Esta tarde, en el parque de Bocatelli, fue detenida una secta satánica. Un grupo de chicos entre 18 y 22 años, la policía se ha recerbado sus nombres.

El grupo se dedicaba al secuestro de jóvenes, se le atribuyen más de veinte desapariciones, sus víctimas eran sacrificadas a una deidad pagana,utilizaban las instalaciones de un viejo hospital para cometer sus actos.

La policía fue informada por una llamada anónima sobre lo que ocurría, en es hospital fue detenida la mitad de la banda, se encontraron restos de cuerpos humanos y una gran cantidad de artefactos que habían sido sustraídos de los panteones meses antes, así como restos de animales caseros.

La secta tenía planeado hacer un sacrificio a medio día en el parque, en un área que supuestamente se encontraba en remodelación, los oficiales encontraron pruebas en el hospital y se dirigieron ahí, lograron salvar a un  chico y detuvieron a los culpables. La víctima había sido secuestrada hace más de cinco meses, la tenía en cautiverio,sedada y....

-tsk! Esto será noticia por días.
-mju....crees qué... bueno....

Cid miró a su compañero y negó, el moreno apagó el televisor de la sala de hospital donde se encontraban, ya pasaba de la media noche y los involucrados en el asunto habían sido trasladados a un hospital.

Manigoldo y Sage  fueron interrogados por las autoridades. Se encontraban de paseo en ese lugar, caminando por los alrededores buscando un buen sitio para ver el eclipse. Fue en su caminata cuando se percataron de lo que ocurría y fueron por la policía, ya que Manigoldo había reconocido a su compañero secuestrado, actuaron heroicamente y ayudaron a salvar al chico....eso era todo...la versión que contaron a la policía y reporteros.

Calvera y los demás no tuvieron problema ya que se le escaparon a Hasgardo.

-de momento es todo, si se requiere algo más le avisamos.

-si... gracias...vamos hijo.

Tomo la mano de Manigoldo y le llevo a la salida, el chico le seguía como zombi, Dokho iba a su espalda, de momento se quedaría con ellos.

-vamos

Defteros les esperaba afuera en el auto, todo el camino fue silencioso, con un Manigoldo deprimido mirando por la ventana.

-hola chicos...están bi....

El peli añil no presto atención al saludo de la morena y paso directamente a su cuarto.

-lo...lo siento.

-esta bien...no te preocupes.

Después de que todo termino Sage se comunicó con su hermano para darle la mala noticia, habían salvado a Albafica...pero a un precio muy alto.

***///***///

El Dios miraba divertido a ese par de almas, incluso se atrevían a amenazarlo con su propia daga... imbéciles.

Un movimiento de manos y el arma desapareció, Kardia y Degel no tardaron en llevar sus manos a su cabeza ya que el dolor era insoportable.

El Dios intento tomar a Manigoldo pero.

Aléjate de el!!!

Pero sus padres no lo permitirían, con mucho trabajo Kardia arrojó su aguja contra la mano, mano que Degel no tardó en congelar. Los fantasmas corrieron donde el chico; Manigoldo se encontraba tirado en el suelo, la herida ardía cual braza, pero era un ardor frío, como si hielo seco te quemara la carne, su piel comenzaba a tornarse grisasea.

Manigoldo!

Degel le ayudo a levantarse y se encaminaron donde Albafica, tenían que salir de ahí.

-puedes pararte?

Alba le miraba asustado, intento pararse pero sus piernas le fallaron, llevaba tanto sin comer algo sólido y ejercicio que su cuerpo había llegado al límite, era un milagro que aún no se desmayara.

Esto estaba mal, las voces que escuchaban en su cabeza comenzaban a volverlo loco. Kardia miró su mano y después a Degel, su piel se tornaba negra, negra como la de un... poltergeist.

Jajajajaja!!!

Se escuchó una sonora carcajada por parte de Yum-kimil. El Dios recargo su rostro en su mano derecha, mientras extendía la izquierda al cielo, un ligero golpe con su esquelético dedo y...la barrera creada por Pandora se despedazó cual burbuja, la luz del sol no tardó en bañarlos. Se escucharon muchos gritos y una horda de almas comenzaron a ser tragadas por el agujero donde se asomaba el Dios, Manigoldo y los demás lograron ver como más de cinco animas se desprendían de los cuerpos de Degel y Kardia.

Ahora entendía porque escuchaban tantas voces, esos espectros se habían pegado a su esencia intentando apoderarse de ellos

-mejor?!

Preguntó el Dios de manera burlona.

-si... gracias...pero ni aún así dejaré que te lo lleves.

Las navajas carmesí no tardaron en aparecer en los índice del Heleno, lo mismo que una fina capa de escarcha que cubrió las manos del Francés que corrió al lado de su pareja.

Yum-kimil les veía divertido, era una perdida de tiempo, ese chico ya estaba muerto.

Aghhhh!!!!

El grito de Manigoldo los asustó, el chico se retorcía en las piernas de Albafica mientras llevaba su mano a la herida y comenzaba a sudar...sangre.

Manigoldo!!!

