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Capítulo 48

POV LOUIS

La vida está llena de problemas y tu forma de ser se resume en saber cómo manejarlos. Nunca he sido de los que los enfrentan y los superan. Para superarlos hay que perdonar y yo nunca he sabido hacer eso. Soy de los evitan y se olvidan de ellos pero las heridas que se hacen quedan abiertas y ya nunca se pueden cerrar.

Eché un vistazo al móvil. El mensaje de Malik seguía saliendo en la pantalla.

*No te retrases*

Me gustaría detrozar la pantalla contra el suelo y hacer cómo si todo esto fuera mentira, una gran pesadilla de la que pudiera despertarme, pero no, simplemente era el transcurso de la vida.

Había quedado con los tres, Malik, Horan y Payne. Habíamos hecho un trato y esta noche iba a cumplirlo. Iba a correr mi última carrera. Por mucho que me jodiera haber tenido que aceptar, debía hacerlo. Lo que ellos no sabían era que dentro de poco me iría de esta maldita ciudad y podría volver a correr, por lo que no me jodía tanto como al principio. Este problema debía de enfrentarlo para poder escaquearme del más gordo de todos: el robo en el apartamento de Trish.

 

El frío de la noche era congelador y tendría suerte si la carretera no se había helado. Estaba al lado del punto de reunión de siempre, ya era capaz de oír cómo rugían las motos, preparándose para la carrera. Aparqué la mía antes de adentrarme en la multitud. Era todavía muy pronto y no me apetecía tener que ir por ahí con ella entre la gente.

Estaba preocupado por Trish y por si se enteraba. Esta noche tenía una cena con su madre y compañeros de trabajo por lo que no había sido necesario poner una excusa para no verla. Estaba decidido a hacer esto y acabar cuanto antes pero temía que no cumplieran su parte del trato y me arrancaran la vida de golpe porque Trish se había convertido en eso, mi vida.

Coseguí ver a los tres amigos a lo lejos. Cada uno de ellos llevaba un cigarrillo en la boca. Al parecer seguían teniendo la costumbre de siempre, de fumar antes de cada carrera. Payne fue el primero en verme. Le dio un codazo en el hombro a Malik y éste levantó la vista. Falto poco para que Horan se uniera también y me miraran todos.

-Has venido- Payne me miraba serio, más que los demás.

 

-No iba a perder la oportunidad de ganar por última vez- murmuré.

-No lo vas a tener tan fácil- destacó-. Hoy corremos todos.

Alcé las cejas sorprendido. Horan asintió con la cabeza, corroborando lo que había dicho su amigo. No pensé que ellos fueran a correr, pensé que se quedarían viéndolo desde fuera y temía por si eran capaz de hacerme algo como pincharme una rueda o romperme los frenos. No les veía capaces de hacer algo así pero después de cómo me había portado con ellos, motivos no les faltaban. Además, según tenía entendido Zayn seguía mal y no estaba muy seguro de cómo había acabado la moto de Liam la última vez.

-¿Quieres?- Horan me ofreció la cajetilla de tabaco.

Cogí uno y él me acercó el mechero para encenderlo. Todo esto era muy incómodo.

-Así que vas a cumplir con el trato- Malik habló finalmente dándole una calada a su cigarro.

-Sí, y espero que vosotros cumpláis con vuestra parte- dije seriamente.

-Nosotros somos gente de palabra, no como tú- espetó Payne. Se me escapó una risa irónica.

-Claro que sí. La misma gente que primero me ayuda a trazar un plan de un robo y después de haber participado y de estar tan involucrados como yo, me echan toda la culpa a mí- Payne iba a hablar pero le corté-. Mira, si te jode que ahora esté bien con ella después de lo que le hice te aguantas pero tenemos un trato y nos conocemos Payne, no voy a esperar a que te vayas de la lengua, antes mi puño encontrará tu cara.

-No, Louis ¿sabes lo que me jode? Que te he salvado el culo mil veces, que me la he jugado por ti siempre y ahora te dedicas a destrozarnos la vida y ya no sólo a nosotros, si no a ella. Sabes que las vas a destrozar en cuanto se entere.

-No se va a enterar porque tenemos un trato- remarqué.

-¿Como esto?- me enseñó su tatuaje de las flechas. Sabía lo que me iba a soltar ahora-. Esto era una promesa que hicimos de mantenernos juntos.

-No, tú hiciste esa promesa, no yo. ¿Qué te creías? ¿Que íbamos a estar toda la vida siendo inseparables? Madura, Liam- era la primera vez que le llamaba por su nombre-. Las personas vienen y se van sin dar ninguna explicación. Así es la vida. Vives y mueres solo. No esperes que alguien vaya a quedarse contigo para siempre porque no lo hará.

Sus siguientes palabras fueron unos de los golpes más bajos que me podían dar.

-Pues entonces tú tampoco pienses lo mismo sobre Trish porque no se quedará.

Mi cuerpo reaccionó a sus palabras antes de que pudiera pensar con claridad. Mis manos le agarraron del cuello, empujándolo hacia atrás.

-¡Deja de hablar de mi vida y de ella cómo si me conocieras porque no tienes ni idea!- estallé en su cara.

Malik y Horan rápidamente me cogieron de los brazos y me separaron de él. Sentía el calor de la ira por todas las venas de mi cuerpo. Payne me miró con desdén.

 

-Antes éramos amigos. Sé muchas cosas de ti- me dijo, haciendo incapie en la herida abierta.

-¡Deja de decir gilipolleces, Payne! No me conoces ni un poco. Nunca os habéis preocupado en conocerme así que no os portéis como si lo hiciérais porque sois unos putos ignorantes de mierda.

-Te has convertido en un gilipollas- masculló entre dientes.

 

-Nunca he dejado de serlo- le eché una mirada fría.

Malik me cogió del brazo y me alejó de ellos. No sabía qué cojones estaba haciendo. Cuando estuvimos lo suficientemente lejos me soltó.

-¿Qué coño haces?

 

-Escúchame bien, Tomlinson.

 

-No me llames Tomlinson- musité cabreado. Él siguió hablando sin importarle mi comentario.

-No tienes ningún derecho a ponerte así. Nos has puteado cuando se suponía que éramos tus amigos así que cállate la boca porque no tienes derecho a nada- se le notaba que intentaba mantener la calma pero le costaba controlarse.

-Si fuérais mis amigos me hubiérais cubierto con lo del robo como habéis hecho con muchas otras cosas pero esta vez os ha salido el lado gilipollas a todos y me habéis hecho hacer un trato, para chantajearme, me habéis obligado a dejar lo que más me gusta en el mundo y después ¿yo soy el amigo malo? ¿Estás seguro, Malik?

No dijo nada. Se quedó callado sin molestarse a contestar.

 

-No salgas con ella- murmuró.

-¿A qué coño viene esto ahora?

-Es una buena chica.

-¿Por qué siempre sacáis ese puto tema?

-Porque estás haciendo daño a alguien que no es como nosotros, que no pertenece a nuestro mundo. Trish no es una de esas fulanas con las que solías estar. No tiene la culpa de que seas un gilipollas.

-Ah, claro, y otra vez sale el tema de que no me la merezco y blah blah blah...

-No. No está bien jugar con las chicas buenas. Yo lo hice una vez y me llevo arrepintiendo de ello toda mi vida.

Me acerqué a él para que lo próximo que dijera lo entendiera bien y le entrara en la cabeza.

-No voy a jugar con nadie- expliqué más serio que en toda mi vida.

Trish me importaba demasiado y por eso era tan importante mentir, porque si no me dejaría y se olvidaría de mí y no podía permitirme dejar escapar la única luz que  me alumbraba el camino de vuelta a la superficie.

-¿Para eso me has traído aquí? ¿Para decirme que deje a Trish? Porque no va a pasar.

-No- se acercó más a mí-. Te traigo aquí para avisarte de que esta noche no vamos a estar con tonterías. Vamos a ir a ganar, no pienses que te vamos a regalar la victoria.

-¿Qué te hace pensar que no va a ser fácil? Siempre os he ganado, hoy no tiene nada de diferente.

 

-Hoy todo es diferente- y con eso se fue, dejándome solo en medio de toda la gente.

