Para amar: cero años de experiencia
Si mi "elefantada" memoria no falla, me atrevo a confesarte que, en ocasiones, suelo recordar el instante en que decidiste culminar tu exhaustiva e inquieta limpieza del ordenador * para redirigir tu mirada a mis labios y con una cadencia casi ensayada decir

~ Lo nuestro será algo así como probar caminos, si vemos que alguno de ellos no funciona, regresaremos e intentaremos tomar otro, ¿te parece?

~ Perfecto, me parece bien

Tiempo Atrás: ¿Qué esperabas que dijese? Esa respuesta era justamente la acertada considerando que solo habían transcurrido 48 horas de conocernos y estaba en frente de ti, chico práctico, con el único conocimiento de que me gustabas y que deseaba que por fin dejaras de mantener la forma y te atrevieras a besarme, eso era precisamente lo que parecía que ambos ansiábamos. Pero era aún más evidente que ya no quedaba nada de tu ser que no hubiese sido lastimado con anterioridad y que, por más que yo creyera que aquello era una especie de cita (muy rara, por cierto), tu solo intentabas desactivar tus alarmas y confiar en que cuando entrase no liberaría mis armas y te apuñalaría ...tranquilo amor ...lo entiendo. Para amar, cero años de experiencia.

Hoy: Querido chico que mides distancias en magnitudes equivocadas: no estuve probando suerte contigo y tampoco le estuve tanteando al amor, había decidido arriesgarlo todo y si me dabas la oportunidad de entrar en tu base militar, no seríamos un simulacro, no imitaríamos un suceso real para tomar las medidas necesarias de seguridad en caso de que ocurriese. Ya estoy enamorada de ti, ya te amo, ya me estas ardiendo... Así que, de una puta vez, ten la seguridad que no aparecí para hacerte daño sino para intentar, en la medida de lo posible, hacerte más feliz de lo que has sido nunca.

* podría jurar que estaba totalmente pulcro y, también, que tu corazón latía con más velocidad de lo acostumbrado, aunque no estuviese mi tacto a la distancia que hubiese elegido como para poder estudiarlo con detenimiento.