Final de temporada 1/3 

Diciembre, la época mas bella del año. Donde te congelas hasta por donde no entra el sol a tu cuerpo, donde ves la nieve de los Estados Unidos pintar un paisaje maravilloso que ni de chiste podrías ver en un país latinoamericano, donde hay muchos regalos en casa esperando a ser abiertos, donde la tasa de suicidios se duplica, pero sobre todo, cuando la familia se reúne. 

Ah, familia, navidad, regalos... cosas que apenas y tuve en mi vida. Estas épocas son bastante triviales para mi, no tienen un significado. Eso si, la nieve es la cosa mas maravillosa de este planeta. Pero, fuera de eso, navidad no es más que una fecha en el calendario que no tiene importancia y que prefiero simplemente pasar como un día normal, o escondida debajo de las cobijas de mi cama...

Lo mejor de Navidad es que cuando termina, solo faltan pocos días para año nuevo, y año nuevo, vida nueva. 

Y ese era el caso aquí. Ya habían pasado las fiestas navideñas, y estuve de parasito en la fiesta familiar de los Matthews, junto con mi prima. Sorprendentemente, en Estados Unidos no tienen vacaciones de Año Nuevo y Navidad así que aun así tendría que ir a la escuela, punto a favor para Latinoamérica, pues ahí al menos si tenemos vacaciones decembrinas. 

¿La fecha exacta? 27 de diciembre, a cuatro días de año nuevo. 

—¿Cómo se la pasaron el fin de semana navideño?— El señor Matthews pregunto en el salón de clases. Todos respondieron cosas como: "Estuve con mis tíos, con mi familia, etc"  —Me alegra escuchar eso, supongo que conviven mucho en estas épocas del año, pero, ¿Y el resto del año? Es muy probable que solo vean a gran parte de su familia en navidad. Así que hoy aprenderemos el valor de la familia— Me acomode en mi asiento incomoda al escuchar el tema de hoy.

—Bueno, yo quiero mucho a mi familia, no creo necesitar esta lección— Un alumno opinó pacíficamente

 —No es suficiente— El señor Matthews soltó de pronto 

—Pero...—

—No es suficiente.— Repitió. —El cariño y el amor que le tenemos a otros es importante para una relación, pero no es suficiente.— Continuo —Usemos un ejemplo: Lady Di. El pueblo de Inglaterra la amaba por sobre la reina, era la "princesa del pueblo", la adoraban mucho, pero no fue suficiente porque no pudieron detener o cambiar su trágico destino. No estaba en sus manos, pero pudieron intentarlo.— 

—Entonces, es un 50/50...—Maya reflexiono en voz baja 

—Así es, sentimiento y acciones. Si amas a alguien tienes que demostrarlo, tienes que apreciarlos como se debe. Un "te amo" es nada comparado con estar con esa persona en los tiempos más difíciles. Las palabras son poderosas, pero, las acciones lo son todo. — Explico, haciendo énfasis en las palabras.

—¿Cómo se si lo estoy haciendo bien?¿Como se que estoy apreciando a mi familia como se debe?— Riley preguntó 

—Esa es su tarea, investiguen, vaguen por sus recuerdos. Mañana compartiremos sus observaciones— El profesor dijo segundos antes de que tocara la campana. 

Todos salieron inmediatamente del salón, por mi parte me tome mi tiempo para quitarme la incomodidad de mi cuerpo. Los chicos estaban conmigo, aun recogiendo sus cosas. 

—¿Les parece si hacemos la tarea en la cafetería de mamá— dijo Riley viéndonos a todos repetidamente. Todos asentimos con la cabeza. 

Maya y yo cruzamos miradas, ambas teníamos algo de nervios y preocupación en los ojos, pues ambas tenemos un mal historial familiar, al menos ella tiene a los Matthews. 

Sin más, todos salimos de salón, para ir a nuestras cómodas casas a descansar un rato de la escuela. 

Llegué a la pequeña casa que tenia, mi prima estaba ahí con la comida lista. Pensé en la lección de hoy en la escuela, tal vez no le tenga mucho cariño, pero últimamente la he estado juntando mucho con mi grupo de amigos, así que tal vez estoy mostrándole lo valiosa que es para mi inconscientemente.

Pusimos la comida en la mesa, y vimos varios videos de YouTube para disfrutar mejor la comida, ella estuvo metida últimamente en coreografías de grupos asiáticos y a mi me encantaba criticar así que vimos algunos para pasar el rato. Cuando terminamos de comer, recogimos los platos y vasos y los pusimos en el lava trastes para seguidamente lavarlos, ella lavaba, yo secaba y acomodaba. A pesar de ser solo dos personas en la casa, los trastes se ensuciaban como si fuéramos una manada, así que es bastante tardado.

Estábamos muy felices lavando y escuchando música, hasta que un grito se hizo presente. Ambas paramos todo lo que estábamos haciendo, le dije que se quedara dentro de la cocina y que no saliera. Camine directo a la ventana a ver que pasaba. 

A unas cuantas casas lejos de la mía se veía la escena más dolorosa que haya pasado cerca de la casa. Unos hombres estaban sacando a la fuerza a una niña de mas o menos 7 años de su casa, una joven un poco más grande que yo imploraba que no se la llevara, ambas estaban gritando y llorando desconsoladamente, sus voces se quebraban cada vez más y sus caras estaban rojas y llenas de lagrimas. Los hombres metieron a la pequeña en una camioneta blanca para después dirigirse a la mayor y darle un papel haciendo caso omiso a sus suplicas. Observe la camioneta, y note que era bastante grande, cabían muchas personas ahí, parecía un carro de mudanza, revise si había algún logo, y si, efectivamente tenia un logo:

Era el logo de servicios sociales. 

Me panique rápidamente abrí los ojos de par en par y mi corazón latía al mil, tarde unos segundos en saber que era lo próximo que iba a hacer. Cerré las cortinas torpemente y le dije a mi prima que apagará la música, una vez muerto el ambiente, mi prima se acerco a mi, ambas viendo desde un pequeño hueco de la cortina, nuestras respiraciones eran el sonido que más se escuchaba en la casa, todo era silencio total dentro de la casa, pero afuera todo eran gritos y lagrimas. 

—¿Qué esta pasando?— Pregunto mi prima aun sin entender lo que pasaba.

—Son Servicios Sociales.— Susurré, ella me miró intrigada. —Están viniendo a llevarse a la gente. Este barrio es conocido porque la mayor parte de sus habitantes son inmigrantes. Así que somos su mina de oro para llevarse a los indocumentados, vándalos, pero sobre todo, a los niños si están abandonados...— Expliqué, ella entendió a la primera.

—Básicamente pueden descubrir que somos dos menores de edad viviendo por nuestra cuenta sin tutor legal y nos pueden regresar a nuestros países ¿Cierto?— La pequeña reflexiono 

—No solo eso, también pueden descubrir que mi madre esta mintiéndole a la ley y podrían encarcelarla por fraude. Además yo no tendria donde vivir, soy una huérfana. Al menos tu tienes familia que te pueda recibir en tu país.— Agregué. Ambas nos quedamos callada, mirando como esos hombres sacaban a mucha gente de sus casas y los metía en la camioneta. 

—Dios este con ustedes— Mi prima y yo pronunciamos al unísono desde lo profundo de nuestro corazón, con la esperanza de que la gente encuentre el camino a casa. 

Servicios sociales estaba a una casa de distancia, yo ya sudaba por todas partes, a pesar del frio que hacia. Estábamos a nada de que tocaran la puerta de nuestra casa y probablemente seria nuestro fin. Pero justo cuando se acercaban a nuestro patio, escuchamos a uno de ellos decir

"Paremos aquí, la camioneta esta llena, venimos la próxima semana" 

Fue ahí cuando por fin pude respirar. Y observe como se alejaba con toda esa gente, niños, jóvenes, adultos, ancianos... Justo cuando ya no había rastro de ellos, me tome la libertad de llorar. Nada me había pasado a mi, pero el solo imaginar el dolor y la confusión que mucho de ellos deben sentir, es horrible, como una daga al corazón. Resé por ellos, con todo mi corazón y en voz baja, pues entendía su dolor. Y, a pesar de no creer en Dios y en esas cosas, se que muchos de ellos probablemente si, así que resé al universo más que a Dios, por el bienestar de ellos. 

Cuando deje de llorar, era momento de actuar. 

—Servicios sociales viene en una semana, tenemos que esconder fotografías, documentos, cualquier cosa que muestre nuestra identidad y la de mi madre.— Dije, solo por prevención.

—Bien, ¿Dónde los esconderemos?— Preguntó ella

—La casa es muy pequeña... no hay sótano ni ático, y... espera, si hay lugar.— Dije para rápidamente dirigirme al pequeño cuarto donde estaban las cosas de mi hermano, papá y mamá. —Mételas ahí, cerraremos con llave y moveremos un mueble para que tape la puerta ¿Ok?— Le ordene, ella asintió con la cabeza algo tímida, pues ella no tenia idea de que hacer.

Recordé que tenia que ir a la cafetería con los chicos, pero no quería dejar sola a mi prima, así que le pregunté si quería venir conmigo, ella obviamente acepto. 

[...]

Ya estábamos con los chicos, le pedí a mi prima que no mencionara nada de lo ocurrido para no preocuparlos.

—Riley ¿He sido buena con ustedes? Los considero mi familia y quiero saberlo para mi tarea— Maya habló, su tono de voz me causo ternura

 —Por supuesto que has sido buena, siempre estas apoyándonos, haciéndonos sonreír, haces sentir orgullosos a mis padres, y sobre todo apoyas demasiado a tu madre. Eres la mejor familia que cualquiera pudiera tener— Riley le respondió, todos pusimos una cara llena de ternura ante el momento meloso. 

Aunque yo me sentía algo mal. Maya a pesar de tener una vida disfuncional, encontró un buen lugar para acogerse. 

Pedí un vaso de agua natural, solo para quedarme observándolo, como de costumbre. Todos discutían si era buenos con sus familias mientras que yo miraba mi vaso en silencio. Mi prima estaba comiendo un brownie en la barra, algo alejada de nosotros, Farkle estaba sentado junto a mi y noto mi ausencia y deprimencia. 

—¿Todo bien?— Me preguntó preocupado asentí con la cabeza desganada. El me miro sin creerme 

—Solo estoy cansada, no te preocupes.— Le sonreí sin ganas, el hizo una mueca 

—Chicos, tal vez deberíamos parar un rato, hay que comer un helado ¿Si?— Farkle habló y todos estuvieron de acuerdo con el. Todos se compraron su helado excepto yo, Riley me miro y comenzó a hablar

—_____ ¿No quieres helado?— Preguntó curiosa 

—No gracias, estoy bien—Respondí 

—Oh, ¿no hay de tu sabor favorito?— Siguió preguntando 

—No, no es eso, solo...—

—Hay de muchos sabores, deberías comprar siquiera una bola— Insistió 

—Gracias pero...—

—No quiero verte sin helado cuando todos--

—¡Ya no tengo dinero!— La interrumpí frustrada y abrumada de su insistencia. Cuando me di cuenta de lo que había dicho fue demasiado tarde, pues todos me miraron sorprendidos. 

—¿Qué dijiste?— Lucas se paró de su asiento, abrí la boca para hablar pero me interrumpió —Mas bien, ¿Por qué no me lo dijiste?— Me miró molesto y preocupado.

—Yo trato de resolverlo, no quiero pedir ayuda, se vería muy mal— Dije, Lucas rodó los ojos 

—¿Y eso que importa, es más importante que te sustentes a que quedes mal con los demás— Su tonó era bastante molesto, el estaba enojado. 

Al ver que Lucas no podría controlar su problema de ira, decidí tomar a mi prima del brazo y despedirme de los presentes para tratar de salir de ese lugar. Pero una mano me detuvo. 

La mano de Farkle me estaba agarrando del brazo, me detuvo bruscamente haciendo que lo mirará extrañada, parecía que el tenia algo que decir, pero solo movía sus labios tratando de articular sus palabras. Al cabo de unos segundo bajo la mirada, y me soltó de brazo; esta era la segunda vez que lo hacia. 

Suspire y baje la mirada. No iba a escapar. Mire a Lucas y le pedí perdón, el no me respondió pero en cambo se sentó en su asiento. Todos nos tranquilizamos y continuamos haciendo la tarea en silencio.

—Perdón, ______. No quería presionarte— Riley me miró arrepentida. Yo solo asentí 

—No te preocupes, Riles. Debí controlarme— Le sonreí débilmente. 

Los chicos siguieron haciendo la tarea, yo, por mi parte, solo los observaba, pues no tenia nada que comentar de la tarea, y si lo tenia, no era nada positivo. 

[...]

—Finalmente, el emocionante día de entregar la tarea que no hice— Le dije a Farkle mientras nos sentábamos en nuestras butacas. El rio ante mi comentario sarcástico. 

—Bien chicos, hoy preguntaré sus observaciones de la tarea, esta vez preguntare uno por uno.— Dijo el señor Matthews entrando al salón

—Mierda— Dije, los chicos me miraron con los ojos abiertos, ya sabían que yo era mal hablada pero siempre se sorprendían. 

El señor Matthews le pregunto a cada estudiante del salón por su tarea, obviamente todos respondieron. Uno por uno contaban sus experiencias y aprendizajes, mientras que yo esperaba a que me nombraran para hacer el ridículo.

—Bien, esos fueron todos excelentes observaciones muchachos— El señor Matthews pronuncio cuando termino de escuchar la tarea de todos. Todos excepto yo.

—¿Todos?— Solté al aire confundida, el señor Matthews me miro con astucia

—Si, ¿Porque?¿Hay un problema?— Preguntó, con ese tono de voz que dice que sabe algo que yo no.

—Bueno, no, solo que no me menciono a mi— Dije, curiosa y a la espera de su respuesta 

—Bueno ¿Hizo su tarea, señorita Mendoza?— Preguntó, ese tono de voz era tan molesto

—No...— Respondí apenada 

—¿Tiene algún comentario que agregar a la clase?— Pregunto, como si ya supiera la respuesta 

—Yo no... bueno... creo que si— Dije sin pensarlo, como si solo fuéramos el maestro y yo discutiendo. Aun así, vi a mis amigos sorprendidos.

