Capítulo 13 Una vida solitaria
~~~~~Una vida solitaria~~~~~
"Día 6, es sábado.
Llevamos casi dos semanas perdidos, según la brújula estábamos en medio de la ciudad pero eso era imposible. Sólo había un océano a nuestro alrededor. Intenté comunicarme varias veces por la radio pero nadie respondía, los celulares nos enviaban al buzón sin más hasta que la señal simplemente se esfumó. Repaso todas mis notas, desde que comenzó el viaje, y no encontré ningún error que habíamos cometido.
Yo sólo quería ir a un viaje para reconectar a mi familia nuevamente, mi esposo estaba demasiado sumergido en el trabajo mientras que mi retoño estaba en la etapa de rebeldía adolescente. Pero todo resultó mal, escribo esto para dejar todos mis pensamientos y emociones negativas en estas páginas, mi filosofía era ser optimista y encontrar el lado bueno a cualquier situación y en este momento... El lado bueno es que estamos juntos".
-¡Mamá, la cosa regresó! -la mujer dejó de escribir al momento de ser llamada. Por lo que dejó su diario de lado para salir de la cabina. La familia Santoro había alquilado un velero para navegar, el padre, Diego Santoro tenía experiencia navegando pero llevaban días perdidos. Para empeorar las situación, el ancla se había atorado en algo y habían visto una criatura extraña nadando alrededor del barco.
-No te acerques a los bordes -indicó mientras tomaba a Dante de los hombros-. ¿Dónde está tu padre? -le preguntó, sus ojos fijos y atentos a cada movimiento de la criatura.
-En la radio, cada día está más impaciente -respondió para luego apartarse de su madre-. Cálmate, esa cosa no puede subir al barco y su foto no recibió ningún like -murmuró serio. Ya que al principio, la primera vez que lo vieron, Dante lo grabó con la idea de hacerse viral.
-No hay señal hijo -le recordó Bianca pacientemente. Sólo podían mantener las baterías cargadas y el motor funcionando gracias a los paneles solares que tenía el barco, sin embargo nada de aquello servía para Dante.
-Sólo quiero volver a casa -masculló para luego dejar sola a su madre.
Bianca miró a la criatura marina, recordando la primera vez que la avistaron. Al principio creyeron que era una persona, sin embargo esa aleta era muy difícil de ignorar. Dante inmediatamente comenzó a grabar y subir todo a sus redes pero sus padres se mostraron muy preocupados. No sabían si la criatura era agresiva ni qué quería de ellos, aunque habían pasado días sin volver a verla.
Desde su lugar notó que la criatura tenía un fuerte golpe en su rostro y se veía igual de enfadada que la primera vez que la vieron. Lo que Bianca desconocía completamente era que, aquella criatura era nada más ni nada menos que Ackley. En su rostro tenía el golpe que la humana, que su hermano pequeño estaba cuidando, le había propinado por tocarla indebidamente. Sin tener pareja para la reproducción ni a dónde ir, él regresó con la familia del objeto flotante humano. Ackley ya se había topado con la familia Santoro antes pero, al ver que eran una pareja de adultos con un hijo de cabello rojo, posiblemente venenoso, él siguió su camino en busca de una hembra humana disponible.
Totalmente frustrado Ackley había regresado con la familia, porque la mujer de risos negros se parecía mucho a su madre y quería saber cómo le había ido. Muy en el fondo él sólo quería regresar al arrecife pero su deber era mucho más importante que lo que estaba sintiendo.
Era momento de acercarse un poco, tal vez la mujer necesitaba algo por lo que buscó una manera para subir a la cosa flotante. Al notar una mirada sobre él, Ackley levantó la vista, encontrándose con los ojos asustados de la humana, se veía un poco nerviosa, incluso notó que sus piernas temblaban un poco. Ackley sacudió su mano como forma de saludo, esperando que ella respondiera, aunque sólo ladeó la cabeza confundida. Él nadó hacia la parte trasera del velero, ese extremo se veía más bajo, por lo que dio un salto y pudo abordar.
El bote se sacudió un poco y Bianca vio a la criatura en los escalones del velero, por ellos se podrían bajar para nadar, sin embargo ahora el hombre mitad pez se estaba arrastrando por la borda.
-¡No, Dominic! -exclamó desesperada, intentó correr pero tropezó y cayó sentada.
-¡Ya casi amor, encontraré una señal! -respondió el hombre desde el interior, obviamente él no podía ver lo que estaba sucediendo. Entonces, al encontrarse sola contra la bestia marina, tomó lo primero que estaba a su alcance para defenderse.
-Carajo -maldijo al ver que tomó un trapeador que usaban para limpiar el barco-. No te acerques -le ordenó a la criatura.
Ackley miró el trapeador con una ceja levantada y terminó recostado boca arriba en su lugar, la cosa flotante era un lugar cómodo y no debería preocuparse de ser atacado por algún depredador, y realmente no estaba de ánimos para lidiar con eso ni con nada.
