Jimin se despertó por frío, así que se dirigió a su ventana para cerrarla, era una noche fría y oscura...

Se quedó viendo unos segundos el exterior, observando cómo el sonido de las hojas de los árboles moviéndose era lo único que se escuchaba.

(...)

Mala, mala, mala... ¡Mala idea!

Ni el sabe porque salió de su hogar tan tarde, sólo quería algo de la tienda pero ¡Oh vaya! Estaba cerrada, genial. Caminó para nada, y para acabarla salió tan solo con una sudadera y unos shorts.

—Maldita sea... —Se puso la gorra de la sudadera color negro y siguió caminando un poco lento, ya que en esa semana había tenido un accidente y se lastimó el cuello teniendo como consecuencia tener que usar un estúpido y molesto collarín.

Iba quejándose mentalmente cuando de repente escuchó como una rama quebrarse, se paró en seco e inmediatamente dijo;

—Esta noche no salgo virgen —Y ahora con miedo comenzó a caminar de forma un poco másas rápida a la de antes.

Ahora se escuchaban pisadas detrás de él.

—Rayos... ¿Por qué no me traje suficiente dinero? Ahora tendré que dar mi cuerpecito... —Lloriqueó bajito y susurrando.

—Hey... —Habló una voz ronca.

Jimin se hizo oídos sordos y siguió caminando.

—Oye pequeño, tranquilo, se huele tu miedo... —No quería voltear... Le daria más miedo.

—¿Q-Qué quieres? —Ya se había detenido pero seguía con la mirada alfrente.

—No pienso robarte si eso piensas...

Jimin ahogó un grito mientras llevaba sus manos su pecho.

—¡No! Tampoco te voy a...ya sabes... Eso —Se rascó la nuca nervioso.

—¿Que q-quieres entonces?

—Mira, no quiero asustarte... Bueno ya lo hice, pero necesito... Necesito... Alimentarme...

—¿Q-Qu–

Jimin sintió como era bruscamente volteado a medias y echaban su cabeza levemente hacia un lado -quitándole la gorra- con una mano en su cabello y otra en su hombro.

—¡¡¡AAAHHH!!!

Ese hombre con voz gruesa le estaba mordiendo... El collarín.

—¿Q-Que?... Traes un... Un collarín... —Se alejó el hombre y Jimin al ver los colmillos se quedó paralizado.

¡Era un fucking vampiro!

—E-Eres... Un....

—Si, si, shh...

—¡Trataste de morderme!

—Si pero... El collarín te salvó ¿Eh?

—...

—...

—...

—Vale, lo siento yo– se distrajo volteando y no vió cuando el chico había agarrado un pedazo de rama para golpearlo pero antes de que pudiera golpearlo, usando uno de sus dones lo detuvo.

—¿Q-Q-Que es...?

—Mi don es paralizar...—Subió la mirada hacia aquel chico con collarín y lo observó a los ojos sin pensarlo.

Y fue ahí cuando se perdió en ellos, observándolos como si fueran infinitos.

Jimin quedó maravillado secretamente por aquellos oscuros ojos.

El vampiro se distrajo tanto que no se dió cuenta cuando el chico pelinegro ya había dejado la rama de lado y ahora solo estaban paradas observándose.

—Agradezco a los cursos que te hayan puesto ese collarín...

—¿Eh?

—No me hubiera controlado sabes...

Jimin tan sólo te sonrojó y rió tímidamente mientras que el temible vapiro sonreía ladinamente.

Sería una gran noche.

(...)

Se quedó un buen rato viendo la oscuridad de la noche unos minutos y notó que la luz del cuarto de tu querido vecina estaba encendida, trató de ver más de cerca casi saliendo de su ventana hasta que casi resbala y sin querer deja escapar un grito.

—Oh m-mierda...

—¿Estás bien?

Levantó la vista y lo encontró a él con una mirada preocupada.

—Eh si... Yo... Buenas noches —Y gran velocidad, cerró su ventana y se acostó para dormir y así poder olvidar lo vergonzoso que fue eso.