Fernanda en tan sólo una semana no solamente consiguió que Nora se emancipara, también logro que pudiera casarme por lo civil con ella aunque sea una fantasma, y todo por un precio bastante económico, solucionado ese inconveniente y con el permiso médico comenzamos a ultimar todos los detalles que faltaban, cuando llegó el día del viaje todas nuestras amigas fueron al aeropuerto a despedirnos. Cómo cuando el avión despegó mi esposa se pudo muy nerviosa metí una mano dentro  de su sudadera para tranquilizarla.


Mientras le estimulaba el clítoris Nora hacía todo lo posible para no gemir, pero cuando llegó al orgasmo no pudo evitar soltar un fuerte gemido, lo que llamo la atención de varios pasajeros, transcurridos unos minutos como muchos seguían viendo a  mi mujer utilice mis habilidades para que mirarán para otro lado. Pasadas unas horas ya habíamos aterrizando en el aeropuerto José María Córdoba.


Después de pasar todos los controles salimos a coger un taxi, al  llegar  al hotel que nos había recomendado el taxista le dijo algo en español a mi esposa después le sonrió pícaramente, aunque no entendí lo que dijo ese gesto no me gustó para nada por lo que me hice visible luego lo mire fijamente lo que fue suficiente para darle un buen susto. Cuando entramos al cuarto le arranque la ropa a Nora y la acosté en un sillón.


Después de tener sexo por casi dos horas, nos bañamos juntas luego nos organizamos y fuimos al restaurante del hotel, mientras Nora comía decidí caminar por el lugar y escuché hablar a unos chicos de una discoteca donde había ver una noche sin cédula. Como según los chicos la discoteca era una de las mejores regrese donde Nora para preguntarle sí quería ir.




Nora.


Como siempre había querido ir a una discoteca acepte, y luego de terminar mi comida regresamos a la habitación, Bibiana cuando iba a ponerme el atuendo que había escogido me cogió por la cintura y empezó a besarme apasionadamente, aunque quería tener relaciones opte por rechazarla porque no sabía sí tanto sexo podía ser perjudicial para el bebé. Mientras estábamos haciendo la fila para entrar a la discoteca notamos que muchos vampiros nos miraban.


Cuando por fin iba hacer nuestro turno de entrar el portero nos hizo esperar donde no estorbáramos  luego nos tomo una foto, Bibiana estaba convencida de que ella no había salido porque estaba invisible pero el portero dijo que la cámara de su celular era de las pocas que podía tomarle fotos a fantasmas aunque no estuvieran visibles.