Bianca bajó su guardia ya que la criatura no mostró ninguna hostilidad, sólo se había quedado recostado. Con cuidado se alejó, teniendo vigilado al hombre pez.
Oh dios, ¿por qué subió al barco? ¿Qué quiere? ¡Y nadie de mi familia quiere ayudarme!, pensó la mujer, sintiendo la frustración y el enojo latente, sin embargo se ordenó tranquilizarse y respiró hondo.
-Ammm, hola -se dirigió a la criatura luego de aclarar su garganta, su voz temblaba un poco por el miedo y los nervios pero pensó que tal vez la criatura sería inteligente-, ¿puedes hablar? ¿Me entiendes?
Bianca esperó un momento con la esperanza de recibir una respuesta. Pero dicha respuesta nunca llegó, es más lo vio moverse para darle la espalda.
¡No puede ser, incluso eso me ignora!, gritó en sus pensamientos, totalmente indignada. Ella soltó un suspiro y se cruzó de brazos, viendo que la criatura marina había mojado parte del barco que ya había limpiado.
Sin saber qué hacer, la mujer tomó asiento, dentro de poco sería hora de comer pero los últimos días apenas se las había arreglado para preparar comida en condiciones. Dante no querrá comer y será muy poco para Dominic, pensó Bianca, un poco preocupada ya que ella había descuidado su alimentación. Llevaba un día sin probar algún bocado porque no había suficiente. Su estómago comenzó a gruñir de nuevo y no quería preocupar a su familia.
-¡¿Ya vamos a comer?! -escuchó a Dante desde su habitación.
-Si, veré qué puedo hacer -contestó la mujer para luego ponerse de pie y rodear a la criatura lentamente. En la cabina encontró a su esposo encorvado sobre la radio, él había desarmado la misma para colocarle partes y potenciar el alcance de la señal para poder contactar con alguien, quien sea-. Tenemos visita -comentó Bianca, sabiendo que sería ignorada.
-Escucho un poco de interferencia -respondió Dominic con los cascos puestos. Por otro lado Dante estaba jugando con su celular a un juego post-apocalíptico de zombis.
-¿Qué quieres almorzar? -le preguntó mientras comenzó a revisar las alacenas.
-Una hamburguesa, como las que me gustan -respondió teniendo la vista en la pantalla. Bianca quedó paralizada en ese momento, ya que frente a ella sólo había latas de atún y caballa. Hace un par de años toda la familia había cambiado su alimentación por Dante, sin embargo ya se acabaron todas las frutas y vegetales.
-Ya no hay comida -murmuró para sí misma, aunque Dante pudo escucharla y se levantó de golpe para revisar las alacenas también.
-¡¿Ya no hay?! -exclamó mientras arrojaba las latas fuera, no había caso-. ¿Qué vamos a comer?
-Hay una opción -lo tranquilizó Bianca sonriendo, y no, era impensable para ella sugerir que se alimentaran con ese atún-. La criatura de antes subió al barco y podemos pedirle comida. Parece ser amigable.
-Bien, ¿por qué no nos deshacemos de esas latas? Nuestro amigo pez nos agradecerá -propuso tirarlas al mar, ya que ellos no las habían empacado, sino que venían con el velero.
-Y-Yo lo haré, no te preocupes por eso -Bianca empujó a su hijo afuera ya que intentarían comunicarse con la criatura marina-. Sólo quédate detrás de mí y no hagas movimientos bruscos -indicó mientras se acercaban a la borda.
Dante se vio un poco intimidado por el tamaño de la criatura, debía medir dos metros o más desde la cabeza hasta la punta de su aleta.
-¿Cómo subió al barco? -preguntó inquieto y Bianca sólo señaló las escaleras.
-Parece que no entiende nuestro lenguaje o sólo me ignoró cuando le hablé -comentó la mujer acercándose lentamente. La criatura parecía estar dormida, pues sus ojos estaban cerrados. El cabello negro y largo de la criatura poco a poco comenzaba a secarse, al igual que todo su cuerpo.
-No creo que debamos dejar que se seque -habló Dante, tomando una botella de agua y arrojando todo su contenido sobre Ackley. Por supuesto él sintió el líquido frío y se levantó de golpe, asustando a ambos por el movimiento brusco.
Ackley estaba a punto de caer profundamente dormido hasta que lo despertaron con el agua. Su mirada cayó en Dante pues aún sostenía la botella, eso lo enfureció y se sacudió rápidamente.
-¡Espera! -exclamó Bianca al ver que estaba a punto de lanzarse por la borda hacia el mar-. No lo hizo a propósito.
Ackley no entendió sus palabras pero escuchó los gruñidos del estómago de la mujer, todos los presentes lo oyeron. Él se detuvo entonces y señaló su boca.
-¿Amm? -cuestionó, entonces Bianca asintió al igual que Dante.
-Si, tenemos hambre -se apresuró a decir el muchacho. Entonces vieron a la criatura arrojarse al océano y desaparecer de la superficie.
Todo estará bien, él pudo entendernos, se dijo Bianca luego de soltar un suspiro de alivio.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro