Capítulo 37
POV TRISH
Sentí mi cara palidecer y cómo mi estómago era desgarrado por dentro al ver que tenía una mano apoyada en su muslo. Las lágrimas llegaron a mis ojos antes de que pudiera ser consciente de lo que estaba viendo. En la otra mano sujetaba un cigarro que tenía toda la pinta de ser un porro. Me prohibí llorar. No ahora. No aquí. No delante de toda esta gente. Me quedé paralizada en el sitio, con la mente en blanco. No sabía qué hacer, ni qué decir, me era imposible pensar con claridad. Me sentí sucia y usada. Había compartido con él uno de los momentos más íntimos que una persona podía compartir en su vida. ¿Cómo podía estar con esa rubia entre las piernas? Esas palabras, con tan solo pensarlas, las sentía como puñales clavados directos en el corazón.
Se estaba riendo a carcajadas. Estaba rodeado de gente que no conocía. Los demás también le acompañaban en las risas. Charlaba animadamente, como si nada malo estuviera pasando, como si no tuviera una novia la cuál él sabía que le quería, como si no hubiera provocado un accidente a uno de los que antes consideraba mejores amigos. En un momento sus ojos conectaron con los míos y me congelé más de lo que estaba. Sus ojos azules, enrojecidos por el humo y la droga, penetraron los míos como siempre hacían y mis manos me sudaron. No pasó más de un segundo cuando apartó la mirada. ¿Perdón? Me había reconocido y ni siquiera se había inmutado, es más, me había ignorado. Y, por si eso fuera poco, la rubia pasó sus manos acariciando su torso, dándole pequeños besos en el cuello y él se dejaba. Esto estaba siendo una humillación que no estaba dispuesta a soportar. ¿Qué había hecho para merecer esto? ¿Tan mala había sido con él para que me destrozara de aquella forma? Pensé que lo entendía. Creí que sabía que le quería. No entendía por qué estaba restregándose con otra chica en mis narices mientras todo mi mundo se venía completamente abajo. No pude aguantar más las lágrimas y no iba a llorar allí. Me di la vuelta, con ellas bajando ya por mis mejillas, y me marché de aquel maldito pub. En cuanto se cerró la puerta comencé a sollozar en el medio de la noche. Me tapé la boca con las manos para evitar el sonido de mis lamentos. Me sentía exactamente como la gente lo describía. Todo tu mundo se viene abajo, un agujero negro te absorbe y te quedas en plena oscuridad, con tan solo el recuerdo de lo que te hizo daño repitiéndose una y otra vez en tu mente. Todo lo demás te parece una mentira. Una farsa. Ojalá Liam no tuviera razón cuando dijo que Louis era un mentiroso porque no quería estar viviendo una mentira. No quería pensar que estaba jugando conmigo pero, todo parecía tener sentido. Me había enamorado hasta que logró acostarse conmigo y ahora que lo había logrado me hacía esto. Me negaba a pensar que eso fuera cierto porque cada vez que me decía te quiero podía notar el brillo en sus ojos. Entonces, ¿qué estaba haciendo? ¿Qué hacía con esa si me quería? Sentía un agujero formándoseme en el corazón. Todo me ardía por dentro en rabia. Estaba dolida a la vez que furiosa y esos sentimientos mezclados sólo me hacían llorar más y sollozar más fuerte. No me había sentido así de mal ni cuando lo dejé con Nick.
-¿Trish? ¡Eh, Trish! ¿Qué te ha pasado?- mi mente estaba tan nublada por las imágenes de Louis con esa chica que pensaba que me estaba imaginando voces-. ¡Trish responde, joder! ¡Me estás preocupando! ¿Qué ha pasado?- descubrí que no me estaba imaginando nada cuando sentí unas manos zarandeándome.
Enfoqué la vista en la figura que tenía delante, borrosa por las lágrimas. Los mechones rubios de una chico fue lo primero que vi, seguido por la cara de Niall. Al verle no pude hacer más que seguir llorando. Me estaba dando una especie de ataque de pánico, sin llegar a serlo. No podía controlar mis emociones, estaban completamente locas y no era capaz de formar una sola palabra que decirle a Niall.
-Tranquila... tómate tu tiempo. Respira hondo y relájate... poco a poco- el fuerte acento irlandés me tranquilizaba de alguna manera. Me hacía pensar en Irlanda y en campos enormes y verdes, como el que tenía enfrente de mi ventana en Nottingham. El rubio parecía entenderme y me dejó tiempo para tranquilizarme y recobrar la compostura.
-¿Ya? ¿Ahora puedes contarme qué te ha pasado?- asentí. Sorbí un par de veces por la nariz antes de explicarme.
-Louis... está ahí dentro. Le he visto con una chica y... él no hacía nada para evitarlo- solté un par más de lágrimas pero me obligué a parar porque si no, no podría tener una conversación con él.
-Valiente hijo de puta- masculló entre dientes. Hoy parecía el día de insultar y odiar a Louis-. Ese cabrón va a dejar de joder a la gente de una vez- exclamó lleno de rabia. Tenía casi o incluso tanta como yo. De pronto caí en una cosa.
-¿Tú qué haces aquí?
-Me ha llamado Liam. Por lo visto el puto de Louis...
-Ya. También sé lo que le ha hecho a él. He estado con Liam- le expliqué.
-Me llamó para que viniera a buscarle, ya que no tiene cómo volver.
-Y ¿qué haces aquí, en el pub?
-Me he pasado a darle su merecido a Louis. Esta vez se ha pasado. ¡Podía haber matado a Liam!
-Lo sé pero- quise defender en parte a Louis. No soportaba que hablaran mal de él aunque llevaran razón.
-Espera... tengo una idea.
-¿Qué?- le miré nerviosa. Las ideas de Niall a veces no eran las más brillantes.
-Entremos. Tú y yo. Juntos. De la mano.
-No sé si...
-¡Eso le volverá loco! ¡Demuéstrale que si él puede hacerlo tú también! Dale a probar de su propia medicina.
No estaba del todo segura de aquello, aunque sí era verdad que quería que entendiera cómo se sentía. También quería saber cómo reaccionaba.
-Está bien. Pero me tienes que prometer que si hacemos eso no te vas a pelear con él- no quería que acabaran peleando porque entonces sabía de qué lado iba a ponerme y no iba a ser del de Niall, precisamente.
-Vale. Esto es mejor que una pelea, le va a joder más. ¡Dios, Trish!- exclamó emocionado.
Limpié las lágrimas de mis ojos. Con suerte no me había maquillado y no los tenía negros. Niall me cogió de la mano cuando vio que estaba lista y un escalofrío recorrió mi espalda, sientiendo la adrenalina del momento. El irlandés pasó primer, abriendo la puerta y el conocido olor volvió a penetrar en mis fosas nasales.
-¿Dónde está?- me preguntó. Yo señalé en sillón.
Louis seguía en el mismo sitio, con la chica sentada en sus piernas, mientras se bebía un trago de algo que no logré reconocer. Niall me apretó la mano, dando apoyo y, seguidamente, comenzamos a andar en su dirección.
-¡Ryan!- el rubio saludó a uno de los chicos que estaba en el grupo con Louis.
-¡Coño! ¡Irlandés! ¿Qué haces por aquí?- exclamó sonriente. Arrastraba las palabras al hablar. Podía decirse que estaba borracho-. ¡No has venido a la carrera! ¡Te has perdido el hostión de Payne!- el chico se empezó a reír a carcajadas. Sentí a Niall tensarse bajo mi agarre, tratando de mantener la compostura y no empezar una pelea.
Fue en ese momento en que miré a Louis. Su mirada estaba clavada en nuestras manos entrelazadas. Sus ojos ardían, eran puro fuego. Sus hombros estaba tensados al igual que su mandíbula. Los orificios de su nariz abiertos por completo, acariciando la furia que se hacía paso por su interior. Su vista, después, se dirigió hacia mí, demandándome con intensidad por qué tenía a Niall agarrado de la mano. ¿Qué coño haces? pude imaginarme perfectamente su voz diciendo esas palabras. La forma en que me miraba me hacía querer soltarle la mano a Niall pero me mantuve firme. Él seguía con la rubia encima. Tenía que resistir.
-Tenía otras cosas que hacer- respondió Niall intentando formar una sonrisa en sus labios.
-¡Te hubieras reído!- le aseguró el otro-. Y ¿quién es esta preciosidad? Joder, Niall, cada vez te tiras a tías que están más buenas. Vas aprendiendo, cabrón. ¡Mira qué culo!- exclamó con una sonrisa de lado, fijándose en esa parte de mi cuerpo.
-¡Cállate, Butler!- Louis intervino bruscamente.
-¡Cállate tú, Louis! ¡Tú sigues teniendo a la tía más buena del pub entre tus piernas, así que cállate!- le demandó. Esas palabras me dolieron. Podía ver que era más guapa que yo, y eso ya me dolía bastante pero, que otra persona lo dijera en voz alta me hería más.
-Personalmente, creo que ella es mejor- comentó Niall refiriéndose a mí-. ¡No la habéis visto en la cama!- exclamó Niall provocando a Louis con sus palabras.
-¡Cállate, Horan!- le advirtió Louis echándole una de sus miradas más frías.
-Maldita sea, ¡cierra la puta boca, Louis! ¡Nadie te está preguntando! ¿Hace cuánto que no echas un polvo? Te veo necesitado. Vete con esta rubia al baño y que te la chupe un rato, a ver si te relajas- en ese momento me vino a la cabeza imágenes de Louis y yo juntos en la cama.
-Butler, no me toques los cojones...- masculló Louis entre dientes, cabreado.
-Venga, sí... vamos al baño- le dijo la rubia seductoramente, rozando su pecho.
-¡Suéltame, joder!- le gritó Louis y la chica se separó de él inmediatamente.
-¿Qué te pasa?- preguntó la rubia sin entender, levantándose-. ¿No quieres acostarte conmigo?- parecía decepcionada.
-¡Joder, no!- chilló histérico.
-Pero antes...
-¡Antes nada!
¿Antes qué?
-Bueno, pues- Niall cogió uno de los vasos que había en la mesa y echó un trago de algo que parecía tequila mientras la rubia se alejaba de aquí-, nosotros creo que sí nos vamos a ir al baño, ¿verdad?- insinuó mirándome. ¿Quería volver a Louis loco? Sin dejarme pensar me llevó en dirección al cuarto de baño pero cuando pasamos al lado Louis, éste cogió del brazo a Niall.
-Ni lo sueñes, Horan- Louis se levantó y se quedó a nuestra altura. Los ojos de mi novio y del rubio ardían por dentro. El irlandés seguía cogiéndome de la mano.
-Entiendo que tú no tengas ganas de tirarte a esa, pero yo sí que tengo ganas de hacerlo con ésta- inclinó la cabeza en mi dirección. Sabía que todas esas palabras las decía para cabrear más a Louis, por eso no me hacían sentir mal. Sabía que Niall no era así.
-¡Es que sí, Louis! ¡Deja que el pobre se folle a esa zorra en paz!- exclamó el tal Ryan.
-¡No vuelvas a llamarla a así en tu puta vida!- le gritó Louis en su cara, lleno de rabia.
-¿De qué cojones vas?- gritó ahora Ryan.
-¡Tú!- exclamó Louis señalándome-. Nos vamos ya.
Se acercó a mí y me cogió de la otra mano, pero Niall tiró de la otra. Louis lo notó.
-Suéltala, Horan, si no quieres acabar como tus otros dos amigos- masculló. Sus ojos rojos y el ceño fruncido fueron lo que hicieron que Niall me soltara, sintiéndose inferior a él.
Louis tiró con fuerza de mí, haciéndome daño en la muñeca y me sacó arrastras del pub. Cuando llegamos a la calle me deshice de su agarre con un tirón y me enfrenté a él.
-¿Qué te crees que estás haciendo?- grité fuera de mí. Estaba muy cabreada por cómo se había comportado y cómo me había tratado.
-¿Yo?- se señaló sorprendido.
-¡Sí! ¿Cómo has podido? ¡Pensé que te importaba!- sentí las lágrimas queriendo salir de nuevo y no podía hacer nada para detenerlas. Odiaba llorar delante de la gente. Odiaba que me vieran así.
-¡Has sido tú la que...!
-Me llenas la cabeza de mentiras, diciéndome que me quieres, que soy la luz para tu oscuridad y más chorradas, me creo que me lo dices en serio, que de verdad te importo, confío en ti para que ahora,te vayas con una tía, que ni siquiera conoces, justo cuando esta misma mañana me estabas diciendo que querías volver a salir conmigo. ¡No te entiendo, Louis!- estaba gritando y me estaba ahogando con cada palabra porque no dejaba de sollozar. Estábamos chillando en medio de la calle, pero no me importaba estar montando una escena, necesitaba sacar todo lo que tenía dentro.
-No trates de hacerte la víctima, Trish, porque no tienes derecho. Yo estoy siendo el único que he estado cambiando para que esto funcionara. Dejé todo de lado, mis amigos, las carreras, las fiestas, ¡todo por ti!
-¿Qué? ¿Me estás echando la culpa de eso? ¿De verdad? ¡Yo nunca te he obligado a dejar nada! ¡Dime una sola vez que esas palabras hayan salido de mi boca!- grité. Él se quedó callado, intentando recordar pero no podría hacerlo porque nunca le había dicho nada de eso-. Nunca te he obligado a nada. Las únicas cosas que te he dicho que dejaras han sido las drogas y las malditas peleas y ¿qué te crees? ¿Que te lo dije porque me dio la gana? ¡Pues no! ¡Lo hice porque eso no te traería más que problemas! ¡Lo hice por que me importas, porque me preocupo por ti! ¡Te destrozarían la vida como siguieras con ellos! Uno, poniendo en riesgo tu salud y, otro, mandándote a la comisaría cada dos por tres. Y te recuerdo que las carreras y a tus amigos les dejaste tú solo, sin que yo te dijera nada, y sigo sin saber el por qué. Así que no me vengas con que estás cambiando por mí porque yo también estoy cambiando por ti. ¿Crees que yo era así antes de conocerte? Si lo crees estás muy equivocado y es que no me conoces en realidad. Yo también he cambiado por ti, me he peleado con mi madre por ti, ya no tenemos la relación que teníamos antes, y es la única familia que me queda.
-¡Yo no tengo familia!- me recordó, exclamando con voz grave y autoritaria.
-¡Pero es que eso no es mi culpa, Louis! ¡Yo no tengo la culpa de que tu madre te tratara como te trató! ¡No sabes lo que me duele pero no me culpes porque mi madre no sea así!
-¿Sabes? Lo único que intentaba era crear nuestro propio lugar, lejos de aquí.
-O sea que, ¿todo esto es por lo de Oxford? ¡Lo sabía!- suspiré irritada. Sabía que se había molestado por eso.
-Si tanto dices que estás cambiando por mí ¿por qué no te vienes conmigo?
-¡Porque no sería justo para mí, Louis! Deja de ser un caprichoso. Que te diga que no quiero irme contigo a Oxford no significa que no te siga queriendo, ¡por el amor de Dios!
-¡Pues no te entiendo, joder!
-¡Yo sí que no te entiendo!- exclamé frustrada y cansada ya de chillar.
-No entiendo cómo se puede querer a una persona y no quererte ir con ella a cualquier sitio porque, si fueras tú, me habría ido a dónde me dijeras, sin pensármelo dos veces.
-Eso no justifica el que te hayas ido con otra chica y te hubieras dejado manosear por ella, como si no tuvieras una novia- él se pasó las manos nervioso por su pelo.
-Trish, yo...
-No, Louis. Entiendo que puedas estar molesto, pero esto es pasarse. Esta noche te has pasado con demasiadas personas y lo que más me duele es que no te sientes ni culpable.
-¿A qué te refieres?- preguntó con el ceño fruncido. Sabía exactamente a qué me refería.
-A lo que le has hecho a Liam. ¿Eres consciente de que podría haber pasado una tragedia?
-Pero no ha pasado, así que te relajas.
-Dios, Louis, ¡te juro que no comprendo cómo te puedes portar así!
-¡Tú has entrado con Niall de la mano! ¿Cómo crees que me ha sentado eso? ¿Qué más ha pasado entre vosotros? ¿Os habéis liado? ¿Eh?- me estaba acusando.
-¿Cómo te atreves a pensar así de mí? ¡Sabes que yo nunca te haría algo así! ¡No soy como tú!- le recordé y él se tensó al oírme decir eso, como si le fastidiara que se lo dijera.
-¿Y cómo habéis entrado juntos?
-¡Por que él quería darte tu merecido por lo que le has hecho a Liam! ¡Te quería poner celoso y hacerte rabiar! ¿Cómo puedes siquiera pensar que me interesaría por otro que no fueras tú?
-No te sigas haciendo la víctima porque has hecho lo mismo que yo. No te salvas de nada.
-Estoy aluciando, contigo. Eres tú el que ha empezado con esto y a saber qué hubieras hecho si yo no hubiera aparecido, pero¿sabes qué?
-¿Qué?- me preguntó levantando la barbilla, con aires de superioridad. Estaba drogado y había bebido, y eso le hacía volverse un capullo. Más de lo normal.
-Que me voy.
-¡Genial!- resopló con desdén y yo me giré, queriendo alejarme de él lo antes posible.
Medio corrí hasta el coche, limpiando las lágrimas de mis ojos porque si no, no podría conducir. Saqué las llaves y me metí dentro. Encendí el motor y puse la calefacción. Del rato en la calle me había quedado helada. No sabía cómo iba a acabar esto, pero me negaba a pensar en ello mientras conducía. Lo que menos quería ahora era tener ahora un accidente. Salí de aquella maldita zona y me uní a la autopista. Pocos coches viajaban por allí a esas horas. Cambridge no era una ciudad muy grande y la gente ya estaba en sus casas, más cuando era un día de entre semana. Con el espejo retrovisor vi unas luces que venían de un vehículo en la distancia. Fijé la vista y descubrí que Louis me estaba siguiendo con la moto por detrás.
_____________________
Aquí tenéis el capítulo que os prometí!!! Todos estos dias se me olvidaba deciros que, hace una semana me aburria, y creé una lista de canciones que me recordaban a la primera parte de Fast. Podeis escucharlas aquí
→ http://8tracks.com/patriflyinghigh/fast-louis-tomlinson-fanfiction ←
Patri xx
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro