Con caricias poco a poco conseguí que Lilian se recostara para estar más cómodos. En eso mi vista bajó hacia sus piernas y comencé a acariciarlas. Eran tan suaves a pesar de tener cicatrices, me preguntaba cómo se las había hecho, tal vez escapando de tiburones terrestres o serpientes no marinas. Yo también tenía cicatrices y no eran precisamente atractivas. A pesar de vivir en el arrecife protegido los animales más pequeños podrían entrar y los niños corrían el mayor peligro. Había recibido la mayoría de mis cicatrices cuando era niño.

Estaba muy a gusto ahora besando las piernas de Lilian con cuidado, aunque de repente atrapó mi cabeza con las mismas. Me encontraba apretado por sus cálidas y suaves piernas, esa acción me sorprendió y supuse que esto era parte de las relaciones humanas.

—Lili, Lili —murmuré al mirarla con una sonrisa—. Ah-ran bien, bien —agregué dándome unas palmaditas a sus piernas. Eran bellas y fuertes.

Pensé que dije algo malo o incorrecto porque ella respondió algo que no comprendí y soltó mi cabeza. Ya estaba lamentándome, hasta que sentí su mano acariciar mi cabeza de manera gentil. Era tan adorable. Un momento después ella tomó mis hombros para recostarme como lo había hecho la primera vez y su mano volvió a tocarme. Yo ya estaba muy emocionado, con mi miembro en alto. El calor de su mano me envolvió y cerré los ojos mientras me concentraba en sus movimientos.

De mis labios salían sonidos extraños que no podía evitar hacer, era lo que Lilian provocaba en mí. Cuando ya estaba cerca me levanté para abrazarla, quería sentirla más aunque esta vez me aseguré de no usar mis uñas. Llegué al límite mientras mantenía mi rostro apoyado en su hombro, de mi boca salieron más sonidos graves y mi corazón latía muy rápido. Reaccioné cuando Lilian se separó de mí, sus mejillas estaban rojas y evitaba mi mirada. Nuevamente lo había hecho mal, ya que no estábamos unidos y creo que también fui el único en disfrutar de las caricias porque Lilian no hizo ningún sonido como lo que yo había hecho.

La detuve tomando su mano cuando se alejó de mí. Mi acción también me sorprendió y noté que todavía quería más, no estaba satisfecho como la primera vez. Esperaba que pudiéramos unirnos esta vez y así cumplir con la reproducción. Creí que estaba preparado pero quedé paralizado al momento en el que ella se sentó sobre mí, sus piernas quedaron a cada lado de mi cuerpo.

—¿Li? —pregunté, todo mi valor se había ido. No estaba asustado sino abrumado por la proximidad de Lilian. Finalmente había entendido cómo se realizaban las relaciones humanas y no era muy diferente a las de mi especie—. ¡Hum! —nuevamente solté un sonido extraño cuando movió su cintura, podía sentirla contra mí, tan cálida.

Cerré los ojos mientras Lilian se mecía lentamente, mi mente estaba nublada por las sensaciones que estaba sintiendo, experimentando por primera vez en mi vida. Me encontré a mí mismo sujetando sus piernas y debía tener auto control para no herirla con mis uñas de nuevo. Era muy difícil, más aún cuando sus movimientos se hicieron más rápidos. Sentí de nuevo esa arrolladora sensación cuando Lilian me abrazó, su respiración contra mi piel fue demasiado para mí.

Permanecimos abrazados mientras recuperábamos el aliento, podía sentir cómo su pecho subía y bajaba, ella estaba muy cerca de mí con sus brazos rodeando mi cuello.

Idiota, deja de distraerte, me dijo me conciencia. Al menos había conseguido que Lilian también hiciera esos sonidos. Pero abrí mis ojos al sentir cómo se movía y ella se separó, hice una mueca por ello mientras la veía acercarse a la entrada submarina. Hizo un sonido de manera interrogante al mirar el pozo, entendía que quería limpiarse pero la detuve para recordarle que su herida debía mantenerse seca. De todos modos Lilian entró al agua pero mantuvo esa pierna fuera.

—Con cuidado —moví mis manos de manera nerviosa, haciendo que ella me mirara. Lilian pudo interpretar mis gestos, por lo que sonreí y también entré para hacerle compañía. Para que esté cómoda yo la sujeté de la cintura, asegurándome de que su pierna herida permaneciera seca mientras el agua nos mecía.

—Gracias —dijo antes de cubrir su rostro con las manos. Fue un gesto muy tierno y de nuevo estaba cambiando de color. Un rosa intenso se apoderó de sus mejillas y orejas.

Los minutos pasaban en aquel lugar silencioso, Lilian se veía muy pensativa, yo deseaba poder saber qué pasaba por su mente en ese momento. Estábamos en paz, la tranquilidad nos rodeaba completamente mientras flotábamos. Ella estaba recostada sobre mi pecho, la mantenía en la superficie al mismo tiempo que flotamos en el agua. Cerré mis ojos por un momento, esa tranquilidad era arrulladora así como el calor de Lilian. Por un instante temí quedarme dormido.

