Fantasía 9
—¡Jimin! —Gritó su mamá.
—¡¿Si?! —Respondió Jimin.
—¡Ve por una soda para la comida!
—Aish, que flojera... ¡Ya voooy!
Bajó las escaleras, agarró el dinero y salió rumbo la tienda. Era un bonito día... Perfecto para verlo desde casa, si...
(...)
Jimin iba caminando por la acera del parque mientras escuchaba música con sus audífonos puestos.
Tarareaba la canción mientras veía los enormes árboles verdes del parque, el aire se sentía fresco.
Vió un puesto de helados ¡Wu! Hizo fila en aquel puesto.
—Uno de chocolate por favor.
—¿De 15 o 20?
—De 20 por favor.
Ya con su helado en la mano, siguió su camino, veía personas pasear sus mascotas... Después sacaría a pasear su perrito, si.
Al cruzar la calle, de pronto inició su canción favorita.
—Dios, si.
Cerró los ojos y sintió aquella melodía tan amada por el.
Se distrajo tanto que no vió que un carro venía dirección hacia el.
Sólo sintió como era jalado bruscamente del brazo ocasionando que su helado se cayera al pavimento.
Refugiado en aquellos brazos desconocidos, sintió el aire al pasar a toda velocidad de un auto. Rápidamente se quitó los audífonos y lo observó.
—Tienes que tener mucho cuidado, presta atención a tu alrededor. —Le habló por primera vez ese chico.
—L-Lo siento y... Gracias —Suspiró y sintió unas ganas de llorar. Y... Empezó a llorar.
—¡No! No llores —Se alarmó el chico —Eh y-yo... Te compraré otro helado, si, ya que se te cayó el tuyo...
—¿En serio? —Sollozó.
—Si lindo, l-lindo día ¿No? —Rió nervioso.
—Ahm si... Lo siento...
—No te disculpes, ¿Si? Ahora déjame llevarte a una heladería.
Jimin se sonrojo ante la sonrisa de ese chico.
—Me llamo Jimin.
—Bien Jimin, soy Yoongi, ahora andando.
Caminaron de regreso por la acera, y Jimin observó de nuevo el paisaje.
Mientras Yoongi lo observaba a el, era lindo, hace unos momentos se asustó al ver como un carro se acercaba a gran velocidad y como aquel chico cruzaba la calle sin darse cuenta del auto.
Fijó su vista de nuevo hacia alfrente.
—Ahm aquí está el puesto —Habló Jimin.
—Oh no, iremos a otro.
—¿Por qué?
—Porque quiero conocerte, Jimin.
—Aqui está el cambio, bonito —Le dijo la señora.
—Oh si, gracias.
Algún día le gustaría ir por un helado con Yoongi, pero por ahora tendrá que conformarse con los halagos de la doña de la tienda.
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