Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Húmedo | K. Seokjin

Eran pasado las 20:30 pm cuando llegaste a tu departamento, tu novio llegaría en una media hora más, así que aprovechaste tu tiempo a solas para darte un baño de agua caliente. Querías despejarte un poco de todo el estrés del día y aquella era la mejor opción.

Te despojaste de la mayoría de tu ropa, solo quedando en ropa interior. Buscaste algunas prendas cómodas y una toalla para envolver tu cuerpo al salir de la tina. Quince minutos, te dijiste a ti misa, solo quince minutos en el agua y luego saldrías lista para recibir a Jin.

No obstante, apenas habías cubierto tu húmedo cuerpo con la toalla y puesto en pausa la música para completar tu ambiente de relajo, la puerta de la habitación fue abierta, y una voz conocida para ti se escuchó.

Amor, ya llegué del trabajo. ¿Dónde estás? —Tu querido novio se encontraba sentado en la orilla de su cama masajeando sus adoloridos hombros.

—¡Estaba tomando un baño! —Respondiste colocándote la ropa que habías llevado contigo—. Saldré enseguida.

Apuraste tus acciones para cambiarte más rápido y ya lista saliste a recibir a tu amado.

Hey... ¿Cómo te fue en tu día, cariño? —Te preguntó Jin, dedicándote una linda sonrisa. Su rostro se veía cansado, pero aun así se veía hermoso para tu persona.

Para ti y seguramente para cualquiera que lo viera.

Me fue bien, estoy un poco cansada, pero feliz porque no fue tan pesado como otros días. ¿Y cómo te fue a ti? ¿Todo bien en la empresa?

Sí, aunque tuve problemas con algunos gerentes, nada que no pude solucionar, pero en verdad fue estresante tratar con ellos. Ahora mismo quiero tomar un baño y olvidarme por un momento de todo el estrés —Te comentó mientras comenzaba a desatar el nudo de su corbata— ¿Me acompañarías?

La corbata ya estaba tirada sobre la cama junto con su saco de vestir. Ya solo estaba con su típica camisa blanca junto con sus atractivos pantalones negros; típico estilo de hombre de negocios. La mayoría de sus conjuntos, que utilizaba para su trabajo, estaban compuestos por lo anteriormente mencionado.

Sonreiste para ti misma subiéndote a la cama para colocarte detras de él, llevaste tus manos hacia su hombros comenzando a masajear.

No lo sé... recién acabo de salir. Ya me encuentro limpia así que no le veo mucho sentido el volver a meterme a bañar —Hablaste moviendo tus dedos con maestría, Jin gimió ante tal tacto.

A-ay... —Suspiró, liberando su satisfacción en una melodía de los cielos— Amo cuando me tocas... eres tan hábil..., tus manos son las de un ángel —Cerró sus ojos disfrutando de las agradables sensaciones que invadían su cuerpo.

—¿Lo son? —Presionaste con más fuerza su zona adolorida, haciéndole sacar un fuerte jadeo.

S-sí... ahg, sí lo son —Gruñó llevando una mano hacia un bulto que comenzaba a tomar forma bajo la ajustada tela de su pantalón— Creo... que debería ir a tomar una ducha fría, aquí la temperatura se está elevando muy rápido.

¿En ese caso no prefieres un baño caliente? —Guiaste tus manos hacia su amplia espalda, nunca dejando de masajear. Viendo de reojo como comenzaba a acariciarse sobre la tela.

N-no, te llevaré conmigo, así que no hace falta tanto calor... contigo ya es suficiente —Sentenció poniéndose de pie—. Vamos, aún es temprano, ayúdame a relajarme, ¿si? —Sus manos se dirigieron a su cinturón comenzando a desabrocharlo.

Un "baño" muy largo los esperaba. Lo supiste apenas enteraron y Jin se avalanzó a besarte contra las baldosas del baño.

Una lástima fue el haberte vestido, cuando te diste cuenta, tu vestimenta ya estaba regada por el piso. Aunque la de tu novio igual y eso sí que valió la pena. Sus anchos hombros desnudos eran tu perdición.

Sus caricias fueron delicadas y cariñosas, solo Jin podía hacerte sentir tan excitada sin necesidad de ser rudo. El baño valió la pena, pero más lo hizo sentir el cuerpo húmedo de Jin tocando el tuyo, de todas formas, el hecho de secarse mutuamente después de tener diversión hacía latir a tu corazón felizmente.

Y más lo hizo tener una segunda ronda mucho más amorosa y privada que la anterior. Las húmedas baldosas no estaban mal, pero tú espalda agradecía un suave colchón.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro