Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Soñando despiertos

La casa de Freddy era cálida y acogedora, siempre estaba un poco desordenada, pero era algo común por lo ocupada que estaba su madre durante la semana y porque ahora, gracias a sus nuevos amigos, en los últimos meses Freddy pasaba mucho más tiempo fuera ensayando, haciendo tareas juntos y saliendo algunas veces, escapándose de sus responsabilidades un rato.

Al principio, el chico no estaba muy convencido de dejarlos entrar tanto a su vida; ese era el único lugar donde podía mostrar una parte de sí mismo, lo que le avergonzaba y a la vez le hacía sentir libre, aunque no recordaba ningún momento sintiéndose seguro con sus propios pensamientos, era mejor a la sensación que vivía en la escuela o en cualquier otro lugar.

Pero poco a poco y básicamente por descarte, decidieron un día hacer un trabajo en grupo en casa de Freddy. Fue fácil: en la casa de Ann trabajaba su madre, no podía hacerse mucho ruido. La casa de Bonnie estaba sola gran parte del tiempo pero quedaba bastante lejos para los demás. La casa de Fox, en sus propias palabras "era un desastre por culpa del estropajo", y todos tardaron alrededor de un mes en entender que no se refería a un artículo de limpieza, sino que estaba culpando a su mejor amigo que se la pasaba metido en su casa.

Por último, a pesar de que Golden vivía en una mansión, había explicado de forma vaga que no podían hacer mucho ahí porque su padre y su abuelo iban y venían por asuntos de la empresa. Ninguno se vio muy convencido con esa explicación, pero el único que se quejó fue Fox, alegando que no los quería en su casa porque eran de una clase social diferente. Al final, nadie habló del tema de nuevo y llegaron a casa de Freddy, donde tomaron por costumbre hacer las tareas y practicar algunas armonías o acordes cuando los demás llevaban sus instrumentos.

Lo cual, pasaba casi todo el tiempo y ese día no fue la excepción.

—¿Necesita ayuda, señora Fazbear?— preguntó Golden en tono amable desde el mesón de la cocina, viendo cómo la mujer colocaba las pizzas en el horno.

—Claro, lo dices y ni siquiera sabes servirte un vaso con agua— lo molestó Fox con sorna, mirándolo de reojo y sonriendo ampliamente.

—¿Acaso sabes qué es el agua potable?— Golden habló en voz baja, con una sonrisa burlona y sutil.

Freddy casi escupe el agua que estaba bebiendo cuando los escuchó. Desde hacía meses ambos chicos se atacaban con ese tipo de bromas que, si bien muchas veces podían sonar muy ofensivas, los dos tenían una especie de trato tácito donde en realidad no se ofendían por eso, al parecer los ayudaba a que sus personalidades no chocaran con tanta fuerza, porque ya era algo bastante frecuente. La cuestión es que todavía el grupo no se acostumbraba del todo a esos intercambios.

Ann los pellizcó a los dos con disimulo sonriendo de manera encantadora para fingir que no estaba pasando nada extraño. Ni Golden ni Fox pensaron en quejarse ni por un segundo.

—Gracias cariño pero no te preocupes, ya todo está listo— la mujer negó con la cabeza, risueña y sin haber escuchado el intercambio de palabras de los amigos se su hijo—. Estén pendientes, ya vuelvo.

Todos asintieron al mismo tiempo, mirándose entre ellos.

—Fox sí sabe qué es el agua potable— comentó Bonnie de repente tras pasar bastante rato en silencio ocupado enviando mensajes en su celular.

—Gracias— el más alto hizo un ademán con la mano como si estuviera limpiando polvo de su hombro, adoptando una actitud de superioridad.

—Lo que no conoce son las duchas, esa es otra cosa— Bonnie siguió tan concentrado en la pantalla como había estado durante largos minutos.

Gracias al tono indiferente y ciertamente inocente, el comentario tomó a los demás por sorpresa, causando que todos, excepto Fox, rieran.

—¡¿De qué lado estás tú?!— preguntó alterado, tomándolo por los hombros para sacudirlo un par de veces.

Antes, Ann y Freddy se asustaban bastante al ver ese tipo de arrebatos en Fox, ya en la actualidad entendían que él en realidad no se atrevería a hacerle daño a Bonnie, era como su protegido, lujo que ni Golden ni Freddy poseían en el grupo. Y Ann también estaba en ese puesto, solo que era más por el hecho de que el más alto preferiría cortarse una mano antes de rozar un cabello de la muchacha sin su permiso.

Por respeto y, sin admitirlo en voz alta, se agregaba un poco miedo.

Disfrutando del olor que emanaba del horno, las risas de sus amigos y la música que se escuchaba a bajo volumen desde el celular de Golden, Freddy se sintió pleno, o al menos, fue una sensación muy parecida. No podría sacarse la sonrisa del rostro.

"Tanta jodida cursilería me da asco, ustedes son realmente patéticos".

Freddy respiró profundamente, mirando hacia otro lado para aprovechar que sus amigos se encontraban discutiendo sobre un tema al que no le estaba prestando la más mínima atención. Se llevó una mano a la boca, fingiendo toser.

"Fred, cállate. No me habías molestado en todo el día".

"Es un poco difícil si me tienes ahogado en pastillas de mierda. Aunque viendo todo esto, no me perdía de nada".

"¿Entonces para qué apareces? No te quejes, no hables".

"¡Es mi cuerpo también, por si se te olvidaba!"

Era demasiado complicado definir aquello como una conversación lineal, era tan confuso que Freddy dejó de intentar nombrarlo años atrás.

Una voz en su cabeza... No, eso era ser demasiado impreciso. ¿Una alucinación? Tampoco, sería darse un diagnóstico erróneo, ya le habían dado la respuesta a la gran mayoría de sus dudas y aun así, cada día se preguntaba si algún día tendría la oportunidad de sentir que pertenecía a un lugar, a una normalidad. A veces se cuestionaba, más allá de las explicaciones médicas, por qué Fred no tenía su propia vida, su propio cuerpo, ¿por qué tenía que ocupar lo que era suyo?

Toda su vida se basaba en una injusticia del jodido destino, y a ojos de Freddy, era algo a lo que estaba dispuesto a renunciar a la otra parte que se unía a él si le daban la oportunidad.

—¡Deberíamos hacer un picnic!

La voz de su amiga lo hizo sentir como si despertara de un sueño, le recorrieron escalofríos, cosa que le pasaba seguido. Los examinó a todos confirmando que nadie se había dado cuenta del tiempo que estuvo ausente en sus pensamientos.

—Con este calor no sería muy buena idea, Ann...— opinó Golden, tomando asiento junto a Freddy en una de las sillas altas del mesón.

—Para comer en el suelo lleno de tierra ya está mi casa.

Los cuatro chicos restantes voltearon a ver a Fox, quien solo se encogió de hombros, dándole un sorbo al vaso que Freddy estuvo usando apenas segundos antes.

"No lo soporto"

Fox no era el único en el grupo que parecía chocar con la personalidad de Golden, pero Freddy no le daba importancia a las opiniones de Fred sobre el popular cantante.

—Entonces, ¿otro día?— preguntó Ann, inclinándose sobre ambos chicos, como solía hacer cuando se emocionaba mucho con una idea.

"Eres un imbécil, ¡escúchame!"

Freddy apenas pudo responder con una pequeña afirmación, distrayéndose por el dolor de cabeza que le estaba empezando a molestar. Para ese punto, ya no sabía si era por las constantes discusiones que mantenía en su mente, o si se debía a los efectos secundarios del alprazolam que tomaba para la ansiedad. Con la llegada de sus amigos, dejó de tomarlas tan seguido y las veces que lo hacía, podía soportar mejor el malestar, pero en esas semanas su mamá junto a su médico le especificaron la cantidad y las veces en las que las debía de tomar, así que debía hacerlo de forma estricta.

—Después del festival podría ser— sugirió Golden, sonriéndole de lado a la muchacha.

—¡Hablando del festival!— Ann alzó la voz tanto que pareció estar a punto de gritar.

Freddy se tensó de inmediato, quejándose en voz baja por su dolor de cabeza que parecía empeorar. Aún así, se obligó a mantenerse tranquilo y no buscar ningún tipo de pastilla, al menos hasta que el dolor fuera más intenso.

—Solo faltan cinco días— Bonnie sonreía al punto que sus ojos se convertían en dos medias lunas.

Todos compartían ese gran amor por la música, pero se sabía que entre ellos, era Bonnie quien sentía una increíble pasión por la misma, transformándolo por completo, y esto era un hecho admirable para todo el grupo. Hasta para Fred, quien no tenía tantos comentarios despectivos para el chico de lentes.

—Aun nos falta para estar listos, pero estamos mucho mejor que al inicio del año escolar— Ann parecía fascinada al hablar. El tema del festival le hacía desbordar emoción, compartiéndolo con sus amigos.

Los cuatro chicos restantes se miraron entre sí, decididos a no llevarle la contraria a la muchacha ni a mencionar la tensión que existían entre todos al momento de practicar y definir cómo se vestirían y lo que harían para el día del show. Apenas comenzando ya tenían problemas para establecer los días de ensayo y que todos asistieran, siendo Golden el que tenía la mayor cantidad de faltas que, si bien preocupaban a todo el grupo, solo Ann lo exteriorizaba así, Bonnie no decía ni hacía nada, siendo Fox el único que hacia bromas irónicas y expresaba lo mucho que detestaba ese hecho.

Y Freddy... No podía definir si era el odio que sentía Fred hacia Golden lo que le afectaba, pero su pecho se oprimía cada vez que pensaba en que el muchacho famoso faltando a los ensayos. O que Golden sería el verdadero protagonista y nunca tendría la oportunidad para ello.

"Toda esa mierda es tu culpa".

—Tenemos que afinar detalles, sí— Golden miró de reojo a Freddy, sentados uno junto al otro no era muy difícil darse cuenta de que los dos se habían tensado un poco.

—Claro, si todos estamos presentes en las prácticas de estos días— con tono desinteresado, Fox fingió entretenerse con las servilletas que estaban en el mesón, viendo directamente a cierto muchacho rubio que estaba frente a él.

Ann los miró a todos, cruzándose de brazos disgustada ante la actitud de Fox y el nuevo ambiente que se había creado. El silencio incómodo estuvo a punto de agobiarlos, hasta que Bonnie llamó la atención de los cuatro restantes.

—¿No huele a quemado?— preguntó de repente, volviendo la atención a su celular.

—¡Les dije que estuvieran pendientes del horno!— se escuchó la voz de la dueña de la casa, acercándose a la cocina con largos pasos, como si su sexto sentido le hubiese dicho que algo estaba mal en su cocina.

—¡Lo siento!

Levantándose de inmediato para correr a ayudar a su madre, Freddy agradeció en su mente por esa oportuna interrupción.

"Mamá no esperaba nada de ustedes y la decepcionan, increíble" Fred rió de forma amarga y baja.

Freddy se sintió irritado por el comentario, e inconscientemente se sentía atacado y molesto cuando lo escuchaba referirse de esa manera a su mamá. Era muy celoso con sus cosas, con las personas que estaban en su vida y sentía que Fred quería robárselas.

—Solo tenían un trabajo— la mujer negó con la cabeza varias veces, riendo mientras se aseguraba que su hijo se había puesto los guantes y le daba la bandeja que estaba a punto de sacar humo.

El final de la tarde llegó, todos ayudaron a hacer otra pizza, y sin importarles mucho, Fox y Bonnie se comieron la que se había quemado. Hablaron poco durante ese tiempo pero ya era porque estaban más ocupados en otras cosas y el ambiente incómodo fue desapareciendo hasta no sentirse, al menos por bastante rato, por lo que el grupo estaba más animado. Excepto Freddy; su dolor de cabeza había empeorado al seguir esforzándose para evitar que Fred saliera, lo que lo hacía sentir mucho más cansado que cuando tomaba su medicación.

Se esforzó al máximo para seguirle el hilo a la conversación que mantenían sus amigos pero era imposible, culpando y reprochando a Fred por arruinar esa tarde.

Fue evidente para el grupo notar que algo no estaba bien con Freddy. Ni siquiera había comido de la mitad de su pedazo de pizza cuando lo dejó sobre su plato y se lo ofreció a sus amigos, con Fox tomándolo de inmediato y Ann mirándolo mal por dicha acción. No habló mucho en todo ese rato, solo soltaba monosílabos y asentía aunque su concentración no estaba en ningún lugar realmente, solo era consciente del fuerte dolor de cabeza que sentía junto a la voz constante de Fred haciendo eco en su mente.

Viendo esto, Ann y Golden intercambiaron miradas y decidieron ayudar a recoger todo para tomar a los otros dos e irse.

—No es nada...— Freddy se sintió cohibido al ver que sus amigos estaban preocupados por él.

—Mejor nos vamos y así descansas, mañana practicaremos desde temprano— Ann le sonrió, abrazándolo por los hombros.

—No te mueras— fue lo que dijo Fox, encogiéndose de hombros para ir a la puerta.

—Hasta mañana, gracias por la pizza— Bonnie se despidió con una pequeña sonrisa, enfocándose de nuevo en su celular, caminando hasta llegar a un lado de Fox, asustándolo con su presencia.

—Lo siento— apenado, Freddy jugó con sus manos, yendo a la puerta para despedirlos.

"¿Y luego soy yo el que arruina las cosas?" Fred se rió con sorna, aumentando el malestar que le causaba escucharlo.

Apretó los dientes con fuerza, evitando contestar en voz alta.

—Oye, no es nada— Ann le restó importancia, tomando su bolso con sus cosas—. ¡Gracias por todo!

Golden fue el último en despedirse, fue el más callado del grupo y su mirada permanecía sobre Freddy por ratos. Cuando estaba a punto de salir, le sonrió de forma leve al muchacho.

—Nos vemos mañana, dale las gracias a tu mamá por recibirnos.

Ambos se quedaron en silencio durante varios segundos que se sintieron más largos de lo que eran.

"¿Este idiota no se irá a su casa nunca?"

Sin poder evitarlo, Freddy volteó los ojos con fastidio dirigido a Fred. Pero Golden no tenía manera de saber eso, pensando que era dirigido hacia su persona, haciéndolo sentir incómodo.

—Con gusto...— Freddy se encogió de hombros avergonzado, viendo cómo sus amigos se iban de su casa.

Cerró la puerta y se dio media vuelta, sintiendo un vacío en su pecho que era común en él, pero no significaba que no odiara la sensación cada vez que ocurría.

—¿Ya se fueron tus amigos?— preguntó su madre, acercándose.

—Sí, ah, mañana tenemos ensayo muy temprano— murmuró en respuesta, buscando el frasco de pastillas para el dolor de cabeza—. Dijeron que gracias por todo.

—Entiendo, que bueno que arreglaran la cocina antes de irse— rió la mujer, acariciando el cabello de su hijo al estar a su lado—. Me alegra verte bien con tus amigos, cariño. Te veo feliz.

—Sí...

—¿Todo bien?— preguntó ligeramente preocupada, colocando una mano en la mejilla ajena, haciendo que Freddy le mirara de frente—. Él... ¿Te está molestando?

El chico se tensó, negando de inmediato para no asustar a su madre.

"Increíble, soy solo una maldita molestia para ustedes dos" apenas pudo escucharse su voz en la mente de Freddy, fue muy, muy leve, pero se escuchaba cierto dolor en sus palabras.

No le prestó atención.

—Todo bien, solo me duele la cabeza. Voy a dormir, descansa, te amo— Freddy se esforzó para sonreírle, abrazándola para luego separarse e irse a su habitación.

—Te amo también, hasta mañana— la mujer lo miró, sonriendo con tristeza y preocupación.











Me pareció muy necesario escribir la amistad de los chicos para que le dé una mayor importancia a lo que pasará en uno de los capítulos. Leyendo y viendo la serie, me di cuenta que sus personalidades son demasiado interesantes como para no trabajar con eso, así que agregué un capítulo totalmente nuevo para eso.

Espero les guste, gracias.

-Gnne.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro