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Capítulo 14

POV LOUIS

-¿Cómo que Zayn? -exclamó Horan. Agarré la cuchara con fuerza, apretándola con rabia. No podía creer lo que estaban escuchando mis oídos.

Maldito cabrón de mierda. Era incapaz de alegrarme por el rubio. No podía. No era capaz y nunca lo sería. Ni siquiera pensaba aparentar que me alegraba. Esto era una gran putada y por ello, todos los planes se habían ido a la mierda.

-Horan, somos meros portadores de información, no somos la fuente directa. Tómate la última cucharada y ven con nosotros. Te están esperando.

-¿En serio? -murmuró el rubio ilusionado pero enseguida dejó caer su mirada sobre mí y la emoción desapareció de su rostro.

-Sí. ¡Termina de una vez! -comentó aborrecido uno de ellos.

-¿Por qué no me han avisado antes?

-¿Prefieres quedarte? -exclamó sorprendido el más alto. El rubio me observó con detenimiento y yo le aparté la mirada, metiéndome una cucharada en la boca.

-No -susurró.

-Tu abogado está fuera. Tienes que cambiarte y recoger tus cosas -sentí su mirada sobre mí.

-¿Puede Lou... Tomlinson -se corrigió- venir conmigo? -me levanté con ímpetu en cuanto termino de realizar la pregunta.

-No. Yo tengo que ir a la lavandería.

Ambos sabíamos que era mentira pero ellos no. Eran simples guardias y poca gente del personal estaba al tanto de los horarios de trabajo de los presos.

-Será mejor que te vayas -susurré muy lentamente.

Me costó decir esas palabras más de lo que hubiera imaginado y sobre todo al saber que se iría y me dejaría aquí dentro solo... Como al principio.

Con un último cruce de miradas agaché la cabeza y me fui. Escuché cómo me llamaba pero en cuanto crucé la puerta del patio, dejé de oír mi nombre saliendo de sus labios.

Me senté en el suelo, apoyado a la pared. Se me hacía imposible pensar con claridad. Teníamos un plan, varios incluso, pero ninguno de ellos contaba con este inconveniente. ¿Qué iba a hacer? Ahora sí que iba a perder la cabeza por culpa de esta desesperación. Nunca había sido alguien positivo pero esta racha de mala suerte se estaba alargando demasiado y empezaba a pensar que no era normal.

¿Por qué coño había sacado Malik a Horan de la cárcel? ¿Cómo narices había pagado la maldita fianza? Después de que Cole, Payne, Horan y yo entráramos en la cárcel dudaba que hubiera sido tan gilipollas y hubiera vuelto a traficar. Podían pillarle muy fácilmente. Fue extraño que Cole y Payne no dijeran nada de él en las declaraciones. Pensaba que si caía uno de ellos íbamos a caer todos.

No estaba seguro de qué haría si viera a Parker ahora mismo. Estaba muy cabreado y decepcionado. Pero, más que eso, estaba frustrado y no había nada peor que sentirse así sabiendo que no había nada que pudieras hacer para sentirte aliviado.

Pasaron horas. Sí, todo había sido muy rápido y, aunque no lo creyera, llevaba más de dos horas aquí sentado. Había tenido tiempo suficiente para pensar y para cabrearme aún más. Horan se había ido. Me había quedado completamente solo pero tenía muy claro lo que iba a hacer a continuación. Con o sin el irlandés, iba a ir a por Parker, aunque no de la forma que tenía prevista. Salí corriendo detrás de él al verle salir del patio. Estaba seguro de que iría al baño y no me equivocaba. Esperé fuera a que saliera.

-¡Parker! -exclamé al verle al salir.

-¿Qué pasa, Tomlinson? -habló animadamente, con las manos en los bolsillos. Me daba asco.

-Te he dicho que no me llames Tomlinson -mascullé mientras él se reía estrepitosamente. Me había ganado su confianza y no podía esperar a ver qué cara se le quedaba cuando viera que le traicionaba.

- ¿Te has vuelto un adicto a mis servicios o...?

No le di tiempo a que acabara la frase. Le propiné un fuerte puñetazo en la cara. El hombre se tambaleó hacia atrás y se tapó la mejilla mientras me miraba confundido y horrorizado.

-¿Qué coño te pasa? -gritó pero su voz no sonó tan segura de sí misma como otras veces. Sabía lo que había pasado la última vez y tenía miedo. Me tenía miedo, y eso me encantaba.

-Lo que me pasa es que me has arruinado la vida.

Me acerqué a él de nuevo, con la mano alzada, y él trató de huir pero no tenía a dónde ir. No podía escapar de mí. Le agarré con fuerza y pasé mis brazos alrededor de su cuello, asfixiándole. Le derribé y tiré al suelo. Una vez bajo mi control, él no tuvo nada que hacer, era todo para mí. Le sujeté los brazos con una mano y comencé a propinarle puñetazos con la otra. Una y otra vez, una y otra vez. Sus quejidos, gritos y lamentos comenzaron a ser más frecuentes. Él estaba agonizando y yo estaba disfrutando.

-Pero eso no es lo peor -bufé mientras le pegaba con fuerza en el pecho-. Hiciste sufrir a la persona que más amo en este mundo y por ello, el que va a sufrir ahora vas a ser tú.

Cada vez gritaba con más desesperación pero mi cuerpo no era capaz de parar, lo único que veía era la sangre que salía de su boca y de su nariz. Solté toda la adrenalina que había estado conteniendo desde que me encerraron aquí. Todo el odio, el rencor, la ira... Lo estaba expulsando todo. Estaba cegado por la venganza. Nunca entendí por qué la ley de ojo por ojo y diente por diente había dejado de existir. Era lo más justo. ¿Este hombre había destrozado la vida de una mujer? Pues yo se la destrozaría a él.

-Por favor... -susurró entre golpe y golpe, su cara ensangrentada, pero a mí solo me pareció un acto de cobardía.

Mis puños también estaban ensangrentados y no de su sangre, sino de la mía. Me dolían pero no podía parar. La vida era sumamente injusta y yo no era ningún justiciero, ni pretendía ser uno, pero para personas así, la cárcel era una bendición más que una condena y eso no debería ser así. Alguien tenía que hacer algo al respecto.

-Me vas a matar -masculló con dificultad, salpicando mi camiseta con sangre de su boca. Esas palabras me tendrían que haber hecho parar, sin embargo, lo que hicieron fue encender una mecha dentro de mí. Habían tocado mi punto de ignición.

Continué mi brutal paliza a pesar de sus súplicas, descargándome por dentro. No era capaz de pensar con claridad. Solo quería que sufriera físicamente como lo había hecho su mujer.

-¡Tomlinson!

Pronto sentí cómo unos brazos me aprisionaban y me alejaban del cuerpo casi inconsciente del hombre que tanto odiaba. El firme agarre de los dos guardias de seguridad que me habían atrapado era tan fuerte que sentía cómo me cortaba la circulación. Más guardias y personal de la prisión vinieron corriendo a socorrer a Parker, lo cual me llenó de repugnancia. Él no merecía ayuda de ningún tipo. Intentaron incorporarle mientras a mí me mantenían en el otro extremo del pasillo.

-Ha intentado matarme -escuché cómo le decía a uno de los guardias.

-¡Oh, venga! ¡Por favor! -exclamé. No estaba dispuesto a que le diera un giro a la situación y la pusiera de su parte. Iba a pagar por todo lo que había hecho. Había estado incumpliendo las leyes de esta prisión.

-Es cierto. Me odiaba porque conoce a mi hija.

-¡Cállate desgraciado! -grité con todas mis fuerzas, desesperado al escucharle decir esas palabras.

No iba a consentir que hablara de ella delante de ellos. Me había pasado todos estos meses protegiéndola, estando en silencio por ella, para que no fueran capaces de involucrarla en nada y no estaba dispuesto a que este gilipollas lo echara todo a perder. Traté de correr hacia él pero los guardias me sujetaron con fuerza.

-¡Quiero hablar con el director! ¡Que alguien me traiga al director! -grité.

-Ni lo sueñes, Tomlinson -comentó uno de los guardias a mi derecha. Mientras me ponían unas esposas a mis espaldas para que no pudiera hacer nada.

-Ha estado meses cometiendo un delito. Créeme. Tengo que hablar con el director ahora mismo -el ceño de aquel hombre se frunció y su semblante se quedó blanco. Se quedó mirándome durante un buen rato, en busca de algún rasgo que le confirmara que estaba mintiendo.

-Como este sea uno de tus juegos te vas a enterar.

-Te juro por Trish que no lo es -murmuré desesperado.

-¿Quién es Trish? -exclamó cogiendo su walkie-talkie.

-Nadie. Olvídalo.

El guardia me miró desconfiando mientras hablaba por el aparato. Al cabo de unos minutos el director en persona se presentó en el pasillo.

-¿Qué ha pasado aquí? -inquirió al ver a Parker aún en el suelo, ensangrentado y a mí con unas esposas puestas.

-Le he llamado yo, señor -anuncié, alzando la voz para que me escuchara por encima del jaleo.

-¿Para qué? ¿Para decirme que eres el responsable de sus magulladuras? Créeme que es bastante obvio.

-No -traté de acercarme a él pero los guardias no me dejaron. Tomé una bocanada de aire para intentar relajarme-. Le he llamado para decirle que Steve Parker ha estado traficando tabaco y droga dentro de la prisión.

Todo el mundo soltó un grito ahogando tras mi confesión y se giró a mirar a Parker, el cual estaba pálido a pesar del fuerte rojo de la sangre que cubría parte de su cara.

-¿Y usted cómo sabe eso? -continuó hablando el director con curiosidad a la vez que molestia. De los allí presentes era el único que podía continuar hablando. Los demás se habían quedado perplejos.

-Tengo pruebas. Están mi celda y en la de Niall Horan, si es que no han limpiado su cama aún. También hay un guardia de seguridad implicado. Graham.

El hombre me miró estupefacto, intentando procesar todo lo que le estaba diciendo mientras, de fondo, Parker gritaba.

-¡Eso es mentira! ¡Todo lo que está diciendo son puras imaginaciones suyas! ¡Es un mentiroso! ¡Él es el que ha infringido la ley! ¡Tiene un teléfono móvil! ¡Lo he visto! ¡Lo tiene escondido en su celda!

Una sonrisa maliciosa salió de sus labios ensangrentados cuando los ojos de todo el mundo se fijaron en mí.

-Eso sí que es mentira. Yo no tengo nada.

-¡Sí que lo tienes! -gritó Parker.

-¡Ya está bien! -exclamó el director y ambos nos callamos-. Vayamos a su celda, Tomlinson.

Asentí con la cabeza y, con algunos guardias más, nos fuimos a mi habitación. Les enseñé todo lo que había recopilado. Todos los cigarros, el mechero, la droga. Absolutamente todo, incluido el ticket de compra que descubrí de la misma marca que los cigarros que Parker traficaba. Más tarde pasamos a la celda de Horan, la cual aún no habían limpiado y les enseñé la otra mitad del cargamento. Les expliqué todo lo que había estado viendo estos meses, cómo Parker distribuía tabaco y droga por toda la prisión y cómo Graham se aprovechaba de la situación, llevándose parte del dinero que el preso ganaba. El director resopló cuando hube terminado. Los guardias metieron todas las pruebas en una bolsa.

-Está bien. Ahora buscad el móvil -pensé que se habría olvidado de eso.

Primero me cachearon y después comenzaron a buscar por todos los rincones de la celda. Tal y como esperaba, no encontraron nada.

Parker se pensaba que era imbécil pero no se daba cuenta de que siempre iba un paso por delante. Después de desayunar busqué a Jackobsen y le expliqué todo mi plan. Le dije que le daría una paliza a Parker y que le delataría delante del director. Aquello pareció ser música celestial para sus oídos, sabiendo lo mucho que odiaba al maltratador. Por eso, cuando le pedí que me guardara el móvil, lo cogió sin problemas, prometiéndome que no dejaría que nadie lo viera, siempre y cuando la paliza que le diera fuera inolvidable.

Una vez que dieron la búsqueda por finalizada, cerraron mi celda y la de Horan y me llevaron al despacho del director. Allí me soltaron las esposas y me dejaron a solas con él. Estaba bastante conforme con cómo habían pasado las cosas. Por fin todo se había descubierto. Por fin algo salía bien. Ambos tomamos asiento y esperé en silencio a que él comenzara a hablar.

-Debo darte las gracias por haber delatado una infracción de este tipo.

-No hay de qué, señor -el hombre parecía preocupado y no entendía por qué-. ¿Qué van a hacer con Parker? -pregunté con curiosidad. Necesitaba saber que le encerrarían de por vida en aislamiento. Era mi único consuelo.

-Una infracción así no puede pasarse por alto y menos en una institución de este nivel. Irá a aislamiento durante el próximo mes, por lo menos. Y en cuanto a Graham, pasará unos meses más en esta prisión pero no como guardia, sino como preso.

No pude evitar que una pequeña sonrisa se esbozara en mis labios. Todos iban a pagar por lo que habían hecho, por ser unos descerebrados. La vida, por una vez, era justa.

-El problema eres tú, Tomlinson.

-¿Yo? -exclamé incrédulo.

-Tampoco puedo pasar por alto lo que le has hecho a Parker -bufó preocupado.

-Pero... Solo lo hice porque... Tenía que... Él había... -balbuceé sin que ninguno de mis pensamientos sonara coherente.

-Lo siento, chico, pero muy a mi pesar, tendré que mandarte a aislamiento también.

-¿Qué? -exclamé levantándome de la silla, indignado-. ¿Por qué?

¡Le había entregado a un preso que se había estado riendo de ellos en sus propias narices! ¿Y así era cómo me lo pagaban?

-Son las normas de esta prisión, las leyes de este país. ¡Le has pegado!

-¿Y qué? -chillé.

-Tomlinson, por favor. No lo pongas más difícil de lo que ya es.

-¿Difícil? A usted no le cuesta nada mandarme a aislamiento -mascullé.

-Créeme que sí -sus labios estaban apretados, formando una fina línea. Yo me acerqué a él y susurré.

-Pues no le creo.

Salí de ese despacho lo más rápido que pude. No podía soportar la hipocresía que llenaba la estancia. Los guardias enseguida me cogieron. Parecía que ya habían recibido la orden de llevarme a aislamiento, una vez más. Estaba harto. Harto de este sitio, de esta gente y de mí mismo. No me soportaba más. Volví a la habitación oscura y solitaria. Empezaba a darme claustrofobia. No era capaz de mirarme desde un tercer punto de vista pero me gustaría saber si había cambiado. Estaba seguro de que sí. Este sitio me tenía que haber vuelto más loco de lo que ya estaba. Solo esperaba que aún tuviera solución, que aún fuera reparable.

POV TRISH

Había sido un día largo y desesperante, completamente agotador. Me situé delante de la puerta de la casa y saqué las llaves con cuidado del bolso. El llavero chocó contra la puerta de madera mientras abría la cerradura. Pasé al interior y descubrí todas las persianas bajadas. Había sido la última persona que había estado en casa pero no recordaba haberlas bajado. La subí y la claridad iluminó el salón. Pasé a la cocina y miré si había alguna bolsa de patatas en la despensa. No tenía ganas de comer. Por suerte, encontré una y con ella me subí a mi habitación. Esta vez no subí las persianas, prefería esta luz tenue, casi nula. Comí en silencio y a solas. Lo hacía solo porque necesitaba meter algo de energía en mi cuerpo pero no porque este lo quisiera. Solo quería dormir. No quería ir a trabajar durante dos semanas por lo menos, aunque sabía que eso no sería posible. Ahora más que nunca necesitaba ayudar a la empresa pero echaba de menos estudiar. Nunca pensé que diría eso.

Estaba en un punto en el recorrido de mi vida en el que había muchos caminos y no sabía cuál tomar. Estaba el que debería tomar para sentir que hacía algo útil y el que querría tomar para sentirme bien conmigo misma. Sin embargo, los dos estaban en direcciones opuestas y si tomaba uno, no podría tomar el otro.

Podría intentar matricularme en el segundo semestre de alguna universidad cercana. Podría ponerme a trabajar por las tardes y ganar algo más de dinero. Podría hacer infinidad de cosas pero la realidad era que no hacía ninguna.

Me acostaría un rato hasta que me llamara mi madre y después llamaría a Aden para que me contara lo mucho que extrañaba a Harry. Escuchar sus penas era mejor que darle vueltas a las mías.

POV LOUIS

La puerta de la celda se abrió después de una semana y la claridad del sol chocó contra mis pupilas. Ver a otra persona después de tantos días aislado me resultaba extraño. Era el mismo guardia de siempre, el único que me caía bien en toda la cárcel. Habían pasado siete días pero para mí, que había estado ahí dentro sin ningún tipo de contacto, me habían parecido meses.

-¡Vamos, Tomlinson! Alegra esa cara. ¡Eres libre! -comentó el guardia de seguridad conforme salía de mi prisión personal.

-Sí. Soy muy libre. ¿Es que no me ves? -le señalé la especie de pijama que aquí hacían llamar ropa.

Intenté despejarme la cabeza. ¿Con quién me iría ahora que Horan no estaba? ¿Con Walker como al principio? El hombre se paró delante de mí, impidiendo que me alejara más, serio como una escultura de la antigua Grecia.

-Tomlinson, estoy hablando en serio. Eres libre. Acaban de pagar tu fianza.

En ese momento dejé de respirar. Me quedé inmóvil, incapaz de creer lo que me estaba diciendo.

-¿Qué? -musité.

-¡Vamos, chaval! ¿No me digas que no es lo que has estado queriendo escuchar desde que entraste aquí? -me quedé en silencio un rato.

-Pues... sí. Claro que... sí -tartamudeé como un gilipollas.

-¿Y a qué esperas? ¡Venga! ¡Vete a tu celda y recoge tus cosas! -me animó dándome una palmada en la espalda.

-Pero es... ¿Es de verdad? -balbuceé. No podía ser real. Yo seguía en aislamiento y estaba soñando. Eso era lo que estaba pasando.

-¿Ves esta sonrisa en mi boca? La tengo porque te voy a perder de vista para siempre. ¡De ahora en adelante podré vivir tranquilo y sin tener que verte la maldita cara! -se rió-. Eso sí, voy a echar de menos cómo lavabas los calzoncillos a mano.

-¡Eres un hijo de puta! -me reí dándole otra palmada en su espalda y salí corriendo hacia mi celda.

No podía creer que esto estuviera siendo real. Era libre. ¡Era libre! ¡Por fin! No tendría que pasarme los días en este horroroso pijama, no tendría que comer comida asquerosa y beber solamente agua, no tendría que ducharme junto a otros cincuenta hombres y, sobre todo, no tendría que volver a soñar con el día en que recuperara mi libertad y el control de mi vida porque ya lo tenía. Los había recuperado y no había mejor sensación que esa.

-El director te está esperando a la salida. No ha podido venir tu abogado porque estaba ocupado con otro caso.

-No te preocupes.

Mejor así. Con que viniera William me bastaba. ¿Habría venido Harry? Estaba seguro de que no. Por cómo le había tratado la última vez le costaría perdonarme.

Me cambié y me puse la ropa que llevaba el día que entré en este sitio por primera vez. Mi ropa. Sorprendentemente aún olía a tabaco y eso me encantaba. Comenzaba a sentirme como en casa. El guardia me acompañó a la salida y en ella me encontré con el director.

-Bueno, Tomlinson, supongo que es el momento de decirnos adiós.

-Sí, está claro -estaba ansioso por salir a la calle.

-Quiero que sepas que te estoy muy agradecido personalmente por haber delatado a Parker. No muchos presos son capaces de hacer eso, ¿sabes? Y más sabiendo lo mucho que te gusta a ti en concreto fumar y bueno... más cosas. Algunos prefieren callarse y aprovecharse de ello.

Me mantuve en silencio sin saber qué decir. No esperaba un agradecimiento por su parte. Es más, no esperaba ni que estuviera aquí hoy.

-Se lo merecía -dije finalmente y él asintió con la cabeza.

-En fin, no hay nada más que te retenga aquí. Eres libre de irte. Creo que te están esperando fuera.

¿Están? ¿Entonces Harry sí que había venido? Hice un gesto con la cabeza para despedirme y me dispuse a abandonar de la institución.

-Ah, ¡Tomlinson! -gritó el director antes de que pudiera salir-. Espero no verte nunca más por aquí.

-Lo mismo digo -sonreí.

Era asombroso. Después de estar una semana bajo el mismo techo por fin estaría libre bajo el cielo, sin cuatro paredes que me limitaran. Antes de llegar a la puerta me detuve. Estaba nervioso. Había pasado ahí mucho tiempo y quería dejar atrás todo lo que había vivido en ese sitio. Sacudí la cabeza unas cuantas veces y respiré por última vez el aire de esa maldita prisión.

Al salir, el sol me cegó por completo y sonreí. Hacía mucho que no estaba así de feliz. Anduve un poco hasta que mis ojos se acostumbraron a tanta claridad. Me quedé maravillado por la vista, totalmente absorto. Y no solo por la intensidad del cielo azul, la cantidad de coches aparcados en el aparcamiento, la carretera, el césped, los árboles... sino por lo que había justo delante de mí. El paraje que más había añorado. Trish Leslie Parker.

Siento muchísimo la espera y espero que no os enfadéis si vuelvo a tardar en subir pero la semana pasada empecé las clases y estoy hasta arriba de trabajo *llorando* En serio, gracias por ser pacientes y esperar. El capítulo siguiente será genial :') Os quiero demasiado. Sois lo mejor que tengo.

PD: mandadme a snapchat videos o fotos con vuestras opiniones o reacciones al capítulo porque me gusta interactuar así con vosotros :) Os contestaré a todos !! Mi snap es patriflyinghigh

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