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Fuego.

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si este capítulo no llega a 50 votos no actualizo hasta el año siguiente y los q me conocen saben q hablo enserio 😾😾😾

ahora sí, a disfrutar cochinonas 😽

—¡Oh Dios!

Un gemido masculino resuena con fuerza en su oído, la chica respira hondo para no soltarle un puñetazo.

—Ah joder, eres impresionante Mina.

La mencionada hace una mueca de disgusto y pone los ojos en blanco, el chico se quita de encima suyo y se recuesta a su lado pasándole el brazo por la cadera para pegarla a su cuerpo.

—Que lastima que no pueda decir lo mismo de ti, realmente crei que durarías mas de cinco jodidos minutos.

—No es mi culpa, eres divina.

La chica suspira, esta decepcionada. ¿Realmente rechazo salir de fiesta con sus amigas por un polvo como este?

—Dame unos minutos para recompornerme y podemos hacerlo otra vez, lindura.

El asco que navega por Nayeon es infinito. ¿Esperar diez minutos para obtener otros cinco de "alegría"? No, gracias.

Se levanta enojada y comienza a buscar su ropa esparcida por la habitación, ignorando las llamadas e intentos del muchacho por hacer que se quede. Una vez tiene su vestido puesto le manda un mensaje a Tzuyu preguntándole dónde está, después de esta noche horrenda de sexo mal hecho necesita mas que nunca alcohol en sus venas.

—¿De verdad no te quedaras?

—No, fijate que no me interesa tener otra ronda de ti gritando como vaca en mi oído y de tu precocidad. Literalmente no me vine y eso es por ti, así que no. Jodete—Responde con rapidez y le saca el dedo medio, sonriendo de forma provocativa al ver un fuego arder en esos ojos antes de salir del cuarto.

Su celular emite un sonido específico, Mina se lo lleva a la oreja inmediatamente.

—Dejame adivinar, el pobre terminó demasiado rápido...

La chica hace un puchero mientras camina por el pasillo en busca del elevador.

—¡Cinco estúpidos minutos, Tzu! Sabes que para mi esos son como segundos.

Escucha su reír y se enfada aún más—Realmente estas loca, eso es la media para ellos. No puedes pedirles más que eso.

—Debí haber sido lesbiana, nosotras no nos venimos con una simple estocada.

—Sí, te pierdes de muchas maravillas de hecho. Una mujer sabe cómo complacer a otra o al menos tiene una buena idea de ello, es algo casi natural. Deberías intentarlo.

—No necesito que me restriegues que Dahyun y tu tienen un genial sexo, gracias.

Se mete entre las puertas y pulsa el botón uno, esperando pacientemente a que pueda bajar para irse de ahí.

Encima que le había dado un baile aburrido, vivía en el piso doce y a una hora de su casa. Sin duda, lo que hace la calentura.

—Solo digo...aunque sí, definitivamente nos complacemos por mas de cinco minutos.

—Ugh, te odio tanto.

—Le dire a mi chofer que vaya por ti y te traiga, ¿vale? Mandame tu ubicación.


—¡Vamos Yeonnie, ven con nosotras!

La joven niega con la cabeza, con sus ojos aún fijos en su computadora.

Jeongyeon frunce su ceño—¿Por qué no? ¿Cual es tu excusa?

—Tengo que estudiar para los exámenes.

—Faltan mas de dos meses para eso—Dice Jihyo.

Yoo vuelve a tomar la palabra—Y eso se hace un día antes si lo previenes mucho, normalmente se estudia la misma mañana que lo tendrás.

Nayeon gira su cabeza con una expresión que dice: “No lo puedo creer”—No me extraña que pases con sietes entonces.

—¡Oye! El siete es la mejor nota, no eres un nerd pero tampoco un tonto, definitivamente sigues siendo sexy con esa calificación.

Las dos restantes ruedan los ojos.

—Okey, no pasa nada si empiezas a repasar mañana ¿cierto? No es el fin del mundo.

Nayeon tarda en responder—Mi mamá no me da permiso.

—Ya le preguntamos y nos dijo que no había un solo problema siempre y cuando te regresaramos a casa a las dos—Vuelve a responder la de cabello corto.

—Estoy enferma.

—¿Sí? ¿De qué?

—Tengo gripa.

—Yo te veo muy bien.

—Eso es porque no eres una doctora.

Antes de que Jeongyeon le de un manotazo, Jihyo se mete entre las dos, señalando con su dedo a la nerd.

—Vas a salir con nosotras, te guste o no. Ahora levántate de ahí, ire a ver que desgracias ocultas en tu ropero

Jeongyeon sonríe ante la idea y camina junto a su amiga, comenzando a despotricar sus prendas incluso antes de haberlas visto.

La chica deja salir el aire contenido y se avienta a su cama, definitivamente iba a ser una noche larga.

Con el pasar de los minutos Nayeon solo puede ver desde su cama como esas dos serpientes sacan su sagrada ropa y la van tirando hacia un lugar en específico, derecha para No está tan tan tan tan mal, izquierda para Quemar y el centro como posiblemente (la última esperanza)

Está de más decir que definitivamente las dos primeras pilas eran enormes y en la última habían solo diez prendas.

Además de los comentarios de Jeongyeon y Jihyo que tampoco fueron muy amables: “¿Cómo es posible que alguien se coloque esto sin una amenaza de muerte?" “¿Por qué todo es jodido negro?” “Esto es una falta de respeto a la moda” “Estoy a nada de ponerme a llorar, te lo juro” Etcétera, etcétera.

Y cuando acabo toda la ropa en las pilas sus amigas decidieron que nada de eso era lo suficiente bueno para irse de tragos esa noche, por lo que acordaron ir a casa de Jihyo que era la más cercana y la de mejor gustó.

—¿Quién levantará el desorden?—Pregunto con un dejé de tristeza.

Jeongyeon aclamó—Pues tú, ¿quién más?

La cabeza ya le comenzaba a doler.

Las tres se montaron en el auto de Nayeon (sí, a pesar de ir casi obligada también tenía que conducir) y fueron llenando los silencios a base de canciones cantadas en un mal inglés (de parte de la primera y segunda mayor) y uno regular de Jihyo, además de una dosis de chismes que involucraban a personas que Im no había ni conocido pero las otras dos sí.

En cuanto llegaron al hogar Park, las recibió cálidamente la hermana menor y su novia besandose salvajemente en el sofá y hay que aclarar que no se veían las cuatro manos, ya que una estaba perdida en la ropa interior de SooJin.

—Genial, hasta está cria de quince años tiene pareja y yo no y eso que ya soy adulta—Jeongyeon se quejó mientras el dúo aún seguían viéndolas sorprendidas.

—Eso es por tu horrible actitud. Nadie en su sano juicio querría estar cerca de ti—Le respondio Nayeon con una sonrisa divertida.

Jihyo quien por fin salió de shock parpadeo y su pecho se comenzó a inflar.

—Oh oh, debemos salir de aqui—Nayeon tomo la mano de Yoo y la arrastró para subir hasta la habitación de su amiga, pero la chica se quedó quieta en el barandal donde tenía una vista perfecta de lo que estaba sucediendo—¿Qué haces?

Jeongyeon habló—¿No tienes ganas de ver cómo saldrá esto? Yo sí.

—Yo no.

—Vamos, Jihyo enojada es ardiente. No me niegues esto.

Nayeon se sonroja y vuelve a agarrar su extremidad, ahora con más fuerza—Deja de ser tan incómoda, maldición.

Jeongyeon forma un puchero mientras lo último que sus ojos ven es a Jihyo comenzar a gritar.

Una vez están seguras su amiga no la deja ni sentarse en la cama antes de llevarla hasta el gigante ropero de Park, comenzado a pasar sus manos por las telas con rapidez mientras hace la clasificación en su mente. También aprovecha para usar a Nayeon como perchero humano.

Al cabo de unos minutos Jihyo hace su aparición, luce sonrojada y con el cabello levemente desordenado por lo que Jeongyeon se muerde el labio y Nayeon niega con la cabeza pidiendole paciencia al señor.

—¿Y bien? ¿Que tal el veredicto?

La chica suspira—No podrá estar su novia cuando no haya un adulto en casa y deberá cumplir con la regla de puertas abiertas todo el tiempo, además de estar castigada por dos semanas.

Jeongyeon se ríe—Eso no la parará.

Jihyo la imita—Lo sé pero al menos será más decente—Se dirige al espejo que descansa a un costado de Yoo, arreglando su imagen vuelve a hablar—Veo que ya le conseguiste algo, muy buenas elecciones por cierto.