Si pensaba que podía intimidarme con sus palabras estaba muy equivocado. Sabía lo que venía a hacer aquí y venía a ganar, no a dejar que una panda de gilipollas me venciera. Esperaba que les hubiera quedado claro a los tres que si se iban de la lengua, estarían cavando su propia tumba. Tiré el cigarro al suelo y me fui de vuelta a la moto. No quedaban mucho más de quince minutos para que la carrera comenzara. Sentí un par de gotas de lluvia cayéndome en la cara. ¡Lo que me faltaba! Correr que lluvia. Miré los neumáticos de la moto. No estaban hechos para correr con el asfalto mojado. Tan solo era una moto normal y corriente, no una moto de carreras, por lo que el adherimiento que tenía al suelo mojado no estaba hecho para ir a 200 kilómetros por hora. Estaba jodido. Le di una patada a la pared más cercana y acto seguido, cogí la moto y me fui a la línea de salida. Vi a muchos rostros conocidos a los que no tenía ganas de saludar. 

 

-Vaya, Tommo. He oído que ésta es tu última carrera.

 

Levanté la vista para encontrarme con la única persona a la que era capaz de soportar en este sitio. Aunque, tal vez me caía bien sólo porque era el tío que repartía la pasta a los ganadores.

 

-¿Cómo lo sabes?- él se rió.

-¿Qué te creías? Los rumores aquí pasan volando, más que entre las niñas en el patio de un colegio, y más si se trata de ti- bajé la cabeza-. Entonces... supongo que es cierto.

 

-Sí...

-Vaya... eres muy bueno, chaval. Sabes que yo siempre he apostado por ti. Sea lo que sea por lo que decides dejarlo, ojalá cambie porque tu sitio está aquí.

 

-Ojalá fuera tan fácil... - musité.

-Si no nos volvemos a ver, espero que te vaya bien.

Miré a aquel hombre con una sensación extraña en el cuerpo. ¿Así se sentían las despedidas? Porque era una puta mierda.

-Lo mismo digo. Cuídate- le di una palmada en la espalda y me fui a mi posición.

En poco rato comenzaron a llegar el resto de participantes. Mis ex-amigos llegaron juntos en sus respectivas motos. Horan se quedó en la esquina pero Payne me echó una mirada aniquiladora y se vino directo a mi lado. Agarré los mangos de la moto con fuerza, para que se  marcaran las venas del brazo. Hizo rugir su moto con furia para intimidarme. Yo simplemente me dediqué a observale, sin sentir ninguna pizca de miedo. Me daba más risa que otra cosa que pensara que un mierdas como él me podía asustar lo más mínimo.

Aparté la vista en cuanto escuché todas las motos rugir. Estaban a punto de dar la salida. Miré al cielo. Las gotas de lluvia cada vez eran más frecuentes e intensas. Con la oscuridad de la noche no se podía ver pero podría afirmar que el cielo estaba plagado de nubes. Iba a ser difícil pero me conocía a cada uno de los tíos de aquí como la palma de mi mano. Conocía perfectamente sus dotes de conducción y no les tenía miedo, por mucho que lloviera. Eché un último vistazo. Vi a Horan concentrado en el arranque, Payne tenía el ceño fruncido y a Malik le había perdido.

El silbato sonó y metí puño para acelerar. No me dio tiempo casi a reaccionar cuando noté lo mucho que me resbalaba. Los neumáticos apenas tenían adherencia, aún así seguí corriendo a toda velocidad. Algunas motos me superaban y no estaba dispuesto a que fuera así. Yo era mejor. Aceleré más, sabiendo el riesgo que eso suponía. En la primera curva me vi hostiado contra el suelo. La moto hizo un movimiento brusco que casi no pude controlar pero conseguí mantener el equilibrio. Un par de motos cayeron, causando un gran estruendo. Ojalá uno de ellos hubiera sido Payne. Se lo tenía merecido por ser tan cabrón.

La lluvia chocaba contra mi cara y me dificultaba la visión. Vislumbré una cabellera rubia entre tantas gotas. Era Horan. ¿Cómo coño había conseguido ponerse delante de mí? La ira reciente seguía corriendo por mis venas y no estaba dispuesto a ser ganado por ninguno de ellos. Aceleré un poco más, cegado por la avaricia. Pasó una vuelta, en la que cayeron unas cuantas motos más. No era consciente de cuántas más quedaban, sólo veía a Horan delante de mí y no estaba dispuesto a que esto acabara así.