En ese momento pensé que al principio sólo cuidaba del humano por deber, como los demás de mi generación que fuimos educados para eso. Pero, pensándolo bien, sólo quería cuidar a Lilian y no a otro humano, sólo a ella. ¿Eso estaba mal? ¿Qué hubiera pasado si Lilian no me aceptaba, hubiera encontrado a otro humano? ¿O estaría perdido, dando vueltas por todo el océano, como Ackley?.

La paz del momento se vio interrumpida debido a un silbido proveniente de las profundidades del mar, se trataba de Tez, era la señal, Ackley estaba cerca. No debí pensar en él, fue como invocarlo.

¡Debo esconder a Lilian!, me dije al nadar rápidamente para acercarla a la orilla. Ella me miraba confundida mientras buscaba un escondite, ya no había tiempo, pero entonces pasó lo que temía. Ackley había encontrado la entrada a la cueva y ya estaba frente a nosotros. Lilian palideció un poco al verlo y terminó ocultándose detrás de mí.

—Con que sólo cuidabas peces, ¿eh? —Él se veía muy molesto y sus movimientos eran bruscos—. Es una hembra humana.... ¿Ya lo hicieron? —cuestionó. Era curioso cómo él podía diferenciar a los machos de hembras humanos tan sólo con verlos.

Asentí de inmediato a su pregunta pero su mirada era muy severa, así que negué un segundo después. No podía mentirle.

—Entonces yo lo haré —contestó al nadar hacia Lilian, entonces me interpuse en su camino.

—¡No! Lo estoy llevando con calma, cumpliré con la reproducción —intenté razonar con él.

—¡¿Cuándo?! Hasta ahora encontramos pocos humanos que sobrevivieron, además yo debería hacerlo y no tú. Mis hijos serán sanos y fuertes —declaró. Pero, como me dio cuenta de que no iba a apartarme de su camino, se le agotó la paciencia y luego me encontré a mí mismo aturdido por un fuerte golpe de Ackley. El cuerpo no me respondía y mi visión se encontraba borrosa, era la primera vez que él me golpeaba tan fuerte.

¡Levántate, Lilian está en peligro!, ordené mientras escuchaba distantes los gritos de ella. Me sentía insignificante, inútil. En ese momento sentí una cálida mano sujetar mi brazo y jalarme hacia el borde. Todo estaba oscuro pero hice un esfuerzo por despertar.

—¿L-Lian? —la llamé, era su calor y se encontraba sacudiéndome. En ese momento reaccioné y me levanté para ver mi alrededor. Aún estaba un poco aturdido pero buscaba a Ackley para destrozarlo por atacar a Lilian, no importa lo que hiciera conmigo. Pero no permitiría que lastimara a Lilian.

Sin embargo quedé sorprendido y confundido al verlo sangrando, debido a un golpe en su rostro. Ackley tampoco podía contener sus lágrimas. ¿Acaso eso lo había hecho Lilian?.

—Ella me golpeó muy fuerte, ¿qué le pasa? —se quejó, su orgullo nuevamente herido. Por su parte Lilian se ocultaba detrás de mí.

—Te lo mereces por tratar de forzarla a hacer algo que no quiere —respondí serio, al mismo tiempo estaba aliviado pues ella sabía defenderse. Había hecho sangrar a Ackley, cosa que nadie había conseguido antes. Mi hermano mayor tenía fama en el arrecife de ser el más fuerte.

—Es muy agresiva, yo sólo la iba a cumplir con la reproducción —su actitud había cambiado completamente.

—No entiendes a los humanos, al parecer ellos no saben de nuestra misión —fruncí el ceño mientras lo regañaba—. Además Lilian me eligió a mí porque gané su confianza. Ella sabe mi nombre y yo sé el suyo, en el tiempo que pasé con ella aprendí que las relaciones humanas son iguales a las relaciones de pareja de nuestra especie.

Mi hermano bajó los brazos y dejó la cueva en silencio, por mi parte no podía creer que había ganado la discusión. Un instante después comencé a nadar de un lado al otro, en círculos porque finalmente había superado a Ackley en algo, con mi propio esfuerzo y sabía que Lilian me prefería a mí. Eso me recordó que debía asegurarme de que ella estuviera bien.

Al mirarla vi que se encontraba bastante confundida, miré su cuerpo, no había golpes ni cortes por parte de Ackley, fue cuando recordé que no había visto a otro de mi raza a parte de mí. Ella soltó un suspiro y me dio una sonrisa. Entonces me acerqué para abrazar sus piernas, me emocionaba ante la idea de presentarle a Tez y a mis padres. Ya había tenido una muy mala primera impresión con mi hermano mayor, pero estaba seguro que el resto de mi familia le agradaría.