—Ya lo sé, ¿hay algo que no haga bien?

—Existir por ejemplo.

La mandíbula de Jeongyeon se tensa mientras le da un empujon a Nayeon—Anda ya, vete a cambiar que me estás poniendo de un humor de perros.

Ella asiente con una sonrisa divertida en el rostro.

—De verdad Jihyo, hay que entrar a su casa e incendiar toda su ropa.

La mencionada asiente—¿Verdad que sí? O darle un buen golpe en la cabeza para ver si se le reinicia el Windows.

Ambas rien.


—La señorita Chou se encuentra en la zona vip señorita Myoui, ¿gusta que la acompañe?

Mina niega con cabeza y le da un apretón a su hombro—Gracias Yujin, no hace falta. Me se el camino.

—Bien, estaré aquí a su disposición.

La chica le regala una sonrisa.

La relación con aquel hombre era por mucho la mejor relación que había compartido con alguien de ese género, lleva trabajando para la familia Chou desde que la misma se comía los mocos por lo que habían desarrollado una especial de amistad con el pasar de los años. Él era fuerte y alto por lo que imponía bastante además de siempre cargar con un rostro serio y elegante, todos se lo pensaban antes de meterte con las amigas por la constante amenaza que significa Yujin. Pero los que lo conocían sabían que era una masa adorable que amaba dar abrazos, lo cual encantó a las dos muchachas desde que lo conocieron.

Mina sale del auto y se encamina a la entrada del club, mostrando sus dientes de forma burlona a la fila que espera entrar cuando el cadenero le quita la cadena y la deja pasar sin dudarlo un solo segundo.

Una vez dentro no pierde el tiempo y se dirige hasta el fondo, dónde otro cadenero le permite la entrada con solo verla. La diferencia que hay entre las dos zonas del lugar es abismal, mientras que en la común y corriente no había un jodido espacio y todos estaban juntos como sardinas en la otra había un DJ en persona y una barra aún más grande con más liquores en ella, también había luces neón y el ambiente en sí era muchísimo mejor.

Termina por encontrar a sus amigas en una de las mesas lejanas al escenario.

—Buenas noches señoritas—Dice con alegría hacia sus compañeras.

—Llego la mal follada, ven. Te espera toda esta línea de shots para olvidar el mal rato.

Mina se inclina sobre la mesa y llena de besos el rostro de su amiga—¡Eres un sol Dahyunnie!

Tzuyu le empuja juguetonamente—Basta que me pongo territorial.

La mayor soncarrona—Continuamos en cuando se vaya a mear ¿vale?

Dahyun asiente y deja salir un gemido cuando Tzuyu le aprieta con fuerza la cadera—Siguele y vas a ver cómo te va a ir, ni te vas a poder levantar.

—Bueno ya basta, no coman pan delante de los pobres—Dice tomando el vaso—Un brindis, porque encuentre a alguien que me satisfaga sexualmente y que me quiera aunque lo último es opcional.

Las amigas rien y le dan un sorbo a sus tragos, la pareja haciendo una mueca ante el alcohol bajando por sus gargantas mientras que Mina ya está chupando un limón para tomar de nuevo.

Myoui no tarda nada en acabarse aquella fila de cinco shots, entrando en calor con rapidez y quitando a Dahyun del regazo de su novia para llevársela a la pista de baile. El DJ merecía un aumento por la excelente mezcla que hacía, definitivamente era extranjero porque no dejaba de colocar reggaeton y un poco de pop. Mina se adueña del lugar con orgullo, su cuerpo moviéndose al ritmo de la canción y dominando cada jodida parte de su cuerpo para hacer un baile hipnotizante.

Cuando las dos han bailado por diez minutos seguidos deciden que necesitan más alcohol, por lo que se encaminan a la barra solo para encontrarse con Tzuyu ya ofreciéndoles dos vasos.

—Como si no las conociera desde hace catorce años—Dijo con una sonrisa.

Ambas aceptan la bebida con alegría y se devuelven a su mesa, dónde charlan un poco pero las cosas se vuelven entre calientes e incómodas cuando Dahyun le roba un beso cadente y sucio a su novia, ya harta de las miraditas que una chica le da.

Mina debe estar enferma, pero siente una punzada en su centro al ver cómo la lengua de Tzuyu se introduce en la boca ajena y Kim mueve sus caderas sobre su chica.

