Parte sin título 2
hola, les traje la actualización, espero les guste.
***...***...***...
-Kardia....Manigoldo...Despierten!
-zzzzzz.....
Los esfuerzos de Dégel eran inutiles, ese par parecia estar muerto (ok, Kardia si lo estaba), los chicos estaban tumbados en la cama, dormidos y aferrados a unos controles de videojuego, habian pasado todo el fin de semana encerrados en la habitación y matando zombies.
El galo bufó molesto, tendria que ser por las malas. Tomo un vaso de agua y lo llevo hasta la cara de Manigoldo, virtiendo poco a poco el liquido. El italiano no tardo en pararse, soltando toda una catedra de insultos. Je, ahora Kardia, con calma se acerco hasta su compañero y comenzó a susurrarle al oido.
-Kardia, Kardia Cuidado...un Exorsista, Corre! (ok, no fue un susurro)
El griego se paro de golpe y salio huyendo, atravezando las paredes gritando asustado que aun no queria irse.
-cof, cof, no chinguez franses, me vas a matar de pulmonia, cof, que, ya te aburriste de Kardia que quieres llevarme al otro lado.
Dégel solo le regalo una sonrisa mientras se evaporaba.
-eso nunca, apurate que estas tarde para la escuela.
Manigoldo maldijo al que invento la escuela, mejor forma de tortura no habia.
***...***...***...
"en otras noticias, continua la busqueda de los jovenes desaparecidos, hasta el momento 8 jovencitos de entre 15 y 18 años han desaparecido sin dejar rastro. La policia aun no tienen ninguna pista de los posibles secuestradores, nadie se ha puesto en contacto con las familias, no se ha pedido rescate alguno, por lo que la policia cree se trate de una banda de tratantes. Las autoridadesa aconsejan a los jovenes no salir de noche, o andar solos..."
-que terrible, toda una tragedia.
-mceliogh, mmm, ah, secuestgrrr, sempghhhhaymmm!
-Manigoldo no hables con la boca llena!
-je,je, te leghhhñalongggg!
-Kardia, tú tampoco!
Los peliazules hicieron un puchero y continuaron devorando sus alimentos. Sage les veia divertido, ya se habia acostumbrado a que no tenia un nieto, sino 3.
-bueno, me voy al despacho, portense bien en la escuela y nada detravesuras, Kardia, o peleas absurdas, Manigoldo.
Los jovenes sonrieron nerviosos y aceptaron la indicacion. Sage solo bufó, era pedirle peras al olmo.
-Dégel, estas a cargo, cuida que no se metan en problemas.
-Si señor.
-Que, oye no!
-no somos niños!
-pues parecen.
El hombre no dijo nada más , tomo sus cosas y se marcho.
-andando, es tarde...y tienes examen el día de hoy.
De verdad, Maldito el que invento la escuela!
***...***...***...
La mañana era fria, las calles de Mestre se encontraban semi deciertas, los unicos peatones eran los estudiantes, trabajadores...y policias. Los azulados patrullaban de cerca de las escuelas, buscando alguna pista de los secuestradores.
-hey, mira Mani! ahi va tu amorcito!
Kardia se burlaba picando la mejilla de su amigo,que se habia detenido.
-por que no te acercas a saludar! hablo meloso.
-tsk! no molestes.
El espartano comenzo a empujarle, animandolo a acercarse. Dégel solo les veia indiferente, ese par era peor que niños. Al final Manigoldo se exaspero.
-Deja de Molestar!
El grito capto la atención de varios, los trausentes le miraban con ojos de bicho raro, con quien hablaba? el rubor invadio sus mejillas cuando Albafica le miró, apenado apresuro el paso, maldiciendo en voz aja a su amigo. Los fantasmas le seguian de cerca, Kardia burlandose y Dégel solo negando con la cabeza.
-bicho idiota, acaso quieres que me lleven a un manicomio por hablar solo.
-ja,ja, es tu culpa, solo tenias que acercarte.
-ya callate, sabes que ni siquiera me habla.
-llorón.
-ya basta los dos, tú, a tu salon, Kardia dejalo estudiar y vete a dar una vuelta, pero nada de bromas.
-tu no nos mandas!
-a no, entonces le dire al señor Sage que no me obedecieron, para que les quite los videojuegos!
-Noooo!
Los chicos obedecieron en el acto, en ocaciones el galo era tan malvado.
Degel se marcho a los laboratorios, le encantaba ver las pruebas que realizaban los de último año. Kardia por su parte corrio al patio, al griego le encantaban las competencia y participar en ellas...aunque nadie le viera. Al italiano no le quedo de otra más que irse a enclaustrar en esas cuatro paredes, tomo su lugar en la última fila y espero paciente al docente, en ocaciones envidiaba la libertad de los otros dos, ir a donde querian y cuando querian. Las clases tranascurrieron normal, con algunos dolores de cabeza para el chico,sobretodo cuando sus profesores le preguntaban, donde estaba Dégel cuando se le necesitaba? En el receso se dirigió a la biblioteca, listo para cumplir su castigo.
-uf, esto es aburrido...vamos afuera.
-ya te dije que no, tengo que ordenar los libros.
-pueden guardar silencio, intento leer.
-si mamá!
Los jovenes acomodaban los libros del segundo piso, ocultos entre los pasillos, Kardia lo ayudaba, ya que Dégel le obligo. El griego les acomodaba uno a uno, mientras Manigoldo recogia los de las mesas, por que no dejaban el material en el carrito? no era mucho pedir.
-aver, DF 107, veamos...mmm, 104, 112,103,087....Maldita sea! si los regresan almenos acomodenlos en orden.
-deja de quejarte y arreglalos Kardia.
-pero.
-obedece.
-si! T-T .
-ja,ja,ja, pero que pisado eres.
-callate! ya te vere ahi.
-sueña.
Al italiano le encantaba burlarse de la sumisión del griego, si bien Kardia era muy problematico e hiperactivo, bastaba una sola mirada del galo para que se quedara quietesito y suave como seda. Según esos dos no tenian ninguna relación más halla de la amistad...per eso ni ellos se lo creian.
-hey, Manigoldo mira!
Kardia tenia la cara pegada a la ventana, aunque su cabeza no tardo en traspasar el cristal, siguio llamando a su compañero mientras se sujetaba del filo de la ventana.
-que quieres?
-mira ahi.
El comunicativo griego señalo al patio, directo a una mesa en el centro. Manigoldo se acerco curioso a ver lo que emocionaba a su amigo. Su amor platonico estaba ahi...con su estupido novio y sus tontos amigos. Los chicos almorzaban tranquilamente mientras sostenian una amena conversacion...pero había algo raro. Albafica se veia triste.
El joven estaba sentado junto a su pareja, con la mirada gacha. Se giró a ver a su novio y empezo a habalrle, pero este le ignoraba y continuaba la charla con sus amigos, al final se levanto molesto, golpeando la mesa, le grito algunas cosas y se marcho de ahi. Fue ahi donde su novio se giró en su dirección, observando como Albafica se iba, suspiro desganado y continuo con la charla.
-uuu, problemas en el paraiso! hablo burlón el espartaco,- que esperas, aprovecha la oportunidad.
Manigoldo lo miró con una ceja levantada, no era una mala idea pero...
-no deberias!
la voz de Dégel les asusto, el galo les miraba serio, con un enorme volumen de mas de 1500 paginas.
-él se dara cuenta de que quieres aprovecharte de su debilidad y terminara odiandte, aparte, ni siquiera se hablan.
-uy Dégel, que buen motivador eres ¬¬.
-es la verdad Kardia ¬¬
Manigoldo solo suspiro, era verdad, ni siquiera se hablaban, que iba a hacer llegar y decir "hola, oye vi que terminaste con tu novio y pense que quiza querrias salir conmigo, ya sabes solo para desquite, por cierto soy Manigoldo" no, sonaba muy mal. Resignado siguio con su trabajo, queria terminar e ir a comer algo.
Un emparedado de Queso fue todo su alimento, Kardia le robo la manzana y Degel el Yogurt. Sus compañeros se marcharon despues, uno a las clases de teatro y el otro a dormir debajo de un árbol, de verdad envidiaba a ese bicho, entraba solo a las clase que le llamaban la atención, de Dégel...bueno él era raro, entraba a casi todas, incluso las optativas, en ocaciones hacia tareas o trabajos, que obligaba a Manigoldo a entregar, la muerte no le habia sentado nada bien.
Entro al baño para lavarse las manos, por alguna razón el queso siempre se le escurria entre los dedos, estaba por marcharse cuando unos sollosos captaron su atención, alguien lloraba en el ultimo baño.
Albafica estaba sentado, ocultando su rostro con sus manos que estaban empapadas, el chico gimoteaba y un delgado hilo de moco empezaba a salir, comenzo a hipear soltando palabras incoherentes.
Manigoldo le veia aflijido, la puerta estaba abierta y su curiosidad gano, le daba un poco de rabia verlo en ese estado, él que siempre se veia tan altivo y elegante, mordio su labio, queria hablar pero los nervios le congelaban.
-ah!
El peliceleste dio un brinco tras percatarse de la persona parada frente a él, al levantar la mirada se encontro con las orbes azules de Manigoldo.
Sus ojos se encontraban rojos, las lagrimas habian dejado un marcado camino en ese rostro de porcelana, ninguno de los dos decia algo, Manigoldo reacciono cuando vio a Albafica temblar, metio su mano en el pantalón y saco un pañuelo blanco, con delicadeza comenzo a limpiar los restos de lágrimas de esos hermosos ojos.
-no deberia llorar por imbeciles como ese, no vale la pena,- susurro mientras terminaba de limpiar su cara- quedatelo, lo necesitas más que yo.
No dijo nada más, se paro y camino a la salida, llegando en solo tres pasos, en cuanto sus pies tocaron el pasillo se hecho a correr directo a su salón, Kardia no le creeria lo que paso.
La clase estaba por iniciar, sus compañeros gresaban ocupando sus lugares, le sorprendio un poco el ver a su profesor con dos hombres vestidos de trage, el docente tenia una expresión my seria, casi asustada, ingreso al salón y les ordeno guardar silencio.
-Chicos, estos son los inspectores Sísisfo y Cid desean hacerles algunas preguntas, señores.
-jovenes, muy buen tarde. Como seguro estaran enterados, han ocurrido una serie de secuestros en la ciudad, jovencitos de su edad son raptados.
-queriamos saber si alguno de ustedes a visto u oido algo extraño, tipos raros que frecuenten los lugares a los que asisten, parques, cines, cafes, cualquiera persona que les resulte extraña.
Los jovenes negaron y comenzaron a murmurar entre si, esa onda de crimenes comenzaba a asutarles. Por su parte los inspectores suspiraron derrotados, parece que ahi tampoco encontrarian pistas.
-esta bien, gracias por su cooperación, solo una cosa más- los chicos callaron y se giraron a verle- alguno de ustedes vio a su compañero Albafica Decerto tras terminar las clases el viernes? no vieron si iba acompañado de algun extraño o si alguien le seguia?
los chicos negaron, temerosos, en especial cierto peli añil que comenzaba a sudar en su asiento.
-seguros?
-su compañero lleva tres dias perdido, no regreso a casa despues de clases, si saben algo por...
Pero Manigoldo ya no escucho el resto, su cerebro se habia desconectado. No podia ser cierto! como podia ser? él le vio hace solo unos minutos en el baño y... Trago grueso al ver la silla vacio, Albafica no habia entrado a clase, comenzo a hiperventilar tras recordar la expression en el joven cuando limpiaba su rostro, no solo habia tristeza en esos ojos rojos por el llanto, tambien...sorpresa.
Un escalofrio recorrio su temperatura, de improvisto la temperatura descendio, sintio como su piel se erizaba mientras una presencia se posaba a su lado, trago grueso girando muy despacio el cuello. Casi pega un grito al encontrarse con esos hermosos ojos celestes, adornados por esas largas pestañas y un coqueto lunar.
-pu- puede verme?!
Fue la pregunta que broto de los delgados labios de Albafica, mientras su mano apretaba con fuerza el pañuelo que el chico le obsequio minutos atras.
***...***...***...
Y se acabo.
Si llegaron hasta aquí se los agradezco, en especial por mi pésima ortografía.
Los leere en la siguiente actualización, buena noche, tarde o día.
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