05
Hyunjin.
El viejo Yang llamó por su pagó demasiado rápido y eso me dijo que algo en esto está mal, ese viejo no me hubiera llamado tan a prisa a menos de que ya tuviera una buena forma de completar ese pago con antelación, eso me hizo pensar que estuvo buscando un chico como Seungmin a propósito para mí, tuvo suerte de que yo llegara esa noche a su local porque ya tenía a Seungmin en su poder, en cuanto me vio no dudó en incluirlo en la subasta, por ello la mesa en el mejor lugar de la sala, y toda esa buena atención e insistencia.
Caí como un tonto en su juego. Espero no pagar demasiado por Seungmin, lo que menos necesito es problemas con la organización.
Yang me citó en uno de sus burdeles más elegantes, algo lejos de mi área por lo que tuve que asistir bien preparado, Jackson eligió un par de hombres del territorio Hwang para llevarlos con nosotros, por supuesto que Jackson y yo también iríamos armados a discreción, Jackson incluso me pidió usar un antibalas, pero detesto esas cosas, lo rechacé, las cicatrices de mi cuerpo son como recuerdos de mis errores, así que me gusta hacer algunas de vez en cuando.
Tardamos alrededor de cuarenta minutos en llegar al lugar, es uno de sus burdeles más privados, jamás había estado aquí, y estoy seguro de que hay una buena razón para tanta privacidad y discreción. Apenas llegaba a la puerta cuando Yang apareció.
Está ansioso, seguramente muy atento a mi llegada.
Me mostró el camino a uno de los cuartos privados en el segundo nivel del lugar, miré con desconfianza a todos lados y debo admitir que es un lugar agradable, nada comparado con el burdel de las subastas. Al llegar me atendió con su mejor botella de whisky, a los minutos ya nos encontrábamos cómodos para hablar del pago, como siempre Jackson detrás de mí, los otros guardias se quedaron en el primer nivel.
—Habla ya. Sabes que no me gusta esperar, —dije con impaciencia, tanto juego previo me molesta.
El viejo sonrió tan perverso como solo él puede, —quiero que exportes para mi un cargamento que viene de Japón, estoy teniendo problemas con ese cargamento y para pasar contrabando eres de los mejores, una vez mi cargamento esté en mis bodegas, considera la deuda saldada.
—Necesito más detalles, Yang. Qué contiene ese cargamento, dame el lugar donde está, a donde debo moverlo y para qué día lo quieres.
El tipo sonrió, al parecer le gustó mi actitud.
—Veinte personas, entre chicas y chicos menores de edad, eso contiene el cargamento, está en una casa de seguridad en Keijin, en la prefectura de Kioto y tenía que estar en mi bodega de Nonsan ayer. —Maldito viejo, sabe perfecto que no puedo contrabandear con personas, las familias van a cortarme el cuello si me arriesgo a meterme en negocios de este tipo. —Como puedes ver, lo necesito ya. —agregó con insistencia.
Por esta misma razón este viejo mugroso no pertenece a la alianza entre las familias, el muy maldito siempre tuvo sus negocios prostituyendo y comprando jovencitos, fue vetado de la organización por incumplir las condiciones establecidas, es la humillación de su familia. Somos todos criminales, pero desde que la alianza Lee-Hwang se estableció con las familias de hace tres generaciones, también se establecieron reglas y tratos de paz con otras organizaciones de antaño, existen límites que no podemos pasar.
—¿Tu plan es que mi familia me quité mi puesto? —pregunté sin gota de diversión, —no puedo pagar con esto, sabes que las familias pondrán mi cabeza en una lanza si incumplo sus condiciones.
—Nadie tiene porqué saberlo mocoso, eres astuto, arréglatelas para cumplir mi petición si de verdad quieres quedarte con el cachorro, tienes un día para pensarlo, no más, si me rechazas devuelve al chico.
Eso fue lo último que dijo el muy imbécil, es una rata, no puedo pagar de esa forma, no solo perdería el apoyo de mi familia, también mi posición como líder, incluso podría perder la administración de mis clubes y Minho va a odiarme.
...
Seungmin.
Han pasado un par de días y ya siento que este lugar me asfixia, irónicamente la casa es enorme, una mansión y el jardín mucho más grande, pero no me dejan salir mucho al jardín, solo puedo ir a la cocina a desayunar, almorzar o comer alguna golosina, la cena la traen a la habitación, el maldito de Hwang Hyunjin mandó a poner barrotes en mi ventana después de mi intento de escape, no sé qué pasará conmigo, no quiero pensar en ello.
¿Algún día podré escapar de aquí, de él?
No sé qué podría pasar en el futuro, ¿Me resignaré a ser su juguete? ¿Se aburrirá de mí? Espero que lo haga, espero que lo haga muy pronto, por qué no soporto estar en este lugar, lo único que es que agradezco que no se haya acercado a mí.
Ayer llegó de madrugada, lo sé porque no podía dormir y estuve revisando si podía romper los barrotes, pero fue inútil, entonces lo vi llegar en el mismo auto en el que me trajo, bajó junto a ese tipo que siempre lo acompaña y otros dos hombres, sus armas me dan escalofríos, hay tipos armados por todos lados y más desde mi intento de escape.
No sé qué habrá pasado, pero ayer se veía molesto, espero que no se me acerque, me asusta, no sé qué podría hacer estando molesto. No sé nada de él.
Hoy el día parecía tranquilo, incluso tuve un momento agradable, uno de los sirvientes me trajo unos libros interesantes, creo que me escucho quejarme sobre mis sueños de fotografía porque los libros eran sobre eso.
Si puedo seguir así tal vez podría soportar estar aquí un poco más, pero nunca me conformaré, soy una persona libre, no un objeto.
El día fue tan sofocante, esta rutina es horrible, en por las mañanas parece que el tiempo va muy lento y por la noche parece que todo es más rápido. Estaba leyendo uno de los libros cuando escuché pasos cerca de la puerta, de inmediato me levanté de la cama y esperé de pie hasta que la puerta se abrió.
Hwang Hyunjin me miró, pero esta vez era diferente, como si algo le doliera. Se acercó unos pasos y yo retrocedí hasta sentir la mesa de noche tocar mi pantorrillas.
—Nos vamos, —dijo él, y el tipo mayor que lo acompaña se asomó por el marco de la puerta, Jackson, creo que se llama.
—¿A dónde iremos? —quise saber y espero que responda sincero.
—De regreso al burdel, el viejo Yang ha pedido demasiado por ti y no puedo pagar lo que pide. —Por un momento mi corazón saltó feliz, ya no estaré aquí encerrado. Pero a los segundos caí en cuenta de que me llevaría a ese lugar donde desperté, donde me subastaron para ser comprado como una mascota.
Mi mente se cerró, no sabía qué hacer o decir, no es como si pudiera hacer algo, entonces pensé que tal vez podría escapar más rápido de ese lugar, por lo que alcancé a ver, hay cientos de personas por todos lados, es obvio que no estarán cuidándome en todo momento. Traté de ser positivo.
Jackson me guío al auto y subí sin dar problema, en todo el viaje me mantuve sereno, pensando bien qué puedo hacer para escapar, pensé en saltar del auto, pero tiene el seguro puesto y las ventanas cerradas, pensé en salir corriendo en cuanto lleguemos a ese lugar, pero es obvio que no llegaré muy lejos, ni siquiera sé en qué parte de Seúl estoy o a donde vamos, así que creo que lo mejor será esperar un buen momento, uno donde no tenga toda la atención sobre mí.
—¿Estás seguro de esto mocoso? —dijo el hombre que me secuestró, al que Hyunjin llama viejo Yang, nos esperaba en la puerta del burdel. —Si te vas hoy sin el cachorro, no dudaré en usarlo en mi negocio, se ve que podré conseguir buenos clientes para él. —Mi pecho se oprimió al escuchar esas palabras, tuve miedo, mucho más del que sentía en la mansión de Hyunjin, no sé si fue por tratar de protegerme o por el asco que me provoca ese hombre Yang, pero di un paso más cerca de Hyunjin.
Él me miró de reojo, lo sé, sé que lo hizo, pero al parecer no le importó, porque me tomó del brazo y me empujó al frente, el viejo Yang me tomó del brazo y quise alejarme de inmediato.
—Bien si no hay más que decir, te invito unos tragos, para olvidar esto y seguir como siempre, sabes que me gusta tener gente como tú en mis burdeles, —decía en un tono amigable, mientras me sujetaba con fuerza, —le dan buena fama.
Vi a Jackson negar, pero Hyunjin no hizo caso, asintió y entró al lugar sin mirarme, Jackson lo siguió. En cuanto ellos desaparecieron, unos tipos me tomaron de los brazos, comencé a pelear por soltarme, pero un golpe en mi cabeza me borró la visión, me desmayé.
...
Desperté, mis ojos se sienten pesados y me cuesta abrirlos, una horrible sensación de deja vu me recorrió cuando toqué mi cuerpo y sentí la tela de encaje vistiéndome. Me forcé a abrir los ojos, la habitación es diferente, recuerdo que la primera era color rojo y negro, esta es más como rosa y lila.
La puerta se abrió, pero esta vez no era el hombre que llaman Yang, era una mujer, una chica linda, me sonrió cuando me vio, se acercó a mí y dijo: —¿Tienes miedo?
Negué porque estoy demasiado asustado, pero no quiero que piense que soy débil.
Ella sonrió de nuevo, —mira que tengo aquí, —me enseñó una pastilla, no tengo idea de carajo sea, pero sospecho que alguna droga, —en un momento vendrá un cliente importante, y necesito que lo atiendas, si lo haces bien tendrás muchos beneficios, si fallas haré que te vendan al hombre más asqueroso y perverso, —su sonrisa cambió, —te prometo que no te va a gustar.
No dije nada, no sabía que decir, me tomó de la mano y puso la pastilla en esta, —no voy a tomar esto. —Dije firme.
Ella sonrió de nuevo, me quitó la pastilla y lo siguiente fue su mano en mi cuello, me empujó contra la cama estrangulándome, no podía respirar.
—Te dije que te la tragues bastardo estúpido, —gritó ella metiendo la pastilla en mi boca, soltó mi cuello, pero me cubrió la nariz y la boca, estaba tan aturdido que no pude empujarla, pero no me tragué la pastilla, simulé que lo hice, y la escondí en mi boca, sé cómo hacerlo, en el orfanato nos daban vitaminas en mal estado que terminaban enfermándonos, uno Daniel, uno de mis amigos nos enseñó a simular que tomábamos las vitaminas. —Abre la boca, —gritó de nuevo la chica, revisó que la pastilla no estuviese en mi boca y asintió satisfecha, —buen chico, —dijo soltándome, —en un momento vendrá el cliente.
Ella se fue dejándome solo con el miedo calando fuerte en mis entrañas. Escupí la pastilla y estuve buscando la forma de salir, pero esta habitación no tiene ventanas, la puerta se cierra desde afuera, comenzaba a desesperarme cuando escuché ruido a mis espalda, un tipo algo viejo y con barba entró con una sonrisa divertida, la puerta se cerró encerrandome con este hombre que me mira como si fuera un pedazo de carne.
Se acercó hasta mí casi corriendo, y no pude escapar porque estaba paralisado del miedo y pegado a la pared.
—Por favor, no-no me haga daño, —me sentí un idiota iluso, es obvio que este tipo quiere hacerme daño, que yo le suplique que no lo haga no sirve de nada.
—Tranquilo bonito, lo vas a disfrutar, —habló el muy asqueroso con orgulloso.
Grité lo más que pude, el hombre me sujetó con fuerza, trataba de pensar en cómo defenderme, este tipo tiene mucha fuerza, sus manos rompieron la sencilla tela y me estaba tocando, comencé a llorar por el asco que sentía, tomó mi pene en su mano y lo apretó sin consideración, mi garganta no emitió más sonido, fue como una reacción ahogada por el dolor insoportable, mi fuerza se esfumaba como si nada, estaba rindiéndome, entonces sentí sus manos abrir mis nalgas y algo húmedo tocar mi ano, como si fuera a forzarlo.
Cerré los ojos con fuerza y decidí que no puedo dejar que me ultrajen de esta forma, por lo menos Hyunjin respetaba mi cuerpo, al abrir los ojos noté que el tipo estaba descuidado, yo dejé de moverme, el asco y la repulsión me mareaba, pero fui más astuto, me mostré tranquilo, y cuando sentí que ya no ejercía fuerza en mí, lo golpee en las bolas con mi pierna, salté fuera de la cama y alcanzando un cuadro que había colgado en la pared para estrellarselo en la cabeza, no espere más ni me aseguré de dejarlo noqueado, solo salí de esa habitación corriendo importando nada que la ropa que llevo está rota y que casi estoy desnudo, me perdí entre los pasillos de habitaciones las personas me miraban sorprendidos, pero no me detuve ante nadie, logré llegar a la zona de mesas, busqué a Hyunjin con la mirada por todo el lugar, la adrenalina no me deja detenerme.
Comencé a sentir desesperación cuando no podía encontrarlo, sé bien que si se fue, no podré salir de este lugar, el viejo Yang lo dijo. Quería tirarme a llorar cuando alcance a ver a Jackson en el segundo nivel del lugar.
Corrí lo más rápido que mis piernas me permitieron.
Hyunjin estaba con ese maldito viejo, estaba pensativo con un trago en su mano derecha, cuando llegué tropecé con los estúpidos zapatos altos que llevó puestos, y su mirada cayó sobre mí.
—¿Así que lograste escapar? —dijo el viejo, —tengo que reprender a Misa por no asegurarse de que tomarás la droga.
Me importó una mierda lo que dijo el viejo asqueroso de Yang, yo solo miraba a Hyunjin arrodillado suplicando con la mirada que me salve, y que me saque de aquí, estaba equivocado, creí que sería mejor si no estaba con él, pero aquí nadie va a respetarme, solo me usaran, Hyunjin prometió que no me tocaría sin permiso. Dijo que no lo haría.
Unos tipos me levantaron del suelo y mi batalla por ser libre comenzaba de nuevo.
—Llévenlo con Misa, y que le suministren un poco de meta.
Al escuchar al viejo mi desesperación aumentó, estoy seguro de que ahora no puedo salvarme, pero tengo una última oportunidad de tratar de tocar el corazón de Hyunjin y que me ayude.
—¡Espera! Por favor, —dije con desespero, no puedo mantenerme frío, sé que mi expresión es de completo pánico, vi a Yang indicar que me soltaran, parece que al tipo le interesa que Hyunjin me quiera de vuelta, no entiendo por qué, pero no quiero estar aquí así que no me importa, —Hyunjin... por favor —susurré, me siento avergonzado, mi cuerpo está expuesto, lo que estoy vistiendo es humillante y llamarlo tan desesperado me hace querer llorar, —por favor, no me dejes aquí, —supliqué acercándome a él, miré de reojo a Jackson, el hombre observaba con aflicción.
Soy patetico.
—Haré lo que sea, lo que quieras, pero no me dejes aquí, —dije como último recurso al notar que Hyunjin me miraba sin reacción.
—¿Cómo sabes que no te irá peor conmigo? —respondió él con una fría mirada penetrante.
Sé que no puedo asegurar mi bienestar en ningún lugar estando en manos de estos dos, pero quiero pensar que estaré mejor con Hyunjin que con este viejo asqueroso.
No pude evitarlo, comencé a llorar, terminé arrastrandome frente a Hyunjin.
—Por favor, Hyun. Juro que haré lo que me pidas, pero no quiero estar aquí. —tomé su mano y la puse en mi mejilla.
Hyunjin acunó mi rostro en sus manos y limpió mis lágrimas con sus pulgares.
—No llores, Seungmin. Odio el llanto, —respondió a mi súplica, traté de controlarme, no esperaba que Hyunjin me levantara del suelo y me abrazara, —Jackson, trae el auto, —dijo quitando su saco para ponerlo en mis hombros, su perfume me abrigó de inmediato, huele delicioso, me calmaba. —Y sobre el pago, en dos días estará aquí, —se dirigió a Yang, el hombre solo asintió con una sonrisa de complacencia.
Hyunjin me levanto en sus brazos, mi cuerpo cedió sin problema, estoy cansado de pelear, no sé en qué momento perdí el conocimiento, solo sé que no deje de ser abrazado por Hyunjin hasta llegar a la mansión.
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