11
Seungmin.
—¡No! lo estás haciendo todo mal, —es alrededor de la sexta vez que me gritan esta mañana en menos de una hora, la mujer que entró al despacho de Hyunjin justo cuando él estaba... Sobre mí, que vergüenza, cuando estaba besándome, esa mujer a la que él llamó madre llegó temprano esta mañana y dijo que me daría clases, al principio me pareció raro, pero ahora sé que pronto habrá una reunión de familias poderosas, aun no comprendo bien de que van los negocios de Hyunjin y su familia, pero puedo deducir que son algún organización o pandilla mafiosa.
Esta mujer que se presentó con el nombre de Irene me dijo que Hyunjin le pidió prepararme para la reunión, al parecer quiere que yo esté presente, no tengo la menor idea de para que me quiere en una fiesta así, pero no es como que tenga opción de negarme.
—Mon Dieu, párate derecho niño, ¿No sabes caminar erguido? —me reprende de nuevo, he tratado de caminar como ella dice, pero no sé cómo dejar mis hombros quietos y mi espalda arqueada, es imposible que pueda verme como el señor Lee o... Hyunjin, incluso Jisung tiene el porte de alguien elegante.
—Lo siento, —me disculpé otra vez, pero comienzo a creer que eso solo la enfurece más.
La vi suspirar, dando algunos pasos hasta una de las sillas del salón, al fin pude conocer otra parte de la casa, un segundo salón en la mansión, es como el salón de fiestas, es bastante grande, tiene una puerta directa al jardín trasero, ni siquiera sabía que hay una fuente, este lugar no deja de sorprenderme.
—Tomemos un descanso, —dijo ella, la vi indicarle a Wonjin traer algo para beber, se ve agotada. —¿Cómo es que llamaste la atención de Hyunjin? —dijo, pero creo que para sí misma puesto que habla como si yo no estuviera escuchando, —eras bastante simple, no hay atributos que resalten en ti, ese malagradecido está cada vez más loco.
—¿Tal mal está yendo la lección que comienzas a insultarme? —escuché su voz detrás de mí, me encogí en mi lugar instintivamente, los últimos días Hyunjin me asusta demasiado, siento que en cualquier momento intentará tocarme como lo ha hecho antes y me asusta, me asusta que pueda gustarme de nuevo.
—Explícame, ¿Cómo pasaste de tener a las señoritas mejor educadas de las familias alianzas a este jovencito incapaz de caminar derecho? —una punzada de vergüenza atravesó mi pecho, me siento demasiado pequeño frente a ellos y más con los comentarios de ella, es como si no pudiera hacer nada bien, ella es superior a mí y lo demuestra a cada segundo, es demasiado incómodo, humillante.
Por alguna razón esperaba que Hyunjin dijera algo para defenderme, pero lo pensé unos segundos, él solo me tiene aquí porque me ve como su juguete, su mascota, no soy especial.
—Seungmin, —escuché su llamado y sin pensarlo elevé la mirada para encontrar su rostro, —ven aquí, —quise negar, no quiero obedecer, tampoco quiero que siga creyendo que tiene poder sobre mí, pero si no lo hago, puede haber consecuencias peores.
A paso lento caminé hasta llegar frente a él, Hyunjin levantó la mano y giré mi rostro con temor.
Va a golpearme. Pensé.
—Tranquilo Seungmin, —susurró cerca de mi oído, —no voy a agredirte a menos de que tú mismo me lo pidas o te lo merezcas. —Asentí perdido en la suavidad del rose de sus manos, camina alrededor de mí diciendo como debo pararme, justo como lo hacía su madre momentos antes.
Sentí sus manos bajar por mi espalda hasta acomodarse en mi cintura, me miraba como si fuera algo hermoso, algo valioso, me sentí de esa forma antes de recordar que estoy secuestrado, que solo soy un juguete para un psicópata que cree tener derecho sobre mí.
—Lo ves madre, —escuché su voz de nuevo, —Seungmin puede hacerlo bien con las instrucciones adecuadas, —miré a Hyunjin sin entender bien a que se refería, busqué uno de los espejos a los laterales del salón y encontré mi reflejo, Hyunjin a mi lado se ve refinado y elegante, con el porte de un hombre bien educado, entonces fijé mi mirada en mí, no hay mucha diferencia, mi ropa no ayuda mucho, pero ahora puedo notar como mis hombros parecer más firmes y mi postura es derecha.
—Entonces preparalo tú, —dijo Irene con desinterés.
—Soy un hombre ocupado querida madre, y Seungmin es demasiada distracción, —decía Hyunjin con un tono condescendiente dando algunos pasos cerca de ella, Irene se levantó de la silla donde se encontraba. Creí que discutirían, pero no fue así Hyunjin solo se inclinó a darle un beso en la mejilla, —me voy espero que se diviertan, —Hyunjin caminaba de regreso a mí, me sonrió y por un momento creí en su sonrisa, me tomó por el cuello y juntó sus labios con los míos, sentí el calor de su aliento en mi boca y por un momento quise algo más, pero él se alejó sin mirarme de nuevo.
—Seungmin, —giré para mirar a Irene, —no caigas en ese juego, Hyunjin no es amable ni bueno, mucho menos comprensivo o paciente, él está jugando contigo, cuando se canse te dejará, pero no permitirá que te vayas, así que si quieres que te respete como la persona que eres y no te traté con su mascota, aprende a no creer nunca en sus gestos delicados, —lo sé, lo sé perfecto, él está jugando conmigo, pero no sé cómo evitar que eso pase, —mantente firme Kim Seungmin, demuéstrale que no vas a ser sumiso y obediente, replica, habla fuerte, lucha por que te dé el lugar que mereces, eres una persona no un juguete.
Las palabras de Irene fueron como mi regreso a la tierra, estaba algo vulnerable después del castigo que me impuso y todas esas buenas atenciones, pero no puedo permitir que Hyunjin gané.
En lo que restó de la mañana Irene me enseñó a comportarme en la mesa, como tomar una copa, los cubiertos y otro montón de reglas de etiqueta, nunca creí que me vería en la necesidad de aprender sobre esto, pero aquí estoy.
...
Minho.
—Jisung ven conmigo un momento, —dije asomándome por el umbral de la habitación que Beomgyu usa como salón de clases, Jisung me miró un segundo y después le indicó a Gyu que debía seguir con sus tareas.
Di la vuelta dirigiéndome a mi habitación, Jisung detrás de mí, tener a Jisung en la mansión es la mejor cosa que me podría pasar en estos días, gracias a Hyunjin tengo una excusa para no permitir que se vaya, y pronto lograré que se quede por su propia voluntad.
Hace dos días que le pedí que sea mi acompañante en la reunión familiar y él aceptó después de aceptar mi beso, por fin, después de años de contener mis deseos sobre él, por fin he probado sus labios.
Me resulta algo difícil contenerme ahora que ya he tenido una pequeña porción de él, pero debo ser cauteloso, Jisung desea desde muy joven irse de aquí, y si quiero evitar que lo haga debo enamorarlo primero.
Llegamos a mi habitación, abrí la puerta y permití que él pasara primero, al entrar cerré la puerta y tomé la caja que yace en mi cama.
—Para ti, —le dije ofreciendo la caja a Jisung.
Lo vi suspirar, probablemente se negará a aceptar el presente.
—Señor Lee, creo que no debería-
—Minho, —interrumpí con toda la intención, —recuerda que puedes llamarme Minho.
—Estoy en horas de trabajo, señor Lee, no creo que sea adecuado tutearlo, —desvió la mirada solo pocos segundos antes de recuperar su postura altiva y orgullosa, sabía que diría algo como esto.
Me acerqué cauteloso, en estos días conviviendo con él he aprendido algunas de sus debilidades, por ejemplo, que encuentre intimidante cuando me acerco a él de forma lenta, sé que se pone nervioso cuando lo miro seriamente, algo que no había notado antes.
—Sabes, también podrías llamarme "hyung" si lo deseas, —abrió los labios ligeramente, tal vez quería decir algo, pero se siente intimidado y prefirió desviar la mirada.
No puedo explicar la sensación de placer que me llena al saber que tengo todo este poder sobre él, que él chico cauteloso y calculador que es también pierde el control un momento, y es por mi causa.