Suficiente, debe ir a darse una vuelta para ver si encuentra alguien capaz y hábil para pasar el rato. Básicamente la conocida “Putivuelta”.

Ni siquiera se molesta en avisarle a las tortolas, sabe que están interesadas en ellas mismas.

Se levanta y comienza a caminar alrededor del piso.

Después de buscar por algunos minutos se rinde y sabe que ahí no encontrará nada, por lo que como su última opción sale del vip y se acerca a la barra para beber una copa más en lo que encuentra algo entre el mar de gente.


Nayeon no creyó que tener el outfit adecuado sería tan difícil.

A las chicas nada les agradaba. O no combinaba o era muy soso o muy brillante.

Tardaron treinta minutos en elegir algo, después de quince cambios de ropa y cientos de conjuntos mezclados Nayeon vestía un pantalón negro suelto, un top rojo pegado a su cuerpo y una chamarra de cuero para darle un toque más rudo.

El trío termino por salir una hora después de lo previsto, y cuando llegaron al club el maldito contacto de Jeongyeon no le respondía por lo que no podian adrentarse al club y tuvieron que formarse como los demás.

En medio del frío y quejas de las personas a Nayeon sinceramente ya se le habían quitado las pocas ganas de beber, sin embargo justo cuando estaba apunto de pedir que se fueran YuQi vino al rescate, dejándolas entrar sin importarle la lluvia de groserías que le gritaron.

Jihyo fue por las primeras bebidas y después de tomarlas fueron directo a danzar, no había tanto espacio pero hallaron un lugar cerca a la barra. Las tres se estaban divirtiendo y para sorpresa de las dos menores, Im le ordenó a Jeongyeon que fuera por otra ronda de tragos.

Jihyo apoyo la noción y a Yoo no le quedó de otra apesar de negarse en repetidas veces.

Se acercó al barman y rogo por su atención prácticamente, después de un minuto entero él la vió y pidió lo primero que se le ocurrió. Vodka. Dulce y peligroso Vodka.

Justo cuando iba a pagar por sus bebidas una tarjeta negra se lo impidió, una extraña de piel blanca, cachetes rellenos y dientes de conejo pago por sus tragos.

Se quedó ahí, levemente incómoda. ¿Que se supone que tenía que hacer?

—Gracias amiga pero no es necesario, déjame pagartelo.

La muchacha se negó—No es necesario, de hecho te quería invitar a ti y a tus amigas al vip.

Jeongyeon frunció su ceño—¿A cambio de...?

—¡De nada! Las invito porque se ven divertidas y-

—No me veas la cara, ¿a cuál de las tres te quieres comer?

Las mejillas se le tornan rojas—Bueno...uh, la de cuero.

La sonrisa que se le sale es enorme, finalmente su amiga virgen la pondrá y será gracias a ella.

—Claro, solo iré a comentarselos rápido.

La chica asiente, Jeongyeon se da la vuelta y camina hacia sus amigas.

Jihyo junta sus cejas al verla llegar como las manos vacías—¿Y mi shot?

Yoo la ignora y se dirige hacia la restante—Te quieren meter la lengua en la garganta, hermana. ¿Aceptas o qué?

—¿Qué?

Dice asombrada.

—Esa de ahí, la de pelo rojo me dijo que nos invita a su privado a cambio de que le metas mano.

—¡Jeongyeon!—Jihyo la reprende.

—Un chascarrillo, solo quiere un besito—Lleva su mano a su hombro para darle una caricia—Dale perra, ¿sabes cuántas veces he querido estar con la clase alta?

—¿Si tanto quieres estar ahí por qué no te la besas tu?—Responde Jihyo al notar que Nayeon sigue en shock.

Yoo sonríe engreída—No pidió mis servicios, quiere a está inmaculada.

—¿Sabes que no tienes que hacerlo si no quieres, verdad? No pasa nada si te niegas—Jihyo le habla en el oido a la mayor para hacerla despertar.

—Seguro, solo te dejare de hablar por desperdiciar la oportunidad...

La menor le da una mirada a Yoo y está alza las manos un poco nerviosa por el fuego en esos ojos oscuros—Solo bromeó, estaremos bien.

Nayeon la vuelve a ver y Mina le regala una sonrisa.

—Pero dale hermana, ¿quieres o no? para irle a pagar los drinks entonces.

Las toma por sorpresa cuando Nayeon responde un tímido “Sí”

Jihyo le vuelve a cuestionar si está segura de hacerlo, Jeongyeon le dice que no se meta y finalmente se aleja en busca de aquella pelirroja.

—Aceptamos la oferta—Le extiende la mano, Mina rie y estrecha palmas.

Rápidamente llama la atención de un mesero y le ordena llevar la ronda de tragos al vip, Jeongyeon mira asombrada como todos parecen seguir sus pedidos de forma inmediata.

—¿Vamos?

Yoo asiente y la sigue por detrás, dejando salir un chillido cuando Mina toma la mano de Nayeon y la guía hacia el cadenero.

—¡Estamos en las grandes ligas Jihyo!


Al entrar Mina las llevo hacia la mesa que ya estaba vacía, busca con rapidez a sus amigas y encuentra a Dahyun bailando con alguien más y a Tzuyu viéndola desde la barra.

Definitivamente no podrá caminar.

—Sientense, ¿quieren otro trago? Puedo pedir la botella perfectamente si así lo quieren.

Las mujeres abren los ojos, no esperando tanta amabilidad de su parte. Jeongyeon voltea a ver a Nayeon y le da una mirada que es como “Tratala bien o te mato”

—La botella está mejor—Dice rápidamente, arrebatándole la palabra a Jihyo.

Mina asiente y se levanta.

—¡Nayeon, te la comes bien o de verdad te dejo de querer!

—¡No le hagas caso Nayeonnie, tu a tu ritmo!

La mencionada dirige sus ojos de forma nerviosa a la pelirroja que charla con la mujer que atiende.

—Mira, es entendible que estés así ¿vale? Solo haz lo que yo hago, empuja tu lengua en su garganta y ya.

Jihyo niega—¿Estás loca? ¡Con eso solo la espantara!

—Negativo, eso funciona en casa ocasión.

—¿De verdad?—Dice irónicamente.

Sin embargo, se le pone rojo el rostro con la respuesta de su amiga—¿Qué? ¿Quieres probar?

Agradece cuando Mina se vuelve a sentar con el licor ya en su mano, no sabría que responder a eso.

—Me tome la molestia de comprar algo más, no me lo tomen a mal pero ese vodka no me gusta a mi.

Yoo niega con la cabeza—No te preocupes, nos arreglamos con lo que sea. ¡Yo sirvo!

Mientras Jeongyeon sirve y Jihyo la ayuda, Mina rápidamente se voltea en dirección a esa muchacha callada que llamo su atención.

Suaviza su tono de voz y lo hace más ronco cuando se inclina levemente y le habla en el oido—¿Cuál es tu nombre, dulzura?

La chica levanta su cabeza y a Mina le cuesta no aventarsele ahí mismo. Es más preciosa de cerca.

—Soy Nayeon.

—Mmm...Nayeon—Saborea el nombre en sus labios, sonríe después—Que bonito. Yo soy Mina.

—¡Salud por...uhm...la que invito la botella!

Cada una agarra el caballito y lo ingiere.

Para Nayeon y Mina la noche apenas acaba de comenzar.


Nayeon no sabe en qué momento todo cambio tan drásticamente.

Estaba bebiendo con sus amigas y Mina, después llegaron unas conocidas de su ligue y comenzaron a jugar BeerPong. Terminando con Jeongyeon y Jihyo bastante entonadas y muy enfocadas en lo suyo, por lo que no se dieron cuenta cuando los labios de Mina dejaron de moverse para comenzar a depositar besos por la piel salada de Im.

Comenzando con su mejilla (según para llamar su atención) para pasar a su mandíbula y terminar en su cuello.

A Nayeon se le escaparon bastantes gemidos que solo hacían a Mina bajar más.

—¡E-Espera!

La nipona se detiene—¿Qué pasa?

—Mis amigas estan aquí...—Susurra tensa.

Mina hace expresión confundida—¿Y? Las mias
también.

Nayeon niega con un sonrojo evidente—No lo entiendes...me da pena.

Myoui la mira fijamente y una risa linda sale de su pecho, lleva su mano a los labios regordetes y los aprieta sin fuerza—Eres tan linda, tan inocente—No pierde tiempo y se atreve a cortar la brecha, cambiando su dedo por sus propios belfos.

Se unen en un beso exquisito, el sabor a Vodka de Nayeon y toque a limón de Mina hacen de la experiencia algo inolvidable.

Es obvio que Mina lidera el movimiento y le gusta tanto que mueve sus dígitos para adentrarse a la piel que su top esconde.

—¿Deberíamos ir a un lugar más privado para que te sientas mejor?

Solo eso quiere Mina, que Nayeon se sienta agusto...y también estar a solas con ella pero eso no tenía nada que ver con la propuesta.

Nayeon sigue con la mirada fija en sus labios cuando simplemente murmura que sí.

A Mina se le calienta el pecho, toma dos vasitos y un limón con una mano y le extiende la otra a la coreana—No te preocupes por ellas, Tzuyu las cuidará ¿sí?

Nayeon asiente y ambas se alejan, Mina la lleva a lo que parece ser una habitación privada pues es una puerta que está lejos de los verdaderos servicios. Además, hay un guardia cuidando la puerta.

—Que nadie nos moleste, ¿entendido? Solo emergencias o Tzuyu y Dahyun.

El guardia se quita y las deja pasar.

Mina cierra la puerta después de que ambas entren.

Hay un sillón negro, un gran espejo y un baño privado.

—Ven aquí—Su dedo se mueve, invitandola a sentarse junto a ella.

Nayeon traga saliva, la escena frente a ella es imponente.

Mina está ahí con el labial un poco manchado, su vestido rojo definitivamente subido pues le muestra su ropa interior de encaje del mismo color y sus ojos llamativos con algo que Nayeon no logra decifrar.

Deseo, querer, no lo sabe pero la llama.

La coreana se acerca a paso lento, sin buscarlo volviendo loca a Mina. En cuanto sus rodillas se rozan, las manos delgadas se afirman en sus caderas y la hace sentarse en su regazo.

—Eres tan obediente, que placer.

Sus labios son robados y para gusto de la nipona, Nayeon deja salir un jadeo de sorpresa por lo que su lengua curiosa se introduce en su cavidad bucal, sintiendo como su centro comienza a humedecerse al sentir como ella abre más la boca, se entrega totalmente y eso la pone muy caliente.

Las manos inquietas de Mina se dirigen hacia su culo, apretando la carne entre sus dedos mientras que la acerca aún más a ella. Necesita sentirla, como si estuvieran pegadas. Nayeon dirige sus palmas al cuello ajeno, recordando una anécdota contada por Jeongyeon decide probar algo nuevo. Cierra la distancia poco a poco, dejando que el aire no pase de forma correcta y sonriendo ante el gemido que la recibe.

Mina bastante sorprendida por la acción se aleja momentáneamente, no lo esperaba, no cuando Nayeon luce tan inocente y tampoco esperaba que una punzada le hiciera saber que necesitaba ayuda ahí abajo.

No puede decir nada porque los labios hambrientos de la coreana vuelven a pegarse a los suyos, los besos que comparten son cada vez más salvajes e imperfectos, las mordidas ocasionale y los movimientos en busca de placer son impedimento para tener un beso normal.

—Dios, me tienes tan mojada...—Susurra viendo cómo la pupila de aquellos ojos se ve más que el mismo color café—Cogeme Nayeon, fuerte y duro. Lo necesito tanto.

Hay que entender la situación.

Nayeon cuando prácticamente la obligaron a salir no creyó que fuera a suceder algo así, lo veía sumamente lejano, de hecho, ni siquiera lo había pensando.

Ahora tiene a una mujer atractiva como el infierno pidiéndole sexo y está tan decidida a dárselo, pero no puede. No por no querer, sino porque su polla es algo no común en el cuerpo de una chica y no quiere espantar a la muchacha. Se obliga a calmarse y decide mejor darle un buen trabajo oral.

Nayeon le propina una mordida en el labio antes de quitarse de encima de ella para dejarse caer en sus rodillas y poner sus manos en los muslos de la otra.

—¿Me dejas quitarte esto?—Su mano se mete adentro de su vestido y toca su clítoris sobre su braga.

Mina respira pesadamente mientras asiente—Sí, joder, sí.

La chica levanta sus caderas para que la ropa interior pueda salir de la ecuación y sube también su vestido para darle más acceso a la joven.

—Cómeme Nayeon.

Pide con un jadeo de por medio.

La coreana no la deja de ver, sus ojos fijos en ella mientras su lengua se desliza arriba y abajo sobre sus pliegues. Poniendo una mano sobre su bulto para darle un apretón, necesita calmarse si no quiere que Mina lo note.

Mina emite un gemido a la vez que su mano cae sobre los cabellos negros de su acompañante, acercando aún más a la coreana a su vulva.

Nayeon no se queja, acepta gustosa. Sus labios se cierran sobre su clítoris y succiona muy despacio, adorando el sonido que sale de la nipona. Su mano restante se mueve sobre la cara interna de la pierna derecha, moviéndose con lentitud por toda su extensión y a punto de llegar a su núcleo Nayeon se separa y hace caso omiso a las quejas de la chica.

Su dedo sube hasta la boca suya—Chupa.

Las mejillas de Mina se sonrojan con locura cuando escucha la orden, sus belfos se enredan en el dígito y deja que su lengua cálida lo llene de saliva, amando la expresión de gozo en la cara de la mujer.

Nayeon solo se puede imaginar esa lengua en su polla, quien ya está bastante alegre.

En cuanto Mina deja libre su mano vuelve a su trabajo inicial, su músculo se mueve con eficacia sobre el botón hinchado y mojado mientras que introduce su dedo, dejando salir un gemido de gusto que envidia vibraciones deliciosas a Mina.

—Más, Nayeon, dame otro más.

La mencionada lleva su dedo índice hacia donde se lo pidieron y arqueandolos hacia arriba se llena de orgullo cuando Mina grita y se mueve hacia adelante con velocidad. Tocando su punto dulce y dándole una buena mamada sabe que no falta mucho para que pueda saborear su orgasmo.

Mina comienza a cerrar sus muslos sin querer, Nayeon gruñe en respuesta y deja su falo para llevar su mano hacia la pierna ajena, tomandola con fuerza y empujando para seguir teniendo un buen acceso.

Sus dedos embisten y su lengua no le da ni un descanso, una presión ya olvidada comienza aparecer en la boca de su vientre. Mina quiere llorar, hacia tanto que no tenía un jodido orgasmo y Nayeon con su lengua mágica se lo estaba dando.

—Ahí, si, Dios, ahí.

Sus gemidos son cada vez más constantes y su mano tiene el cabello de la otra en un puño, jalandola lo más cerca posible a su centro.

Sus sentidos se descontrolan cuando Nayeon de alguna forma se separa y sopla sobre su maltratado clítoris.

—Sigue, porfavor, no pares.

Nayeon vuelve acatar la orden, sintiendo a su pene dar una sacudida al notar como las paredes de Mina comienzan a estrangular sus dedos.

—Estoy tan cerca, ¡Oh!

Lo saborea, el orgasmo está a unos cuantos segundos.

Pero es interrumpida.

Un fuerte sonido y de pronto los gritos que reconoce como los de Dahyun.

—¡Mina! ¡Hay un incendio! ¡Sal ahora!

Maldición.

Quiere ser egoísta y mantener aquella hábil lengua dándole placer y después morir quemadas pero satisfechas. Pero no lo hace, con un sonido que solo se parece a una bestia enojada empuja sin fuerza a Nayeon y se levanta, extendiendole la mano y saliendo del lugar.

Cuando deja la comodidad de su habitación privada la recibe una Dahyun preocupada.

—¿Dónde está Tzuyu?

—Fue por Jihyo y Jeongyeon.

—¡Largo, ahora!—Una voz masculina las interrumpe, Yujin está ahí y les señala la salida de emergencia.

Mina toma el brazo de su amiga para salir corriendo de ahí, no nota que Nayeon no la siguió, muy ocupada en buscar a sus propias amigas.

Por lo que ambas se pierden, entre la multitud alborotada y los guardias que buscan resguardiar a unos cuantos.

Lo último que sabe de Nayeon es que es definitivamente la persona que casi le hace tener un anhelado orgasmo después de dos jodidos meses.

t amo karol g este capítulo salió gracias a tus canciones 😻😻

ok pero fuera d broma oki doki y qlona fueron la inspiración de este cap

al final m valió su votación JAJAJAJ PERDÓN

decidí mina top y nayeon gip y m vale vrg si no soportan

besos en la cola, vayan a leer goma d mascar <3

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