Degel no tardó en correr a su lado, limpiaba el sudor con las mangas de su camisa pero...

-kardia....

-es inútil, solo es cuestión de tiempo, un solo roce y es todo, su alma es condenada al Inframundo, llévalo con cualquier curandero, chaneque o si quieres un doctor, pero nadie podrá salvarlo, la verdad es que...veinte segundos y será mío.

Los ojos de los fantasmas se contrageron de la impresión, Degel podía sentir como poco a poco el calor abandonaba el cuerpo de su niño.

-nooo....Kardia.

-Ma... Manigoldo....

Esto... era imposible!

- te lo suplico, déjalo...llévame a mi!!!

No, no podía ser,se supone que...

Las flamas que tenía por pupilas quedaron clavadas en los fantasmas frente a él, era imposible ellos, ellos...estaban llorando!!!
Eso no podía ser, las lágrimas era...solo de los vivos, como es que ese par.

Aún incrédulo acercó sus dedos a la cara del Heleno, no había duda, eran lágrimas reales, calidas, saladas y...cargadas de emociones, esos fantasmas estaban llorando realmente.

-un alma...no es suficiente. Su alma y cuerpo me pertenece, la tuya no abarca el pre...

-entonces que sean dos!...llévame a mi también.

-degel...no...

El francés se paró al lado de su compañero, entrelazando sus manos. Yum-kimil les miraba fijo.

-dos almas por un humano...es un trato justo, no?!

-Degel...para no...

-no voy a dejarte.

La mirada y el fuerte agarre de manos le dejó claro que no había discusión, el también se arriesgaría si con ello podía salvar a su niño.

-pero....que interesante...

El Dios de los muertos lo pensó unos segundos, había algo en este par que le llamaba la atención...acepto la oferta. Con sumo cuidado llevo su esquelético dedo a la herida de Manigoldo, delineandola. El chico logró sentir como la herida se cerraba y el frío desaparecía conforme el Dios tocaba.

Ahhh!

Se sentó de golpe sujetando su hombro...ya no tenía nada.

-he cumplido...ahora es momento de irnos.

-eh?!

La esquelética mano se apoderó de Kardia y Degel, los cuales se abrazaron en el acto, le regalaron una última mirada y sonrisa a su pequeño antes de ser arrastrados al Inframundo.

Noooo!!!

Manigoldo se paró de golpe e intento alcanzarlos, por desgracia las puertas se cerraron antes de que lo lograra.

Noooo! Regresarlos, Regresalos!!!

*****/////*****/////*****/////

-hijo...puedo pasar?

Ya era de madrugada cuando Sage entro a su habitación, encontró al menor acostado en su cama,en posición fetal y abrazando su almohada, podía escuchar los sollozos de su nieto. Hace cuanto que no veía a Manigoldo así, el chico siempre había sido alguien fuerte, que soportaba cualquier carga sin problemas pero ahora...

La última vez que le vio llorar de esa manera fue cuando sus padres murieron en ese accidente de tráfico y el...tuvo que darle la mala noticia.

Y ahora...ahora de nuevo los había perdido.

Se acostó a un lado de su niño y comenzó a sobar su cabello diciéndole palabras cariñosas, Manigoldo no tardó en girarse abrazándose a su cuerpo cual niño pequeño, llorando desconsolado por que ellos ya no estaban.

Pasaron algunos minutos y Hakurei y Shion no tardaron en unirse. El borrego les tenía mucho cariño a ese par, cada vez que visitaban a su primo eran ellos los que se encargaban de cuidarles. Kardia jugando con ellos y siguiendo sus travesuras, mientras Degel se ocupaba que nada malo les pasará, la verdad es que eran unos tíos formidables. Por su parte Hakurei también les tenía un gran cariño y sabía lo importante que habían sido para Sage y Manigoldo.

-crees que estén bien.

-no lo sé amor... perder a un familiar...

-tenemos que darles tiempo.

-si.

Abajo Calvera y los demás bebían un poco de café intentando sobre llevar la pena, después de todo perder a un amigo tampoco es fácil.

*****/////*****/////*****

Cuando Albafica volvió a abrir los ojos se encontraba en un hospital, esto no tranquilizó al chico que inmediatamente intento pararse.

-no... tranquilo amor, todo está bien.

Sus ojos se iluminaron cuando vio a su padre a su lado. Lugonis tenía una cara terrible, grandes ojeras y una barba descuidada de meses, también se veía más delgado, no al grado de Albafica pero si más delgado.

-pa... papá...

El chico no tardó en estirar sus brazos para que su padre le abrazará, sentía que hace siglos no le veía.

-mi niño...mi niño! Gracias a Dios que estás bien!!!

Desgraciadamente Albafica no recordaba nada de lo que paso, su último recuerdo fue  cuando despertó en el jardín, tumbado en la plancha de cemento y a punto de ser abierto cual res.

Pero bastó con su declaración  y la de los demás para encerrar a Pandora y su séquito en la cárcel.

-...esas rosas?...

-mmm...te las trajo un compañero...el chico que te salvó en el parque

-en...el parque...

-si, vino en la mañana pero estabas dormido...la verdad estoy muy agradecido con él y sus amigos, de no ser por ellos...

Lugonis le abrazo de nuevo aguantando las ganas de llorar, la verdad es que ya empezaba a perder las esperanzas.

Los ojos de Albafica se quedaron fijos en el ramo de rosas rojas, no eran su flor preferida pero...

Un par de traicionera lágrimas escaparon de sus gemas, a su mente llegó la imagen de dos chicos, uno de cabello azul todo alborotado y con un sonrisa radiante y un joven de cabello verde, con un porte digno de la aristocracia y ojos violeta.

-kardia...Degel...

Susurro mientras se aferraba a su padre y unas lágrimas traicioneras bajaban por sus mejillas.

-oh...perdonen la interrupción.

En la puerta se hallaba una doctora, lista para revisar al paciente.

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Un mes después.

Le había costado mucho trabajo el regresar a la escuela, la verdad es que aún se sentía mal, Sage le ofreció quedarse más tiempo en casa pero el declinó, Degel se abría enfadado mucho por ver como faltaba a clases.

No presto atención a las clases y a medio día corrió a la biblioteca, no deseaba hablar con nadie, sus compañeros se habían vuelto un fastidio cuando comenzaron a inundar le de preguntas sobre lo ocurrido, de la noche a la mañana se había vuelto el centro de atención.

-tsk!...malditas plagas.

De seguro Kardia en este momento estaría presumiendo toda su odisea, les narraria detalle a detalle lo que había ocurrido y lo obligaría a contarlo e interactuar con los demás.

La verdad es que ese par siempre deseo que Manigoldo tuviese amigos de su edad y...vivos. como cualquier padre se preocupaban por el, querían verlo socializar y reír. Pero a Mani nunca le importo, con ellos le bastaba y sobraba, ellos eran todo lo que necesito para ser feliz pero ahora...

El ruido de la puerta abriéndose lo puso de malas, si era otro imbécil que lo seguía para preguntar sobre lo ocurrido ahora si le partía la cara.

-ho...hola....

Enorme fue su sorpresa al ver a Albafica ahí. No había visto al peliceleste desde que fue a verlo al hospital, Albafica había faltado a clases por obvias razones y la verdad es que llegó a creer que incluso se cambiaría de escuela. Estaba un poco más delgado pero ya no al grado de la anemia, sus mejillas se veían más llenitas y su piel ya no estaba tan pálida, también las llagas en su espalda comenzaban a desaparecer, aún le costaba trabajo caminar pero el ejercicio era necesario.

El chico le sonrió y se sentó a su lado, tomo la manzana del almuerzo de Manigoldo y la jugó en sus manos.

-yo... quería agradecerte por salvarme...mi padre me contó que habías llamado a la policía y te arriesgarse para ir por mi...

-....

-...no dijo nada sobre... tú sabes.

Ninguna, incluído Albafica, menciono el incidente con los moustros...quién en su santo juicio les creería. Albafica se había desmayado en cuanto lo treparon a la camilla, después fueron Cid y Sísifo los que le interrogaron y le dijeron que decir, para que no lo tacharan de loco o con algún transtorno traumático por el secuestró. Los mismos oficiales le habían contado a los demás sobre el estado de Albafica, parece que no recordaba nada.

Por ese motivo Manigoldo no volvió a visitarlo, lo mejor sería alejarse de él y que olvidará toda esa amarga experiencia.

-yo...cuando desperté no recordaba mucho, solo la pelea en el parque y...y...

Las lágrimas comenzaron a descender por su rostro, apretó la fruta contra su pecho y se giró a ver a Manigoldo. El crustáceo estaba sorprendido, acaso él...

-Manigoldo!...lo siento, lo siento tanto, fue mi culpa!!!... perdóname!!!

Jamás se espero a que Albafica se arrojará a sus brazos y empezará a llorar.

-Kardia...Degel...yo... perdón!!!!

-Alba...chan...tu...

Lo abrazó buscando calmarlo.

-como...

-Calvera

-eh...la bruja!

-je, no le digas así...ella fue a verme al hospital, antes de que me dieran de alta,me ofrecio devolverme todos los recuerdos mientras estuve en coma y...

-como...

-uno de los locos tes de Asmita...yo...no quería, yo no quería que algo malo les pasará, que por mi culpa ellos... Manigoldo, perdón!!!

-Alba...chan..

-yo...los queria...mucho...no deseaba que nadie saliera lastimando.

-lo se , lo Albachan...no llores.

Se quedaron toda la tarde en la biblioteca, compartiendo su dolor, cuando fue el momento de regresar Manigoldo le acompaño hasta su casa, no deseaba que algo malo le ocurriera de nuevo.

-Manigoldo... mañana.

-mm?

-mañana podría estar contigo en la escuela...no deseo estar solo.

-claro Albachan...para eso son los amigos.

-... gracias.

Regreso a casa un poco más animado...je, ese par ahorita le estaría haciendo burla. Al llegar ceno, platico un poco con su abuelo y fue a la habitación.

-Kardia...Degel... gracias, gracias papas por salvarme...los amo.

Susurro antes de quedarse dormido.