vier.
La jornada de clases estaba por acabar, después de una entretenida mañana en la biblioteca Aeri y Yizhuo habían decidido ir a sus respectivos salones para no perder más clases que las de la mañana, aunque ninguna de las dos pudo concentrarse por completo ya que en la mente de cada una estaba la contraria, para Aeri no era ninguna novedad que la china ocupara la mayoría de sus pensamientos pues desde hacía mucho tiempo sabía que estaba enamorada de ella, estaba totalmente claro para que esta semana la terminaría lastimando ya que solamente serviría para satisfacer las necesidades sexuales de su mejor amiga y después todo volvería a la normalidad, Yizhuo volvería a reemplazarla por Felix, pero claramente no podía desperdiciar su oportunidad de hacer suya a Yizhuo nuevamente, la amaba y anhelaba tanto que no le importaba lastimar su propio corazón con tal de satisfacer un poco su cuerpo.
Al fin después de tanta espera la campana resonó por toda la escuela dando anuncio de que la jornada de clases había acabado, rápidamente la japonesa tomó sus cosas y salió del aula en dirección hacia la de su mejor amiga, lastimosamente al llegar se topó con una escena que definitivamente no quería ver, Felix tenía abrazada la cintura de Yizhuo y susurraba cosas muy cerca de los labios de la chica la cual parecía feliz riendo por lo que fuera que el tipo le estuviese diciendo para después recibir un beso por parte de este, el corazón de Giselle volvió a romperse una vez más como cada vez que veía a la menor junto a su novio, pero lo entendía, Yizhuo era de Felix y ella únicamente era la mejor amiga, claro, solamente la chica que sobraba en la relación, la pelinegra realmente quería gritarle en la cara al australiano que ella había llegado primero, que ella fué la causante de las sonrisas de Ningning mucho antes que él lo fuera y que ella había estado siendo la causante de los orgasmos que él no podía darle en los últimos dos días pero optó por únicamente pararse a un lado de la puerta a esperar a su mejor amiga, claramente no podía decir eso, al menos no si no quería perderla para siempre porque sabía que Yizhuo preferiría mil veces a su novio antes que a ella y claramente se lo había demostrado pues justamente el mismo día que se había entregado a Aeri ahora se encontraba en los brazos de otro chico con los labios de este sobre los suyos cosa que destruía por completo el corazón de la japonesa pero ella sabía que así debía ser, Yizhuo ya tenía a alguien en su corazón y Aeri debía conformarse con simplemente ser lo que era, la mejor amiga.
Segundos pasaron únicamente para que la china se percatarse de la fría mirada que su mejor amiga mantenía sobre ella y su novio para que se separara de el y caminara en dirección a la mayor.
── Bebé perdón, ¿Te hice esperar mucho?── Preguntó Yizhuo notando como la enojada mirada de Giselle se suavizaba
La contraria asintió con un puchero haciéndole creer a la menor que su enojo se debía únicamente al tiempo de espera, no podía dejar que Yizhuo descubriera sus sentimientos hacia ella o su semana de sexo con la chica que la traía loca se arruinaría.
── Vamos a casa.
── ¿La tuya o la mía?── Preguntó la mayor aún con pucheros.
── Da igual, decidámoslo en el camino── Concluyó la castaña enredando su brazo con el de la contraria para comenzar a caminar en dirección a la salida de la escuela.
El camino fué en silencio pero no uno incómodo sino uno realmente agradable, caminando abrazadas sintiendo la calidez de la otra a pesar del frio que había en las calles de Seúl, al llegar a la calle en donde estaban las casas de ambas decidieron entrar a la casa de la mayor puesto que sería más tranquilo estar solas debido a que los señores Uchinaga se encontraban en un viaje de trabajo en Japón dejando a su hija en Seúl como de costumbre.
Ambas entraron a la casa y caminaron en dirección a la habitación de la mayor para cambiarse el uniforme, la menor solía dejar su ropa en la casa de Aeri debido a que ese lugar lo consideraba su segundo hogar así que abriendo el cajón que Aeri tenía apartado para ella y comenzó a quitarse la ropa de uniforme, la mayor no pudo evitar fijar la mirad en su amiga, le encantaba todo de ella, realmente la amaba por completo, su cuerpo le parecía magnífico al igual que su personalidad, era perfecta, era simplemente Ningning.
Se había quedado mirando el cuerpo de la contraria en una contemplación absorta que no se dió cuenta cuando la menor comenzó a caminar en dirección a ella hasta encontrarse frente a frente con la pelinegra quien había dejado su uniforme a medio quitar.
── ¿Te gusta lo que vez?── Preguntó la menor con una sonrisa.
── ¿Qué? Lo siento yo..
── No parecías tan tímida esta mañana── Interrumpió Yizhuo quitando lentamente los botones de la camisa de la mayor ante la atenta mirada de esta para luego acariciar sus hombros mientras la despojaba del uniforme.
Aeri tragó en seco al sentir las yemas de los dedos de Yizhuo arrastrarse también por su abdómen y lentamente subir hasta casi tocar sus pechos, estaba tan hipnotizada por la contraria que no notó cuando esta se alejó y solamente sintió un trozo de tela ser lanzado contra su rostro.
Yizhuo le había lanzado una camiseta holgada para que pudiera estar más cómoda que con el uniforme escolar.
── Hasta que reaccionaste, termina de cambiarte que tengo hambre── Protestó la menor.
Y así lo hizo la japonesa, terminó de cambiarse lo más rápido que pudo para después bajar a la cocina en busca de algo que pudieran almorzar.
Después de unos minutos la mayor regresó a su habitación junto con dos tazones de ramen para ella y la china.
Ambas comieron en silencio mientras Aeri parecía seguir perdida en sus pensamientos hasta que Yizhuo rompió el silencio con una pregunta.
── ¿Oye estás bien?
── ¿Por qué no lo estaría?
── Pareces distante desde que empezamos a tener sexo ¿Arruiné nuestra amistad por esto?
── No, claro que no, son solo cosas mías, tú no hiciste nada── Aeri se acercó a la menor para abrazarla y acompletó su frase diciendo ── Te quiero mucho Ningning, no quiero perderte.
── ¿De qué hablas?
── No es nada, solo quería recordártelo.
── Okey── Respondió algo dudosa la menor correspondiendo el abrazo de su amiga.
Yizhuo sabía que algo no andaba bien, podía sentirlo pero no se daba cuenta de lo que realmente pasaba, ella no quería arruinar su amistad con Giselle pero cada vez la sentía más lejos, realmente la quería y se sentía extrañamente culpable por algo que ni ella misma sabía que había hecho, no sabía que estaba rompiendo cada vez mas el corazón de la persona a quien más quería pero algo en su interior la hacía sentirse culpable de ello.
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