—No creo que sea adecuado llamarte h-hyung cuando eres mi jefe y además el líder de la familia Lee. —Por fin encontró las palabras para contradecirme.
—Siempre serás más que un empleado para mí, lo sabes bien, —me apresuré a decir, mis manos se deslizan por su espalda, trató de retroceder, pero está atrapado.
—S-señor Lee, debo regresar a la clase con Beomgyu, —quiere huir, sabe que está en peligro de ceder conmigo.
No pude contenerme, me acerqué un poco más, mis manos bajaron a su trasero y lo apreté con fuerza ganando un gemido de él, me miró con sorpresa, seguramente no me creía capaz de algo así puesto que siempre he sido respetuoso con su espacio personal, pero ya he soportado demasiado tiempo si tocarlo, lo quiero para mí, no solo porque me gusta su físico, Jisung es especial, lo quiero conmigo de todas las formas egoístas que existen y no me importa.
—Señor L-lee, basta, —trató de empujarme, pero solo me pegué más a su cuerpo, apreté su trasero de nuevo, él cerró los ojos y empujé mis caderas contra su entrepierna, —Minho.
Mi nombre suena tan bien en su voz.
—Jisung mírame, —elevó la mirada poco a poco cuando pude ver su expresión excitada solo sonreí, Jisung es hermoso, —lo que hay en la caja es lo que quiero que uses en la reunión, no aceptaré una negación a mi obsequio para ti, es tuyo, ¿De acuerdo?
Asintió algo disgustado, sé que no quiere recibir regalos de mí, quiere mantener distancia, pero definitivamente eso no está en mis planes ahora que sé todo lo que causo en él.
—Dime Jisung, ¿Puedo besarte? —me atreví a preguntar con descaro, mis manos no se mueven en su trasero, y mi pene está duro contra el suyo, puedo sentir como él también se excita.
—No creí que fuera tan pervertido señor, —comenzó a hablar sin mirarme, —nunca antes se había atrevido si quiera a tomar mi mano y ahora- —se mordió el labio cuando apreté su trasero de nuevo. —S-señor Lee por favor, Minho déjame ir, Gyu ya debió terminar la tarea, —me miró suplicante, me gusta demasiado, anhelo con locura besarlo de nuevo, —hyung.
Lo hizo, me llamó hyung.
Mi sangre se calentó en mis venas mi polla presiona contra la suya, él tiene el autocontrol que yo no, su voz fue tan suave al llamarme hyung.
—Voy a besarte ahora, Jisung —susurré sobre sus labios y antes de que yo me acercará más, fue él quien me tomo del cuello y empujó sus labios contra los míos. Su beso fue demandante y ágil, sus dedos se enredan en mi cabello, sus labios se mueven ansiosos, Jisung perdió el control que tanto mantenía.
Mis manos lo sujetaron con fuerza, lo arrastré hacia la ventana y abrí la cortina, he tenido tantas fantasías con Jisung que no sé cuál comenzar a cumplir. Pegué su cuerpo a la ventana y me alejé de sus labios con brusquedad, me miró con los ojitos brillosos, desea que siga besándolo.
Lo tomé con fuerza y le di la vuelta dejando su rostro mirar hacia la ventana, él volteo a verme con confusión, pero no dije nada, solo llevé mis manos a sus caderas siguiendo la cinturilla de sus jeans, abrí estos, él quiso detenerme, pero simulé una embestida que lo distrajo lo suficiente para que pudiera tomar su pene en mi mano.
Se mordió los labios, apuesto a que todavía no puede creer que esto está pensando, en realidad para mi es igual, tener a Jisung de esta forma siempre fue más un sueño.
—Minho detente, esto es demasiado, —suplicó acomodando sus manos contra la ventana. —Alguien podría vernos.
Bajé un poco sus jeans y mis manos pudieron sacar su pene de su ropa interior, lo escuché gemir bajo y no pude evitar sonreír satisfecho.
¿Dónde quedó el jovencito altivo que trataba de jugar conmigo?
...
Me hace algo de gracia como
Jisung decía que nunca se
metería con Minho ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱
Disculpen errores, trataré de
actualizar pronto, gracias por leer.
May🖤
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