Habíamos vuelto al hoyo. Riley, Maya y yo estábamos recargadas en los barandales del hoyo, la rubia y yo teníamos cara de aburrimiento. Riley nos había arrastrado ahí solo porque quería ver zapatos como lo hacia antes. Pero como no todos valoran la torpe excentricidad de Riley, decidimos salir finalmente del hoyo. 

Comenzamos a hablar de lo importante que eran los estudios en la preparatoria, continuando el tema de la pobre nota baja de Riley en español que gracias al cielo ya estaba superado. Pero nuestra platica se vio interrumpida por llantos y drama que las chicas y chicos estaban haciendo mientras veían sus teléfonos, hablando de rupturas románticas. Decidimos correr a un lugar seguro. 

—Oh, genial, aquí hay más drama.— Dije mientras entrabamos al baño de mujeres. Había muchas chicas llorando y consolándose adentro.

Intrigada y abrumada por tanto drama, me acerque a la única chica que no lloraba, y que de hecho se estaba cepillando el cabello frente al espejo. La joven era de piel morena y sus rasgos faciales eran los más hermosos que jamás hubiera visto. Riley y Maya me siguieron.

—¿Sabes que esta pasando aquí?— Riley le pregunto angustiada. Era obvio que estaban pasando crisis amorosas, mi intriga era el porque había tantas al mismo tiempo.

—Es lunes de separaciones, mis pequeñas mariposas.— Respondió, su tono de voz era muy suave y sereno. —La preparatoria, es un baño lleno de desastres.

—Será cosa mía o todas están dramatizando un poco este día.— Riley comentó haciendo pequeños ademanes, seguido de esto, una joven que ya habíamos visto en los pasillos entró chillando. —Pareces muy sabia. ¿Cómo te llamas?— Riley le preguntó a la morena, ignorando a la chica llorando.

—Soy Sage.— La morena le respondió, era irónico, pues esa palabra traducida al español sería "sabia"

—¿Qué es lunes de separaciones, Sage.— Le pregunté, abrazando a Maya por los hombros un poco cansada de haber corrido antes.

—En preparatoria hay fiestas los viernes en la noche, alguien te sonríe, le sonríes también, estas enamorado.— Respondió entre pausas, recargándose en el lavabo junto a Riley.

—¡El amor es para siempre!— La burbujita chilló enternecida.

—El amor es hasta el Lunes.— Sage corrigió a Riley, con una expresión que indicaba que le daba gracia.

—¿Quién te hizo daño?— Riley estaba recargada en el hombro de la morena, pero una vez escuchó eso, levantó su cabeza seriamente. 

—¿Por qué el lunes?— Maya preguntó intrigada

—Para tener una semana de drama hasta la siguiente fiesta.— Sage volvió a responder, obviando su respuesta. —Porque eso les gusta más.— Termino de explicar al ver la cara confundida de Maya.

—¿Por qué les gustará esto? Nosotras jamás nos pondríamos a hacer drama.— Maya y Riley declararon seguras de si mismas. 

—Expliquen su situación actual.— La morena preguntó cansada.

—Me gusta un muchacho.— Riley le respondió

—A mi también me gusta.— Maya continuo. Sage se me quedo mirando, esperando a que yo respondiera algo.

—Soy la mejor amiga del muchacho.— Respondí, Sage se me quedo mirando.

—Su amistad termino.— Proclamó la morena después de un pequeño silencio.

—Eso jamás podría pasarnos. Porque no hay amistad como la nuestra.— Maya y Riley se refirieron a ellas dos.

Dos chicas que estaban en el baño comenzaron a discutir, eran la replica de Riley y Maya en las vivencias que pasaron, al final, ambas terminaron su amistad, en frente del baño. Yo ya me estaba cansando de tanto drama a tal punto que me iría con los chicos. 

—Les gusta el mismo muchacho, ella es su mejor amiga y le importará más el que ustedes. Deben tomar una decisión. O su amistad terminó.— Escuche a Sage hablar justo en el momento en el que salí del baño de mujeres. 

Continúe mi camino, en busca de los chicos, hasta que encontré al trio caminando en dirección a los baños de hombres. Apresuré el paso a tal punto de correr para alcanzarlos. Y una vez que llegué, tome a Zay del hombro. 

—No entren a los baños.— Le dije, el me miro raro y los tres pararon el paso cuando escucharon mi voz. 

—Por favor, no puede ser tan malo.— Lucas ignoro mi advertencia, como me gustaba verlo sufrir en pequeñas cosas, y sabia que a Zay también le gustaba eso, solo lo fulmine con la mirada. 

Los tres entraron al baño de hombres, yo me quedé en la entrada, pero lo suficientemente cerca como para poder vigilar a los chicos. Algunos extraños se me quedaron viendo, unos groseros casi me empujaron para que entrará completamente al baño, pero los hice caer de cara contra al piso, por lo que me dejaron en paz. 

Los chicos se dieron cuenta de que también había mucho drama dentro del baño, por chicos que se metieron con las chica de otro, hombres muy sentimentales, triángulos amorosos donde chicos eran los protagonistas, etc. Lucas habló con un chico moreno que me recordó a Sage, era guapo y alto. No alcancé a escuchar la conversación, pero pude notar el nombre del moreno: Wise, palabra la cual también significaba "sabio" en español.

Los chicos salieron del baño, casi traumados a excepción de Zay. Miré a Lucas con una sonrisa.

—Te lo dije.— Mi mirada triunfadora fue la protagonista cuando le hablé. Ya estábamos caminando, y en medio de los pasillos nos encontramos al trueno y el rayo, Riley y Maya.

—Necesitamos tomar una decisión.— Lucas les dijo a las chicas, producto de lo que había visto anteriormente.

—Estuviste en el baño ¿Verdad?— Riley le preguntó inmediatamente, con una expresión en su voz que a mi parecer era graciosa.

—No volveré ahí, no me interesa lo que pase.— Farkle habló y yo estaba de acuerdo con el, pero solo asentí con la cabeza.

—Dejamos que llegara lejos porque su dolor es gracioso para nosotros.— Les dije a las chicas, refiriéndome al dolor de Lucas. Cuando dije eso, agarre a Zay del hombro y solo tome la tela de la sudadera de Farkle por unos milisegundos. Ambos sonrieron, pero note como el genio se retorcía sutilmente de escalofrió, probablemente por mi contacto

—Pero no perderemos nuestra amistad.— Zay continuo.

—¿Y si alguien sufre?— Lucas preguntó seriamente. 

—Oh alguien va a sufrir. Pero todo el tiempo he dicho que si no van a ser honestos, todos van a sufrir.— Fakle le respondió, no pude evitar reír por la contradicción de sus palabras y sus acciones. 

—Ya tienes experiencia con eso.— Pensé. Pero de nuevo, al darme cuenta de que todos se me quedaron viendo, supe que lo había dicho en voz alta. Me escondí detrás de Zay, quien me agarro del brazo y me tapo de los chicos, protegiéndome.

Salvada por la campana. Esa era yo. Pues la campana sonó antes de que alguien pudiera decir algo. 

...

—Tu no eres así.— El profesor de arte le dijo a Maya, mi pincel cayo al suelo después de escuchar eso, estaba impresionada. —Me pregunto que se supone que es.— Examinó la pintura de la rubia.

Estábamos en clase de artes, estábamos pintando bancas del Central Park de esta bella ciudad. Riley como siempre, pintaba sus gatos morados. Maya en realidad estaba usando mucho morado en su pintura, pero no se lo critique, pues supuse que ella sabia lo que hacia. Yo estaba pintando la banca que había visto cuando me encontré a Farkle en Año Nuevo haciendo compras con su madre, mi técnica era con gouache y a blanco y negro. 

—¿Cuáles son tus influencias, señorita Hart?¿Por qué eres como eres?— El profesor le preguntó a Maya después de una discusión entre el y Riley quien la trataba de defender. Pero Maya solo se quedaba callada y nerviosa. —Los artistas tienen influencias, a veces esas influencias los ayudan a descubrir su propia voz. Y a veces esas influencias los convierten en imitadores.— El profesor explicó. Hasta este punto me costaba deducir que estaba pasando.

El profesor terminó de regañar duramente a Maya, al punto de llamarla "incompleta". Las tres estábamos en shock, Maya siempre fue buena para el arte y ahora se estaba enfrentando a una critica muy brutal. Después de revisarla a ella, el profesor examino mi trabajo. 

—¿Blanco y negro?— Me preguntó, yo estaba recogiendo mi pincel, el cual había rodado por el piso.

—¿Que?¿A mi también me va a criticar brutalmente?— Le respondí mientras me levantaba del piso con el pincel en mi mano. 

—Solo trato de examinar su obra, señorita Mendoza.— Respondió levantando las manos indicando inocencia. —Me preguntó que la hizo escoger esto. Dígame, ¿usted esta completa?— Me preguntó, yo como tenia respeto a mis amigos, le respondí de la mejor forma que pude.

