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Cita

-¡Pacifica, tengamos una cita!- Era habitual el grito enérgico de Mabel todas las mañanas en el desayuno.

Pacifica simplemente asistió con la cabeza. Ya llevaban un tiempo en Gravity Falls pero nunca tuvieron una cita decente en sus vacaciones, la única "cita" que realizaron fue cuando fueron al centro comercial con todos los hombres Pines, tuvieron que huir de la policia cuando Stan robo litros de Pitt Cola.

Sus mejillas rojas y su pequeña sonrisa indicaban que estaba feliz por la idea de estar a solas con la castaña.

-¿A dónde iremos? ¿A ver la remake de Grampa the kid?- Stan preguntó de la nada y la felicidad de Pacifica desapareció.

-Tío Stan...- Mabel estaba algo incomoda al comunicarle sus planes.- Tenía pensado salir con Pacifica... Solas...

-¿Qué? ¿Acaso tu solitario tío no puede ir con ustedes?- Stan con obvia tristeza fingida hizo que Mabel se sintiera algo culpable.- Yo solo quiero vigilar que no les pase nada malo... ¿Cierto, rubia?- Pacifica no paso de largo la tenue sonrisa maléfica de Stan, sintió un escalofrío.

-No se dejen manipular por este viejo.- Dipper habló dispuesto a salvar a su OTP.- Vayan a su cita, saquen muchas fotos y luego denmelas.

-Niño, consiguete una vida.- Stan lo golpeo con su diario.

-Es cierto, tío Stan. No sólo lo de Dipper, sino que también quiero pasar tiempo con Pacifica, hace mucho que no estamos en el pueblo. Solamente lo recorrimos... Tomadas de las manos.- La pareja se sonrojo al unisono al recordar ese grato momento.

-¿Y eso no es una cita?- Ford que permaneció callado por primera vez hablo.

-¡Fue una fanta..!- Mabel se calló cuando la mano de Pacifica tapo sin delicadeza su boca.

-¡No lamas mi mano!- La rubia gritó asqueada, alejando su mano de la boca y lengua contraria.

-¿Quieres que lama otra cosa?- La castaña hablo con tono jugueton.

-Hagan lo que quieran, me voy.- Stan se levanto de la mesa siendo seguido por un incomodo Ford. Dipper, en cambio, reía.

-¿Tienen alguna idea de lo quieren hacer?- El gemelo menor espero una respuesta.

-En el centro comercial estamos vetados por tres meses.- Mabel respondio como si nada.

-La piscina, ni hablar.- Pacifica no queria oir de cierto tritón.

-El campo de mini golf.- Propuso Dipper.- Las dos son muy buenas en eso.

-Suena bien.- Los recuerdos invadieron a Pacifica. La batalla con aquellos pequeños trolls que osaron atacarlas, el gran dúo que hizo con Mabel y la primera vez que sintio aquella calidez por la castaña.- Quiero ir.

-¡Campo de mini golf ahí vamos!- Mabel se levanto repentimante y al poco tiempo se desplomo en la silla mareada.- Me levante muy rapido...

-Primero desayuna.- indico la rubia.- No quiero destrozarte tan rapido en el campo.

-Oxigenada engreída.- Mabel sonrió cuando la ojiazul le dio un beso en la mejilla.

-Aún así me amas.- Pacifica sonrió contenta, ignorando el grito "¡Las shippeo!" de Dipper.

Una horas mas tarde, Pacifica ya estaba vestida con su uniforme profesional que consistia en una camiseta violeta y falda blanca con zapatos de igual color. Mabel tenia el mismo uniforme pero con camiseta rosa y zapatos negros.

-Que tiernas, van vestidas iguales.- Soos en su papel de "Señor Misterio" las alago.

-¡Sí! ¡Incluso tenemos los mismos palos!- Mabel mostró a los turistas los palos de mini golf de mismo modelo y marca.

-Basta, vamonos.- La rubia estaba apenada por los gritos, alagos y felicitaciones por parte de los clientes, eran demasiados. Mabel se despidió de ellos con las manos en alto y Pacifica solo les devolvio un pequeño saludo.

Se fueron en el auto de Stan (llaves robadas por Mabel), en donde Pacifica disimuladamente busco algún taco sorpresa, por desgracia no encontro nada.

Mabel, quien conducia, no noto la pequeña decepción de la rubia.

-¡Llegamos! ¡El campo de mini golf no ha cambiado en nada!- La castaña pego un grito alegre

-Vamos, te demostrare como lo hace un profesional.- Pacifica se olvido su desilución al ver tan feliz a la ojimarron.

La pareja era muy buena. No fallaron ninguna vez. Antes de que se dieran cuenta se volvio una competencia, habia una gran multitud que alentaba a alguna de las dos mujeres.

-Debo admitir que eres buena, aún con falta de practica.- Pacifica alago a su rival despues de que esta realizara un hoyo en uno.

-Y tu no has perdido la habilidad.- Mabel apunto con el palo de golf al molino.- Estamos empatadas. Definamoslo ahí.

-¿Con esos pequeños trolls? ¿No harán trampa?

-Me deben un favor asi que seran justos.- La castaña se puso en posición haciendo un perfecto tiro.- ¡Sí! Supera eso, nena.

-Te haré llorar.- La ojiazul se puso en posición. Mabel y el público quedaron mudos al ver el aura de elegancia, concentración y belleza que desprendia Pacifica. El tiro fue preciso y entró en el molino.

La multitud felicito a Mabel cuando vieron que la otra golfista fallo por unos milimetros.

-¡¿Qué?!- Pacifica tiro su palo al suelo enojada. ¡No podia haber perdido! Sin embargo, al ver a la castaña siendo acorralada por un grupo de gente felicitandola, decidio acercarse a ella siendo una buena perdedora.

Soltó un suspiro de resignación y orgullo herido e ignorando las palabras de consuelo de los demás camino rumbo a la mujer pero esta se alejó.

Pacifica confundida fue con ella a la parte trasera del molino. Mabel abrió la puerta y saludo a los Liliputienses.

-Saludos, gigantona ganadora.- Hablo su lider. -¿Qué se le ofre..?

-¿Porque hicieron que Pacifica perdiera?- La castaña preguntó con voz dura.

-¿Eh?- El Liliputiense sudo frío.- Porque le debiamos un favor...

-Es cierto... Pero debian ser justos... ¿O se les olvido?

-No, pero pensamos...

Para sorpresa de Pacifica, Mabel tomó al Liliputiense de su enorme cabeza y como si fuera una pelota de golf común y corriente, realizo un tiro con su palo.

-¡Pacifica!- La castaña la llamó con una sonrisa y le guiño un ojo.- Desempatamos?

Los siguientes minutos, las chicas jugaron con los Liliputienses provocandoles heridas graves, ni ellas, ni la multitud, se preocuparon por ellos.

-¡Paz, tiremos juntas!- Propuso Mabel poniendose detras de la rubia.

-Está bien.- Ambas sujetaron el mismo palo, abrazadas y realizando un perfecto hoyo en uno con el lider que proclamaba adolorido que se vengaría.

Salieron del mini golf riendo, siguiendo abrazadas, como cualquier tonta pareja feliz.

-¡Nos olvidamos de la hoja de puntuación!- Mabel se percato de ese detalle.- Ahora no sabremos quien gano.

-No importa. Me diverti mucho.- Pacifica le dedicó una sonrisa.

Mabel quedo petrificada al ver la sonrisa de la rubia, una sonrisa bella y sincera, sus ojos azules sonreían con ella y el pequeño sonrojo en sus mejillas le daban un aspecto adorable. No pudo resistirse y le dio un tierno beso en los labios.

-¿Y eso?- Pacifica seguía sonriendo ahora disfrutando la calida sensación de sus labios.

-Solo queria hacerlo, tienes una sonrisa muy bella.- Mabel contesto con dulzura.

-Oh...- Pacifica se apeno, no era la primera vez que se lo decian pero que se lo dijera la castaña era diferente.- Bueno, soy la chica más bella.- Volvio a sonreir pero esta vez de forma superior.

-Y engreída.- Otra vez la beso.

El beso se torno más apasionado, Mabel jugueteaba con la lengua de Pacifica que se dejaba hacer, acaricio un poco su cintura provocandole un delicioso escalofrío. La castaña mordia un poco su lengua y la chupaba de vez en cuando siempre dominandola. Terminaron cuando no tuvieron aire.

-Me gusto mucho...- Pacifica temblaba un poco y oculto su rostro en el hombro derecho de su novia.

-Y eso no es todo lo que tengo, love.- Mabel la aparto un poco, contemplando maravillada el rojo en el rostro de Pacifica y sus delicados labios entreabiertos, se dispuso a volver a besarla.

-Que asco. ¿Cómo pueden hacer algo asi en publico?- Una voz venenosa conocida para ambas se oyo. Las mujeres voltearon y se quedaron sin habla al ver a Preston y Priscilla Northwest vestidos con uniformes de golf.

Pacifica trago duro al ver la mirada de desprecio de su padre. El miedo la ataco. ¿Porque precisamente debia verlos ahora?

Sus padres pasaron de largo a la pareja, Preston con asco y Priscilla con expresión neutra.

-Debiste haberte quedado es ese departamento tuyo que venir aqui. No eres bienvenida.- Preston ni siquiera la miro al decirle esas palabras.

Mabel miró a su novia con preocupación, tenia una mirada dolida.

Ambas se subieron al auto con tristeza por el encuentro. Pacifica busco disimuladamente un taco, talvez eso la animaria.

-¿Qué haces?- Esta vez Mabel se dio cuenta de la acción de la rubia.

-Solo... Me miraba por los espejos del auto.

-Te creo... Podemos ir a la cafeteria de linda Susan por tacos, si quieres.

Pacifica solo asistió con la cabeza baja. Llegaron rapidamente a la cafeteria, linda Susan les estrego encantada tacos y nachos. Un silencio reinaba en la mesa.

-Se que debo verlos.- Pacifica habló primero.- Pero toda mi infancia viví bajo sus ordenes y el miedo que me imponian. Solo veian a la futura heredera y a una muñeca pero jamás a su hija.

Pacifica miro a Mabel esperando una respuesta pero esta le indico con la mirada que siguiera, lo único que hizo fue entrelazar su mano con la otra dandole calor y confianza. Ante ese gesto, Pacifica gimio, conteniendo sus lagrimas que amenazaban con salir.

-Aún así...- Pacifica rompió en llanto, tomo un poco de agua para calmarse.- Los amo, son mis padres, pero les guardo rencor por controlarme y usarme y porque al descubrir que soy lesbiana me sacaron de sus vidas, siguiendo como si no existiera. ¿Sabes como me duele cuando mi padre rechaza mi existencia? ¿Lo sabes?- Mabel nego.- Claro que no lo sabes, tu familia te ama, pierdas o ganes, en cambio la mia...

Mabel fue directo a ella y la abrazó con algo de rudeza. La rubia no se tenso como siempre, al contrario, se relajo.

-Pacifica, yo soy tu familia. Te amo, solo falta que nos casemos y tengamos hijos.

Pacifica le dedicó una sonrisa, mientras Mabel limpiaba sus lagrimas con los dedos, ante eso, la rubia temblo. A la castaña eso no le extraño, la crianza de los padres de la ojiazul fue bastante fría, sin muestras de afecto o principios morales, dejando una herida abierta en la mujer.

-Gracias... De no ser por ti y los demás... No me quiero imaginar como hubiera terminado.

-No es nada, adoramos estar contigo.- Mabel le tendio un vaso con agua.- ¿Quieres?

-Prefiero esto.- Pacifica agarro un taco, antes de que pudiera darle una mordida Mabel se lo quito.- ¡Hey! ¡Devuelvemelo!

-El agua.- Le salpico un poco el rostro.- Tu cara es un poema.

-Aún así me veo mejor que tú.

-Sí, sí, rubia oxigenada.- Mabel se tranquilizo al ver que la tristeza de su novia se habia ido, al menos por el momento.- ¿Cuando nos casamos?- La pregunta salio repentinamente.

-Cuando no olvides tú trabajo.

-¡Hey!- Esta vez la castaña protesto.- Ya he hecho unos diseños... En mi mente...

-Perezoza...

-¡Haré un sueter de perezozo! ¡No por nada es mi futura esposa, señores!- Mabel grito haciendo que todos los presentes en la cafeteria rieran y aplaudieran

-Dios...- Pacifica se apeno.- Torpe...

Fue una buena cita. Las lágrimas se habian detenido.

Séptima fantasía romántica:
Cita

Realizada.

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No estaba muerta, estaba de parranda!(? Al menos actualize en menos de una semana. Y ya aparecieron los padres de Paz a arruinar la cita, que jodidos >:v pero queria que terminara todo bien, con solo escuchar a la persona podes mejorar su día. Mabel tiene un corazón de oro.
Y como siempre estoy agradecida por sus leidas, votos y comentarios. En verdad, me ponen feliz :')
Cuidense! Gracias por todo!

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