Estaba a punto de girar en una de las esquinas cuando me vi en medio de un sándwich entre Malik y Payne. Payne tenía una sonrisa sádica en la cara y Malik tenía toda su atención centrada en la carretera. ¿Qué cojones pretendían? ¡Así no podríamos girar la curva! ¡Nos iríamos de boca contra el suelo los tres! No podían ser tan gilipollas. Estuve esperando a que alguno de los dos bajara la velocidad pero no lo hicieron, en cambio, Payne hizo algo que no esperaba: me achantó justo al girar la esquina, haciéndome pensar que se me echaría encima. Giré el manillar bruscamente para evitar el golpe pero el suelo mojado provocó que la moto volcara conmigo encima y se deslizó por el asfalto. Malik frenó en secó dejándome vía libre para estrellarme contra la pared, la cual veía cada vez más cerca pero no podía hacer nada por parar mi cuerpo para evitar el golpe hasta que sucedió y todo se volvió negro.

*

El sonido del despertador creo que fue lo que me despertó. Quería apagar el maldito ruido pero mi cerebro no era capaz de mandarle la orden a mi brazo. El pitido seguía sonando repetidamente hasta que descubrí que no era un despertador... sonaba igual que las máquinas de un hospital.

La cabeza me daba vueltas. Sentía una gran presión en la frente que me hacía imposible abrir los ojos. No podía mover el cuerpo pero estaba demasiado cansado e inconsciente como para preocuparme por eso. A lo lejos era capaz de escuchar una conversación pero sentía como si estuviera a kilómetros de distancia de los hablantes.

-Ni siquiera sé cómo ha podido acabar así.

-Si el manillar le hubiera dado un poco más a la izquierda de la frente...

-¡Cállate! ¡No lo digas! ¿Vale? Ya  bastante estoy sufriendo viéndole así.

-Lo siento.

Hubo un silencio. No reconocía las voces.

-Se va a poner bien. Lo sabes ¿no?

Otro silencio.

-Es un irresponsable, siempre lo ha sido. Casi no le pueden poner la vía entre tanto tatuaje.

-No digas eso ahora. Nos puede estar escuchando y no es lo mejor.

-¡Qué nos va a estar escuchando! ¿Has visto la cantidad de morfina que han tenido que administrarle? ¡Estará dormido durante días!

¿Durante días? ¿Qué me había pasado? ¿Por qué cojones no podía moverme? ¡Quería gritar que podía oír todo lo que estaban diciendo y que me ayudaran a abrir los putos ojos!

-Aún así... y baja la voz o nos echarán de aquí.

-¿Cómo puedes estar tan tranquila?

-Créeme que no estoy nada tranquila pero si estuviera en su lugar me gustaría que cuidaran de mí y no que me chillaran en la cara lo irresponsable que soy.

¿Me estaban llamando irresponsable? Lo último que recordaba era a Payne echándoseme encima y yo tratando de esquivar la pared. ¿¡Cómo podía ser yo el irresponsable!?

-¿Tardará mucho en despertar?

-Supongo que sí. Ya te he dicho que le han puesto mucha morfina y tranquilizantes para aliviar todo el dolor y que el tratamiento que le han puesto haga efecto.

-Solo quiero que abra los ojos.

Mira, ya somos dos.

-Necesito ver ese azul por un momento, aunque luego los vuelva a cerrar, para saber que está bien.

-Estará bien. Louis es fuerte.

 

De nuevo el silencio acaparó la conversación. Sentí algo rozar mi mano, como un ligero cosquilleo.

-Mañana es martes- dijo una de las voces.

-Querrás decir hoy. Ya son las dos de la mañana.

-Hoy es martes y mañana miércoles...

-¿Y?

Volvió el silencio pero entendí que esas palabras no iban para la otra persona con la que estuviera hablando, si no para mí.

Martes... miércoles... Trish. Era Trish la que me agarraba la mano. No podía verla pero sí sentirla, igual que un martes siente que va a llegar el miércoles, que estás detrás de él guardándole la espalda y que nunca, nunca, nunca se podrán separar.

Quise apretarla la mano o abrir los ojos, como pasaba en las películas, pero en lugar de eso, todo pareció volver a alejarse y me quedé inconsciente.

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solo quería decir una pequeña cosa... me parece que con la cantidad de lecturas que tiene la historia hay pocos votos y pocos comentarios y a veces me fastidia un poco porque la historia nunca avanza en el ranking y me gustaría estar en los primeros puestos porque sé que podría estarlo, así que no seáis tan vagos y comentad o votad, que no se tarda más de un minuto lol

ily

Patri xx

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