—Aish ¿Otra vez fregando con lo mismo Taehyung? —Exclamaba hastiado Jimin.

—Pero es que... Es verdad.

—No es cierto mira bie–

Jimin se vió en el espejo y se analizó unos segundos, uff su amigo tenía razón, ya necesita otro tinte. Se le está empezando ver la raíz pelinegra.

—Rayos.

—Buueenooo, ya que te diste cuenta... —Jugaba Taehyung—Podemos ir a que te cambies el cabello... Bueno no el cabello pero si el color.

—Si tu pagas por mí está perfecto—Suspiró.

—Ay, bueno, anda vamos.

Y salieron rumbo a un salón.

(...)

—Con este color te vas a ver di-vi-no, eh, créeme —Le decía aquella persona mientras le tocaba la cabeza y lo analizaba moviendo su cabeza hacia diferentes lados.

—Tae...

—¿Si?

—¿Tu no te harás nada?

—Nah, estoy bien así—Se sentó en uno de los sillones para esperar a su amigo y agarró una revista de moda de la mesa de alfrente.

(...)

—¡Listo! ¡Divino! —Gritó el hombre.

—Ow Jimin te ves...

—¿Q-Que? —Estaba preocupado, pues no le dijeron de que color sería.

Volteó al espejo y casi se desmaya al verse.

—¡Es rosado!

—¡Sii! —Gritaron al unisono Taehyung y el hombre.

—¡Kim Taehyung!

—¡Park Jimin!

(...)

Jimin se sentía molesto y un poco avergonzado con su cabello. Tenía que admitir que no se veía mal pero eso no quita el hecho que era demasiado... Llamativo.

Iba por los pasillos y algunos de los estudiantes lo observaban, era incómodo, además, ¿Por qué lo miran demasiado si la mayoría de los alumnos también se tiñen el cabello? Hasta de arcoíris, y colores fluorescentes, de esos que brillan en la oscuridad.

—Debí traerme una gorra —Pensó en voz alta a la vez que sacaba sus libros y cuadernos correspondientes a sus clases, pero se sentía nervioso, aún no llegaba Taehyung y se sentía... Observado, como acosado aunque tampoco no tanto.

Cerró su casillero y cuando dió media vuelta, se encontró con un pecho. Levantó la vista y sintió sus piernas debilitarse.

—Oh.. perdón... —Habló aquel chico que provocaba serios problemas en el corazón a Jimin.

—D-Descuida —Demonios, ¿Por qué tartamudea?

—Eres...—Aclaró su garganta—Es un bonito color el de tu cabello.

Jimin gritaba internamente.

—Oh —Rió apenado llevando su vista al suelo—Gracias —Volvió a subir su vista y le sonrió.

—¡Jimin!

Volteó y ahí venía un apurado Taehyung con una camisa mal abotonada.

—Bueno, adiós. —Y se fue aquel chico. Jimin sólo veía su espalda mientras se alejaba cada vez más.

—Jimin... ¿Qué pasó? ¡Te habló y sigues vivo! —Sonrió.

—Le gusta mi cabello... ¡San Siwon! ¡Te amo Tae! —Y lo abrazó.

Taehyung después le sacaría provecho.