-Nunca más volveré a defenderte de la policía, Stan.- Ford hablaba enojado y cansado con su hermano.

-¿Qué pasó?- Preguntó Mabel quien era la única en la familia que seguía con energía.

-A este idiota se le ocurrio hacer trafico canino, obviamente lo descubrieron.- Ford señaló a su hermano.- Lo peor fue que despues trato de sobornar a los policías con un caniche.

-¡Hey! No sabia que ya tenian un perro.- Stan discutía enojado.- Al menos agradece que evite que te electrocutaran.

-¡¿Agradecerte?! ¡¿Despues de que tuve que dormir en una cama mohosa?!

-¡Cállense!- Dipper gritó amargado cuando lo despertaron de su siesta sobre el desayuno.- Estoy cansado por la fiesta y ni siquiera felicitaron a Mabel por su compromiso.

-Felicidades, Mabel.- Ford le dio palmaditas en la espalda.- Otra buena persona que muerde el polvo... ¿Se dice eso en estas ocasiones? No estoy seguro. Hace mucho tiempo que no me informan de un casamiento.

-No te preocupes, tío Ford, la intención es lo que cuenta.- Mabel le dedico una sonrisa.

-Si, claro, la intención.- Stan no estaba muy contento.- ¿Qué nos asegura que no se divorciaran en tres horas?

-Nuestro amor.

-El hecho de que ella no es como tu, Stanley.

-Que son la OTP... Es decir, que son la una para la otra.

-Tú tienes problemas, niño.- Era muy obvio quien dijo cada cosa.

-¿Y dónde esta... Paz? Ese es su nombre, ¿verdad?.- Pregunto Ford confundido.

-Se llama Pacifica, tío Ford, Paz es su apodo.- La castaña se levantó de la mesa y salió de la cocina llevando una bandeja con el desayuno.- Ire a despertarla.

Mabel se dirigió a la habitación de ambas, la antigua habitación de ella y Dipper, abrió la puerta encontrandose con la rubia dormida. Dejó el desayuno sobre una pequeña mesa y se dedicó a observarla dormida, se sonrojo un poco, Pacifica lucia hermosa dormida.

Pestañas largas, piel blanca y pura, nariz afilada, labios carnosos y suaves, entreabiertos e indefensos.

-Paz, despierta, vamos.- Mabel sacudió un poco a la rubia, esta desperto algo adormilada, se sorprendió un poco al ver las mejillas rojas de su novia.

-Mabel... Sucede algo?- La rubia se despertó por completo cuando vio a la ojimarron encima suyo, en una pocisión comprometedora tomando en cuenta que ambas estan en la cama.

-Quiero cumplir una fantasía...- La respiración de Mabel cercana a ella la inmobilizo por completo. Los labios de la mujer a centimetros de su boca la enloquecian, era un punto demasiado tentador.

-Hazlo.- Pacifica susurró avergonzada, sumisa.- Haz lo que quieras.

Mabel sonrió victoriosa, la rubia cerró sus ojos, esperando ansiosa un beso.

-Besar su frente.- La castaña besó dulcemente la frente de la contraria.

-Que?- Pacifica se desconcerto un poco al sentir los labios ajenos rosados donde menos lo esperaba. Aún así le gusto bastante aquel beso suave.

-Besar su cabello.- Mabel disfruto besar el fino, suave y bien cuidado cabello de la rubia, acariciando y gozando su olor

-Besar sus pestañas.- El beso casto acaricio con delicadeza su ojo.

-Besar sus orejas.- Mabel rozo sus labios sobre el oido de la mujer. Estas estaban coloradas como toda la cara de Pacifica.

-Besar su nariz.- Un beso dulce en la punta de su nariz afilada. Pacifica y Mabel disfrutaron el corto tiempo del beso.

-Besar su mejilla.- Mabel le dio un beso casto, aun asi no pudo evitar morder y apretar sus mejillas. Pacifica le dedicó una mirada de molestia.

-Besar su cuello.- Un agradable conquilleo se extendio por Pacifica al ser besada un largo tiempo en una zona sensible. La castaña rio un poco por el leve gemido de la rubia, para despues deleitarse con el gemido de molestia de la rubia al abandonar su cuello.

-Besar su hombro.- A Mabel le fascino ver que este estaba relajado. Le dedico varios besos castos y suaves, guardando para si misma la satisfacción de ver relajada a su ojiazul.

-Besar su pecho.- Pacifica se derritio cuando Mabel poso sus labios sobre su seno izquierdo, casi besando su pezón, la castaña sonrio al verlo erecto. Con algo de malicia sopló sobre el, su aliento calido hizo gemir más a la rubia.

-Mabel!- Pacifica gritó en voz baja, aún recordaba que su "futura familia" estaba en el piso inferior, ya debían dejarlo.- E-espera...

-Besar su vientre.- La castaña siguió, su sonrojo fue extremo al ver a Mabel besando su vientre desnudo de manera dulce, repartiendo besos por todo el contorno.

Su camisón de dormir había sido levantado. Cuando Mabel termino de besar su vientre, Pacifica cerro sus ojos excitada, esperando que la castaña le quite su ropa interior inferior y besara su zona intima.

-Besar su brazo.- La rubia liberó otro gemido de molestia al sentir el beso en otra zona que no esperaba. Se enojo un poco al ver la sonrisa traviesa de Mabel, sólo estaba jugando con ella.

-Besar su antebrazo.- Pacifica se dejo llevar por el suave y dulce contacto de los labios de su prometida. Sonrió al recordar eso, no importaba lo enojada que este, siempre le alegraba saber que estaba a su lado.

La castaña se dio cuenta de la sonrisa de su prometida y sonrió con ella. Dedicandole otro beso a su antebrazo.

-Besar su muñeca.- Un beso casto mientras acariciaba su mano.

-Besar su palma.- Pacifica rio al sentir los labios de Mabel dandole cosquillas.

-Besar y lamer sus dedos.- Esta vez la rubia se sonrojo bastante al sentir al mismo tiempo los labios y lengua de la castaña, dandole una sensación placentera. Mabel lamía sus dedos, moviendo con algo de rudeza su lengua, a diferencia del tacto casto y suave que le brindaba con sus labios rosados.

-Besar su pierna.- Mabel abandono sus dedos y se dirigio a las piernas blancas de su prometida. Pacifica rendida se dejo besar por todo el largo de sus piernas, disfrutando los distintos besos de Mabel, desde castos a rudos y siempre dulces y suaves.

-Besar sus pies.- La castaña besó los desnudos pies de la rubia. Brindandoles besos a su talón y dedos.

-Mabel...- Pacifica la llamó cuando la ojimarron dejó sus pies. Haciendo su primer movimiento se acerco a los labios de la castaña, pidiendole en silencio otro beso.

-Besar el lugar que nadie más conoce.- Y le brindo un beso en los labios. Ambas lo saboreaban, en poco tiempo comenzaron a mover sus lenguas, en un baile parejo y rudo, intercambiando su saliva.

Se separaron cuando la falta de aire lo requirio, dejando un hilo fino de saliva conectando sus bocas, rompiendose al instante.

Pacifica se percato del desayuno, ya frío, a su lado. Le invito un poco de pan tostado a Mabel, la castaña acepto gustosa.

-Mabel.- La rubia terminó su parte de pan antes de hablar.- ¿Porque...?

-Te vi tan linda dormida que no pude resistirme y quise... Probarte un poco.- Mabel le dedico un intento de sonrisa coqueta.- Ahora toma un poco de jugo Mabel, debes desayunar con energía.

-No, gracias.- La respuesta fue cortante.

-Pero necesitaras energía... Para continuar...

-Mabel!- Pacifica gritó avergonzada mientras la castaña reia fuerte, esta se levanto de la cama y se dirigió al armario.

-Te dare un sueter, te servira.- Mabel le entrego una prenda de lana de llama, tambien tenia al animal en ella.

-Estamos en pleno verano.- Pacifica dirigio su mirada a sus brazos, dandose cuenta con horror que tenia demasiadas marcas de besos.

-Tambien hay pantalones y una bufanda. No me pude controlar, ¡no me mates!- La castaña prefirió huir antes que enfretarse a las consecuencias.

-¡Mabel!- Pacifica gritó furiosa mientras miraba avergonzada la evidencia de los besos por todo su cuerpo. Definitivamente se las iba a pagar.

Quinta fantasía romántica: Besos.

Realizada

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Dos actualizaciones en dos días! Estoy contenta. Para hacer este capítulo me inspire en varias formas de besar que encontre en fanarts, lamentablemente no hay ninguno Mabifica y yo apesto dibujando. ;-;
Dipper es Mabifica shipper, 100% real no feik :v
Y ya dije que algunos capítulos estaran subiditos de tono, verdad? :D
Cuidense! Gracias por todo, en verdad, muchas gracias!