CAPÍTULO 86
Cuando por fin nos dejan entrar, todos los vampiros se nos quedan mirando como si fuéramos unos bichos raros, eso nos hace sentir muy incomodas, pero optamos por intentar dejarlo pasar, y caminamos hasta la barra Nora después de saludar al barman le pide un refresco el chico no tarda mucho en traérselo. Mientras bailábamos bien pegaditas cuatro humanos se levantan abruptamente de sus asientos sacaron armas y gritaron que era un asalto.
Un vampiro que trabaja como guardia de seguridad, se intentó enfrentar con los asaltantes pero resabio varios disparos que lo dejaron gravemente herido, eso causo que muchos vampiros entre clientes y empleados intentarán atacarlos, pero como asaltantes estaban bien preparados para lidiar con vampiros no pudieron hacer nada. Cuando uno de los asaltantes comenzó a manosear a Nora usando como escusa que estaba buscando más cosas valiosas utilice mis habilidades para apartarlo.
Los demás ladrones al ver a su compañero volar varios metros apuntaron sus armas hacia mi dirección bastante confundidos, lo que aproveche para desarmarlos usando mis habilidades fantasmales, minutos después Nora uso sus poderes para dejarlos incondicionalmente.
Una vampiresa ordenó que encerraran a los ladrones en una bodega, luego se nos acercó y nos acuso de ser acecinas enviadas por los escorpiones, también dijo que estaba segura de que habíamos contratado a los humanos y los habíamos detenido como parte de un plan para llegar a Paulina.
Como muchos vampiros habían creído en las acusaciones, y en cualquier momento podían atacar a Nora, comencé a utilizar mis habilidades para intentar crear una distracción, cuando por fin lo conseguí escapamos, transcurrido un rato ya íbamos rumbo al hotel pendientes de nadie estuviera siguiéndonos cuando llegamos fuimos directo al cuarto y tuvimos sexo.
Al día siguiente aunque sabíamos que podía ser peligroso decimos seguir con nuestras vacaciones, por eso después de que Nora desayunara y yo asustara algunos huéspedes decimos ir a una excursión por la comuna 13. Mientras el guía hablaba sobre el periodo más violento que vivió la comuna vi un panty muy bonito, y como Nora estaba distraída me acerque para cogerlo pero una fantasma local me lo impidió mientras gritaba que no iba a dejar me robara un panty de su nieta, aunque fue difícil logré hacer que me regalara.
Nora al principio se molestó mucho porque tomé el panty, pero logré contentarla con unos besos, el resto de excursión transcurrió con normalidad, y después del medio día ya estábamos otra vez el hotel, por la tarde íbamos a ir al pueblito paisa, pero Nora comenzó a sentirse mal.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro