Jisung. 

—¿Qué tal las clases? —pregunta el señor Lee, mi jefe.

—Oh, bueno todo bien estoy en mi tercer año de carrera, aún falta dos más y terminar el curso de inglés, —me siento un poco tonto hablándole a mi jefe de mi vida universitaria, no es como que le importe mucho lo que yo haga, él tiene mucho de que ocuparse, es el nuevo líder de la familia Lee.

Lo vi sonreírme, lo hace seguido, de verdad no sé como interpretar su sonrisa, a veces pienso que solo trata de ser amable porque soy el instructor de su hijo, otras veces creo que quiere hacerme creer que me tiene confianza para que jamás haga algo contra él, pero no podría, Beomgyu es un pequeño muy inteligente al que aprecio demasiado, nunca haría nada para dañarlo.

Es una pena que el pequeño debe tomar el lugar de su padre en el futuro.

—Ya estoy aquí, —escuché a Beomgyu decir, —Jisung debemos hablar algo muy importante, pero... papi tú vete —sonreí ante el comentario, el señor Lee y su hijo tienen una relación muy linda.

Vi al señor Lee hacer un puchero, eso fue algo nuevo, frunció las cejas y se fue.

—Ahora sí, —me dice el pequeño, —Jisung debes enojarte mucho con papi, ayer estaba fumando —oh, en realidad no creí que dejaría de hacerlo, el señor Lee tuvo que prometerme que dejaría de fumar porque Beomgyu se lo pidió.

—Beomgyu tu padre tiene un trabajo muy estresante, un cigarro de vez en cuando no va a matarlo, no te preocupes, —traté de cubrir al señor Lee.

—Pero tienes que enojarte con él para que no lo haga, —replica él, —además ayer le pedí permiso para que vivas con nosotros así podrás cuidar que no vuelva a fumar.
Mi sonrisa cambió en segundos, en realidad no creo que el señor Lee me pida vivir con ellos, pero si llegara hacerlo sería un problema.

Si lo hace quiere decir que le intereso más de lo que debería y gustarle a un hombre como él es destruir tu vida, mi abuela lo hizo, se enamoró de uno de los matones de la familia Lee, y así fue como mi familia terminó metida en la mafia hasta los huesos.

Definitivamente no quiero algo así, suficiente tengo con ser la deshonra de mi familia por no querer seguir ese camino, no necesito a un líder mafioso detrás de mí.

—Beomgyu, cariño eso no es buen idea, yo tengo muchas cosas de que ocuparme cuando no soy tu profesor, recuerda que estudio de tarde y por la noche tengo mi curso de inglés, —traté de excusarme de forma sutil para que el pequeño no sienta mi profundo rechazo.

Pero si no lo entiende tendré que ser fuerte, en realidad no me desagrada el señor Lee, pero no quiero una vida como la que tendría a su lado.

—Mhm... papi dijo eso, —por un momento pensé que entendió, pero me equivoqué, —él puede llevarte a la escuela, puedes elegir un auto para que lo uses solo tú, si no sabes conducir papi tiene muchas personas que si-

—Beomgyu no... no quiero vivir con ustedes, lo siento, está casa es muy grande para mí, además pronto me mudaré con un compañero de clase-

—Pero- —quiso decir algo más, pero no lo hizo, puedo entender a Beomgyu, su necesidad de buscar una figura materna en mí, por muy buena que sea su relación con el señor Lee, Beomgyu necesita una madre, y tomando en cuenta que el señor Lee no está interesado en las mujeres y hace años que no tiene pareja, el pequeño no tiene muchas opciones.

Es una pena y me siento pésimo con esto, pero no voy a arriesgar mi futuro lejos de este mundo, nunca quise seguir los pasos de mis padres y aunque sea egoísta no voy a doblarme por el pequeño Lee.

—¿Podemos empezar con la clase? —cambien de tema, Beomgyu asintió y comencé con la lección de hoy.

Beomgyu estuvo callado toda la lección, apenas y respondía mis preguntas, sé que está triste, pero no puedo hacer nada.

Más tarde mi horario de clases terminó y me despedí, pero no recibí ese beso de despedida de siempre.

Salí de la mansión de la familia Lee, mi casa no está muy lejos de aquí, la familia Lee y Hwang tienen cierto territorio bajo su control donde se alojan las familias más importantes para ellos, la familia Han es una de esas, pero hace tiempo que vivo en los dormitorios de guardias en la residencia Lee.

Revisé mi mochila para asegurarme de que tengo todo para ir a la universidad, cuando vi que no me falta nada, cerré la mochila y la coloqué en mi hombro.

Bajé dos escalones de la escalera del frente y la puerta se abrió detrás de mí.

—Ya... ¡Ya no quiero que seas mi profesor! —gritó Beomgyu.

Ah... suspiré largo, el pequeño está llorando con la cara roja supongo que de enojo o algo así.

Escuché el motor de un auto acercarse y maldije por lo bajo, el señor Lee acaba de llegar, la jodida cereza del pastel.

El señor Lee bajó del auto y vio a Beomgyu llorando.

—¿Qué pasó? —está mirándome, su mirada siempre parece amable, pero ahora creo que quiere matarme…

Mis palmas sudan y mi cuerpo tiembla. Estoy asustado.

—Creo que es mejor que hablen ustedes, yo debo irme, —traté de escapar, pero Mark se interpuso en mi camino.

—Jisung conoces el camino al despacho, —dijo el señor Lee, un sudor frío bajó por mi mejilla.

Estoy jodido.

Beomgyu no dijo palabra alguna, solo corrió escaleras arriba y cerró su habitación de un portazo que resonó hasta el recibidor.

Caminé al despacho del señor Lee, entré con él siguiendo mis pasos, me acerqué al escritorio y esperé de pie. La puerta se cerró a mi espalda.

—¿Me dirás que fue todo eso? —su voz ya no suena tan dura.

—Beomgyu me pidió vivir aquí, le dije que no y ahora ya no quiere que sea su profesor, —eso fue fácil de decir, si el señor Lee es tan amable como me hizo creer, no me obligará a hacer algo para complacer a su hijo.

—¿Por qué... no quieres vivir aquí?

Su pregunta me pareció innecesaria, el conoce bien la situación con mi familia, no debería de hacer preguntas estúpidas.

—Creo que tengo derecho a negarme a responder señor.

—Lo tienes, pero aún así responderás, —genial, ahora mi probable ex jefe está intimidándome.

—No quiero tener ningún tipo de relación con la mafia señor, —creo que he sido bastante claro.

Escuché sus pasos detrás de mí y el olor de su colonia me hizo saber que está muy cerca de mí.

Sé bien que le gusto, nunca ha sido discreto para mirarme, pero no creí que le importara realmente.

—¿Ningún tipo de relación? —preguntó dejando el peso de su mano derecha sobre mi hombro izquierdo. —Jisung yo-

—Creo que ya debo irme señor, si no tiene motivos para retenerme aquí me despido, tengo clases que tomar, —no quiero escuchar lo que sea que quiera decirme.

Sentí como se tensaba, su mano se deslizó de mi hombro a mi cintura, sentí ambas manos sobre mí, esto va terminar muy mal si no se acaba aquí.

—Puedes irte Jisung, —soltó la respiración que guardaba y me moví lejos de él, —Mark te llevará a la universidad, —dijo antes que saliera del despacho.

Corrí fuera de la mansión y vi a Mark abrir la puerta del auto, si me niego las cosas empeoraran, así que sin ganas de replicar acepté subir al auto.

Respiré más tranquilo. No puedo permitir que mis sueños se vean dañados por los caprichos de un tipo como el señor Lee.

…

Seungmin.

—Seungmin ve por más harina a la bodega, —escuché el grito de mi jefe, corrí a la bodega por la caja de harina, el día es pesado como siempre.

He tenido días peores, pero este es uno de los más cansados, me apresuré a entregar lo que se me pidió y después llevar los platillos a las mesas, el trabajo de mesero en un restaurante de familia se pone peor los fines de semana y hoy es viernes.

Hay mucha clientela, pero es bueno, más clientes dice más propina y necesito todo lo que pueda conseguir para lograr pagar mi matrícula este año.

Siempre soñé con estudiar fotografía, en el orfanato donde he vivido toda mi vida hay muchos libros de fotografía y desde pequeño los miraba, acabo de cumplir mi mayoría de edad por lo que debo irme del orfanato, pero no me preocupo por un lugar donde vivir, tengo mi familia afuera.

Ellos han estado conmigo desde pequeños, fuimos niños a los que no adoptaron, o que adoptaron, pero no quisieron conservar, algunos estuvimos siempre solos y otros fueron devueltos entre una y cinco veces, el mayor es Daniel, él tiene el récord más alto, fue devuelto seis veces. No somos muchos, pero somos una familia.

Llevé platos a la mesa ocho y recibí una jugosa propina, cada vez me siento más cerca de lograr mi sueño, solo debo trabajar y esforzarme bien para alcanzar los escalones más altos de la escalera, pronto será más fácil.

Mi jefe me recomendó con un amigo suyo que tiene un restaurante más elegante, la mayoría de la gente que asiste allí es rica y refinada, la paga es muy buena, más de lo que gano con las propinas ahora.

Horas más tarde, mi turno terminó, mis pies duelen, pero no puedo sentarme a descansar, me cambié el uniforme y fui directo a guardar mis cosas, apenas son las siete, mi jefe me dejó salir más temprano para que pueda llegar a tiempo a la entrevista.

Traté de arreglarme lo mejor que pude, espero que el hecho de apenas tener dieciocho no me dé problemas. Ya me han rechazado de varios trabajos por ello.

Tomé un taxi y me aseguré de dar bien la dirección, cuando llegué mi mandíbula casi cae al piso, el lugar es enorme y muy bonito, las luces van de acuerdo al ambiente, es un lugar agradable para una cena.

—¿Buscas a alguien? —preguntó un chico alto en la puerta, creo que miré demasiado tiempo.

—Oh sí, el señor Shin me envió para una entrevista con el señor Yang, —vi al chico asentir y me indicó que debía ir por la puerta trasera, fue raro, pero asentí.

Di la vuelta al lugar y vi lo grande que es, deben necesitar muchos meseros, y yo soy bastante ágil así que seguro me irá bien.

Toqué la puerta trasera y un señor de mediana edad abrió, él me miró de pies a cabeza, no pude evitar mi incomodidad cuando el hombre me sonrió.

—Pasa jovencito, Shin ya me envió mensaje preguntando si ya estás aquí, —me dijo como saludo, yo traté de sonreír y entré al lugar, miré todo y parece que estoy en la bodega o algo así. —¿Cuál es tú nombre?

—Seungmin, no tengo apellido, pero en el orfanato me registraron como Kim Seungmin, —bajé la voz sintiendo algo de vergüenza.

—Huérfano entonces —asentí, de nuevo sonrió, eso no me gusta me hace sentir incómodo, —¿Tienes amigos? ¿Vas a la escuela?

—Ah, sí tengo amigos y también voy a la escuela, estoy por terminar y aplicar a la universidad.

—¿Necesitas mucho dinero?

Asentí con algo de miedo, —debo pagar mi matrícula.

El tipo mostró su sorpresa y otra sonrisa, esto no es bueno, creí que era mi imaginación, pero este señor se ha estado acercando a mí.

—Ah. Creo que mejor me voy, señor —quise dar la vuelta, pero sentí al tipo sujetarme, lo siguiente fue un pañuelo en mi nariz y boca, traté de pelear, me rehusé a ceder, traté de gritar, pero terminé respirando para después desmayarme.

Sentí mi boca seca al despertar, tengo frío, mis ojos no quieren abrirse, empecé a tocar mi ropa y por fin abrí mis ojos cuando sentí que no vestía mis jeans gastados y mi playera holgada.

Estoy en una habitación extraña, es roja, y con algunas partes en color negro, es demasiado desconocido, nunca había estado en un lugar así, miré mi cuerpo y solté una exhalación cuando vi que estoy vistiendo un traje de encaje, tengo puestas mallas color negro, una falda igual de transparente que las mallas y un top del mismo color, en mi cabeza hay una diadema con orejas, parecen orejas de cachorro. No hay ropa interior, es horrible la sensación.

Quise llorar, cuando sentí un collar de cuero en mi cuello, hay una cadena de plata atada a él y ésta a la cama, no puedo irme.

No puede evitarlo, comencé a llorar, quería gritar, pero mi voz no salía, no sé dónde estoy, ni que hago aquí, quiero irme, quiero ver a mis amigos.

Traté de romper la cadena, pero es demasiado fuerte, la puerta se abrió dejando ver al hombre del restaurante.

—Hola, hola, niño bonito, hoy serás la cereza del pastel, —dijo sonriendo, quería arrancarle el maldito bigote y borrar su estúpida sonrisa.

—¿Qué hago aquí? ¿Por qué-

—Shin me dijo que tenía un jovencito muy prometedor trabajando con él, pero no creí que fueras tan bonito, —tomó la cadena y jaló esta, mi cuerpo cayó en sus brazos y comencé a pelear por quitarme de encima. —No, no, no, tranquilo a mi no me van los jovencitos, pero muchos de mis clientes estarán muy interesados en ti.

—No, no por favor, déjeme ir, —mi mejilla ardió cuando su palma golpeo mi mejilla.

—Cállate, de ahora en adelante eres un cachorro, si te portas bien te daré un premio, pero si te portas mal me aseguraré de conseguir al peor productor de pornografía para entregarte como regalo.

Mi cuerpo tembló de miedo, mis lágrimas salían en silencio, el hombre soltó su risa, jaló la cadena y tuve que caminar, no me di cuenta de que llevaba zapatos cerrados con un lazo en la punta y tacones, es la humillación más grande que he vivido.

Camine detrás del hombre que jalaba la cadena como si fuera un perro, llegamos a un lugar con una plataforma redonda, jaló la cadena de nuevo y subí a la plataforma, soltó el collar de la cadena e indicó que guardará silencio.

Una luz muy alta iluminó la plataforma y delante de mí estaban muchas mesas, no podía ver los rostros de las personas en las mesas, pero sé que son muchos.

Tragué duro, cuando escuché la voz del hombre del restaurante decir: "empecemos con la subasta".