—¿Y quien lo esta?— Lo cuestione y me volví a sentar, con esa frase le mostré mi apoyo a Maya. 

La clase termino, y Lucas me había enviando un mensaje, pidiéndome que fuera a Topanga's. Corrí lo más rápido que pude y cuando llegue, me encontré con los tres chicos sentados donde siempre. 

—¿Cómo voy a elegir entre dos personas que me importan?— Lucas preguntó una vez me senté enfrente de el. 

—Debes hacerlo.— Farkle le dijo y solo aumentó mis comentarios sarcásticos en mi mente. 

—¿Y como me sentiría si lastimo a Riley o a Maya?— Lucas volvió a preguntar.

—Yo se a quien elegiría.— Zay comentó, le sonreí con gracia.

—¿Ya habías pensado en esto?— Lucas le preguntó, Zay asintió con la cabeza. —No quiero que pienses en esto.— Le dijo celosamente.

Después de un momento cómico, Zay finalmente dijo que elegiría a Riley. Pero después cambio de opinión diciendo que Maya. Farkle leyó el rostro de Lucas y concluyó que aún no tomaba una decisión y que no había una forma científica de hacer eso. Novato, no conoce las puntuaciones en las competencias. 

—Yo tengo una forma.— Tome dos bolsas de caramelos y me levanté, los chicos me miraron raro. 

—¿Dejaras que unos caramelos decidan mi futuro?— Lucas me preguntó. Seguí caminando y tome una balanza que estaba en la cafetería

—Oh, por favor ¿Quién más va a hacerlo?¿Tú?— Le pregunté sarcásticamente.

Los chicos se pararon y me siguieron. Le di los caramelos amarillos a Zay y deje los caramelos azules en la mesa para que Farkle los tomara. Comenzamos a hacerle preguntas al rubio, el respondía primero que Riley, pero después también respondía que Maya. Era un empate.

—Necesitamos algo que revele tu alma.— Zay declaró, asentí y en mi cabeza buscaba una buena pregunta. 

—¿Qué chica que hace sentir "blulalalu"?— Farkle preguntó sin aviso previo. Haciendo un sonido alocado.

El pobre de Lucas tuvo que pensar en ambas para llegar al nivel en que Farkle dijo eso. Reflexiono un poco y llegó a la conclusión de que "Siempre ha sido Riley".

 —Excepto...— Lucas pensó en voz alta.

—¿¡QUE!?— Farkle exclamó cansado y desesperado, y honestamente yo me sentía igual.

Lucas comenzó a hablar de como Maya fue quien hizo todo por Riley y que era muy buena amiga. Yo en mi desesperación me di cuenta de algo. 

—Aborto de caballo vaquero.— Hablé casi en un susurró y cabizbaja, sentada en un banco. Pero fue suficiente para llamar la atención de los chicos, quienes me miraron atentos. —No se trata de escoger así. Ambas son geniales. Obviamente existe este conflicto porque te basas en como son, en sus personalidades y forma de actuar.— Le dije, viendolo seriamente.

—Es obvio, así es como tomaré la mejor decisión y no las lastimare— Me respondió, negué con la cabeza.

—No se trata de tomar la mejor decisión, no se trata de lo que sea conveniente.— Me pare del banco y me acerque a Lucas, a unos cuantos centímetros de el. —Se trata de lo que tu sientes.— Le dije. Me miró confundido. —Tratas de tomar una decisión que ya tiene respuesta, y por más cursi que suene, la respuesta esta aquí.— Señale su corazón. —No estas siendo fiel y sincero con TUS sentimientos. Es como el nerd dijo: alguien saldrá herido si no somos sinceros.— Concluí, dejando a mi vaquero amigo pensando.

Trate de hacerle ver a Lucas que estaba escogiendo en base a su historia con las chicas y su personalidad, pero que debía hacerlo de acuerdo a lo que él sentía de verdad.

—Lucas, ambas te gustan. Pero tienes que descubrir de quien estas enamorado. Hay una enorme diferencia entre gustar y estar enamorado.— Me aleje de Lucas y me volví a sentar en mi banco.

—Wow, dijo la palabra con "e"— Zay habló, mirando a ambos chicos, viendo prolongadamente a Farkle.

Continuamos haciendo tarea, Lucas se fue, prometiéndome que pensaría en las cosas que le dije, sonreí triunfante ante eso. Zay también se tuvo que ir a casa, pues tenia que hacer videollamada con su novia, Vanessa. 

—Si tienes tiempo para hablarle a Vanessa, pero a mi me dejaste en el olvido.— Le dije con sarcasmo, Zay me regalo una de sus expresiones chistosas. Se fue y me dejo sola con Farkle. 

—Yo... me tengo que ir. Tengo que pensar cosas.— Farkle dijo antes el incomodo silencio que reinaba entre nosotros. El se levanto de su banco y comenzó a caminar a la entrada. Estoy harta de esta tensión.

—Farkle.— Baje de mi banco y casi que corrí hacia el chico. 

Lo agarre del brazo y jalé de el, probablemente con la fuerza suficiente para hacer que el parara y volteara. Nos quedamos en silencio unos segundos. 

—Estoy hasta la madre de esto.— Hablé, con una expresión en español que el no pudo entender, así que aclaré con un "Estoy cansada".

—Yo tampoco aguanto esta tensión.— Respondió, mirando mi mano en su brazo. —De verdad que no. Pero necesito tiempo, necesito pensar, y que estemos así al menos me ayuda a tener más tiempo para eso. Tu y yo lo hemos dicho, necesitamos ser sinceros con nuestros sentimientos, y me estoy esforzando en descubrir mis sentimientos, necesito tiempo.— Continuo, con un tono grave. —Dime, enigma, ¿Ya descubriste tus sentimientos?¿Ya eres fiel y sincera contigo misma y con tus sentimientos?— Me preguntó, esto hizo que yo soltara su brazo. El al ver mi mirada perdida, pensando en lo que dijo, se fue, no sin antes decir. —Hay que aclarar cosas con nosotros mismos. Hasta entonces, podremos hablar.—

Casi me desmayo, no solo por el hermoso tono de voz de Farkle, sino por lo que dijo, las preguntas que hizo, cosas que me dejaron pensando demasiado, y que no se saldrían de mi cabeza. Pues cada segundo, aparecía la imagen de Farkle en mi cabeza pronunciando esas palabras. 

...

—Los nenúfares de Monet, una de las más grandes obras del impresionismo.— El profesor de arte comenzó la clase. —Cuando uno se coloca cerca, solo ve manchas de pintura. Pero al dar unos paso atrás, obra maestra.— El maestro se acerco y alejo del cuadro que colgaba de la pared frente a nosotros. —Una pintura a veces se reconoce como lo que es por un cambio de perspectiva. Sucede igual con las personas. Te debo una disculpa, señorita Hart.— Le dijo a Maya

—Igual que todos.— Maya le respondió, hablando en su vida en general. Pero podía sentir una especie de tensión entre ella y la burbujita saltarina. Me reí

—Estudie de nuevo tu pintura. Tu trabajo definitivamente dice algo, y cuando di un paso atrás...— El profesor tomo la pintura y la alejo de nosotras. Dejando a la vista una obra maestra... gatuna y purpura. —No has perdido tu voz, estas gritando, señorita Hart.— Le dijo a Maya. 

—Mira... es un gato morado.— Maya dijo aguantando las lagrimas. Yo no entendía nada, pero supuse que algo había pasado, y pronto me enteraría.

—Me preguntó si usted también esta gritando, señorita Mendoza.— El profesor le regreso su pintura a Maya, y me habló a mi.

—Maya es la mente maestra en el arte, no yo.— Respondí, rodando los ojos sin entender porque el hombre insistía en eso

—No tienes que ser una mente maestra para expresar tus sentimientos en la pintura. Maya destaca por su talento. Pero todos tienen algo que decir.— Me dijo, sentándose frente a mi. —Usó mucha geometría para la estructura de su pintura. Cuido los ángulos, las distancias, pero aún así se tomo libertad en algunos detalles. Agreguemos que la hizo en blanco y negro, con escalas grises.— Me explicó mi propia pintura. —Dígame señorita ¿Qué es lo que está gritando?— Me preguntó, pero no obtuvo respuesta alguna. 

...

—Ella es yo.— Riley le dijo a sus padres y a la madre de Maya una vez entramos por la puerta de su casa. 

—Lo se.— Topanga respondió.

—Yo quería ser ella y ahora ella es yo.— Riley prosiguió.

—Lo se.— Ahora su padre fue el que habló

—¡Nadie consigue lo que quiere!— La burbujita termino de quejarse

—Lo se.— Respondí al unísono con la madre de Maya.

Resulta que Maya y Riley llegaron a la conclusión de que Maya se había convertido en Riley, cosa a la cual yo no le veía mucho sentido. Así que cuando Riley decidió escapar, me invito y yo la seguí, pues tenia curiosidad de que pasaría con esta aventura.