—¿Quieres decirlo?— El señor Matthews me preguntó, de nuevo, como si supiera la respuesta. 

—Bueno... es que, no tengo nada que agregar, todos tienen familias muy amorosas y felices. Pero... quiero contradecir el tema. "El valor de la familia", me parece algo muy... no lo se, no siempre tiene razón. La familia no siempre es así, a veces los padres se van, los hermanos abandonan, la gente muere, las madres no siempre son buenas, y a veces la familia es un gran problema, a veces te obligan a esconderte, te obligan a reprimirte, y a veces sin siquiera notarlo, no saben que te hacen daño y lo peor, a veces son tan egoístas que ni siquiera les importa. La familia no siempre es buena, o no siempre tiene el valor que debemos darle. — Solté, soltando un par de lagrimas

—Tiene razón. Chicos, valoren a sus familias porque hay gente que puede tenerla en la manera en la que ustedes la tienen. Señorita Mendoza, fue valiente al compartir este comentario al resto del grupo, pero se equivoca.— Me miró, yo lo vi confundida

—¿En que? Lo que digo es verdad— Mencioné, el sonrió.

—Claro que es verdad, de hecho es algo muy realista. Pero usted no contradice el tema. Muchos aun no se han dado cuenta, pero la señorita Maya nos dio el ejemplo explicito. Su familia no es a fuerza biológica, su familia son sus amigos más cercanos ¿Saben porque? porque la familia, son aquellas personas que cumple el 50/50 del que hablamos la clase anterior. Usted señorita _____, aporto algo bueno, la familia no siempre son la gente con la que compartes genes, sino aquella que cumple el 50/50 de que hablamos.— El señor Matthews explico y fue algo más claro para mí.

—Oh... yo... no se que decir— Dije atónita

 —No tiene que decir nada, ya dijiste todo— El maestro me sonrió. 

Afuera del salón escuchamos unas risas silenciosas, de un chico y una chica, el señor Matthews se aproximo a la puerta pero los chicos se le adelantaron y aparecieron delante de la puerta.

—¿Este es el salón de noveno?— El chico preguntó, ahora con un semblante serio. La chica era rubia y de tez clara, su cabello le llegaba apenas a los hombros, traía puesto un vestido floreado y con saco negro de invierno con unas botas cafés, por su parte, el chico era más alto que ella, sus ojos eran azules y su nariz era algo pronunciada, su tez era blanca y su cabello era bastante negro.

Yo los conocía...

—Si ¿Por que?— Preguntó educadamente el señor Matthews 

—Estamos buscando a ______ Samantha Mendoza— El chico anunció, y acto seguido me paré de golpe de mi asiento

El chico me miro, examino todo mi cuerpo, desde mi cabello hasta mis pies. Me sonrió cálidamente y casi pierdo el equilibrio de no ser porque Farkle me ayudo a mantenerme parada. Mis ojos comenzaban a soltar lagrimas salvajes. Lucas y Zay se pararon también 

—¿Qué mierda haces aquí?— Pregunté al borde de las lagrimas, llena de rabia 

—Vine por ti...— Ahora, la sonrisa del chico mostraba sus dientes.

—Te voy a matar...— Lucas se aproximo bruscamente al chico, pero la mano de Riley lo detuvo. 

—No, yo lo voy a matar.— Murmuré con rabia y enojo. 

—______ ¿Quién es el?— Farkle me preguntó bastante curioso y a la vez molesto

Después de un breve silencio, alguien por fin hablo: 

—Su hermano...— Zay respondió por mi. Todo mundo me miro, honestamente yo no sabia si era miradas de lastima, tristeza o curiosidad.

N O T A S .

Bienvenidas a los últimos tres capítulos de esta primera parte de la historia. Espero les guste uwu

Me gustaría seguir agradeciendo a las nuevas lectoras, de verdad no puedo creer que ya seamos más de 18k de lecturas, es irreal, hace no poco estábamos apenas en las 11k. Me alegra saber que les gusta la historia. 

Volví después de un tiempo, perdón por la espera, últimamente no ha sido mi mejor momento pero no podía abandonar esta historia. Perdón si esta mal escrita o algo, hago mi mayor esfuerzo por motivarme jajaja

Comenten lo que sea acerca de la historia (lo que quieren que pase, lo que piensan que pase, etc), su apoyo es muy motivador jajaja. 

Por cierto, termino de publicar el final de esta primera parte y me apuro a escribir la segunda. Ya vamos a abarcar la tercer temporada uwu.

Las amo demasiado, perdón por no estar tan animada como antes en las notas, prometo mejorar uwu.