puedo permitir que Jisung se aleje de mí.
No me importa ser egoísta y un hombre terrible al arrebatarle la oportunidad de una vida distinta, lo quiero conmigo y no voy a parar hasta que él quiera quedarse.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro